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Cruz

Coronación mariana

La coronación mariana es un acto litúrgico y una devoción católica que expresa la creencia en la realeza de la Santísima Virgen María. A través de este rito, se coloca una corona sobre una imagen de María, a menudo acompañada por la coronación de una imagen de Jesús, simbolizando su participación en el reino de su Hijo. Esta práctica, enraizada en la fe del pueblo de Dios, subraya la dignidad de María como Madre de Dios y su papel como Reina del Cielo y de la Tierra, una verdad que ha sido reconocida y promovida por diversos Papas a lo largo de la historia.

Tabla de contenido

Orígenes y Desarrollo de la Devoción

La devoción a María como Reina se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Ya en el siglo V, casi al mismo tiempo que el Concilio de Éfeso la proclamó Madre de Dios, se comenzó a atribuirle el título de Reina1. Este reconocimiento de su sublime dignidad la sitúa por encima de todas las criaturas y resalta su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero1. San Juan Damasceno, por ejemplo, la llamó «Soberana», afirmando que «Cuando se convirtió en Madre del Creador, verdaderamente se convirtió en reina de todas las criaturas»1.

La iconografía cristiana también ha desempeñado un papel crucial en la difusión de esta devoción. Desde el Concilio de Éfeso, el arte ha representado a María como Reina y Emperatriz, sentada en un trono real, adornada con insignias reales, coronada con una diadema y rodeada de ángeles y santos en el cielo2. Estas representaciones artísticas no solo muestran a María reinando sobre la naturaleza y sus poderes, sino también sobre las maquinaciones de Satanás2.

El Significado Teológico de la Realeza de María

La realeza de María está intrínsecamente ligada a la realeza de su Hijo, Jesucristo. En el sentido pleno y estricto del término, solo Jesucristo, el Dios-Hombre, es Rey3. Sin embargo, María, como Madre del Cristo divino y su asociada en la redención, en su lucha contra sus enemigos y en su victoria final sobre ellos, comparte de manera limitada y análoga su dignidad real3.

La participación de María en el reino de Cristo tiene su inicio decisivo en su unión con la Cruz y la muerte de su Hijo4. Unida a Él en el despojo, también está unida en la gloria, que se manifiesta principalmente a través de la Resurrección4. La Iglesia cree que la Madre de Dios participa en la Resurrección de Cristo mediante su Asunción al cielo4. La Asunta también participa en ese reino del cual oyó hablar en el momento de la Anunciación: «Su reino no tendrá fin» (Lc 1, 32-33)4,5,6. Ella participa en este reino como Madre y lo hace de manera maternal4.

La realeza de María se extiende a su intercesión eficaz por toda la humanidad, lo cual es una parte esencial de su oficio real7. Dios ha confiado a María el tesoro de todas las cosas buenas, para que todos sepan que a través de ella se obtienen toda esperanza, toda gracia y toda salvación8.

La Coronación Mariana como Acto Litúrgico

La coronación de una imagen de María es un acto litúrgico que expresa la fe del pueblo de Dios en la realeza de la Madre de Cristo4,9. Cuando se realiza este acto, primero se coloca una corona sobre la cabeza de Jesús, el Cristo, y luego sobre la de María5. Esto subraya la verdad evangélica sobre el reino de Cristo, y junto a ella, emerge la verdad sobre el reino de María4.

Este rito se ha desarrollado a lo largo de los siglos a partir de la piadosa práctica de adornar las imágenes de la Virgen10. Los Romanos Pontífices, favoreciendo estas formas de devoción popular, han coronado a menudo, ya sea en persona o a través de representantes, imágenes de la Virgen Madre de Dios que ya eran destacadas por su veneración pública11. La corona misma, como todas las cosas dedicadas al uso de la Iglesia, es bendecida antes de ser colocada10.

Un ejemplo notable es la coronación de la imagen de Nuestra Señora en Santa María la Mayor en Roma. Papas como Clemente VIII y Gregorio XVI presentaron coronas para adornarla, y el ceremonial utilizado en esa ocasión se convirtió en un estándar para funciones similares10. El Capítulo de San Pedro tiene el derecho de coronar estatuas e imágenes de Nuestra Señora desde el siglo XVII10.

Ejemplos de Coronaciones Papales

Numerosos Papas han realizado o autorizado coronaciones marianas, lo que demuestra la importancia de esta devoción en la vida de la Iglesia:

La Fiesta de la Realeza de María

La fiesta de la Realeza de María fue establecida por el Papa Pío XII en su encíclica Ad Caeli Reginam en 195415. Esta fiesta, que se celebra el 31 de mayo, busca que la verdad sólidamente establecida de la realeza de María brille más claramente para todos, como una lámpara luminosa elevada en alto15. Pío XII expresó la esperanza de que, a través de la consagración al Inmaculado Corazón de María, comenzara una nueva era de paz cristiana y triunfo de la religión15.

Conclusión

La coronación mariana es una profunda expresión de la fe católica en la dignidad y el papel de la Santísima Virgen María como Reina. A través de este acto litúrgico y la devoción popular, los fieles reconocen la unión de María con su Hijo en la redención y en la gloria, y su intercesión maternal por toda la humanidad. La realeza de María, aunque distinta de la de Cristo, es una participación en su reino eterno, arraigada en su maternidad divina y su cooperación en el plan salvífico de Dios.

Citas

  1. Los cristianos miran a María Reina, Papa Juan Pablo II. Audiencia General de 23 Julio 1997, § 1 (1997). 2 3

  2. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 32 (1954). 2

  3. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 39 (1954). 2

  4. Papa Juan Pablo II. Ceremonia de coronación de cuatro imágenes marianas en Jasna Gora (Junio 19, 1983) - Discurso, § 3 (1983). 2 3 4 5 6 7 8

  5. Papa Juan Pablo II. Ceremonia de coronación de cuatro imágenes marianas en Jasna Gora (Junio 19, 1983) - Discurso, § 1 (1983). 2 3

  6. Papa Pablo VI. Mensaje radiofónico con ocasión del homenaje de la Rosa de Oro al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (Mayo 31, 1966) - Discurso (1966).

  7. Su unión con el misterio de la vida de Jesús, Manfred Hauke. La Mediación Materna de María en Cristo: Una Reflexión Sistemática, § 10.

  8. Papa Pío IX. Ubi Primum - Sobre la Inmaculada Concepción (1849).

  9. Papa Juan Pablo II. Ceremonia de coronación de cuatro imágenes marianas en Jasna Gora (Junio 19, 1983) - Discurso, § 4 (1983).

  10. Veneración de imágenes, La Prensa Enciclopédica. Enciclopedia Católica, § Veneración de Imágenes. 2 3 4

  11. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 33 (1954).

  12. Papa Juan Pablo II. Oración en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María (Diciembre 8, 2000) - Discurso, § 1 (2000).

  13. Papa Francisco. Carta del Santo Padre al Enviado especial para la Misa en el Santuario de la Madonna dell’Arco de Sant’Anastasia (15 Agosto 2024) (2024).

  14. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 3 (1954).

  15. Sobre la proclamación de la realeza de María, Papa Pío XII. Ad Caeli Reginam, § 47 (1954). 2 3 4

  16. Papa Juan Pablo II. Ceremonia de coronación de cuatro imágenes marianas en Jasna Gora (Junio 19, 1983) - Discurso, § 5 (1983).

  17. Papa Juan Pablo II. Carta Apostólica al Pueblo Católico de Hungría para la conclusión del «Milenio Húngaro», § 6 (2001).