Antífona
Una antífona en la liturgia católica es un canto o texto breve, a menudo derivado de salmos o de la Sagrada Escritura, que se canta o recita antes y después de los salmos y el Magníficat en el Oficio Divino, especialmente en Maitines y Vísperas. Su propósito es resaltar el significado litúrgico y místico del salmo en relación con la fiesta o el tiempo litúrgico, proporcionando una clave interpretativa para la oración. En un sentido más amplio, el término también se aplicaba a los cantos de entrada (Introito), ofertorio y comunión de la Misa en la Iglesia primitiva.
Tabla de contenido
Origen y Significado Litúrgico
El término antífona proviene del griego antiphonon, que significa «sonar en respuesta» o «canto alterno», y del latín antiphona1. Este nombre describe la práctica original de cantar en alternancia entre dos coros o un coro y el pueblo.
En su uso más común hoy en día, una antífona consiste en uno o más versículos de salmo o frases de la Sagrada Escritura1. Estos se entonan o recitan antes y después de cada salmo y del Magníficat durante los oficios de Maitines y Vísperas1. La función principal de la antífona es destacar el pensamiento central del salmo al que acompaña, ofreciendo una perspectiva específica para su comprensión1. Actúa como una clave para interpretar el significado litúrgico y místico del salmo en el contexto de la celebración o la fiesta en la que se utiliza1.
Desarrollo Histórico en la Misa
En la Iglesia primitiva, el término antífona también se aplicaba a los cantos que acompañaban las procesiones y momentos clave de la Misa, como el Introito, el Ofertorio y la Comunión1.
Antífona de Introito
La Antiphona ad Introitum, es decir, la antífona cantada por la schola cantorum mientras el celebrante se preparaba para el Santo Sacrificio y durante su entrada solemne al santuario, se ha desarrollado hasta convertirse en el actual Introito1. Se atribuye al Papa Celestino I (432 d.C.) la ordenación de que los salmos de David se cantaran antifonalmente antes del comienzo de la Misa1.
Inicialmente, el texto de la antífona se repetía con una melodía independiente después de cada versículo del salmo, que se cantaba completo hasta que el celebrante indicaba el inicio de la doxología1. Después de la doxología, seguía una letanía o el Kyrie1. Con el tiempo, a medida que las ceremonias preliminares se acortaban, la antífona se repetía con menos frecuencia, por ejemplo, después de cada dos, tres o cuatro versículos del salmo, y antes y después del Gloria Patri y el Sicut erat1.
Ejemplos de Antífonas en la Liturgia Católica
El De Benedictionibus (Libro de Bendiciones) contiene numerosos ejemplos de antífonas utilizadas en diversas bendiciones y ceremonias. Estas antífonas a menudo invocan a la Santísima Virgen María, a los santos o al Espíritu Santo, o extraen versículos significativos de los salmos.
Antífonas Marianas
Varias antífonas están dedicadas a la Santísima Virgen María, reflejando la devoción mariana en la Iglesia:
Sub tuum praesidium confugimus: «Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies nuestras súplicas en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen gloriosa y bendita»2.
Alma Redemptoris Mater: Una invocación a la Madre del Redentor como puerta del cielo y estrella del mar2.
Ave, María, gratia plena: El saludo angélico, bendita tú entre las mujeres3.
Salve, Regina: La aclamación a María como Reina, Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra3.
Antífonas al Espíritu Santo
Otras antífonas invocan al Espíritu Santo, pidiendo su gracia y presencia:
- Veni, Sancte Spiritus: «Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor, tú que por la diversidad de lenguas congregaste a las naciones en la unidad de la fe»4. Esta antífona es una adaptación del conocido himno de Pentecostés.
Antífonas sobre Salmos Específicos
Muchas antífonas están intrínsecamente ligadas a salmos particulares, como se observa en el Libro de Bendiciones:
Antífona sobre el Salmo 95 (96): «Anunciad de día en día su salvación»5. Este salmo es adecuado para ser cantado, especialmente si se usa como salmo responsorial en la liturgia de la palabra6.
Antífona sobre el Salmo 149: «Cantad al Señor, y bendecid su nombre»7.
Antífona sobre el Salmo 23: «Alzad, puertas, vuestros dinteles; alzaos, puertas eternas»8.
Antífona sobre el Salmo 97: «Nosotros debemos gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo»8.
Antífona sobre el Salmo 66: «Adoramos tu cruz, Señor, y alabamos y glorificamos tu santa resurrección»8.
Antífona sobre el Salmo 35: «Sacaréis aguas con gozo de las fuentes del Salvador»9.
Antífona sobre el Salmo 117: «Esta es la puerta del Señor: por ella entran los justos»10, y «Te confesaré, Señor»11.
Antífona sobre el Salmo 133: «Oí una voz del cielo que decía: Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor»10.
Antífona sobre el Salmo 50: «Se alegrarán los huesos humillados por el Señor»10.
Antífona sobre el Salmo 109 (110): «Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies»12.
Otras Antífonas
Existen también antífonas que realzan pasajes bíblicos o verdades de fe fundamentales:
Vidi aquam: «Vi el agua que salía del templo, del lado derecho, aleluya; y todos aquellos a quienes llegó esta agua fueron salvos, y dirán: aleluya, aleluya»9. Esta antífona se canta en el tiempo pascual en lugar del Asperges me.
Sapientiam Sanctorum narrant populi: «La sabiduría de los santos la narran los pueblos, y sus alabanzas las proclama toda la Iglesia»7.
Laudem dicite Deo nostro: «Alabad a nuestro Dios, todos sus santos, y los que teméis a Dios, pequeños y grandes; porque ha reinado el Señor, nuestro Dios omnipotente. Gocémonos y alegrémonos, y démosle gloria»7.
Conclusión
Las antífonas son elementos esenciales de la liturgia católica, no solo por su belleza musical, sino por su profundo significado teológico. Sirven para guiar la comprensión de los textos sagrados, conectar la oración diaria con los misterios de la fe y enriquecer la experiencia devocional de los fieles, manifestando la riqueza de la tradición litúrgica de la Iglesia.
Citas
Antífona, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Antífona. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11
B1. Antífona (n. 229), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 478. ↩ ↩2
B3. Antífona (n. 229), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 479. ↩ ↩2
B7. Antífona (n. 378), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 481. ↩
B5. Antífona sobre el salmo 95 (n. 355), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 480. ↩
Salmo 95 (96), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La Ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 40. ↩
B22. Antífona (n. 1029), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 489. ↩ ↩2 ↩3
B17. Antífona sobre el salmo 23 (n. 946), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 487. ↩ ↩2 ↩3
B11. Antífona sobre el salmo 35 (n. 862), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 485. ↩ ↩2
B30. Antífona sobre el salmo 117 (n. 1124), Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 495. ↩ ↩2 ↩3
Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 494. ↩
Salmo 109 (110), 1-5. 7, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La Ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 89. ↩