Apostolado laico
El apostolado laico es la participación fundamental y esencial de los fieles laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia Católica. Este apostolado no es meramente una colaboración subsidiaria al clero, sino una vocación inherente a todo bautizado, que surge de su incorporación a Cristo y su participación en sus funciones sacerdotal, profética y real. Se extiende a todos los ámbitos de la vida humana, tanto dentro de la comunidad eclesial como en el mundo secular, buscando impregnar las realidades temporales con el espíritu del Evangelio y testimoniar la fe en Cristo para la salvación de la humanidad.
Tabla de contenido
Naturaleza y Fundamento del Apostolado Laico
El Concilio Vaticano II marcó un punto de inflexión decisivo en la comprensión del apostolado laico, enfatizando su importancia y universalidad1. La Iglesia fue fundada para extender el reino de Cristo en la tierra, y toda actividad del Cuerpo Místico dirigida a este fin se denomina apostolado2. La vocación cristiana, por su propia naturaleza, es una vocación al apostolado3,2,4,1.
Los laicos participan de manera propia en la misión salvífica de la Iglesia5. A través del bautismo, son incorporados a Cristo y constituidos Pueblo de Dios, participando a su manera del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo6,7. Esto les confiere una misión propia dentro de la Iglesia y en el mundo6,7. La acción de los laicos es tan necesaria que, sin ella, el apostolado de los pastores no puede alcanzar su plena eficacia8.
El carácter secular es propio y particular de los laicos3. Su vocación les impulsa a buscar el reino de Dios ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según la voluntad divina3,1. No hay actividad humana temporal que esté exenta de este compromiso evangelizador3.
Ámbitos y Formas del Apostolado Laico
El apostolado laico se extiende a todos los aspectos y situaciones de la convivencia humana9. Los laicos tienen el deber de confesar su fe y anunciar su esperanza10. Son llamados a ser fermento para la vida cristiana en todos los ambientes en los que viven, trabajan y actúan11.
Apostolado en la Familia
La familia es un ámbito privilegiado del apostolado laico. Los laicos pueden y deben testimoniar la fe dentro de sus propias familias12,10. La pastoral familiar ocupa un lugar especial en este inmenso campo11.
Apostolado en el Mundo
Los laicos son la parte preponderante del pueblo de Dios, y a ellos les corresponde iluminar y ordenar todas las realidades temporales con las que están vinculados12. Deben hacer presente a la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias donde la Iglesia no puede ser sal de la tierra sino a través de ellos12.
El vasto y complejo mundo de la política, la realidad social, la economía, la cultura, las ciencias, las artes, la vida internacional y los medios de comunicación social son campos propios de su actividad evangelizadora9. También realidades como el amor, la educación de los niños y adolescentes, el trabajo profesional y el sufrimiento son especialmente abiertas a la evangelización9.
Apostolado Individual y Asociado
El Concilio Vaticano II ha afirmado que la primera, fundamental e insustituible forma de actividad para la edificación del Cuerpo de Cristo es la que realizan los miembros individuales de la Iglesia13. Todo cristiano, todo laico, está llamado a comprometerse personalmente en el testimonio, participando en la misión de la Iglesia13. Esto implica una convicción personal que nace de la fe y del sensus Ecclesiae13.
Además del apostolado individual, el Concilio ha destacado la importancia del apostolado asociado, que responde felizmente a las exigencias humanas y cristianas de los fieles y, al mismo tiempo, se manifiesta como signo de la comunión y unidad de la Iglesia8,10. La historia de la Iglesia muestra una constante participación de los laicos a través de grupos, movimientos, uniones, fraternidades y asociaciones5.
Ejemplos de colaboración más inmediata con el apostolado de la jerarquía incluyen la distribución de ciertos sacramentos y sacramentales, el cuidado de enfermos y niños, y la promoción de grupos bíblicos y de oración14. Es especialmente oportuno solicitar el consejo y la colaboración de laicos cualificados para responder a los desafíos de la sociedad contemporánea en sectores que requieren una competencia específica14.
Formación y Responsabilidades del Laico Apóstol
Para que los laicos puedan cumplir fructíferamente su misión, es esencial una sólida formación humana y cristiana10,15,11. Deben aprender a ver, juzgar y actuar a la luz de la fe10. Los sacerdotes, en la catequesis y el ministerio de la palabra, deben tener presente la formación para el apostolado10.
Los laicos tienen la llamada universal a la santidad como exigencia de su vocación cristiana11. Esta participación en el apostolado no sustituye el ministerio de sacerdotes y obispos, sino que constituye una cualidad esencial de todo bautizado16.
Un laico, para ser un auténtico apóstol, debe conocer a Cristo, su Maestro, y amar a su Iglesia con amor filial16. La fidelidad a la doctrina íntegra es una condición indispensable para la comunión en la verdad con todo el pueblo de Dios16. El laico no buscará actuar en disonancia ni exaltar su autonomía del magisterio, sino que buscará en la doctrina anunciada por la Iglesia la fuerza de la verdad revelada, asimilada y vivida con íntegra fidelidad16.
Conclusión
El apostolado laico es una dimensión vital de la Iglesia, indispensable para la evangelización en el mundo contemporáneo1. Desde los tiempos apostólicos hasta la actualidad, los laicos han sido y son llamados a cooperar activamente en la edificación de la Iglesia y el advenimiento del Reino de Dios5,13. La hora del laicado ha llegado en la Iglesia, y su compromiso, consciente de su vocación y misión, es fundamental para llevar el Evangelio a todas las criaturas4. El Concilio Vaticano II ha abierto extraordinarias perspectivas de compromiso e implicación en la misión de la Iglesia para los laicos, recordándoles su participación en el oficio sacerdotal, profético y real de Cristo1.
Citas
Papa Juan Pablo II. 26 de noviembre de 2000: Jubileo del Apostolado de los Laicos - Homilía, § 3 (2000). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Capítulo 1: La vocación de los laicos al apostolado, Concilio Vaticano II. Apostolicam Actuositatem, § 2 (1965). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 11 de abril de 1987: Santa Misa en Rosario, Argentina - Homilía (1987). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de la Conferencia Episcopal Polaca en su visita ad Limina (12 de enero de 1993) - Discurso, § 3 (1993). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 2 de marzo de 1994, § 1 (1994). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Al Consejo Pontificio para los Laicos y al Comité para la Familia (22 de septiembre de 1980) - Discurso, § 4 (1980). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A Cardenales, Obispos, sacerdotes y laicos de la Curia Romana, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y el Vicariato de Roma (28 de junio de 1982) - Discurso (1982). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los participantes en el Quinto Sínodo Ordinario de Obispos Ucranianos (29 de septiembre de 1987) - Discurso (1987). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de México en su visita ad Limina (2 de marzo de 1989) - Discurso, § 5 (1989). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. A los participantes en el 15.º Capítulo General de los Palotinos (17 de noviembre de 1983) - Discurso, § 3 (1983). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de Costa Rica en su visita ad Limina (21 de abril de 1989) - Discurso (1989). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los Obispos italianos de Campania en su visita ad Limina (11 de diciembre de 1986) - Discurso, § 4 (1986). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 23 de marzo de 1994, § 1 (1994). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de la Conferencia Episcopal Húngara (20 de agosto de 1991) - Discurso (1991). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia en su visita ad Limina (11 de mayo de 1996) - Discurso, § 5 (1996). ↩
Papa Juan Pablo II. 16 de junio de 1985: Misa en la «Piazza San Marco» en Venecia - Homilía, § 4 (1985). ↩ ↩2 ↩3 ↩4