Averroísmo
El averroísmo es una corriente filosófica medieval que se originó a partir de las interpretaciones de las obras de Aristóteles por parte del filósofo islámico Averroes (Ibn Rushd). Esta escuela de pensamiento se caracterizó por su énfasis en la razón y la filosofía como vías superiores de conocimiento, a menudo en tensión con las verdades de la fe. Sus doctrinas más controvertidas para la teología cristiana incluían la unidad del intelecto posible para todos los hombres y la negación de la inmortalidad individual del alma, así como la teoría de la «doble verdad», que sostenía que algo podía ser verdadero en filosofía pero falso en teología, y viceversa. Estas ideas generaron significativas controversias en las universidades europeas de los siglos XIII y XIV, provocando condenas e influyendo profundamente en el desarrollo de la escolástica, especialmente en la obra de Santo Tomás de Aquino, quien refutó activamente muchas de las tesis averroístas para defender la compatibilidad de la fe y la razón.
Tabla de contenido
Orígenes y Doctrina de Averroes
El averroísmo se basa en la filosofía de Averroes (1126-1198), un filósofo y médico árabe andalusí, conocido como «El Comentador» por sus extensos comentarios sobre las obras de Aristóteles1,2. Averroes fue fundamental en la mediación de los textos aristotélicos al mundo latino, presentando un corpus filosófico total que incluía elementos neoplatónicos3.
Las doctrinas clave de Averroes que generaron controversia en el ámbito cristiano incluyen:
La unidad del intelecto posible (monopsiquismo): Averroes sostenía que existe un solo intelecto activo y un solo intelecto pasivo universal para todos los hombres, que es inmaterial e imperecedero1,4. Según esta visión, la mente individual no es inmortal en sí misma, sino que solo entra en contacto momentáneo con el intelecto universal1,4. Esta doctrina negaba la inmortalidad individual del alma, considerándola una creencia religiosa pero no una verdad filosóficamente demostrable1,4.
La eternidad de la materia y el mundo: La filosofía de Averroes, influenciada por el neoplatonismo, incluía la doctrina de la eternidad de la materia como principio positivo del ser y la noción de emanación en lugar de creación1.
Negación de la Providencia en el sentido común: Averroes también sostenía la negación de la Providencia divina en el sentido comúnmente aceptado1.
La doctrina de la «doble verdad»: Esta fue una de las ideas más problemáticas. Averroes propuso que la religión y la filosofía operan en esferas distintas. La religión, según él, es para la multitud iletrada y enseña mediante signos y símbolos, mientras que la filosofía presenta la verdad misma para unos pocos elegidos1. Para el «verdaderamente iluminado», la filosofía supersede la religión. Aunque el filósofo pudiera ver que algo verdadero en teología era falso en filosofía, no debía condenar la instrucción religiosa para no privar a la multitud de su único medio de conocimiento (simbólico) de la verdad1. Esta distinción radical entre verdades filosóficas y teológicas implicaba que una proposición podía ser verdadera filosóficamente pero falsa teológicamente, o viceversa, lo cual era irreconciliable con la postura escolástica de que Dios es el autor de toda verdad, y, por lo tanto, la razón y la revelación no pueden contradecirse4,5.
El Averroísmo en el Occidente Latino
La introducción de las obras de Aristóteles, junto con los comentarios de Averroes, en las universidades europeas en los siglos XII y XIII, generó un gran entusiasmo pero también una profunda alarma2. Las traducciones defectuosas y las interpretaciones erróneas de los filósofos judíos y árabes dieron lugar a una proliferación de errores2.
En la Universidad de París, un grupo de filósofos, a menudo asociados con la Facultad de Artes, profesó abiertamente su adhesión a las doctrinas de Averroes, lo que se conoció como averroísmo latino4,6. Este movimiento apoyaba conclusiones heterodoxas como la mortalidad del alma y la eternidad del mundo6.
Las Condenas de 1270 y 1277
Las ideas averroístas fueron objeto de severas condenas eclesiásticas. Las autoridades, alarmadas por el espíritu de irreverencia y racionalismo que se extendía en la Universidad de París, prohibieron la lectura de la Física y la Metafísica de Aristóteles en 1210, una prohibición moderada por Gregorio IX en 12312.
Sin embargo, el punto culminante de la oposición al averroísmo se dio con las condenas de 1270 y, más notablemente, la de 1277. El obispo Étienne Tempier de París emitió una condena de 219 proposiciones, algunas de las cuales eran directamente averroístas, como la unidad del intelecto y la eternidad del mundo7,8. Estas condenas buscaban controlar la autonomía científica y filosófica que se estaba desarrollando en las universidades8.
La Respuesta de Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) jugó un papel crucial en la refutación del averroísmo y en la integración de la filosofía aristotélica con la teología cristiana9. Tomás fue el primer teólogo en distinguir con gran claridad entre teología y filosofía, basándose en sus diferentes fuentes, métodos y objetos de estudio9. La teología se fundamenta en la revelación divina, mientras que la filosofía adquiere sus principios a través de la razón natural y la experiencia9.
Frente a las «peligrosas doctrinas» propagadas bajo la autoridad de Averroes, Santo Tomás combatió especialmente dos errores perniciosos: la «doble verdad» y la unidad del alma para todos los hombres2.
Refutación de la Doble Verdad
Aquino rechazó firmemente la idea de que algo pudiera ser verdadero en filosofía y falso en teología. Para Santo Tomás, la verdad de la razón y la verdad de la revelación no pueden contradecirse, ya que Dios es el autor de toda verdad5. Las verdades básicas de la fe, como la existencia de Dios, sus atributos, la creación y la providencia, son cognoscibles por la luz natural de la razón10. La Iglesia, especialmente en el siglo XIX con el Concilio Vaticano I, reafirmó esta racionalidad de la fe10,11.
Refutación de la Unidad del Intelecto
Santo Tomás dedicó un tratado específico, De unitate intellectus contra Averroistas (Sobre la unidad del intelecto contra los averroístas), para refutar la doctrina del monopsiquismo2,12. En esta obra, Aquino argumenta que Averroes tergiversó la filosofía peripatética (aristotélica) y que la idea de un intelecto único para todos los hombres es contraria a la fe cristiana y a la verdadera filosofía12. La doctrina de Averroes destruía la inmortalidad y la responsabilidad individual al enseñar que solo hay una alma racional para todos los hombres13. La Iglesia Católica, posteriormente, condenó cualquier afirmación contraria a la verdad de la fe iluminada, incluyendo las que negaban que el alma racional es la verdadera forma del cuerpo humano y, por ende, individual14,15.
La Síntesis Tomista
Siguiendo los pasos de su maestro San Alberto Magno, Santo Tomás se propuso purificar las obras de Aristóteles de los errores del racionalismo, averroísmo y panteísmo, para poner la filosofía pagana al servicio de la verdad revelada13,2. Su enfoque consistió en tomar lo verdadero de los «poseedores injustos» (los filósofos paganos y sus comentadores) y aplicarlo a la religión revelada2.
La obra de Santo Tomás, especialmente la Summa contra Gentiles, fue un esfuerzo apologético para defender la fe contra el racionalismo y el naturalismo, mostrando la racionalidad de las verdades de la fe mediante la razón natural10. Su Summa Theologiae y Summa contra Gentiles son ejemplos eminentes de la admirable concordancia entre fe y razón16. La distinción clara entre razón y fe, y la preservación de los derechos de cada una, es uno de los logros coronados de la Escolástica, diferenciándola del averroísmo5,2.
Impacto y Legado
A pesar de las condenas, el averroísmo tuvo una influencia considerable en las escuelas cristianas, aunque su incompatibilidad con la enseñanza cristiana se hizo cada vez más evidente1. La controversia con el averroísmo contribuyó a la institucionalización del tomismo, especialmente después de la canonización de Santo Tomás en 1323 y su rehabilitación doctrinal por la Universidad de París en 132517.
El averroísmo es un ejemplo de cómo la Iglesia medieval tuvo que confrontar corrientes filosóficas que amenazaban la integridad de la fe, un peligro que el Papa Juan Pablo II comparó con intentos modernos de crear «cristianismos» hegelianos o marxistas18. La condena del averroísmo y la defensa de la compatibilidad entre fe y razón por parte de Santo Tomás de Aquino sentaron las bases para una comprensión duradera de la relación entre estas dos esferas en la teología católica.
Conclusión
El averroísmo representó un desafío significativo para la teología cristiana medieval, particularmente por sus doctrinas sobre la unidad del intelecto y la «doble verdad». Estas ideas fueron vigorosamente refutadas por figuras como Santo Tomás de Aquino y San Alberto Magno, quienes, en lugar de rechazar la filosofía, buscaron integrarla y purificarla para que sirviera a la verdad revelada. La confrontación con el averroísmo fue crucial para el desarrollo de la escolástica y para establecer la enseñanza católica sobre la armonía fundamental entre la fe y la razón, un principio que sigue siendo central en la doctrina de la Iglesia.
Citas
Averroes, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Averroes. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Santo Tomás de Aquino, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santo Tomás de Aquino. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
Wayne J. Hankey. ¿Aquino en los Orígenes del Humanismo Secular? Fuentes e Innovación en Summa Theologiae I, Cuestión 1, Artículo 1, § 13. ↩
Escuela árabe de filosofía, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Escuela Árabe de Filosofía. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Escolasticismo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Escolasticismo. ↩ ↩2 ↩3
Randall B. Smith. La Estructura y Función Protréptica del Prólogo de Tomás al Evangelio de Juan, § 44. ↩ ↩2
George Corbett. Tomistas en Guerra: Pierre Mandonnet, Étienne Gilson, y la Relación Disputada entre el Pensamiento de Aquino y el de Dante (1879–2021), § 21. ↩
Wayne J. Hankey. ¿Aquino en los Orígenes del Humanismo Secular? Fuentes e Innovación en Summa Theologiae I, Cuestión 1, Artículo 1, § 11. ↩ ↩2
Santo Tomás de Aquino sobre la fe y la razón, Leo J. Elders. Fe y Razón: La Síntesis de Santo Tomás de Aquino, § 2. ↩ ↩2 ↩3
Rudi A. Te Velde. Dei Filius I: Sobre Dios, la Creación y la Providencia, § 3. ↩ ↩2 ↩3
Thomas G. Guarino. Philosophia Obscurans? Seis Tesis sobre la Relación Adecuada entre Teología y Filosofía, § 3. ↩
Tomás de Aquino. De unitate intellectus contra Averroistas (Sobre la Unidad del Intelecto contra los Averroístas), §Capítulo 5 (1277). ↩ ↩2
Santo Alberto Magno, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santo Alberto Magno. ↩ ↩2
El alma humana (contra los neo-Aristotélicos) - De la bula «apostolici regiminis» (sesión VIII), 19 de dic. de 1513, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 1440 (1854). ↩
Papa Pío IX. Eximiam tuam (15 de junio de 1857) (1857). ↩
Papa León XIII. Officio Sanctissimo, § 7 (1887). ↩
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de Zaire en su visita ad Limina (30 de abril de 1983) - Discurso, § 6 (1983). ↩