Alfombra litúrgica

Una alfombra litúrgica es un elemento textil utilizado en el culto cristiano, especialmente en la Iglesia Católica, con la función de cubrir ciertas áreas del santuario, como los escalones del altar y la predela. Su uso se remonta a antiguas tradiciones litúrgicas y simboliza el honor y la reverencia debidos a los espacios sagrados. A lo largo de la historia, las alfombras han servido no solo como elementos decorativos, sino también para delimitar áreas y señalar la solemnidad de las celebraciones, con normativas específicas sobre su diseño, color y momentos de uso dentro del año litúrgico.
Tabla de contenido
Origen y Significado
El uso de alfombras en el contexto litúrgico se inscribe en una larga tradición de embellecimiento de los espacios sagrados y de distinción de las áreas más reverenciadas. Desde tiempos antiguos, diversas culturas han utilizado textiles para señalar la importancia de un lugar o para honrar a personas destacadas. En la liturgia cristiana, esta práctica adquirió un significado particular al aplicarse a los lugares donde se celebran los Misterios Divinos, especialmente el altar, que es el centro de la acción eucarística.
El Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris subraya la dignidad del altar como la «mesa del Señor»1. La preparación y ornamentación del altar, que incluye su velación con un mantel, así como la disposición de flores y candelabros, tienen como objetivo realzar su importancia como lugar del sacrificio eucarístico y mesa del banquete divino2,3,4. Las alfombras, aunque no se mencionan explícitamente en el mismo contexto que los manteles de altar, contribuyen a este ambiente de solemnidad y reverencia, cubriendo el suelo del santuario y los escalones del altar.
Normas Litúrgicas y Uso
Las normas litúrgicas católicas, particularmente el Caeremoniale Episcoporum (Ceremonial de los Obispos), establecen directrices sobre el uso de alfombras en el santuario5,6. Estas normas indican que el santuario y los escalones del altar mayor deben estar cubiertos con alfombras5. Incluso si el suelo del santuario es de materiales nobles como mármol, baldosas o madera taraceada, se debe colocar al menos una franja ancha de alfombra delante del escalón más bajo5.
Calidad y Colores
Para las fiestas solemnes, se recomienda el uso de alfombras de fina calidad para la predela y los escalones del altar5. Si no es posible cubrir todo el santuario y los escalones del altar, al menos la predela del altar mayor y de los otros altares debe tener una alfombra5. Aunque el Caeremoniale Episcoporum menciona que el color preferente para las alfombras puede ser el verde, también se permite el uso de cualquier otro color adecuado5.
Prohibiciones en el Diseño
Es importante destacar que las alfombras no deben llevar tejidos con cruces, imágenes de santos, emblemas sagrados (como el cáliz o el cordero) o monogramas de los Nombres Sagrados5. La razón es que resulta inapropiado e indecoroso que las figuras de cosas sagradas sean pisoteadas5. Esta advertencia se aplica también a los suelos de mármol, baldosas o mosaicos que pudieran tener tales representaciones5. Esta precaución refleja una profunda reverencia por los símbolos y representaciones de la fe.
Excepciones al Uso
Existen momentos específicos en el año litúrgico en los que las alfombras deben ser retiradas:
Jueves Santo a Sábado Santo: Las alfombras se quitan desde el momento de desvestir los altares en Jueves Santo hasta el Sábado Santo, cuando se vuelven a colocar antes de la Misa5. Este período de desnudez del altar simboliza la pasión y muerte de Cristo.
Misas de Réquiem solemnes: Durante las Misas de Réquiem solemnes, el suelo del santuario y los escalones del altar deben estar desnudos5. Sin embargo, se puede colocar una alfombra adecuada en la predela y, si un obispo celebra, delante del faldistorio5. Esta austeridad en los funerales solemnes subraya el duelo y la oración por los difuntos.
Diferencias con Otros Textiles Litúrgicos
Es crucial distinguir la alfombra litúrgica de otros textiles utilizados en el altar y el santuario:
Manteles de altar (tobalea): El altar se cubre con un mantel (o varios, según la tradición) durante las celebraciones eucarísticas2,3. Este mantel es distinto de la alfombra y tiene un significado simbólico de la mesa del banquete eucarístico.
Antimensium: En el rito griego, el antimensium (o antimension en eslavo) es un paño de lino o seda consagrado, que contiene reliquias y lleva la imagen de Cristo yacente en el sepulcro7,8. Se coloca sobre el altar y es esencial para la celebración de la Misa en ese rito, sirviendo como un altar portátil cuando no hay un altar consagrado disponible7,8. Aunque también es un textil litúrgico, su función es muy diferente a la de una alfombra.
Altar Protector (Vesperale o Stragulum): Es una cubierta de tela, franela o terciopelo que se coloca sobre la mesa del altar fuera de las funciones sagradas para proteger el mantel del altar de manchas o suciedad9. Se retira durante los servicios divinos, excepto en Vísperas, cuando solo la parte frontal puede descubrirse o doblarse9.
Simbolismo de la Velación del Altar
La velación del altar (cubrirlo con el mantel) es un rito que indica que el altar cristiano es tanto el ara del sacrificio eucarístico como la mesa del Señor4. Alrededor de esta mesa, sacerdotes y fieles celebran el memorial de la muerte y resurrección de Cristo y participan en la Cena del Señor4. La ornamentación festiva del altar, incluyendo el uso de manteles y, por extensión, las alfombras, resalta que es la mesa del Señor a la que todos los fieles se congregan gozosos para ser alimentados con el alimento divino, el Cuerpo y la Sangre de Cristo inmolado4.
Conclusión
Las alfombras litúrgicas, aunque a menudo pasan desapercibidas en comparación con otros elementos del altar, desempeñan un papel significativo en la creación de un ambiente de reverencia y solemnidad en el culto católico. Su uso regulado por la tradición y las normas litúrgicas, junto con las precauciones sobre su diseño, subraya la importancia de los espacios sagrados y el honor debido a los misterios que en ellos se celebran. Son un testimonio más de cómo la Iglesia utiliza los elementos materiales para elevar el espíritu de los fieles hacia lo divino.
Citas
Altare honor martyrum, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris (Orden de Dedicación de una Iglesia y de un Altar), § 81. ↩
Pars quarta, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris (Orden de Dedicación de una Iglesia y de un Altar), § 116. ↩ ↩2
Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris (Orden de Dedicación de una Iglesia y de un Altar), § 121. ↩ ↩2
D. De eucharistiæ celebratione, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Dedicationis Ecclesiae et Altaris (Orden de Dedicación de una Iglesia y de un Altar), § 85. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Alfombras de altar, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Alfombras de altar. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. De institutione catechistarum, Editio typica MMXXI (3 de diciembre de 2021) (2021). ↩
Antimensium, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Antimensium. ↩ ↩2
Antimension, Edward G. Farrugia. Diccionario enciclopédico del Oriente Cristiano, §Antimension (2015). ↩ ↩2
Protector de altar, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Protector de altar. ↩ ↩2