Compromiso matrimonial

El compromiso matrimonial, o esponsales, es una promesa mutua y deliberada de matrimonio futuro entre un hombre y una mujer, reconocida por la Iglesia Católica como un paso significativo en la preparación para el sacramento del matrimonio. Si bien no constituye el matrimonio en sí mismo y no impone una obligación legal ineludible de contraerlo, formaliza la intención de los novios de unirse en un pacto conyugal y es una etapa de discernimiento y fidelidad recíproca. A lo largo de la historia de la Iglesia, el compromiso ha tenido diversas formalidades y efectos canónicos, y en la actualidad se busca revalorizarlo como un momento importante en el camino de fe hacia el Sacramento del Matrimonio, orientado a una comprensión profunda de la vocación nupcial y el amor conyugal.
Tabla de contenido
Naturaleza y Significado del Compromiso
El compromiso matrimonial es una promesa, pacto o acuerdo mutuo y libre de un futuro matrimonio entre personas determinadas e idóneas1. No es meramente una intención, sino un acto deliberado que conlleva una obligación proporcionada a su naturaleza. Debe estar libre de coacción, error sustancial o miedo grave, y el consentimiento debe ser sincero y expresado de manera externa, ya sea verbalmente, por escrito o mediante acciones1. Este contrato se distingue del matrimonio mismo, ya que se refiere a un estado futuro, no presente1.
La Iglesia se regocija en prácticas que fomentan la estabilidad y unidad de las parejas, siempre y cuando se respete la libertad de consentimiento y el compromiso personal de los novios2. El compromiso implica una preparación próxima que busca que los jóvenes comprendan que el compromiso asumido mediante el intercambio de su consentimiento ante la Iglesia requiere iniciar un camino de fidelidad recíproca durante el período de noviazgo3.
El Compromiso como Discernimiento y Fidelidad
El rito del compromiso, si bien no genera una obligación legal de casarse y siempre salvaguarda la libertad del consentimiento matrimonial, es un momento significativo en el camino de fe hacia el sacramento del matrimonio4,5,6. En este rito, la Iglesia encomienda a las parejas la misión del discernimiento4. Esto implica que, en los meses previos, la pareja debe alcanzar una certeza interna sobre la decisión de casarse y sobre la persona con la que se casarán4. Cada individuo debe usar el juicio humano prudente y la luz de la fe para concluir en su corazón si esa persona es el compañero o la compañera con quien desea vivir una relación de amor auténtico, fiel y duradero, construir una familia y recorrer un camino de santidad juntos4.
Para las parejas que ya cohabitan, la formalización de su estado de novios a través del rito del compromiso puede proporcionar una dimensión «objetiva» a su relación, que quizás antes solo era comprendida por algunos4.
Formalidades y Aspectos Litúrgicos
Históricamente, las formalidades del compromiso han variado. En algunos países, como España y América Latina, la ceremonia de esponsales ha sido solemne, celebrada ante testigos eclesiásticos o en privado ante familiares y amigos1. Sin embargo, en países de habla inglesa, el compromiso a menudo ocurre sin la presencia de terceros1.
Con el decreto pontificio «Ne Temere» de 1907, la ley eclesiástica fue enmendada para exigir que los esponsales fueran válidos y generaran efectos canónicos solo si se realizaban por escrito, firmados por ambas partes y por el párroco o el ordinario del lugar, o al menos por dos testigos7. Esta medida buscaba resolver las dificultades causadas por la falta de un documento escrito para los esponsales, que antes obligaban a las partes según la ley o costumbre predominante7. Los esponsales clandestinos dejaron de tener valor ante la Iglesia a partir de ese momento7.
Rito de Compromiso
El rito del compromiso debe ser sencillo y sobrio5,6. No debe confundirse con el matrimonio, y por esta razón, la promesa de matrimonio o la bendición especial de los novios nunca deben realizarse durante la celebración de la Misa5,6. El esquema recomendado incluye ritos iniciales, la proclamación de la Palabra de Dios, oraciones de los fieles, un posible «signo de compromiso» (como el intercambio de anillos de compromiso), una oración de bendición y la conclusión del rito5,6. Es crucial que se recuerde explícitamente el aspecto vocacional del matrimonio, y que las lecturas bíblicas y las oraciones se centren en el amor conyugal, el cual es purificado, fortalecido, estabilizado y hecho generoso por el amor de Dios derramado en los corazones humanos5,6.
En las Iglesias Orientales, el Canon 782 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales aborda los esponsales que preceden al matrimonio, aunque sin generar una acción legal para buscar la celebración del matrimonio8. En muchas de estas Iglesias, el compromiso, a menudo llamado el «rito de los anillos», se celebra junto con el rito matrimonial, conocido como el «rito de las coronas»8. El rito de compromiso en este contexto expresa el consentimiento de los futuros esposos, mientras que el de las coronas los introduce en la plenitud de la vida matrimonial8. Este rito no consiste en simples promesas, sino en un compromiso definitivo, por lo que no es apropiado celebrarlo superficialmente o al inicio de los planes matrimoniales8.
El Matrimonio como Alianza y Sacramento
El compromiso es el preámbulo de un paso mucho más profundo: el matrimonio, que la Iglesia Católica entiende como una alianza indisoluble y un sacramento entre bautizados9. Esta alianza conyugal, establecida por el Creador y regida por sus leyes, se enraíza en el consentimiento personal irrevocable de los esposos10. Ambos se entregan de forma definitiva y total el uno al otro, formando «una sola carne»10. Este pacto contraído libremente impone la obligación de conservarlo como único e indisoluble10.
La preparación para el matrimonio, incluso desde la niñez, es fundamental, y el amor en el matrimonio sigue creciendo y profundizando después del intercambio de votos11. El amor matrimonial cristiano posee cuatro cualidades distintivas, que son un reflejo del amor de Dios por la humanidad:
Libre: Los esposos deben entregarse el uno al otro sin coacción, de forma libre y de todo corazón12,13. Un matrimonio forzado no es válido13.
Fiel: Implica la intención de amarse y honrarse mutuamente mientras vivan12. Es una relación exclusiva en la que nadie más puede inmiscuirse13. La alianza que los esposos han contraído libremente implica un amor fiel14.
Para siempre: Los esposos se prometen permanecer unidos por el resto de sus vidas, hasta la muerte12,13,11. La donación total de sí mismos exige permanencia, y el divorcio no es una opción según la enseñanza de Jesús13.
Fecundo: Los esposos deben estar preparados para aceptar los hijos con amor de Dios y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia12,13,15. Estar abiertos a la procreación es parte del plan original de Dios para el matrimonio13.
Estas cuatro cualidades del amor matrimonial son las mismas que caracterizan el amor de alianza de Dios por la humanidad, lo que subraya que el matrimonio fue diseñado por Dios como un signo viviente, el sacramento primordial, de su amor de alianza13,16. El sacramento del matrimonio eleva la unión de los esposos a la imagen de la alianza de amor entre Cristo y su Iglesia, asociándolos al dinamismo del misterio pascual del Salvador y llevando santificación a toda su vida conyugal, a sus hijos, a la Iglesia y a la sociedad2.
Citas
Esponsales, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Esponsales. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. 19 de febrero de 1982: Misa en Libreville (Gabón) - Homilía, § 3 (1982). ↩ ↩2
II. Las etapas o períodos de preparación - B. Preparación próxima, Consejo Pontificio para la Familia. Preparación para el sacramento del matrimonio, § 39 (1996). ↩
II. Una propuesta concreta - Dos aclaraciones - C. Fase catecumenal - Primera etapa: Preparación próxima, Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Itinerarios Catecumenales para la Vida Matrimonial, § 60 (2022). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
II. Una propuesta concreta - Dos aclaraciones - C. Fase catecumenal - Primera etapa: Preparación próxima, Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Itinerarios Catecumenales para la Vida Matrimonial, § 61 (2022). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
II. Una proposta concreta - C. Fase catecumenale - Prima tappa: Preparazione prossima, Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Itinerari Catecumenali per la vita matrimoniale. Orientamenti pastorali per le Chiese particolari (2022), § 61 (2022). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Esponsales, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Esponsales. ↩ ↩2 ↩3
Capítulo X - Matrimonio - 85. Esponsales, Congregación para las Iglesias Orientales. Instrucción para la Aplicación de las Prescripciones Litúrgicas del Código de Cánones de las Iglesias Orientales, § 85 (1996). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
En resumen, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1660 (1992). ↩
III. El amor de los esposos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2364 (1992). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. 9 de junio de 1989: Santa Misa cerca de la antigua iglesia luterana de Uppsala, Suecia - Homilía, § 3 (1989). ↩ ↩2
Anónimo. Tratado 9: ¿Por qué es el Matrimonio un Sacramento? , § 3. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Anónimo. Tratado 9: ¿Por qué es el Matrimonio un Sacramento? , § 4. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
En resumen, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2397 (1992). ↩
Prefacio, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Amor Matrimonial y el Don de la Vida, § 1. ↩
Anónimo. Tratado 9: ¿Por qué es el Matrimonio un Sacramento? , § 2. ↩