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Colecta

La Colecta es una oración litúrgica fundamental en la Misa Católica, que se recita al concluir los Ritos Iniciales. Su propósito es reunir las intenciones de oración de toda la asamblea y expresar el carácter específico de la celebración del día, ya sea una fiesta, un tiempo litúrgico o un día ordinario. A lo largo de la historia de la Iglesia, la Colecta ha evolucionado desde una oración conclusiva de una serie de peticiones silenciosas hasta la forma breve y unificada que conocemos hoy, sirviendo como un pilar doctrinal y espiritual que orienta a los fieles hacia el misterio de salvación celebrado en la Eucaristía.

Tabla de contenido

Naturaleza y Significado de la Colecta

La Colecta, también conocida como la «oración de apertura» en el misal inglés actual, es la primera oración propia de la Misa1. Aunque es breve, consistiendo en una sola frase en latín, su importancia es considerable, ya que es la verdadera oración propia del día y expresa de manera única el carácter litúrgico de la jornada1. Se recita no solo en la Misa, sino también en las Horas del Oficio Divino, excepto en Completas, en domingos y días de fiesta de alta categoría1.

El nombre «Colecta» proviene del latín collecta, que es una forma tardía de collectio2. Este término se utilizaba originalmente para el servicio que se celebraba en una iglesia específica en los días en que había una «estación» en otro lugar2. La gente se reunía en esta primera iglesia, formándose una «colección», y después de ciertas oraciones, se dirigían en procesión a la iglesia de la estación2. Justo antes de partir, el celebrante pronunciaba una oración, la oratio ad collectam (o ad collectionem populi), que sería la misma que la oratio super populum, un título que aún se conserva en el Misal, por ejemplo, en Cuaresma después de la Postcomunión2. Esta oración, la Colecta, se repetía al comienzo de la Misa en la propia estación2.

Inocencio III ofreció otra interpretación del nombre, sugiriendo que en esta oración el sacerdote recoge las oraciones de todo el pueblo2. Las oraciones Secretas y Postcomunión también son consideradas colectas, ya que siguen un modelo similar, aunque el nombre ahora se usa exclusivamente para la oración inicial2.

Estructura y Función Litúrgica

La Colecta concluye el rito de apertura de la Misa, siguiendo la invitación del sacerdote: «Oremos»3. En este momento, se invita a la asamblea a un breve silencio para que todos, junto con el sacerdote, sean conscientes de la presencia de Dios y puedan formular mentalmente sus peticiones4. Luego, el sacerdote pronuncia la oración, que es la Colecta, a través de la cual se expresa el carácter de la celebración4.

De acuerdo con la antigua tradición de la Iglesia, la oración de la Colecta se dirige habitualmente a Dios Padre, por medio de Cristo, en el Espíritu Santo4. Concluye con una finalización trinitaria, que varía ligeramente según a quién se dirija la oración4:

El pueblo, uniéndose a esta súplica, hace suya la oración con la aclamación del «Amén»4. En cada Misa, siempre se usa solo una Colecta4.

La Colecta no solo recoge las oraciones del corazón de cada fiel, sino que las expresa en la oración «colectiva» de la Iglesia a Dios Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo3. Este momento al inicio de la Misa es crucial para recordar y agradecer a Dios por sus bondades pasadas y para pedirle nuevos dones, a menudo ofreciendo declaraciones profundas sobre el día festivo o el tiempo litúrgico3.

Desarrollo Histórico

Originalmente, solo había una Colecta (y una Secreta y Postcomunión) para cada Misa2. Los sacramentarios más antiguos nunca ofrecían más de una2. Sin embargo, el número de Colectas se multiplicó con el tiempo hasta que se desarrolló la regla actual2. Amalar de Metz (fallecido alrededor de 857) señaló que en su época algunos sacerdotes comenzaron a decir más de una Colecta, pero que en Roma solo se usaba una2. El Micrologus, probablemente de Bernold de Constanza (fallecido en 1100), defendía la antigua costumbre, afirmando que «se debe decir una sola Oración, así como una sola Epístola y un solo Evangelio»2.

El rito actual de la Colecta es un vestigio de una ceremonia más elaborada2. Un ejemplo de esta forma más antigua se conserva en el Viernes Santo2. Después de que el celebrante saluda a la gente («Dominus vobiscum»), los invita a orar por alguna intención («Oremus, dilectissimi nobis, etc.»)2. El diácono dice: «Flectamus genua», y todos se arrodillan en oración silenciosa por un tiempo2. Luego, el subdiácono les indica que se levanten («Levate»), y el celebrante concluye las oraciones privadas con la forma corta que es la Colecta2. En la Misa ordinaria, la brevedad ha dejado solo el saludo, «Oremos», y la Colecta misma2. Es importante notar que el «Oremos» no se refería directamente a la Colecta, sino a la oración silenciosa que la precedía2. Esto también explica la brevedad de las Colectas más antiguas, que no eran la oración en sí, sino su conclusión, resumiendo las peticiones del pueblo en una frase corta2.

El Concilio Vaticano II (1962-1965) impulsó una significativa revisión del Misal Romano, lo que incluyó modificaciones en las oraciones5. Se buscó aumentar el número de oraciones para corresponder mejor a las nuevas necesidades y se restauró el texto de muchas oraciones basándose en las evidencias más antiguas5. Para cada día ferial de los principales tiempos litúrgicos (Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua), se proveyó una oración propia5. Esta revisión no fue improvisada, sino que se preparó gracias al progreso de las ciencias litúrgicas a lo largo de los cuatro siglos anteriores al concilio5.

Revisión Post-Vaticano II

La edición de 1970 del Misal Romano, resultado de la revisión post-Vaticano II, presenta un conjunto de Colectas para los domingos y días de precepto que difiere del encontrado en el Misal de 19621. La investigación sobre estas diferencias es compleja debido a la multiplicidad de textos involucrados1.

Un estudio detallado de las Colectas dominicales en el Misal de 1970 revela varios puntos interesantes en comparación con las oraciones de los códices litúrgicos latinos antiguos6:

En contraste, de las 32 Colectas dominicales y de días de precepto del Misal de 1962 que no fueron retenidas en el ciclo de 1970, todas (excepto las de las fiestas modernas de la Sagrada Familia y el Santo Nombre de Jesús) habían estado en uso continuo desde el siglo VIII hasta el XVI, cuando fueron incorporadas al misal tridentino6.

Estas observaciones resaltan cómo la reforma litúrgica posterior al Vaticano II no solo recuperó oraciones antiguas, sino que también introdujo nuevas composiciones o adaptaciones para enriquecer y actualizar el patrimonio oracional de la Iglesia, siempre con el objetivo de preservar la sustancia de los ritos mientras se simplificaban5.

Conclusión

La Colecta es mucho más que una simple oración inicial en la Misa; es un resumen teológico y espiritual que prepara a los fieles para la Liturgia de la Palabra y la Eucaristía. Su evolución histórica refleja la vivacidad de la tradición litúrgica de la Iglesia, que, bajo la guía del Espíritu Santo, busca siempre nutrir a sus miembros con la riqueza de la Palabra de Dios y una oración que resuene con las necesidades de cada época5. A través de su formulación trinitaria y su capacidad para condensar el espíritu de la celebración, la Colecta sigue siendo un elemento esencial que une a la comunidad en una oración única y aceptable a Dios Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo5.

Citas

  1. Las colectas en la misa dominical: Un examen de las revisiones del Vaticano II*, Lauren Pristas. Las Colectas en la Misa Dominical: Un Examen de las Revisiones del Vaticano II, § 1. 2 3 4 5

  2. Colecta, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Colecta. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

  3. Parte dos: Las partes de la misa como guía para el tema del congreso - III. El rito introductorio de la misa: Caminando en comunión con Cristo en nuestro prójimo - III.B. El acto penitencial y la ‘colecta’ – en solidaridad unos con otros, El Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. La Eucaristía: Comunión con Cristo y con los demás, § 64 (2012). 2 3

  4. Capítulo II la estructura de la misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la misa - A. Los ritos introductorios - La colecta, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 54 (2003). 2 3 4 5 6 7 8 9

  5. Nuevo misal romano, Papa Pablo VI. El Misal Romano (Missale Romanum) (1969). 2 3 4 5 6 7

  6. Lauren Pristas. Las Colectas en la Misa Dominical: Un Examen de las Revisiones del Vaticano II, § 8. 2 3 4 5 6