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Cátedra episcopal

Cátedra episcopal
San Giovanni in Laterano (Roma) - Interior. Original, Sailko, CC BY 3.0 📄

La cátedra episcopal es un término con múltiples significados en el catolicismo, refiriéndose principalmente a la sede o trono de un obispo dentro de su iglesia catedral, y simbólicamente, a su autoridad de enseñanza y gobierno pastoral. Representa el magisterio del obispo en su Iglesia particular y la unidad de los fieles en la fe. El concepto también se extiende a la misma iglesia catedral y, en un sentido particular, a la enseñanza ex cathedra del Papa, que implica infalibilidad.

Tabla de contenido

Definición y Simbolismo

La palabra «cátedra» proviene del griego kathedra y del latín cathedra, que significan «trono» o «asiento elevado»1. En la literatura eclesiástica primitiva, este término siempre transmitió la idea de autoridad1. Cristo mismo se refirió a los escribas y fariseos sentados en la «cátedra de Moisés» (Mateo 23:2), lo que subraya la conexión histórica entre un asiento y una posición de enseñanza y liderazgo1.

La cátedra es el signo preeminente del magisterio que corresponde a cada obispo en su propia iglesia2. También simboliza su poder pastoral en la Iglesia particular y la unidad de los creyentes en la fe que el obispo proclama como pastor del rebaño del Señor3.

La Cátedra como Sede Física del Obispo

Históricamente, la cátedra es la silla o trono del obispo en su iglesia catedral, desde la cual preside las funciones solemnes4. Originalmente, se ubicaba en el centro del ábside, flanqueada por los bancos de los sacerdotes asistentes en un plano inferior4. Ejemplos tempranos incluyen sillas de mármol de un solo bloque y sillas de madera utilizadas en África4. La forma y decoración de las cátedras más antiguas fueron tomadas del paganismo4.

El Caeremoniale Episcoporum especifica que el trono debe ser una silla o trono inamovible (in modum cathedrae et throni immobilis)5. No basta con una silla ordinaria utilizada temporalmente5. Debe tener un respaldo alto y apoyabrazos, y estar elevada del suelo con tres escalones5. Estos escalones deben estar cubiertos con una alfombra y el trono mismo con una cubierta de seda del color de las vestiduras del obispo (excepto si el obispo es cardenal, en cuyo caso no debe ser de tela de oro)5. El trono puede estar coronado por un baldaquino solo si el altar también lo tiene5.

En cuanto a su ubicación, si el altar está cerca de la entrada del coro, el trono se sitúa en la parte superior del ábside, en el centro de los sitiales de los canónigos5. Si el altar está pegado a la pared del ábside o muy cerca, el trono debe colocarse en el lado del Evangelio del coro5.

En la antigüedad, era costumbre que el obispo pronunciara su sermón sentado en su cátedra, de cara a la congregación4. Sin embargo, en las grandes basílicas de la era constantiniana, esta disposición se volvió impráctica, lo que llevó a que los obispos, como San Juan Crisóstomo, predicaran desde el ambón4. Algunas cátedras eran móviles, permitiendo al obispo acercarse al presbiterio para dirigirse a los fieles4.

Un obispo puede utilizar el trono en otra diócesis solo con una carta de dispensa del obispo diocesano5.

La Cátedra de San Pedro

Dos de las cátedras antiguas más famosas son la silla del obispo Maximiano de Rávena y la Cátedra de San Pedro4. Esta última, una silla móvil, fue encerrada en el trono de bronce del ábside de la Basílica de San Pedro durante el pontificado de Alejandro VII (1655-1667)4. La adhesión a la Cátedra de San Pedro simboliza una límpida y firme unión con el Sucesor de Pedro6.

La Cátedra como Sede Episcopal (Diócesis)

El término «cátedra» también se aplica a la sede de un obispo, es decir, a la diócesis4. Ya Tertuliano se refería a las «cátedras de los Apóstoles» para aludir a la sucesión apostólica en las sedes episcopales4. En la Edad Media, expresiones como «cathedrae viduatae» (sedes vacantes) o «cathedrae principales» (sedes principales) tenían un significado similar4.

La «cátedra» es un símbolo de la continuidad apostólica, con una sucesión de «transmisores de la línea apostólica» en la cátedra de cada diócesis desde los primeros siglos3.

La Cátedra como Iglesia Catedral

La iglesia catedral es la iglesia principal de una diócesis, donde el obispo tiene su trono (cátedra) y cerca de la cual se encuentra su residencia1. Es la iglesia propia del obispo, donde preside, enseña y dirige el culto para toda la comunidad cristiana1. El Concilio de Aquisgrán en 789 se refirió a la iglesia catedral como «principalis cathedrae», utilizando el término para el asiento oficial del obispo para denotar su iglesia4.

La existencia de una única catedral en una diócesis implica la unidad de la jefatura y dirección del obispo, y simboliza la unidad del matrimonio místico del obispo con su iglesia1. Las únicas excepciones a esta regla son las diócesis unidas aeque principaliter, donde un obispo tiene varias catedrales, pero sigue habiendo solo una en cada diócesis1.

La erección de una iglesia como catedral es un acto canónico reservado al Soberano Pontífice1. A menudo, las Cartas Apostólicas que crean una nueva diócesis designan expresamente la iglesia catedral1. Las catedrales, al igual que las iglesias parroquiales, deben ser consagradas solemnemente, siendo la celebración del aniversario de su dedicación obligatoria para todo el clero diocesano1.

El Concepto de Enseñanza «Ex Cathedra»

Una definición «ex cathedra» se refiere a una decisión formal infalible del Papa, obligatoria para todos los fieles4,7. El Concilio Vaticano I determinó formalmente su significado: «Enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado que el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra —esto es, cuando, cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica una doctrina sobre la fe y costumbres que debe ser sostenida por la Iglesia universal—, por la divina asistencia que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, goza de aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que estuviera dotada su Iglesia en la definición de la doctrina sobre la fe y las costumbres; y, por tanto, que tales definiciones del Romano Pontífice son por sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables»7.

Originalmente, «cátedra» se usaba para el asiento de un profesor o obispo, pero más tarde se aplicó al magisterio o autoridad de enseñanza7. La frase ex cathedra se encuentra en los escritos de los teólogos medievales y se hizo más frecuente en las discusiones sobre las prerrogativas papales después de la Reforma7.

Conclusión

La cátedra episcopal es un elemento central en la vida y estructura de la Iglesia Católica, tanto en su manifestación física como en su profundo simbolismo. Desde el trono en la iglesia catedral que representa la autoridad de enseñanza del obispo, hasta el concepto de la diócesis misma como «sede episcopal», y finalmente, la infalibilidad papal cuando el Pontífice habla ex cathedra, este término encapsula aspectos fundamentales del ministerio apostólico y la unidad de la fe católica.

Citas

  1. Catedral, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Catedral. 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  2. I. Orden de bendición con ocasión de inaugurar una nueva cátedra o sede de presidencia, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Benedictionibus (Libro de las Bendiciones), § 332.

  3. Papa Juan Pablo II. 300 aniversario de la consagración de la Catedral de Santa María y Santa Reparata en Niza (abril de 1999) - Discurso (1999). 2

  4. Cátedra, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Cátedra. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

  5. Trono, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Trono. 2 3 4 5 6 7 8

  6. Papa Pablo VI. A los obispos recién ordenados (7 de enero de 1969) - Discurso (1969).

  7. Ex cathedra, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Ex Cathedra. 2 3 4