Devoción

La devoción en el Catolicismo se refiere a la pronta voluntad de entregarse al servicio de Dios, un acto interior de la virtud de la religión que alimenta la caridad y se manifiesta a través de diversas prácticas exteriores. A lo largo de la historia de la Iglesia, la devoción ha evolucionado, dando lugar a múltiples expresiones que buscan profundizar la relación del fiel con las Personas Divinas, la Santísima Virgen María y los santos, siempre en armonía con la liturgia.
Tabla de contenido
Naturaleza de la Devoción
La devoción, según la teología católica, no es simplemente un sentimiento, sino un acto de la voluntad1,2. Santo Tomás de Aquino la define como la «voluntad de entregarse prontamente a las cosas que conciernen al servicio de Dios»2,3. Esta disposición interior implica una entrega total y pronta del ser humano a la autoridad soberana y trascendente de Dios2.
Devoción y Caridad
La caridad, que se identifica con la amistad con Dios, es alimentada por la devoción2. Aunque la devoción no causa la caridad en un sentido estricto, ya que Dios es el autor principal de la gracia, la devoción «nutre» la caridad al hacer que la voluntad esté pronta para ofrecer el servicio divino2,3. Así como la amistad se conserva y aumenta mediante la meditación y el ejercicio de actos amistosos, la caridad se fortalece a través de la devoción2,3. La devoción, al inclinar la voluntad hacia Dios, inclina a la persona entera hacia Él, anticipando la totalidad de la caridad2.
Devoción y la Virtud de la Religión
La devoción es el acto principal de la virtud de la religión1. La virtud de la religión es una virtud moral infusa que ordena al ser humano a los actos de culto divino1. La devoción asegura que el servicio a Dios sea el fin o propósito de todos los demás actos de religión y de todas las demás virtudes morales1. Junto con la oración, que es la entrega de la mente a Dios, la devoción constituye los actos interiores de la virtud infusa de la religión, ocupando la devoción una posición de primacía1,3. Los actos exteriores de adoración, sacrificio, ofrendas, votos y diezmos se convierten en actos propios de la virtud de la religión solo a través de la devoción interior1.
Prácticas Devocionales
Las devociones se manifiestan a través de diversas prácticas exteriores animadas por una actitud interior de fe4,5. Estas prácticas expresan una relación particular del fiel con las Personas Divinas, la Santísima Virgen María en sus privilegios de gracia y títulos, o con los santos en su configuración con Cristo y su papel en la vida de la Iglesia4,5.
Ejemplos de prácticas devocionales incluyen4,5:
Textos de oración y canto.
Observancia de tiempos y visita a lugares particulares.
Insignias, medallas, hábitos y costumbres.
Desarrollo Histórico de la Devoción
La historia de la devoción en la Iglesia Católica ha sido rica y compleja, con diversas expresiones emergiendo y evolucionando a lo largo de los siglos.
Edad Media
Durante la Edad Media, surgieron y se desarrollaron muchas formas de piedad popular, algunas de las cuales han perdurado hasta nuestros días6,7:
Representaciones sagradas: Dramatizaciones de los misterios del año litúrgico, especialmente los eventos salvíficos del nacimiento de Cristo, su pasión, muerte y resurrección6,7.
Poesía vernácula: El surgimiento de la poesía en lengua vulgar facilitó la participación de los fieles en la piedad popular6,7.
Formas devocionales alternativas: Aparecieron devociones que complementaban o, en ocasiones, sustituían expresiones litúrgicas. Por ejemplo, las formas de adoración eucarística compensaban la rara recepción de la Sagrada Comunión, y el Rosario tendió a sustituir el Salterio a finales de la Edad Media6,7. Los ejercicios piadosos del Viernes Santo también se convirtieron en un sustituto de la liturgia propia de ese día para muchos fieles6,7.
Culto a la Virgen y los Santos: Se incrementaron las devociones populares a la Santísima Virgen María y a los santos, incluyendo peregrinaciones, veneración de reliquias, letanías y sufragios por los difuntos6,7,8.
Ritos de bendición: Se desarrollaron considerablemente, incorporando elementos cristianos y reflejando sensibilidades naturalistas y creencias precristianas6,7.
Tiempos sagrados populares: Se establecieron periodos devocionales como triduos, octavas, novenas y meses dedicados a devociones particulares, a menudo al margen del ritmo del año litúrgico6,7.
A pesar de esta riqueza, la relación entre la liturgia y la piedad popular en la Edad Media era compleja y a veces dualista. Mientras la liturgia inspiraba y fecundaba la piedad popular, algunas formas de piedad popular también eran asumidas e integradas en la liturgia9,10. Sin embargo, hacia el final de la Edad Media, ambos experimentaron una crisis, con elementos secundarios de la liturgia adquiriendo una relevancia excesiva y la piedad popular sufriendo desviaciones y exageraciones por falta de catequesis adecuada9,10.
Época Moderna
El inicio de la época moderna no fue propicio para un equilibrio entre liturgia y piedad popular11,12. La devotio moderna del siglo XV, aunque promovió ejercicios piadosos meditativos y afectivos centrados en la humanidad de Cristo (su infancia, vida oculta, pasión y muerte), priorizó la contemplación y la subjetividad, lo que hizo que la liturgia no fuera vista como la fuente primaria de la vida cristiana por muchos11,12.
Sin embargo, en periodos posteriores, por designio divino, surgieron y se popularizaron tendencias y prácticas devocionales no directamente relacionadas con la liturgia sagrada13. Entre ellas destacan la devoción a la Santísima Eucaristía, a la pasión de Cristo, al Sagrado Corazón de Jesús, a la Virgen María y a San José13,14. El Papa Juan XXIII, por ejemplo, destacó el apoyo papal a devociones como el Santo Nombre de Jesús y el Sagrado Corazón, enriqueciéndolas con gracias espirituales y aprobando sus oficios y letanías14.
Época Contemporánea
El siglo XIX vio un resurgimiento de la liturgia, pero también un crecimiento significativo de la piedad popular15. El romanticismo redescubrió el sentido religioso del hombre y promovió la comprensión de los elementos de la piedad popular, enfatizando su importancia en el culto15.
Un fenómeno crucial de este período fue el surgimiento de cultos locales, a menudo asociados con eventos prodigiosos como milagros y apariciones, que gradualmente recibieron aprobación oficial y fueron asumidos en la liturgia15. Santuarios marianos y centros de peregrinación, así como liturgias eucarísticas y penitenciales, son ejemplos emblemáticos de esta interacción15. A pesar de la expansión de la piedad popular y el resurgimiento litúrgico, la relación en el siglo XIX se vio afectada por una superposición acentuada de ejercicios piadosos sobre las acciones litúrgicas, un fenómeno ya presente desde la Reforma Católica15.
La Devoción en la Vida del Fiel
La devoción es un elemento esencial para la vida espiritual del católico, ya que fomenta una entrega profunda y constante a Dios. Al alimentar la caridad, que es la forma más alta de amor, la devoción permite al creyente crecer en su relación con el Creador y con los demás. A través de la oración y de actos de culto, tanto interiores como exteriores, el fiel expresa su reverencia y su deseo de servir a Dios, buscando siempre conformar su voluntad a la Divina1,3. La consideración de la Pasión de Cristo, por ejemplo, es un poderoso incentivo para la devoción que lleva al amor de Dios, provocando tanto dolor por el pecado como alegría por la bondad de Dios en la salvación3.
Citas
Reinhard Hütter. Felicidad y religión: Por qué la virtud de la religión es indispensable para alcanzar el fin último. Una relectura de Tomás de Aquino con la mirada puesta en su relevancia contemporánea, § 35. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Gregory Pine, O.P. La vida religiosa como estado de perfección, § 17. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Daria Spezzano. Sed imitadores de Dios (Ef 5:1): Tomás de Aquino sobre la caridad y la satisfacción, § 30. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Introducción - Devociones, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (9 de abril de 2002), § 8 (2002). ↩ ↩2 ↩3
Introducción - Aquellos a quienes se dirige el directorio - Devociones, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y directrices, § 8 (2001). ↩ ↩2 ↩3
Parte primera: Tendencias emergentes: historia, magisterio y teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular en perspectiva histórica - Liturgia y piedad popular a lo largo de los siglos - La Edad Media, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y directrices, § 32 (2001). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Parte primera: Líneas emergentes de la historia, del magisterio y de la teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular a la luz de la historia - En la Edad Media, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (9 de abril de 2002), § 32 (2002). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Papa Juan Pablo II. Mensaje al Congreso Mariano de Zaragoza (12 de octubre de 1979) - Discurso (1979). ↩
Parte primera: Tendencias emergentes: historia, magisterio y teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular en perspectiva histórica - Liturgia y piedad popular a lo largo de los siglos - La Edad Media, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y directrices, § 33 (2001). ↩ ↩2
Parte primera: Líneas emergentes de la historia, del magisterio y de la teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular a la luz de la historia - En la Edad Media, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (9 de abril de 2002), § 33 (2002). ↩ ↩2
Parte primera: Líneas emergentes de la historia, del magisterio y de la teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular a la luz de la historia - En la época moderna, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia (9 de abril de 2002), § 34 (2002). ↩ ↩2
Parte primera: Tendencias emergentes: historia, magisterio y teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular en perspectiva histórica - Liturgia y piedad popular a lo largo de los siglos - El período moderno, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y directrices, § 34 (2001). ↩ ↩2
Papa Pío XII. Mediator Dei, § 54 (1947). ↩ ↩2
Inde a Primis, Promoviendo la Devoción a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo (30 de junio de 1960), Papa Juan XXIII. Inde a Primis, Promoviendo la Devoción a la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo (30 de junio de 1960) (1960). ↩ ↩2
Parte primera: Tendencias emergentes: historia, magisterio y teología - Capítulo I: Liturgia y piedad popular en perspectiva histórica - Liturgia y piedad popular a lo largo de los siglos - El período contemporáneo, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y directrices, § 45 (2001). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5