Baruc (lamento y esperanza)

Baruc, también conocido como el Libro de Baruc, es uno de los libros deuterocanónicos de la Biblia católica. Escritos en el contexto del exilio babilónico, sus capítulos combinan confesiones de culpa, oraciones de intercesión y poderosas expresiones de lamento que, sin embargo, se funden con una profunda confianza en la misericordia y la redención divinas. Este artículo examina la autoría, la canonización, la estructura literaria, el mensaje de lamento y la dimensión esperanzadora del libro, así como su interpretación teológica y uso litúrgico dentro de la tradición católica.
Tabla de contenido
Contexto histórico y canónico
Origen y autoría
Según la tradición patrística, Baruc fue el secretario y discípulo del profeta Jeremías, hijo de Nerías, y compuso su obra bajo la dictadura de los babilonios en el quinto año después de la caída de Jerusalén1. El texto mismo se presenta como escrito en Babilonia y leído públicamente ante el rey Joaquín y los exiliados, describiendo la recogida de ofrendas para el templo en Jerusalén2.
Canonicalidad en la Iglesia Católica
Baruc forma parte de los libros deuterocanónicos aceptados por la Iglesia Católica desde el Concilio de Trento, y su inclusión se sustenta tanto en la tradición litúrgica como en la autoridad magisterial3. La Gift of Scripture señala que los libros deuterocanónicos, entre ellos Baruc, fueron incorporados al canon católico por su uso constante en la liturgia y por la confirmación de los Padres de la Iglesia4.
Estructura y contenido del libro de Baruc
División principal
El Libro de Baruc consta de seis capítulos. Los cinco primeros forman el cuerpo principal del libro, mientras que el sexto, titulado «Epístola de Jeremías», se considera una apéndice independiente1.
Principales secciones
Introducción histórica (cap. 1:1‑14) – relata la redacción en Babilonia y la lectura ante la comunidad exiliada.
Confesión de pecados y súplica de perdón (cap. 1:15‑2:5; 2:6‑13) – reconoce la culpa colectiva del pueblo y pide la misericordia divina5.
Panegírico a la Sabiduría (cap. 3:9‑4:4) – alaba la Sabiduría como don de la Ley, invitando a la fidelidad a Dios1.
Odas de aliento (cap. 4:5‑5:9) – cuatro exhortaciones que inician con «¡Tened ánimo!», acompañadas de un salmo que refuerza la esperanza en la salvación futura1.
Epístola de Jeremías (cap. 6) – dirigida a los cautivos en Babilonia, advierte contra la idolatría y reafirma la soberanía del Dios único1.
El lamento en Baruc
Expresión del dolor colectivo
Los capítulos 2 y 4 contienen imágenes conmovedoras del sufrimiento: la pérdida de la patria, la muerte de los inocentes y la desolación de la comunidad exiliada6. Baruc describe cómo el pueblo «lloró, ayunó y oró» ante el Señor, manifestando una lucha interior entre la culpa y la esperanza2.
Dimensión teológica del lamento
Según Paul Clarke, O.P., el lamento profético no es mera queja, sino una intercesión que lleva al pueblo a reconocer su vulnerabilidad ante Dios y a abrirse a su acción salvadora7. En Baruc, el lamento se convierte en un vehículo para la confesión y la reconciliación con el Creador.
La esperanza y la confianza en Dios
Promesas de restauración
A lo largo del libro, pese al dolor, se proclama la certeza de la gracia divina: «Pon tu esperanza en el Eterno» (Baruc 4:22) y la promesa de que «el Señor nos dará fuerza y luz» (Baruc 1:13)8,5.
Relación con la tradición patrística
El Papa Pío XI, en Ubi Arcano Dei Consilio, subraya que los profetas, incluido Baruc, invocan la esperanza como respuesta al sufrimiento del pueblo, recordando que «el Dios que creó el universo también interviene en la historia para vencer el mal”9.
Esperanza cristiana y lamentación
Clarke destaca que la lamentación cristiana, heredada de los profetas, está impregnada de una esperanza que se cumple en Cristo: la resurrección y la vida eterna ofrecen la perspectiva última de redención, transformando el dolor presente en anticipación de la gloria futura10.
Interpretación teológica católica
El libro como testimonio de la sabiduría divina
El Catálogo de la Enciclopedia Católica señala que Baruc elogia la Sabiduría como «la que sólo se halla en la Ley», vinculando la obediencia a la Torá con la salvación del pueblo1.
Lamento como forma de intercesión
Según la obra de Clarke, el lamento de Baruc ejemplifica la intercesión profética: el profeta «se pone en la brecha» entre Dios y su pueblo, clamando por justicia y misericordia mientras mantiene la fe en la promesa divina11.
Aplicación pastoral
El magisterio actual, reflejado en documentos como Laudato Si’, invita a los fieles a encontrar en la lucha contra la injusticia una fuente de fortaleza espiritual, siguiendo el modelo de los profetas que, aun en la aflicción, confían en la poderosa intervención de Dios9.
Uso litúrgico y devocional
Presencia en la liturgia
Baruc se lee en la Liturgia de las Horas y en algunas celebraciones penitenciales, especialmente durante la Cuaresma, cuando la lamentación y la esperanza se entrelazan en la oración del pueblo.
Devociones y meditación
Los fieles encuentran en los versículos «Tened ánimo, hijos míos» (Baruc 4:5, 21, 27, 30) una fuente de consuelo para la vida cotidiana, utilizándolos en oraciones personales y en retiros espirituales.
Conclusión
El Libro de Baruc ofrece una visión única del lamento y la esperanza dentro del canon bíblico católico. A través de la confesión de pecados, la súplica de perdón y la proclamación de la Sabiduría divina, el texto invita a los creyentes a reconocer su fragilidad humana, a interceder por la comunidad y a confiar en la misericordia de Dios que, según la tradición católica, culmina en la redención ofrecida por Cristo. Su lectura continúa inspirando a la Iglesia en la búsqueda de justicia, consuelo y renovación espiritual.
Citas
Baruc, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Baruc. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Baruc 1. ↩ ↩2
Canon del Antiguo Testamento, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Canon del Antiguo Testamento. ↩
Parte tres - Lectura del Antiguo Testamento tus palabras se convirtieron para mí en gozo y deleite de mi corazón. (Jeremías 15:16), Conferencias Episcopales Católicas de Inglaterra y Gales, y de Escocia. El Don de la Escritura, § 26 (2005). ↩
La Santa Biblia, La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Baruc (1993). ↩ ↩2
Papa Pío XII. Orientales Omnes Ecclesias, § 64 (1945). ↩
Paul Clarke, O.P. Audemus Lugere: La Esperanza Profética del Duelo Cristiano, § 24. ↩
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Baruc 4. ↩
capítulo dos - II. La sabiduría de los relatos bíblicos, Papa Francisco. Laudato Si, § 74. ↩ ↩2
Paul Clarke, O.P. Audemus Lugere: La Esperanza Profética del Duelo Cristiano, § 29. ↩
Paul Clarke, O.P. Audemus Lugere: La Esperanza Profética del Duelo Cristiano, § 22. ↩
