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Apóstol

Un apóstol, del griego apostello que significa «enviar» o «despachar», es una persona comisionada con una misión fundamental, particularmente una misión extranjera1. En el contexto católico, el término se refiere principalmente a un grupo selecto de discípulos elegidos por Jesucristo para ser testigos de su Resurrección y para fundar y guiar la Iglesia2,3,4. Este artículo explorará el origen, el oficio, la autoridad y la sucesión de los apóstoles en la tradición católica, destacando su papel esencial en la transmisión de la fe y la edificación de la Iglesia hasta el fin de los tiempos.

Tabla de contenido

Origen del Apostolado

Jesús de Nazaret, enviado por el Padre, llamó a doce de sus discípulos y los designó como sus Apóstoles, convirtiéndolos en testigos elegidos de su Resurrección y en el fundamento de su Iglesia2. El origen del apostolado radica en una vocación especial y un nombramiento formal del Señor para un oficio determinado, con autoridad y deberes específicos1.

La Elección de los Doce

Los Evangelios Sinópticos (Marcos 3:13-19, Mateo 10:1-4, Lucas 6:12-16) relatan la elección de los Doce Apóstoles con formulaciones muy similares, lo que indica una tradición antigua y ampliamente difundida1. Este acto no fue una mera selección de ayudantes, sino el establecimiento de un colegio apostólico para gobernar la Iglesia5. El número doce simboliza la continuidad con las doce tribus de Israel y la vocación universal de su ministerio para llevar la salvación a todos los confines de la tierra6,7.

Condiciones para el Apostolado

Para desempeñar el oficio apostólico, era necesario haber sido instruido por Jesús y haber sido testigo del Señor resucitado1. La narrativa de la elección de Matías para reemplazar a Judas Iscariote en el colegio apostólico subraya estas condiciones: el elegido debía haber acompañado a Jesús desde el bautismo de Juan hasta su ascensión y ser testigo de su Resurrección1,3,8,9. Pablo, aunque llamado de manera extraordinaria, siempre enfatizó haber visto al Señor resucitado para vindicar su autoridad apostólica1.

Oficio y Autoridad de los Apóstoles

El oficio de los apóstoles abarcaba múltiples responsabilidades fundamentales para la misión de la Iglesia.

La Misión Principal

Jesús les dio el mandato de continuar su propia misión, diciendo: «Como el Padre me ha enviado, así también yo os envío» (Juan 20:21), y prometió permanecer con ellos hasta el fin del mundo2. Su misión consistía en hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a observar todo lo que Cristo les había mandado (Mateo 28:19-20)1,10,5. Esto implicaba gobernar a los discípulos, predicar las doctrinas de Jesús como testigos auténticos y administrar los ritos sagrados1.

Testigos de la Resurrección

Un aspecto crucial de la misión apostólica, y que no puede ser transmitido, fue su condición de testigos elegidos de la Resurrección del Señor4,11. Esta experiencia directa y abrumadora de la Resurrección de Cristo fue la base de su autoridad y el fundamento sobre el cual nacieron y continúan naciendo las comunidades cristianas3,8,9. La fe en el Señor resucitado se basa en este testimonio apostólico, que se ha transmitido a través de la misión de la Iglesia como una cadena ininterrumpida3.

Autoridad y Prerrogativas

La autoridad de los apóstoles provenía directamente del oficio que les impuso Jesucristo1. Él les prometió estar con ellos todos los días hasta el fin de los tiempos, sancionando su predicación (Marcos 16:16) y enviándoles el «poder de lo alto» del Espíritu Santo (Lucas 24:49)1. Esta autoridad no era un privilegio de poder, sino la gracia de un ministerio inclusivo de bendición y comunión, destinado a hacer fácil el encuentro con Cristo sin reemplazarlo12. Los apóstoles también recibieron la autoridad para «atar y desatar» en asuntos del Reino, es decir, para gobernar la Iglesia en perpetuidad13.

La Continuidad del Apostolado

Aunque la función de los apóstoles como testigos directos de la Resurrección fue única e intransmisible, su oficio tiene un aspecto permanente4.

Sucesión Apostólica

La sucesión apostólica es la transmisión de la misión y el poder de los apóstoles a sus sucesores, los obispos, mediante el sacramento del Orden Sagrado14. Gracias a esta transmisión, la Iglesia mantiene la comunión de fe y vida con su origen, llevando a cabo su apostolado a lo largo de los siglos para la extensión del Reino de Cristo en la tierra14. No es simplemente una secuencia material, sino un instrumento histórico que el Espíritu utiliza para hacer presente al Señor Jesús a través de aquellos que son ordenados al ministerio mediante la imposición de manos y la oración de los obispos15.

El rito de ordenación expresa que lo que sucede al ordenado no proviene de un origen humano, y que la Iglesia no puede hacer lo que quiere con el don del Espíritu16. La Iglesia es consciente de que su naturaleza está ligada a la apostolicidad y que el ministerio transmitido por la ordenación establece al ordenado en la confesión apostólica de la verdad16.

Los Obispos como Sucesores

Los obispos son los sucesores de los apóstoles, y el colegio episcopal hace que el colegio de los Doce sea una realidad siempre presente y activa hasta el regreso de Cristo4,17. La sucesión apostólica, verificada por la comunión con la Iglesia de Roma, es el criterio de la permanencia de las Iglesias particulares en la Tradición de la fe apostólica común15. Esto asegura que, a través de la sucesión apostólica, es Cristo quien nos alcanza, quien nos habla a través de las palabras de los apóstoles y sus sucesores, y quien actúa en los sacramentos a través de sus manos15.

La Iglesia Apostólica

La Iglesia se define como apostólica porque está fundamentada sobre los apóstoles18,11. Esta apostolicidad se manifiesta en la fidelidad a la enseñanza y la práctica de los apóstoles, lo que garantiza el vínculo histórico y espiritual de la Iglesia con Cristo15. La misión apostólica de la Iglesia es judía en su origen histórico, un hecho no contingente sino una disposición estable establecida por la divina providencia17.

Conclusión

Los apóstoles constituyen el fundamento de la Iglesia de Cristo, habiendo sido elegidos y enviados directamente por Jesús para ser sus testigos y para difundir su Evangelio. Su ministerio, basado en la experiencia directa de la Resurrección, estableció una base de fe y autoridad que, a través de la sucesión apostólica, continúa hasta nuestros días en el ministerio de los obispos. De esta manera, la Iglesia permanece en comunión con sus orígenes, asegurando la transmisión fiel de la Revelación divina y la presencia viva de Cristo en el mundo.

Citas

  1. Apóstoles, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Apóstoles. 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  2. Parte primera - La profesión de fe. Capítulo tres - Creo en el Espíritu Santo. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 175 (2005). 2 3

  3. Santa Misa y Rito de Canonización de Beatos: - Jeanne Emilie de Villeneuve - Maria Cristina dell’Immacolata Concezione Brando - Marie-Alphonsine Danil Ghattas - Mariam de Jesús Crucificado Baouardy - Homilía de Su Santidad el Papa Francisco - Plaza de San Pedro Séptimo Domingo de Pascua, 17 de mayo de 2015, Papa Francisco. Santa Misa y Rito de Canonización de cuatro Beatos (17 de mayo de 2015), §Santa Misa y Rito de Canonización de cuatro Beatos (17 de mayo de 2015) (2015). 2 3 4

  4. Párrafo 3. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica, Catecismo de la Iglesia Católica, § 860 (1992). 2 3 4

  5. Colegio Apostólico, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Colegio Apostólico. 2

  6. La Tradición Apostólica de la Iglesia, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 3 de mayo de 2006: La Tradición Apostólica de la Iglesia (2006).

  7. Jean-Miguel Garrigues, O.P. La judeidad de los Apóstoles y sus implicaciones para la Iglesia Apostólica, § 5.

  8. Papa Francisco. Marie Alphonsine Danil Ghattas (1843-1927) - Homilía (2015). 2

  9. Papa Francisco. Maria Cristina Brando (1856-1906) - Homilía (2015). 2

  10. Parte primera - La fe de la Iglesia - I. Revelación de la Santísima Trinidad - B. Santa Tradición - 1. Tradición apostólica, Sínodo de la Iglesia Católica Griega Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 33 (2016).

  11. Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 1 de julio de 1992, § 7 (1992). 2

  12. III. Escuchando las Escrituras - Jesús, la multitud, los apóstoles, Sínodo de los Obispos. Por una Iglesia Sinodal: Comunión, Participación y Misión, § 19 (2021).

  13. III. La Iglesia es apostólica porque a estos testigos se les concede autoridad, no solo para hacer discípulos de todas las naciones, sino también para atar y desatar en asuntos que conciernen al reino; es decir, para gobernar la Iglesia a perpetuidad, cum petro et sub petro, Douglas Farrow. Apostolicidad como Nota Ecclesiae Consumada: Siete Tesis, § 5.

  14. Parte primera - La profesión de fe. Capítulo tres - Creo en el Espíritu Santo. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 176 (2005). 2

  15. Tener una «visión desde lo alto», Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 10 de mayo de 2006: Tener una «visión desde lo alto» (2006). 2 3 4

  16. V. La Sucesión Apostólica y su transmisión, Comisión Teológica Internacional. La Enseñanza Católica sobre la Sucesión Apostólica, § V (1973). 2

  17. Pedro y Pablo como apóstoles judíos, Jean-Miguel Garrigues, O.P. La judeidad de los Apóstoles y sus implicaciones para la Iglesia Apostólica, § 7. 2

  18. Parte primera - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y tierra, y en nuestro salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, el Señor, dador de vida - C. La Iglesia—un icono de la Santísima Trinidad - 2. La Iglesia es una, santa, católica y apostólica - D. La Iglesia es apostólica, Sínodo de la Iglesia Católica Griega Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 294 (2016).