Congregación para la Evangelización de los Pueblos
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos fue un dicasterio de la Curia Romana encargado de la difusión del Evangelio y la coordinación de la actividad misionera en todo el mundo. Fundada en 1622 por el Papa Gregorio XV como la Sacra Congregatio de Propaganda Fide, desempeñó un papel crucial en la expansión del catolicismo, especialmente en territorios no católicos. A lo largo de los siglos, su jurisdicción y funciones evolucionaron, abarcando desde la formación del clero nativo y la creación de circunscripciones eclesiásticas hasta la promoción de la cooperación misionera. Su historia está marcada por un profundo compromiso con la missio ad gentes, adaptándose a los desafíos de cada época y sentando las bases para la evangelización contemporánea.
Tabla de contenido
Historia y Establecimiento
La necesidad de una estructura centralizada para la propagación de la fe católica surgió en el siglo XVI, impulsada por los nuevos descubrimientos geográficos y la expansión colonial, así como por la necesidad de contrarrestar el avance del protestantismo1. Inicialmente, el trabajo de evangelización era gestionado por comisiones cardenalicias temporales. Una de las primeras fue instituida por el Papa Gregorio XIII (1572-1585), enfocada en la unión con Roma de los cristianos orientales1. Esta comisión, presidida por el Cardenal Santorio, abordó necesidades prácticas como la fundación de seminarios extranjeros y la impresión de catecismos en múltiples idiomas1.
La debilidad de estas comisiones radicaba en su naturaleza personal y transitoria, dependiendo de la energía de sus miembros y de la continuidad papal1. Para asegurar la permanencia de esta labor, el Papa Gregorio XV estableció formalmente la Sacra Congregatio de Propaganda Fide en 16221,2. Esta fundación marcó una nueva era en la historia de las misiones, caracterizada por un sentido más profundo de unidad y catolicidad en las directrices del apostolado misionero2. El sucesor de Gregorio XV, Urbano VIII (1623-1644), quien había sido uno de los miembros originales de la congregación, continuó su organización y expansión1.
Estructura y Jurisdicción
A lo largo de su historia, la Congregación de Propaganda Fide, como se la conocía comúnmente, ejerció una vasta autoridad y jurisdicción1. Su ámbito geográfico cubría principalmente aquellos países que no eran católicos en su gobierno, aunque hubo excepciones1.
Organización Interna
La Congregación estaba compuesta por un cuerpo de cardenales elegidos por el Papa, conocidos como los «Eminentissimi Patres Consilii Christiano nomini Propagando»1. La máxima autoridad residía en este cuerpo, encargado de la creación y división de diócesis, vicariatos y prefecturas, así como de la selección de obispos y superiores de misiones1. Se reunía regularmente para tratar asuntos tanto del rito latino como de los ritos orientales1.
El Cardenal Prefecto General era el jefe ordinario de la Congregación, responsable de gestionar los asuntos corrientes y los temas más importantes1. Contaba con un Secretario General, un prelado que actuaba como su principal asistente, y un Subsecretario1. Con la Constitución Sapienti Consilio, se realizaron ajustes en su estructura, aunque la esencia de su organización se mantuvo desde aproximadamente 16501.
Colegios y Seminarios
Una de las contribuciones más significativas de la Congregación fue el establecimiento de centros educativos para el clero. Urbano VIII fundó el Collegium Urbanum (Colegio Urbano) en 1627, con la bula Immortalis Dei, ubicado en el propio palacio de la Congregación en Roma1. Este seminario central estaba destinado a educar a jóvenes eclesiásticos para las misiones, tanto para países sin un colegio nacional como para aquellos que sí los tenían, fomentando una formación internacional1. La Congregación también promovía la formación del clero secular y de los catequistas en los territorios bajo su competencia3.
Competencias y Funciones
Las competencias de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos eran amplias y fundamentales para la misión de la Iglesia.
Dirección y Coordinación Misionera
Era responsabilidad de la Congregación «dirigir y coordinar en todo el mundo la obra de evangelización de los pueblos y de cooperación misionera»4,5,6. Esto incluía la elaboración de planes de acción, la emisión de normas y directrices, y el establecimiento de principios para la evangelización, adaptados a las necesidades de cada tiempo y lugar7,5. Se encargaba de reclutar misioneros y distribuirlos según las necesidades más urgentes de las diferentes regiones, además de asistir en las etapas iniciales de su trabajo5.
El Papa Juan Pablo II enfatizó la importancia central de esta Congregación como un «centro de alcance, dirección y coordinación» para relanzar la missio ad gentes, invitando a las Conferencias Episcopales, superiores de órdenes religiosas e institutos, y organizaciones laicas a cooperar fielmente con ella5.
Promoción de Vocaciones y Formación
La Congregación tomaba medidas para despertar vocaciones misioneras, tanto clericales como religiosas y laicas3. También se ocupaba de la educación del clero secular y de los catequistas en los territorios bajo su jurisdicción3.
Establecimiento y Sostenimiento de Iglesias Locales
Dentro de su competencia estaban los territorios de misión, y se ocupaba de todo lo relacionado con el establecimiento y cambio de circunscripciones eclesiásticas, así como de la provisión de estas Iglesias8. Cumplía funciones similares a las de la Congregación para los Obispos, pero en el contexto de las misiones8.
Cooperación Misionera
Para fomentar la cooperación misionera y la recolección y distribución equitativa de subsidios, la Congregación utilizaba principalmente las Obras Misionales Pontificias9. Estas incluían la Sociedad para la Propagación de la Fe, la Sociedad de San Pedro Apóstol y la Obra de la Santa Infancia, así como la Unión Misional Pontificia del Clero9,2. La Sociedad para la Propagación de la Fe, fundada por la joven francesa Pauline Jaricot en 1822, fue declarada «órgano propio de la Sede Apostólica» en 1922 por Pío XI, junto con las otras obras, para apoyar todas las misiones católicas2.
La Congregación también administraba sus propios fondos y otros recursos destinados a las misiones, rindiendo cuentas a la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede10.
La Misión ad Gentes y los Nuevos Areópagos
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos siempre estuvo orientada a la missio ad gentes, es decir, la misión dirigida a aquellos que aún no conocen a Cristo5,11,12. Los Papas destacaron la necesidad de esta misión y la importancia de la Congregación en ese empeño.
El Papa Juan Pablo II, en su encíclica Redemptoris Missio, reafirmó la importancia del papel de la Congregación en la reflexión y los programas de acción para que la Iglesia estuviera más decididamente orientada a la misión en sus diversas formas5. Subrayó que, en una eclesiología de comunión donde toda la Iglesia es misionera, las vocaciones e instituciones específicas para el trabajo misionero ad gentes siguen siendo indispensables5.
El Papa Benedicto XVI, en un mensaje a la Asamblea Plenaria de la Congregación en 2009, abordó el tema «San Pablo y los Nuevos Areópagos»13. Hizo referencia al discurso de San Pablo en el Areópago de Atenas como un ejemplo de evangelización «inculturada»13. Los «nuevos areópagos» simbolizan los nuevos sectores donde el Evangelio debe ser proclamado, considerando los numerosos cambios sociales y culturales de la época13. La tarea no es solo predicar el Evangelio, sino también influir y transformar los criterios de juicio, los valores determinantes y los modelos de vida de la humanidad que contrastan con la Palabra de Dios13.
Relación con las Iglesias Orientales
Históricamente, la relación entre las Iglesias Orientales y la Congregación para la Evangelización de los Pueblos fue compleja. Originalmente, las cuestiones de los cristianos de Oriente y de los no cristianos no estaban separadas, y la Propaganda Fide abordaba ambos aspectos14. Sin embargo, a menudo surgió la necesidad de abordar específicamente el Christianismo Oriental, lo que llevó a la creación de varias sub-congregaciones, como la «para Corregir los Libros del Euchologion de los Griegos»14.
En 1862, Pío IX creó una sub-congregación «para los Asuntos del Rito Oriental», lo que marcó una fase intermedia hacia la emancipación del Oriente cristiano de la Congregación de Propaganda Fide14. Esta separación, fuertemente deseada por los orientales, se concretó posteriormente con el establecimiento de la Congregación para las Iglesias Orientales14. Sin embargo, la Pastor Bonus de Juan Pablo II en 1988 todavía mencionaba que la Congregación para la Evangelización de los Pueblos ejercía su competencia «sin perjuicio de la competencia de la Congregación para las Iglesias Orientales»4,5.
Legado y Reorganización
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con su larga e ilustre historia5, desempeñó un papel fundamental en la configuración de la Iglesia Católica global. Su trabajo ha sido clave para la expansión del catolicismo a nuevas tierras y para el establecimiento de numerosas Iglesias locales.
En 2022, con la promulgación de la constitución apostólica Praedicate Evangelium del Papa Francisco, la Congregación fue renombrada y sus funciones se integraron en el nuevo Dicasterio para la Evangelización. Este cambio reflejó un esfuerzo por reestructurar la Curia Romana y enfatizar la dimensión misionera inherente a toda la Iglesia, colocando la evangelización en el centro de la administración vaticana. La sección de este dicasterio que anteriormente era la Congregación para la Evangelización de los Pueblos sigue siendo fundamental en el apoyo a las Iglesias jóvenes y en la promoción de la misión ad gentes.
Conclusión
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos fue una institución vital en la historia de la Iglesia, actuando como el motor principal de la misión global. Desde su fundación, no solo coordinó la expansión geográfica del catolicismo, sino que también sentó las bases para el desarrollo del clero nativo y la consolidación de las Iglesias locales en los territorios de misión. Su legado perdura en el Dicasterio para la Evangelización, que continúa la labor de llevar el mensaje de Cristo a todos los rincones del mundo, adaptándose a los desafíos contemporáneos y promoviendo la vitalidad misionera de toda la Iglesia.
Citas
Sagrada Congregación de Propaganda, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Sagrada Congregación de Propaganda. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16
Tre anniversari, Papa Pablo VI. Jornada Mundial de las Misiones 1972 (1972). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 88 (1988). ↩ ↩2 ↩3
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 85 (1988). ↩ ↩2
Capítulo VI - Dirigentes y colaboradores en el apostolado misionero - La Congregación para la Evangelización de los Pueblos y otras estructuras para la actividad misionera, Papa Juan Pablo II. Redemptoris Missio, § 75 (1990). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9
III. Le sacre congregazioni - Capo IX. La sacra congregazione per l’evangelizzazione dei popoli o per la propagazione della fede, Papa Pablo VI. Regimini Ecclesiae Universae, § 82 (1967). ↩
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 86 (1988). ↩
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 89 (1988). ↩ ↩2
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 91 (1988). ↩ ↩2
III - Congregaciones - Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. Pastor Bonus, §Art. 92 (1988). ↩
A los obispos participantes en el curso de formación organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. A los Obispos participantes en el Curso de formación organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (septiembre 19, 2003), § 1 (2003). ↩
Discurso de Juan Pablo II a la asamblea plenaria de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Papa Juan Pablo II. A los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (mayo 24, 2003), § 1 (2003). ↩
Papa Benedicto XVI. Mensaje a S.Em. Card. Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos con ocasión de la Asamblea Plenaria de la Congregación sobre: «San Pablo y los Nuevos Areópagos» [Universidad Pontificia Urbaniana, 16-18 noviembre 2009] (noviembre 13, 2009) (2009). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Congregación para la Iglesia/Iglesias Orientales, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Congregación para la Iglesia/Iglesias Orientales (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4