Basílica de Santa María la Real de Covadonga

La Basílica de Santa María la Real de Covadonga es un eminente santuario mariano en Asturias, España, profundamente arraigado en la historia y la fe católica del país. Este lugar sagrado, a menudo llamado la «cuna de la España cristiana», es un centro de peregrinación y devoción a la Santina de Covadonga, una pequeña y noble imagen de la Virgen María con el Niño Jesús. Su significado se extiende más allá de lo religioso, siendo un símbolo de la resistencia y el renacimiento de España tras la invasión musulmana, y un testimonio de la ininterrumpida presencia de María en el camino de la fe, la esperanza y la unión con Cristo.
Tabla de contenido
Historia y Orígenes del Santuario
El santuario de Covadonga, cuyo nombre antiguo es Cova longa, se dedica a la Santísima Virgen. Su historia está intrínsecamente ligada a la victoria española sobre los árabes en el año 718, bajo el mando de Pelayo1. Este evento marcó el inicio de la Reconquista y el nacimiento de un reino cristiano en estas montañas, que inspiró un estilo de vida y una expresión de existencia basados en el Evangelio2.
El complejo original sufrió un incendio el 17 de octubre de 1777. Los Canónigos Regulares de San Agustín, que estaban a cargo del santuario, se vieron obligados a dispersarse debido a la falta de ingresos. Sin embargo, el rey Felipe IV les ordenó regresar a la vida comunitaria, aumentando su dotación y construyendo casas junto al monasterio. Urbano VII decretó que el abad de Covadonga sería dignatario de la catedral de Oviedo. Aunque Carlos III deseó reconstruir la capilla con suntuosidad, la obra no se completó en su totalidad hasta tiempos más recientes, cuando fue restaurada por el obispo Sanz y Fores1.
La Gruta de Nuestra Señora y la Imagen de la Santina
El corazón del santuario es la gruta de Nuestra Señora, donde se venera la imagen de la Santina de Covadonga3,4. Esta imagen es descrita como «pequeñita y noble», representando a la Virgen con el Niño en brazos y una flor de oro en la mano derecha4. La gruta y el santuario son un monumento a la fe del pueblo asturiano y de toda España4.
Desde hace siglos, generaciones de discípulos de Cristo, hijos e hijas de Asturias y España, se reúnen asiduamente en oración «con María» en este lugar. La oración con la Madre de Jesús prepara de manera especial los caminos para la venida del Espíritu Santo3. La presencia de María en Covadonga es considerada una garantía de fe católica auténtica y de una esperanza genuina que nunca ha decaído4.
Significado Espiritual y Devocional
Covadonga ha sido un centro de profunda devoción mariana a lo largo de los siglos. Cada asturiano siente un amor profundo por la Virgen de Covadonga, a quien cantan como la «Madre y Reina de nuestra montaña»2. La Virgen María es vista no solo como aquella «que ha creído», sino como la madre de los creyentes y la estrella de la evangelización que se irradió desde estas tierras hacia el mundo entero a través de sus hijos misioneros2.
Este santuario es también una fuente misteriosa de agua, que brota de las montañas, simbolizando las gracias divinas que Dios derrama abundantemente por intercesión de la Virgen María5. La ardua subida a esta montaña, que muchos peregrinos realizan a pie, es un símbolo del itinerario de la fe, del camino solidario del Evangelio y de la ascensión al monte del Señor, que es la vida cristiana5.
Numerosos peregrinos han encontrado en Covadonga la paz del corazón, la alegría de la reconciliación, el perdón de los pecados y la gracia del renovamiento interior. La devoción a la Virgen aquí se transforma en una auténtica vida cristiana y en una experiencia de la Iglesia como sacramento de salvación5.
Covadonga como Cuna de la Fe y la Iglesia
El Papa Juan Pablo II, durante su visita a Covadonga en 1989, afirmó que el santuario es «seno materno» y «cuna de la fe y de la vida cristiana para la Iglesia que vive en Asturias»6. La presencia de María en este lugar es una imagen y Madre de la Iglesia y de cada comunidad cristiana que escucha la Palabra, celebra los sacramentos y vive en la caridad, construyendo una sociedad más fraterna y solidaria6.
Covadonga es también considerada una de las primeras piedras de Europa, cuyas raíces cristianas se hunden en su historia y cultura2. El Papa Juan Pablo II confió a la Santina de Covadonga el proyecto de una Europa sin fronteras que no reniegue de sus raíces cristianas y del auténtico humanismo del Evangelio de Cristo2.
Peregrinación y Legado
El santuario de Covadonga atrae misteriosamente las miradas y los corazones de muchos emigrantes asturianos que, desde la distancia, vuelven sus ojos hacia este lugar sagrado2. La Virgen de Covadonga es «motivo de nuestra alegría», e ilumina a quienes llegan a estas montañas para que reconozcan al Creador en la belleza del lugar y se dejen fascinar por su bondad y magnificencia7.
En Covadonga forjó su espíritu un ilustre capellán, Don Pedro Poveda y Castroverde, fundador de la Institución Teresiana, dedicada a la formación cristiana y a la renovación pedagógica en España a principios del siglo XX. Esta obra, inspirada por María, surgió al pie de la Santina con una visión profética para la promoción de la mujer5.
En resumen, la Basílica de Santa María la Real de Covadonga no es solo un santuario, sino un símbolo viviente de la fe, la historia y la identidad católica de España, un lugar donde la presencia de la Virgen María continúa inspirando a generaciones de creyentes.
Citas
Diócesis de Oviedo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Diócesis de Oviedo. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 6 (1989). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 2 (1989). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 5 (1989). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 7 (1989). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Juan Pablo II. 21 de agosto de 1989: Misa en la Basílica Mariana de Covadonga - Homilía, § 8 (1989). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Oración a Nuestra Señora de Covadonga (Asturias, 21 de agosto de 1989) - Discurso (1989). ↩