Abstinencia
La abstinencia en el contexto católico se refiere a la práctica de abstenerse de ciertas acciones, alimentos o placeres, ya sea de forma temporal o permanente, como un medio para el crecimiento espiritual, la penitencia, el autocontrol y la imitación de Cristo. Si bien comúnmente se asocia con la renuncia a la carne en días específicos, el concepto es mucho más amplio, abarcando la continencia sexual, la templanza y el dominio de las pasiones en diversas áreas de la vida. Su propósito fundamental es purificar el alma, elevar la mente, subordinar la carne al espíritu y fomentar la castidad y otras virtudes.
Tabla de contenido
Origen y Propósito de la Abstinencia
La práctica de la abstinencia tiene raíces profundas en la historia de la salvación, desde los primeros mandatos divinos hasta su desarrollo en la ley y la tradición de la Iglesia. El relato bíblico ya en el Génesis presenta la abstención de ciertos alimentos como una prueba de obediencia y reconocimiento de la dependencia del hombre respecto a su Creador1. La transgresión de este mandato original acentuó la necesidad de la penitencia. La legislación positiva, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, formalizó la abstinencia como un medio para cumplir esta obligación natural1.
El propósito principal de la abstinencia es el desarrollo espiritual. Se busca la purificación del alma, la elevación de la mente y la subordinación del cuerpo al espíritu1. Al renunciar a ciertos placeres o satisfacer deseos legítimos, el individuo cultiva el autocontrol y la virtud de la templanza, lo que a su vez ayuda a extinguir la concupiscencia y encender la luz de la castidad1. La Iglesia, inspirada por estos motivos, ha establecido sabiamente periodos de abstinencia, considerándolos un medio eficaz para reparar las pérdidas espirituales y aumentar las ganancias del espíritu1.
Tipos de Abstinencia en la Enseñanza Católica
La abstinencia se manifiesta en la vida católica de diversas formas, abarcando tanto aspectos alimenticios como morales y sexuales.
Abstinencia de Alimentos
La abstinencia de alimentos, particularmente de carne, es una de las formas más reconocibles de esta práctica en el catolicismo. Esta legislación eclesiástica prohíbe el consumo de carne en días específicos1.
Días de Abstinencia: Tradicionalmente, todos los viernes del año son días de abstinencia, a menos que coincida con una solemnidad de obligación fuera de la Cuaresma2. Esto incluye la prohibición de comer carne, sangre o médula de animales y aves de carne, según la comprensión de los fieles y las autoridades eclesiásticas1. El uso de pescado, verduras, moluscos y otras criaturas de sangre fría no se considera contrario a la ley de abstinencia1.
Propósito: Esta práctica, aunque pueda parecer restrictiva, busca promover el bienestar corporal y espiritual1. Históricamente, la Iglesia ha comprobado que la interrupción ocasional de una dieta cárnica es beneficiosa para la salud física y espiritual1.
Abstinencia Sexual y Continencia
La abstinencia sexual, o continencia, es un aspecto fundamental de la enseñanza católica sobre la castidad, aplicable en diferentes estados de vida y situaciones. Se define como la abstención de las gratificaciones lícitas del matrimonio3, o la renuncia a actos directamente contrarios a la castidad4.
Fuera del Matrimonio: La abstinencia total de relaciones sexuales es un requisito de la castidad para aquellos que no están casados. Esto incluye a los célibes, solteros y consagrados, quienes asumen un compromiso de continencia perfecta3.
Dentro del Matrimonio (Continencia Periódica): Dentro del sacramento del Matrimonio, la abstinencia se refiere a la continencia conyugal periódica, donde los esposos se abstienen de la relación sexual por motivos justos y según los ritmos naturales de la fertilidad5.
Propósito: La continencia periódica permite a los cónyuges regular la natalidad sin recurrir a métodos anticonceptivos moralmente ilícitos, los cuales son «siempre ilícitos»5,6. Esta práctica demanda autocontrol y autodisciplina, fortaleciendo el carácter de los esposos y enriqueciendo su amor con un carácter más humano y espiritual7. Al abstenerse durante los periodos fértiles por razones válidas (como la salud de la madre, las circunstancias familiares o la educación de los hijos ya nacidos), los cónyuges reconocen que no son dueños de las fuentes de la vida, sino ministros del plan del Creador8.
Beneficios: La abstención intencional del acto sexual, cuando es un proyecto común de ambos cónyuges, puede ser una expresión de respeto mutuo y no debilita la esencia del amor conyugal9. Por el contrario, puede fortalecer el amor al integrarse la sexualidad en la totalidad de la vida dominada por la razón y expresarse de manera reflexiva9. Además, la abstinencia puede ser requerida por el amor conyugal por diversas razones, como la enfermedad de un cónyuge, la fatiga, situaciones de viaje, o momentos de oración10. San Pablo incluso contempla la posibilidad de la abstinencia conyugal para dedicarse a la oración11,9,10.
Renuncia Generosa: La enseñanza católica enfatiza que, para alcanzar un dominio perfecto del espíritu sobre los sentidos, no basta con evitar los actos contrarios a la castidad, sino que es necesario renunciar generosamente a todo aquello que pueda ofender esta virtud de forma cercana o remota4. Esto permite al alma reinar plenamente sobre el cuerpo y llevar una vida espiritual en paz y libertad4.
Beneficios Espirituales y Físicos
La abstinencia, en sus diversas formas, ofrece múltiples beneficios tanto a nivel espiritual como físico.
Beneficios Espirituales
Dominio de las Pasiones: La abstinencia ayuda a templar el ardor de la lujuria y a obtener la supremacía del espíritu sobre la carne1. Es un medio eficaz para que el hombre gane y conserve el dominio sobre sí mismo1.
Purificación y Elevación: Según San Agustín, la abstinencia purifica el alma, eleva la mente, subordina la carne al espíritu, engendra un corazón humilde y contrito, disipa las nubes de la concupiscencia y enciende la verdadera luz de la castidad1.
Crecimiento en la Virtud: La abstinencia contribuye al desarrollo de las virtudes, especialmente la templanza y la castidad1,7. Al exigir perseverancia y esfuerzo, permite a los esposos desarrollar sus personalidades y enriquecerse con bendiciones espirituales7.
Unión con Dios: La abstinencia de la deuda conyugal para dedicarse a la oración intensifica la vida espiritual de los cónyuges, aumentando las bendiciones del matrimonio con abundancia de gracia divina11,10.
Beneficios Físicos
Si bien el hombre es fisiológicamente omnívoro y una dieta mixta suele ser necesaria, la interrupción ocasional de la ingesta de carne, como la prescrita por la Iglesia, contribuye a la salud corporal y espiritual1,12. La experiencia de siglos demuestra que la transgresión de esta ley no promueve la salud ni prolonga la vida1.
Abstinencia en el Contexto Moderno
En la sociedad actual, la abstinencia sigue siendo una práctica relevante dentro del catolicismo, especialmente en el contexto del matrimonio y la regulación de la natalidad. El Magisterio de la Iglesia ha abordado la cuestión de la transmisión de la vida humana, reconociendo las dificultades y los nuevos interrogantes que surgen en la conciencia de los cónyuges13.
La encíclica Humanae Vitae (1968) reafirmó la enseñanza católica sobre la moralidad de los actos conyugales y la procreación. Subrayó que todo acto matrimonial debe mantener su intrínseca relación con la procreación de la vida humana14. En este contexto, la Iglesia distingue claramente entre los métodos anticonceptivos artificiales (que son intrínsecamente ilícitos porque directamente impiden la procreación)6 y la continencia periódica (que es moralmente lícita)5.
La continencia periódica, al aprovechar los ciclos naturales de la fertilidad, permite a los cónyuges espaciar los nacimientos por razones justas (físicas, psicológicas o externas) sin frustrar el proceso generativo5. Esta práctica requiere que los esposos adquieran un dominio completo sobre sí mismos y sus emociones, lo cual es un testimonio de la castidad conyugal y fortalece su amor7.
La Iglesia advierte que facilitar la ruptura de la ley moral, como ocurre con los métodos artificiales de control de la natalidad, puede abrir la puerta a la infidelidad conyugal y a un descenso general de los estándares morales, especialmente entre los jóvenes15. Por el contrario, la abstinencia, cuando es practicada con recta intención y en obediencia a la ley divina, es un camino hacia una vida más plena y virtuosa.
Conclusión
La abstinencia, en la enseñanza católica, es mucho más que una simple privación. Es una disciplina espiritual que, arraigada en la Revelación y la tradición, sirve como un poderoso medio para el crecimiento personal y la santificación. Desde la abstinencia de alimentos en tiempos litúrgicos hasta la continencia sexual dentro y fuera del matrimonio, su propósito es el mismo: fortalecer la voluntad, purificar el corazón y orientar toda la vida hacia Dios. Al abrazar la abstinencia con fe y discernimiento, los católicos responden al llamado a la castidad y al dominio de sí mismos, lo que les permite vivir de acuerdo con el plan divino y alcanzar una mayor unión con el Creador.
Citas
Abstinencia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Abstinencia. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16
Lección Trigésimo Quinta. Sobre el primer y segundo mandamiento de la Iglesia, Tercer Concilio Plenario de Baltimore. Un Catecismo de Doctrina Cristiana (El Catecismo de Baltimore Nro. 3), § 1344 (1954). ↩
Continencia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Continencia. ↩ ↩2
Papa Pío XII. Sacra Virginitas, § 36 (1954). ↩ ↩2 ↩3
Recurso a los períodos infértiles, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 16 (1968). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Métodos ilícitos de control de la natalidad, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 14 (1968). ↩ ↩2
Valor de la autodisciplina, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 21 (1968). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Fidelidad al designio de Dios, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 13 (1968). ↩
Karol Cardenal Wojtyła, et al. Los Fundamentos de la Doctrina de la Iglesia Concerniente a los Principios de la Vida Conyugal: Un memorándum compuesto por un grupo de teólogos morales de Cracovia, § 35. ↩ ↩2 ↩3
Joseph W. Koterski, S.J. Reflexiones Teológicas sobre la Planificación Familiar Natural, § 12. ↩ ↩2 ↩3
Los sacramentos - El santo matrimonio - El uso del matrimonio, Papa Pío V. Catecismo del Concilio de Trento, §Los Sacramentos - El Santo Matrimonio (1566). ↩ ↩2
Efectos físicos de la abstinencia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Efectos Físicos de la Abstinencia. ↩
Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 1 (1968). ↩
Observancia de la ley natural, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 11 (1968). ↩
Consecuencias de los métodos artificiales, Papa Pablo VI. Humanae Vitae, § 17 (1968). ↩