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Biblia y tradición

Biblia y tradición
La Biblia de Gutenberg [Biblia, Vulgata Latina. Ca. 1455]. Biblia Latina. [Maguncia: Johann Gutenberg, ca. 1455]. División de Libros Raros. De la Biblioteca Lenox. El primer libro impreso sustancial es esta Biblia de dos volúmenes en folio real, que comprende cerca de 1.300 páginas, impresa en Maguncia, en el Rin central, por Johann Gutenberg (ca. 1390s-1468) en la década de 1450. Probablemente se completó entre marzo de 1455 y noviembre de ese año, cuando la bancarrota de Gutenberg le privó de su imprenta y de los frutos de sus logros. La Biblia personifica el triunfo de Gutenberg, posiblemente el mayor logro del segundo milenio. Sobreviven cuarenta y ocho copias íntegras, incluyendo once en vitela. Quizás se produjeron originalmente unas 180 copias, incluyendo unas 45 en vitela. La copia Lenox, en papel, es la primera Biblia de Gutenberg en llegar a los Estados Unidos, en 1847. Su llegada forma parte del folclore nacional romántico. El agente europeo de James Lenox emitió instrucciones para Nueva York de que los oficiales de la Aduana debían quitarse el sombrero al verla: el privilegio de ver una Biblia de Gutenberg está garantizado a pocos. (Texto abreviado copiado de la placa vista en el fondo). publicado originalmente en Flickr como Biblia de Gutenberg, NYC Wanderer (Kevin Eng), CC BY-SA 2.0 📄

La Biblia y la Tradición son los dos pilares fundamentales de la fe católica, que constituyen una única fuente de la Revelación divina. Aunque distintas en su modo de transmisión, ambas emanan del mismo manantial divino y se dirigen hacia el mismo fin: hacer presente y fructífero en la Iglesia el misterio de Cristo. La Iglesia Católica sostiene que no se puede entender completamente la Revelación solo a través de la Escritura, sino que la Tradición es esencial para una comprensión profunda y la preservación de la verdad divina. El Magisterio de la Iglesia, guiado por el Espíritu Santo, es el encargado de interpretar auténticamente esta única depositio de la Palabra de Dios.

Tabla de contenido

La Revelación Divina: Una Sola Fuente

En la enseñanza católica, la Revelación divina se transmite a través de una única fuente, el Depósito de la Fe, que se compone inseparablemente de la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición1,2. Ambas provienen de la misma fuente divina y tienen el mismo propósito3,4. La Iglesia no deriva su certeza sobre todas las verdades reveladas únicamente de la Sagrada Escritura3,5. Más bien, la verdad y la instrucción morales se encuentran tanto en los libros escritos como en las tradiciones no escritas que fueron recibidas por los apóstoles directamente de Cristo o por inspiración del Espíritu Santo6.

La Sagrada Escritura

La Sagrada Escritura es la palabra de Dios plasmada por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo3,7. No es simplemente un texto, sino la «palabra de Dios» (locutio Dei y verbum Dei), atestiguada por los profetas del Antiguo Testamento y, finalmente, por los apóstoles en el Nuevo Testamento1. Nacida en el seno del Pueblo de Dios y unificada, leída e interpretada por él, la Escritura pertenece a la Tradición viva de la Iglesia como testimonio canónico de la fe para todos los tiempos1. Es el primer miembro de la tradición escrita1.

La Sagrada Tradición

La Sagrada Tradición, por su parte, es la transmisión íntegra de la Palabra de Dios que fue confiada a los apóstoles por Cristo el Señor y el Espíritu Santo1,3,7. Esta Palabra es transmitida a los sucesores de los apóstoles para que, iluminados por el Espíritu de la verdad, puedan preservarla, explicarla y difundirla fielmente mediante su predicación1,3,7. La Tradición se distingue de las diversas tradiciones eclesiales (teológicas, disciplinarias, litúrgicas o devocionales) que surgen en las iglesias locales con el tiempo, las cuales pueden ser mantenidas, modificadas o incluso abandonadas bajo la guía del Magisterio8. La Tradición apostólica es lo que los apóstoles recibieron de la enseñanza y el ejemplo de Jesús y lo que aprendieron del Espíritu Santo8.

La Relación Mutua entre Escritura y Tradición

Existe una conexión y comunicación estrecha entre la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura9,3. Ambas «fluyen del mismo manantial divino» y «tienden hacia el mismo fin»3,4. La Tradición, de hecho, permite una comprensión más profunda de la Sagrada Escritura en la Iglesia y la hace siempre efectiva10,11. La Iglesia establece la verdad de la Tradición oral basándose en las Sagradas Escrituras, y a su vez, la Tradición oral interpreta y explica las Sagradas Escrituras9. Por esta razón, la Iglesia enseña a recibir con la misma fe y respeto tanto las Sagradas Escrituras como la Tradición oral9,3,5.

Los primeros cristianos no tenían aún un Nuevo Testamento escrito, y el propio Nuevo Testamento demuestra el proceso de la Tradición viva8. La Dei Verbum del Concilio Vaticano II subraya que el Evangelio fue transmitido por los apóstoles tanto oralmente (por la predicación, el ejemplo y las instituciones) como por escrito (bajo la inspiración del Espíritu Santo)12,11. Esto implica que la Escritura por sí sola sería un registro incompleto, y sin la Tradición, el Evangelio no estaría plenamente íntegro11.

El Papel del Magisterio de la Iglesia

El Magisterio de la Iglesia, es decir, el oficio de enseñanza vivo de la Iglesia, ha recibido la tarea de dar una interpretación auténtica de la Palabra de Dios, tanto en su forma escrita (Escritura) como en su forma de Tradición1. A este Magisterio le ha sido confiada la transmisión e interpretación de la Revelación5. El «depósito sagrado» de la fe, contenido en la Sagrada Escritura y la Tradición, fue confiado por los apóstoles a toda la Iglesia13. Toda la Iglesia, unida a sus pastores, se mantiene fiel a la enseñanza de los apóstoles, y hay una notable armonía entre los obispos y los fieles en mantener, practicar y profesar la fe transmitida13.

El Concilio Vaticano II afirmó que todo lo dicho sobre la interpretación de la Escritura está sujeto en última instancia al juicio de la Iglesia, que ejerce la comisión y el ministerio divinamente conferidos de custodiar e interpretar la Palabra de Dios14. Por lo tanto, la fidelidad a la Iglesia significa encajar en la corriente de la gran Tradición, que bajo la guía del Magisterio, ha reconocido los escritos canónicos como palabra de Dios y nunca ha dejado de meditarlos y descubrir sus riquezas inagotables14.

Conclusión

La Biblia y la Tradición son inseparables y esenciales para la fe católica, constituyendo un «único depósito sagrado de la Palabra de Dios»1,2,10. Ambas emanan de la misma fuente divina y son custodiadas, interpretadas y transmitidas por el Magisterio de la Iglesia, guiado por el Espíritu Santo1,14. La Iglesia Católica venera las Sagradas Escrituras como venera el Cuerpo del Señor, ya que ambas nutren y gobiernan toda la vida cristiana15. La certeza de la Iglesia sobre las verdades reveladas no proviene solo de la Escritura, sino de esta íntima unidad con la Tradición, asegurando que el Evangelio permanezca siempre íntegro y vivo3,11,5.

Citas

  1. Capítulo 2: Permanecer en la comunión de la Iglesia - 2. Fidelidad a la tradición apostólica, Comisión Teológica Internacional. Teología hoy: Perspectivas, principios y criterios, § 30 (2011). 2 3 4 5 6 7 8 9

  2. En resumen, Catecismo de la Iglesia Católica, § 97 (1992). 2

  3. Capítulo II - Transmisión de la revelación divina, Concilio Vaticano II. Dei Verbum, § 9 (1965). 2 3 4 5 6 7 8 9

  4. II. La relación entre la Tradición y la Sagrada Escritura, Catecismo de la Iglesia Católica, § 80 (1992). 2

  5. II. La relación entre la Tradición y la Sagrada Escritura, Catecismo de la Iglesia Católica, § 82 (1992). 2 3 4

  6. Concilio de Trento 1545-1563 - Ecuménico XIX (contra novadores siglo XVI) - Sesión IV (8 de abril de 1546) se aceptan los libros sagrados y las tradiciones de los apóstoles, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 1501 (1854).

  7. II. La relación entre la Tradición y la Sagrada Escritura, Catecismo de la Iglesia Católica, § 81 (1992). 2 3

  8. II. La relación entre la Tradición y la Sagrada Escritura, Catecismo de la Iglesia Católica, § 83 (1992). 2 3

  9. Primera parte - La fe de la Iglesia - I. Revelación de la Santísima Trinidad - B. La Sagrada Tradición - 3. La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 37 (2016). 2 3

  10. I. - Las Sagradas Escrituras del pueblo judío son parte fundamental de la Biblia cristiana - C. Escritura y tradición oral en el judaísmo y el cristianismo - 2. Escritura y tradición en el cristianismo primitivo, Pontificia Comisión Bíblica. El pueblo judío y sus Sagradas Escrituras en la Biblia cristiana (24 de mayo de 2001), § 10 (2001). 2

  11. Kevin Raedy. ¿Qué pasó con la Vulgata? Un análisis de Divino Afflante Spiritu y Dei Verbum, § 9. 2 3 4

  12. C. Criterios de interpretación - II. El dogma en la tradición y en la comunión de la Iglesia - 1. El vínculo indisoluble entre la Escritura, la Tradición y la comunión de la Iglesia, Comisión Teológica Internacional. La interpretación del dogma, §C.II.1 (1989).

  13. III. La interpretación del depósito de la fe, Catecismo de la Iglesia Católica, § 84 (1992). 2

  14. A los miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, Papa Benedicto XVI. A los miembros de la Pontificia Comisión Bíblica (23 de abril de 2009) (2009). 2 3

  15. En resumen, Catecismo de la Iglesia Católica, § 141 (1992).