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Capitalismo

Capitalismo
Lonja de Granos. Dominio Público.

La enseñanza social católica ofrece una perspectiva matizada sobre el capitalismo, reconociendo sus aspectos positivos, como la eficiencia del mercado y la iniciativa privada, al tiempo que critica sus deficiencias cuando no está subordinado a la dignidad humana y al bien común. La Iglesia no condena el capitalismo per se como un sistema económico que valora la empresa, el mercado y la propiedad privada, pero rechaza categóricamente cualquier forma de capitalismo que priorice el beneficio y la ley del mercado por encima de las personas, la justicia social y el marco ético-religioso. Esta postura se ha desarrollado a lo largo de más de un siglo de encíclicas papales y documentos eclesiales, buscando siempre un equilibrio que promueva el desarrollo humano integral.

Tabla de contenido

La Posición de la Iglesia sobre el Capitalismo

La Iglesia Católica no ha condenado el capitalismo en sí mismo, sino ciertas ideologías o prácticas asociadas a él que ignoran la dignidad humana y el bien común1,2. Desde la encíclica Rerum Novarum de León XIII hasta Centesimus Annus de Juan Pablo II y más allá, el Magisterio ha mantenido una postura crítica pero diferenciada3,4.

Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental de la empresa, el mercado, la propiedad privada y la creatividad humana en el sector económico, la respuesta de la Iglesia es afirmativa2,5. En este sentido, se prefieren términos como «economía de empresa», «economía de mercado» o «economía libre»2,5. La Iglesia reconoce que las fuerzas del mercado, cuando están debidamente reguladas en nombre del bien común, pueden ser un mecanismo eficiente para asignar recursos y fomentar la creación de riqueza, lo que a su vez puede aliviar la pobreza6. La competencia puede impulsar la energía creativa y la innovación6.

Sin embargo, si por «capitalismo» se entiende un sistema en el que la libertad económica no está enmarcada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral, cuyo núcleo es ético y religioso, entonces la respuesta es «ciertamente negativa»2,5. Este tipo de capitalismo radical podría ignorar los problemas de marginación y explotación, confiando ciegamente en el libre desarrollo de las fuerzas del mercado para resolverlos5.

Críticas de la Iglesia al Capitalismo Desregulado

La crítica de la Iglesia se dirige a un sistema ético y cultural que absolutiza la vida económica, haciendo de la producción y el consumo de bienes el centro de la vida social y el único valor, sin someterlo a otros valores. Esta debilidad en el sistema socio-cultural, al ignorar la dimensión ética y religiosa, se limita a la producción de bienes y servicios7.

La Iglesia ha señalado varias deficiencias del capitalismo cuando se le permite operar sin un marco ético y regulatorio:

El Papel del Estado y la Sociedad

La enseñanza social católica enfatiza la necesidad de un marco jurídico robusto que subordine la libertad económica a la libertad humana integral2,5. El Estado tiene un papel crucial en este marco:

La sociedad en su conjunto, a través de organizaciones de trabajadores y otras asociaciones, también tiene un papel vital en la defensa de los derechos de los trabajadores y en la promoción de su participación en la vida de las empresas17,19. La Iglesia ha defendido el derecho a formar asociaciones profesionales, como los sindicatos, como un derecho natural que el Estado debe proteger5,19.

Principios Fundamentales de la Doctrina Social Católica en Relación con el Capitalismo

La enseñanza social católica no propone un «tercer camino» entre capitalismo y comunismo, ni diseña un sistema económico específico3,20. En cambio, ofrece una orientación indispensable e ideal basada en principios éticos y religiosos, que deben guiar cualquier proyecto político y económico para que sea digno del hombre y conforme a la ley moral3,20.

Entre los principios clave que interactúan con la evaluación del capitalismo se encuentran:

Conclusión

En resumen, la enseñanza social católica no aboga por la abolición del mercado o la propiedad privada, sino que busca orientar el sistema económico hacia el servicio de la persona humana y el bien común20. Reconoce los beneficios de una economía de mercado que valora la iniciativa y la creatividad, pero insiste en que esta libertad económica debe estar circunscrita por un marco jurídico y ético que impida la explotación, la alienación y la desigualdad5. La Iglesia llama a una sociedad de trabajo libre, de empresa y de participación, donde el mercado sea controlado apropiadamente por la sociedad y el Estado para garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de todos17. De esta manera, el capitalismo, entendido como una economía libre y de mercado, puede ser moralmente aceptable y beneficioso, siempre que esté al servicio de la dignidad humana y la justicia social.

Citas

  1. Sección segunda los diez mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2425. 2 3 4

  2. II. La moral y la economía, Consejo Pontificio Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 335 (2004). 2 3 4 5

  3. Papa Juan Pablo II. A los representantes del mundo académico y cultural en la Universidad de Riga (9 de septiembre de 1993) - Discurso, § 2 (1993). 2 3

  4. Papa Juan Pablo II. A los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio Justicia y Paz (29 de septiembre de 1994) - Discurso, § 3 (1994). 2

  5. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 42 (1991). 2 3 4 5 6 7

  6. Parte 2: Aplicación a las cuestiones contemporáneas - La moral en el mercado, Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales. El bien común y la enseñanza social de la Iglesia Católica, § 78 (1996). 2

  7. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 39 (1991). 2

  8. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 34 (1991). 2 3

  9. Papa León XIII. Rerum Novarum, § 3 (1891).

  10. VI. El hombre es el camino de la Iglesia, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 61 (1991). 2

  11. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 41 (1991).

  12. Papa Juan Pablo II. A los representantes de las comunidades indígenas en el Santuario de Nuestra Señora de Izamal, México (11 de agosto de 1993) - Discurso (1993). 2

  13. A la plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, Papa Juan Pablo II. A la Plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales (25 de abril de 1997), § 3 (1997). 2 3 4

  14. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 40 (1991). 2

  15. I. Características de la «rerum novarum», Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 10 (1991). 2

  16. II. Hacia las «cosas nuevas» de hoy, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 15 (1991). 2

  17. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 35 (1991). 2 3 4 5

  18. Thomas Massaro, S.J. Sobre la continuidad de Caritas in Veritate, § 6. 2 3

  19. I. Características de la «rerum novarum», Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 7 (1991). 2 3

  20. IV. La propiedad privada y el destino universal de los bienes materiales, Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 43 (1991). 2 3 4

  21. Capítulo cuarto: La dimensión social de la evangelización - II. La inclusión social de los pobres - La economía y la distribución de los ingresos, Papa Francisco. Evangelii Gaudium, § 203 (2013).

  22. B. De la rerum novarum a nuestros días, Consejo Pontificio Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 91 (2004). 2 3

  23. I. Características de la «rerum novarum», Papa Juan Pablo II. Centesimus Annus, § 6 (1991).

  24. Papa León XIII. Rerum Novarum, § 55 (1891).

  25. El recto orden social - De la misma encíclica, «quadragesimo anno», 15 de mayo de 1931, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 3741 (1854).

  26. Papa León XIII. Rerum Novarum, § 45 (1891).

  27. Apéndice I: Extractos de la enseñanza social católica, Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales. El bien común y la enseñanza social de la Iglesia Católica, §Apéndice I: Extractos de la Enseñanza Social Católica (1996).