Codex Regius

El Codex Regius es un manuscrito islandés del siglo XIII que contiene la mayor parte de la Edda Poética, una colección fundamental de poemas mitológicos y heroicos de la tradición nórdica antigua. Descubierto en el siglo XVII por el obispo Brynjólfur Sveinsson, este códice representa una ventana invaluable a la mitología escandinava precristiana, con implicaciones para el estudio histórico y literario desde una perspectiva católica, al ilustrar las creencias paganas que la Iglesia evangelizó en el norte de Europa. Su preservación y análisis posterior han contribuido a comprender la transición cultural hacia el cristianismo en Islandia y Escandinavia, destacando el rol de la erudición eclesiástica en la conservación de textos antiguos.
Tabla de contenido
Historia del descubrimiento y preservación
El Codex Regius, cuyo nombre significa «Códice Real» en latín, fue hallado en Islandia en 1643 por Brynjólfur Sveinsson, obispo de Skálholt. Este prelado, figura clave en la erudición islandesa del siglo XVII, identificó el manuscrito como una fuente primaria para la poesía antigua nórdica, aunque en su época Islandia ya había adoptado el protestantismo tras la Reforma. A pesar de ello, el descubrimiento se enmarca en un contexto de interés eclesiástico por las tradiciones orales y escritas que precedieron a la cristianización de la región, un proceso impulsado por misioneros católicos como San Olaf de Noruega en el siglo XI.
Sveinsson envió el códice al rey de Dinamarca, Christian IV, de ahí su denominación «Regius». El manuscrito permaneció en la Biblioteca Real de Copenhague hasta el siglo XX, cuando, tras negociaciones diplomáticas, regresó a Islandia en 1985 como un gesto de repatriación cultural. Desde la óptica católica, este traslado evoca la importancia de preservar el patrimonio histórico, similar a cómo la Iglesia ha custodiado manuscritos bíblicos y patrísticos a lo largo de los siglos, subrayando el valor de los textos antiguos para comprender la diversidad de las creencias humanas y el triunfo de la fe cristiana sobre el paganismo.
El códice, escrito en pergamino, consta de 29 poemas principales y mide aproximadamente 19×13 cm, con unas 125 hojas. Su datación se estima entre 1270 y 1300, aunque los poemas que contiene podrían remontarse al siglo IX, reflejando una tradición oral noruega adaptada en Islandia. La Iglesia católica, durante la Edad Media, jugó un rol indirecto en su transmisión, ya que monasterios irlandeses y escandinavos post-cristianización ayudaron a transcribir tales relatos folclóricos junto a textos litúrgicos.
Contenido y estructura
El Codex Regius alberga la esencia de la Edda Poética o Edda Mayor, una compilación de 33 poemas en total, de los cuales 29 se encuentran en este manuscrito. Estos versos, compuestos en fornyrðislag (un metro aliterativo típico de la poesía escandinava), abordan temas mitológicos y heroicos que contrastan con la teología cristiana.
Poemas mitológicos
Entre los poemas más destacados se encuentra la Völuspá, una profecía de una völva (sibila) que describe la cosmogonía nórdica: la creación del mundo a partir del cuerpo de Ymir, el ciclo de los dioses como Odín y Thor, y el Ragnarök, el fin del mundo. Este texto, análogo a las profecías bíblicas en su forma visionaria, ha sido estudiado por teólogos católicos para ilustrar las similitudes y diferencias con la Revelación cristiana, como la idea de un fin escatológico que precede al Juicio Final descrito en el Apocalipsis.1
Otros poemas mitológicos incluyen el Vafþrúðnismál, un diálogo entre Odín y el gigante Vafþrúðnir que explora la sabiduría divina, y el Grímnismál, donde Odín revela conocimientos cósmicos. El Þrymskviða, narración humorística del robo del martillo de Thor, resalta el carácter antropomórfico de los dioses nórdicos, un aspecto que la apologética católica medieval utilizó para contrastar con la trascendencia de la Trinidad.
Poemas heroicos
La sección heroica se centra en el ciclo de Sigurd y los Nibelungos, similar a la epopeya germánica. Poemas como el Reginsmál y el Fáfnismál relatan la venganza y el destino trágico de héroes, temas que evocan las virtudes cardinales cristianas como la justicia y la prudencia, aunque envueltas en un fatalismo pagano. Una laguna de ocho hojas en el códice interrumpe esta saga, pero su reconstrucción a través de sagas como la Völsunga permite una visión completa.
Desde una perspectiva católica, estos relatos heroicos ilustran la búsqueda humana de redención y honor, paralela a las hagiografías de santos mártires, y sirven para evangelizar al mostrar cómo el cristianismo elevó tales narrativas morales.
Importancia en la tradición católica y estudios históricos
Aunque el Codex Regius es un testimonio de la mitología precristiana, su estudio ha enriquecido la comprensión católica de la historia de la salvación en el norte de Europa. La Iglesia Católica, a través de figuras como San Ansgar, misionero en Escandinavia en el siglo IX, confrontó directamente estas creencias paganas. El manuscrito, al documentar el panteón nórdico, ayuda a historiadores eclesiásticos a analizar cómo el bautismo de reyes como Harald Blåtand en Dinamarca (siglo X) integró elementos folclóricos en la liturgia cristiana, como en las fiestas de santos locales.
En el ámbito académico católico, el códice ha sido referencia en enciclopedias y tratados teológicos para contextualizar la inculturación del Evangelio. Por ejemplo, su cosmogonía politeísta contrasta con el monoteísmo del Génesis, resaltando el rol de la Iglesia en la conversión de pueblos idólatras. Eruditos católicos del siglo XIX, como aquellos contribuyentes a la Enciclopedia Católica, lo citaron para trazar la evolución cultural desde el paganismo al cristianismo, enfatizando la providencia divina en la preservación de tales textos.1
En el contexto de la Segunda Iglesia Particular de Islandia, hoy mayoritariamente luterana pero con una minoría católica creciente, el Codex Regius simboliza el patrimonio compartido. La Santa Sede, a través de documentos como la bula de Juan Pablo II para la Iglesia en Islandia, alienta el diálogo interreligioso que incluye el estudio de estas raíces pre-cristianas.
Ediciones, traducciones y legado
La primera edición crítica del Codex Regius se publicó en 1867 por Sophus Bugge, basada en facsímiles litográficos. Posteriormente, ediciones como las de Sijmons y Gering (1888-1903) y la de la Sociedad Arna-Magnaean (1787-1828) han facilitado su acceso. En español, traducciones parciales aparecen en antologías de literatura medieval, adaptadas para lectores hispanohablantes interesados en mitología comparada.1
El legado del códice trasciende la literatura: en 2011, Islandia lo proclamó «tesoro nacional», y su digitalización por la Biblioteca Nacional de Islandia permite un acceso global. Para la fe católica, representa un recordatorio de la universalidad de la verdad, como enseña el Concilio Vaticano II en Gaudium et Spes, invitando a integrar elementos culturales paganos en la síntesis cristiana.
En resumen, el Codex Regius no solo preserva la voz de la antigua Escandinavia, sino que, desde una visión católica, ilustra el camino de la humanidad hacia la luz de Cristo, enriqueciendo el tapiz de la historia de la salvación.
