Anáfora
La Anáfora (del griego anáphora, que significa «ofrenda» o «sacrificio») es el término litúrgico utilizado principalmente en las liturgias orientales para referirse a la Plegaria Eucarística, el corazón y la cumbre de la celebración de la Eucaristía en la Iglesia Católica. También conocida en la tradición romana como el Canon de la Misa, esta oración central es un discurso solemne y unitario que la comunidad de fieles dirige a Dios Padre, por medio de su presidente, el sacerdote, en acción de gracias y súplica, culminando en la consagración de los dones del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Su estructura se remonta a raíces antiguas en la oración del Antiguo Testamento y en las sinagogas judías, incorporando elementos esenciales como la narración de la institución de la Eucaristía (anamnesis) y la invocación al Espíritu Santo (epíclesis).
Tabla de contenido
Origen y Significado Etimológico
El término «Anáfora» proviene del griego ἀναφορά, que se traduce como «ofrenda» o «sacrificio»1. Este vocablo subraya el carácter sacrificial de la Eucaristía, donde la Iglesia ofrece a Dios Padre, por medio de Cristo, la alabanza y la acción de gracias por la creación, la redención y la santificación2. En las tradiciones caldeas, el término correspondiente es quddāšā («oración de santificación»), mientras que en la tradición romana se le conoce como el Canon de la Misa, en el sentido de ser una oración normativa o canónica3.
Desde sus raíces en la oración judía y del Antiguo Testamento, la Anáfora ha conservado la forma de un discurso orante introducido por un diálogo invitatorio y concluido por el Amén final3.
Anáfora en la Liturgia Católica
La Anáfora es la oración central de la Eucaristía, donde se describe el misterio que la Iglesia celebra: la creación de Dios y la alianza, así como el misterio pascual de la pasión, muerte y resurrección del Señor, la entrega del Espíritu Santo y la Segunda Venida4. Los elementos esenciales de la Anáfora son la rememoración de la institución de la Eucaristía y la invocación al Espíritu Santo (epíclesis)4.
En la Iglesia Católica Romana
En el Rito Romano, la Anáfora corresponde al Canon de la Misa o Plegaria Eucarística. A diferencia de las liturgias orientales, que cuentan con numerosas anáforas, el Rito Romano tradicionalmente ha tenido un Canon de la Misa bastante invariable desde tiempos inmemoriales1. Sin embargo, después del Concilio Vaticano II, se introdujeron varias Plegarias Eucarísticas para enriquecer la liturgia. La estructura romana típica de la Anáfora incluye3:
Prefacio: La Iglesia da gracias al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo, por todas sus obras de creación, redención y santificación2. La comunidad se une a la alabanza incesante de la Iglesia celestial2.
Sanctus: El canto del «Santo, Santo, Santo» por toda la asamblea.
Epíclesis sobre los dones: Una invocación al Espíritu Santo para que transforme el pan y el vino.
Narración de la institución: Relato de las palabras y acciones de Jesús en la Última Cena.
Anamnesis: La conmemoración de la pasión, resurrección y ascensión de Cristo, y la oferta del sacrificio de alabanza3.
Epíclesis sobre los comulgantes: Invocación al Espíritu Santo para que los fieles que comulgan se transformen en el Cuerpo de Cristo.
Intercesiones: Oraciones por la Iglesia, los vivos y los difuntos.
Antiguos testimonios muestran que la epíclesis sobre las ofrendas en el canon romano puede identificarse en la secuencia Te igitur + Memento Domine + Quam oblationem, con el clímax alcanzado en la Quam oblationem3.
En la Iglesia Oriental
En las liturgias orientales, la Anáfora es el término usual para la Plegaria Eucarística3. Estas anáforas son textos de venerable antigüedad, a menudo atribuidos a los Apóstoles o a santos de la Iglesia primitiva, y se consideran «verdaderas obras maestras de teología mistagógica»5.
En la Iglesia Oriental u Ortodoxa Griega, las anáforas son numerosas1. Por ejemplo, en el rito bizantino, destacan las Anáforas de San Basilio y San Juan Crisóstomo, que acortaron y estructuraron liturgias que antes eran muy extensas1. Estas Anáforas combinan la epíclesis para la transformación de los dones con la epíclesis para la transformación de los comulgantes en una unidad de oración indivisible3.
La estructura de las anáforas orientales puede variar, pero generalmente incluyen3:
Prefacio: Diálogo invitatorio y acción de gracias.
Intercesiones (a veces antes del Sanctus, como en la Anáfora alejandrina común)3.
Pos-Sanctus: Continuación de la alabanza.
Narración de la institución.
Epíclesis (invocación al Espíritu Santo para la transformación de los dones y de los fieles)4,5.
Doxología epiclética: Regreso al tema de la alabanza inicial3.
En la Iglesia Copta, la Anáfora es cantada extensamente por el celebrante sin oraciones en secreto. Comienza con el diálogo «¡Levantemos nuestros corazones! – Demos gracias al Señor – Es justo y necesario», seguido de un prefacio y el Sanctus. La gran oración de consagración que sigue relata la historia de la salvación, culminando en las palabras de institución, anamnesis y epíclesis6.
Función Teológica y Espiritual
La Anáfora es el momento cumbre de la liturgia eucarística, donde se realiza el sacrificio incruento de Cristo2. A través de esta oración, la Iglesia actualiza el misterio pascual de Jesús y se une a su ofrenda perfecta al Padre4. La acción de gracias, la alabanza y la súplica se entrelazan para manifestar la fe de la comunidad en la presencia real de Cristo en la Eucaristía y en la transformación de los fieles en su Cuerpo Místico3.
La instrucción sobre las prescripciones litúrgicas del Código de Cánones de las Iglesias Orientales subraya la importancia de estudiar las anáforas y la posibilidad de que, en algunas circunstancias, sean pronunciadas en voz alta para que los fieles puedan escuchar y ser formados en la rica teología que contienen5.
Desarrollo Histórico
La estructura de la Anáfora tiene raíces en las oraciones de alianza del Antiguo Testamento y en la oración judía en la sinagoga y en el hogar3. Las Anáforas griegas, aunque de origen apostólico sustancial, datan en su forma actual de finales del siglo IV o principios del V, con las liturgias abreviadas por San Basilio el Grande y San Juan Crisóstomo1. La antigüedad y la constancia de estas oraciones son una prueba importante del carácter sacrificial de la Santa Misa1.
Las tradiciones anafóricas se dividen en dos grupos principales según la ubicación de la narración de la institución: las de dinámica anamnéica, que la sitúan al final de la sección celebratoria, y las de dinámica epiclética, que la transponen a la sección suplicatoria3. Las anáforas romanas, alejandrinas y sirio-orientales representan ramas distintas en esta tipología estructural3.
Anáfora en la Práctica Contemporánea
Hoy en día, la Anáfora sigue siendo el núcleo viviente de la liturgia eucarística en toda la Iglesia Católica, tanto en los ritos latinos como en los orientales. La variedad de Anáforas en las Iglesias Orientales es un tesoro que refleja la riqueza teológica y espiritual de estas tradiciones5. La Iglesia anima a la recuperación y al uso de más textos anafóricos, algunos de los cuales ya no están en uso, para enriquecer la vida litúrgica de los fieles5. La comprensión y participación consciente en la Anáfora son fundamentales para la plena participación en la Misa.
Citas
Anáfora, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Anáfora. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
IV. La celebración litúrgica de la Eucaristía, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1352 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Anáfora: Estructura literaria, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Anáfora: Estructura literaria (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14
Anáfora, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Anáfora (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo viii - La divina liturgia - 54. Las anáforas en la divina liturgia, Congregación para las Iglesias Orientales. Instrucción para la aplicación de las prescripciones litúrgicas del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, § 54 (1996). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Iglesia copta: Misa ('sinaxis'), Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Iglesia Copta: Misa ('Sinaxis') (2015). ↩