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Adán y Eva

Adán y Eva
la caída del hombre . Dominio Público.

Adán y Eva son, según la tradición católica, los primeros padres de toda la humanidad, creados directamente por Dios a su imagen y semejanza. Su historia, narrada en los primeros capítulos del Génesis, es fundamental para la teología católica, ya que explica el origen de la humanidad, la entrada del pecado en el mundo (el pecado original), y la consiguiente necesidad de la redención ofrecida por Jesucristo. A pesar de las diferencias en los dos relatos de la creación presentes en el Génesis, la Iglesia siempre ha sostenido la historicidad de Adán y Eva como los únicos progenitores de la raza humana, una doctrina conocida como monogenismo. Su desobediencia a Dios, seducidos por la serpiente, resultó en la pérdida de la santidad y justicia originales para ellos y para todos sus descendientes, marcando la condición caída de la humanidad y la consecuente expulsión del Jardín del Edén.

Tabla de contenido

La Creación de Adán y Eva

La narrativa bíblica de la creación de los primeros seres humanos se presenta en dos relatos en el libro del Génesis. Estos relatos, aunque complementarios, ofrecen perspectivas distintas sobre el origen de Adán y Eva.

Primer Relato de la Creación (Génesis 1:26-28)

En el primer relato, que se encuentra en Génesis 1:1-2:4a, la creación del hombre y la mujer se describe como el acto culminante de la obra divina, realizado en el sexto día1. Dios dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo, y sobre el ganado, y sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra» (Gn 1:26)1. En este relato, la creación de «hombre» (Adán) se presenta de manera inclusiva, abarcando a ambos sexos: «Y creó Dios al ser humano a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Gn 1:27)1. Esta descripción enfatiza la igualdad fundamental entre el hombre y la mujer en su dignidad y en su vocación a la imagen de Dios2. Se les concede la bendición de la fecundidad («Sean fecundos y multiplíquense») y el mandato de «llenar la tierra y someterla»3. Este relato subraya la dignidad del ser humano como corona de la creación y su llamado a participar en la obra divina.

Segundo Relato de la Creación (Génesis 2:4b-25)

El segundo relato de la creación, en Génesis 2:4b-25, se centra más específicamente en la formación de Adán y Eva y su vida en el Jardín del Edén1. Aquí, Dios Yahvé forma al hombre «del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente» (Gn 2:7)4,1. Este hombre es llamado ’adam, que en hebreo se relaciona con el término ’adamah (tierra o suelo), resaltando su origen terrenal4. Dios luego planta un jardín en Edén y coloca al hombre allí «para que lo cultivara y lo guardara» (Gn 2:15)5.

Dios establece una prohibición específica: el hombre puede comer libremente de todos los árboles del jardín, pero no del «árbol del conocimiento del bien y del mal», advirtiendo que «el día que de él comas, ciertamente morirás» (Gn 2:16-17)5. Tras reconocer que «no es bueno que el hombre esté solo», Dios procede a crear a los animales, pero el hombre no encuentra en ellos una ayuda adecuada1. Finalmente, mientras el hombre duerme, Dios toma una de sus costillas y de ella forma a la mujer, presentándosela al hombre1. El hombre, al verla, exclama: «Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Por eso se llamará mujer, porque del hombre ha sido tomada» (Gn 2:23). Este pasaje destaca la íntima unión y la complementariedad entre el hombre y la mujer2. La inocencia de la pareja recién creada se subraya al mencionar que «estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban» (Gn 2:25)2.

El Pecado Original y sus Consecuencias

La caída de Adán y Eva, conocida como el pecado original, es un evento central en la teología católica que explica la condición actual de la humanidad.

La Tentación y la Desobediencia

La tragedia del pecado se introduce en Génesis 35. La serpiente, descrita en la tradición judía posterior como identificada con Satanás2, tienta a Eva. La serpiente cuestiona la prohibición divina, sugiriendo que Dios les impide comer del árbol para evitar que sean «como Dios, conocedores del bien y del mal» (Gn 3:5)5. Eva, seducida por la apariencia del fruto y la promesa de sabiduría, come de él y luego lo ofrece a Adán, quien también come5,6.

Este acto es un pecado de desobediencia (cf. Rom 5:19)7 y orgullo, donde el hombre prefiere su voluntad a la de Dios8,4. Al comer del fruto, Adán y Eva intentaron romper sus límites como criaturas, desafiando a Dios como su único Señor y fuente de vida7,5.

Consecuencias del Pecado

Las consecuencias de esta desobediencia fueron profundas y afectaron no solo a Adán y Eva, sino a toda la humanidad7,9.

A pesar de la gravedad del pecado, Dios no abandonó a la humanidad. Inmediatamente después de la caída, Dios prometió un Salvador, una profecía conocida como el Protoevangelio: «Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia suya; él te aplastará la cabeza, y tú le herirás el talón» (Gn 3:15)3,11,6. Esta promesa es el primer anuncio de Jesucristo como el «nuevo Adán» y María como la «nueva Eva», quienes restaurarían lo perdido por el pecado de los primeros padres12,11.

Adán y Eva en la Teología Católica

La doctrina de Adán y Eva es fundamental para comprender la naturaleza humana y la necesidad de la salvación en la teología católica.

Historicidad y Monogenismo

La Iglesia Católica siempre ha afirmado la existencia de Adán y Eva como figuras históricas reales y como los primeros padres de toda la humanidad. El Papa Pío XII, en su encíclica Humani Generis (1950), enseñó que la verdad revelada y el Magisterio de la Iglesia proponen que el pecado original «procede de un pecado verdaderamente cometido por un Adán [ab uno Adamo], y que es transmitido a todos por generación, y existe en cada uno como propio»13. Por lo tanto, la Iglesia rechaza la opinión conjetural del poligenismo, que sostiene que hubo hombres en la tierra que no descendieron de Adán o que Adán representa una multitud de primeros padres13,14. La doctrina del monogenismo (la descendencia de toda la humanidad de una sola pareja original) es una parte esencial de la enseñanza católica sobre el pecado original y la redención universal13.

El Catecismo de la Iglesia Católica reafirma esta enseñanza, declarando que «toda la raza humana está en Adán 'como un solo cuerpo de un solo hombre'» y que Adán y Eva «cometieron un pecado personal» que afectó la naturaleza humana que transmitirían en un estado caído7,13.

Adán como tipo de Cristo

San Pablo desarrolla una teología de Adán que lo relaciona con Jesucristo. En sus epístolas, particularmente en Romanos y 1 Corintios, Pablo presenta a Adán como una figura o tipo del que había de venir, Jesucristo12,4. Si por el primer Adán entró el pecado y la muerte en el mundo, por el segundo Adán (Cristo) sobreabundó la gracia y la vida nueva12,4. Así, Adán representa la humanidad caída, mientras que Cristo representa la humanidad redimida y restaurada en la gracia12.

El «Paraíso» y la amistad con Dios

El relato del Jardín del Edén y la colocación de los primeros seres humanos en él es una forma bíblica de expresar la íntima amistad y comunión que Adán y Eva tenían con Dios antes del pecado11. Esta amistad se perdió a causa de su desobediencia, ya que un pecado grave destruye la amistad con Dios11. La redención ofrecida por Cristo permite a la humanidad recuperar esa amistad perdida y entrar en la solidaridad del «nuevo Adán»12,11.

Conclusión

Adán y Eva son figuras arquetípicas en la fe católica, no solo como los progenitores históricos de la humanidad, sino como los símbolos de la condición humana en su grandeza original y su caída posterior. Su historia subraya la bondad de la creación de Dios, la seriedad del pecado y la inmensidad de la misericordia divina, que, incluso después de la desobediencia, prometió la salvación. La comprensión católica de Adán y Eva es inseparable de la doctrina del pecado original, la necesidad de la redención y la centralidad de Jesucristo como el cumplimiento de la promesa de un Salvador.

Citas

  1. Adán, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Adán. 2 3 4 5 6 7 8 9

  2. Eva, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Eva. 2 3 4 5 6

  3. Parte primera - La fe de la Iglesia - I. Revelación de la Santísima Trinidad - A. La revelación de Dios - 2. Dios en la historia, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 24 (2016). 2

  4. Matthew Levering. El pecado original y los principios antropológicos de la Humanae Vitae, § 7. 2 3 4 5 6 7

  5. II. - Temas fundamentales en las Escrituras judías y su recepción en la fe en Cristo - B. Temas fundamentales compartidos - 2. La persona humana: Grandeza y miseria: A) en el Antiguo Testamento, Pontificia Comisión Bíblica. El Pueblo Judío y sus Sagradas Escrituras en la Biblia Cristiana (24 de mayo de 2001), § 28 (2001). 2 3 4 5 6 7

  6. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Génesis 3. 2 3 4 5

  7. B. La tragedia del pecado, Pontificio Consejo Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 115 (2004). 2 3 4 5 6 7

  8. Parte tercera - La vida de la Iglesia - II. La persona en Cristo como nueva creación - C. Una ascesis que purifica - 1. El pecado en la vida humana, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 756 (2016). 2

  9. El problema de fondo subyacente al debate actual, David Braine. El debate entre Henri de Lubac y sus críticos, § 3. 2 3 4

  10. Parte primera - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en nuestro Salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida - A. El Creador y su creación - 3. La humanidad—la corona de la creación - 2) la caída de la humanidad, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 148 (2016).

  11. La esperanza cristiana de la resurrección - 10. La grandeza de las intenciones divinas y la seriedad de la existencia humana, Comisión Teológica Internacional. Algunas cuestiones actuales de Escatología, § 10.2 (1990). 2 3 4 5

  12. Parte IV: Perspectivas sistemáticas - B. La humanidad caída y redimida - La humanidad en el pecado, Comisión Teológica Internacional. Cuestiones selectas sobre la teología de Dios Redentor, § IV.44 (1995). 2 3 4 5

  13. Dennis Bonnette. El misterio impenetrable de un Adán y Eva literales, § 2. 2 3 4

  14. Preadamitas, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Preadamitas.