Didaché

La Didaché (del griego, $\Delta\iota\delta\alpha\chi\eta$, que significa «Enseñanza» o «Doctrina»), cuyo título completo es Didaché tōn dōdeka apostolōn o Didachē Kyriou dia tōn dōdeka apostolōn tois ethnesin («La Enseñanza del Señor a las Naciones por medio de los Doce Apóstoles»), es uno de los documentos más antiguos de la literatura cristiana, datado probablemente en el siglo I en un entorno siro-occidental. Este breve tratado es fundamental para comprender las prácticas y la organización de las primeras comunidades cristianas, ya que aborda temas de moral, liturgia, y disciplina eclesiástica. A lo largo de la historia, fue considerado por algunos Padres de la Iglesia como un texto cercano a la Sagrada Escritura, aunque finalmente fue clasificado entre los escritos spuria (apócrifos o no canónicos) por figuras como Eusebio de Cesarea1. Su redescubrimiento en 1873 fue un hito crucial para la patrología y el estudio de los orígenes cristianos1,2.
Tabla de contenido
Origen, Descubrimiento y Transmisión
La Didaché es un documento anónimo que parece reflejar una tradición precedente y fue editado probablemente en el siglo I en un ambiente siro-occidental2.
Redescubrimiento y Manuscritos
El manuscrito de la Didaché se perdió para la tradición occidental durante siglos. Fue redescubierto en 1873 en Constantinopla por Philotheus Bryennius, el metropolitano griego ortodoxo de Nicomedia, quien lo publicó en 18832,1. El título en el manuscrito es Didache kyriou dia ton dodeka apostolon ethesin, aunque también presenta el encabezado Didache ton dodeka apostolon1.
Además del manuscrito griego principal, existen otras versiones que atestiguan su amplia circulación:
Fue traducida al copto (solo parcialmente) y al etíope clásico (Gé‘éz). Una versión georgiana parece haber sido compilada en tiempos más recientes2.
Existe una antigua traducción latina de los capítulos I-V, descubierta por el Dr. J. Schlecht en 1900. Esta versión latina utiliza el título más largo, omitiendo «doce», y tiene la rúbrica De doctrinâ Apostolorum1.
Circulación e Influencia en la Antigüedad
La Didaché tuvo una notable circulación e importancia en el cristianismo antiguo2. Fue citada por Padres de la Iglesia como Clemente de Alejandría y Orígenes2.
Su influencia se extendió a otros textos canónicos y litúrgicos posteriores:
Fue utilizada por la Didascalia Apostolica (Didaskaliai Apostolica) y las Constituciones Apostólicas (particularmente en el libro 7, capítulos 1–32)2,3. El redescubrimiento de la Didaché reveló la fidelidad con la que el compilador de las Constituciones Apostólicas la incorporó, a menudo palabra por palabra, en su expansión de los preceptos3.
Eusebio de Cesarea la mencionó, junto con otros textos como el Pastor de Hermas y la Epístola de Bernabé, colocándola entre los escritos spuria (no canónicos) después de los libros de la Escritura1.
San Atanasio y Rufino la añadieron a las listas de libros sapienciales y otros libros deuterocanónicos, dándole un lugar similar en sus catálogos1.
Contenido y Estructura
Por conveniencia, el contenido de la Didaché se divide tradicionalmente en tres partes principales: moral, liturgia/ritual, y disciplina eclesiástica1.
Primera Parte: La Doctrina de las Dos Vías (Capítulos 1–6)
La primera sección del documento se centra en la enseñanza de las «Dos Vías»: la Vía de la Vida y la Vía de la Muerte1,4. Esta parte es de carácter moral y tiene una afinidad con el «Manual de Disciplina» de Qumrán, lo que sugiere que esta sección pudo haber tenido una circulación independiente del resto de la Didaché2.
La Vía de la Vida
La Vía de la Vida comienza con los dos grandes mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo como a uno mismo4. La enseñanza moral es profundamente evangélica, reflejando preceptos de Jesús:
Amor a los enemigos: Se enseña a bendecir a quienes maldicen, a orar por los enemigos, y a ayunar por los perseguidores4.
No resistencia al mal: Se incluyen las instrucciones de poner la otra mejilla, ir dos millas si se es forzado a ir una, y dar el manto si alguien toma la túnica4.
Caridad y justicia: Se exhorta a compartir todas las cosas con el hermano y a no decir que son propias, ya que si se es partícipe de lo inmortal, cuánto más de lo mortal5. Se debe dar limosna sin dudar ni murmurar, sabiendo que Dios es el «buen pagador del salario»5.
Disciplina y respeto: Se dan instrucciones sobre la crianza de los hijos en el temor de Dios y sobre el trato justo a los siervos, recordándoles que tanto siervos como amos esperan en el mismo Dios5.
Se subraya la necesidad de confesar las transgresiones en la iglesia y de no acercarse a la oración con mala conciencia5.
Segunda Parte: Instituciones Litúrgicas (Capítulos 7–10)
Esta parte aborda las instituciones litúrgicas fundamentales de la comunidad primitiva, presentando elementos de una manera muy arcaica, donde la liturgia y la ley aún se mezclan de forma indistinta2.
Bautismo
El Didaché proporciona una instrucción detallada sobre el bautismo, el cual debe ser conferido «en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo»1,6.
Se prescribe el uso de «agua viva» (agua corriente) si es posible. Si no se dispone de agua viva, se puede usar agua fría o incluso tibia6.
Se permite la infusión (derramar agua tres veces sobre la cabeza) si el agua es insuficiente para la inmersión1,6.
Se ordena que el bautizador, el bautizado, y otros que puedan, ayunen por uno o dos días antes del rito1,6.
Ayuno y Oración
La Didaché establece normas para el ayuno y la oración, diferenciando las prácticas cristianas de las judías (llamadas «hipócritas»):
Los cristianos no deben ayunar los lunes y jueves, sino los miércoles y viernes («el cuarto día y la Preparación»)1,7.
La oración no debe ser como la de los «hipócritas», sino que se debe rezar el Padre Nuestro tres veces al día1,7. El texto del Padrenuestro en la Didaché incluye la doxología: «porque Tuyo es el poder y la gloria por siempre»1,7.
La Eucaristía (Acción de Gracias)
Los capítulos 9 y 10 contienen oraciones de «Acción de Gracias» (Eucharistia) que son de gran interés para los estudios litúrgicos, ya que presentan oraciones eucarísticas de una forma muy primitiva2.
Las oraciones de acción de gracias mencionan primero el cáliz y luego el pan, lo cual es inusual en liturgias posteriores, pero se alinea con el texto occidental de San Lucas y parece provenir de una bendición judía de pan y vino1.
Oración sobre el Cáliz (antes del pan): «Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa Viña de David Tu siervo, la cual nos has dado a conocer por medio de Jesús Tu Siervo; a Ti sea la gloria por siempre.»8,9.
Oración sobre el Pan Partido (Fragmento): «Te damos gracias, Padre nuestro, por la Vida y el conocimiento que nos has dado a conocer por medio de Jesús Tu Siervo; a Ti sea la gloria por siempre. Así como este pan partido estaba disperso sobre los montes, y fue reunido para hacerse uno, así sea reunida Tu Iglesia desde los confines de la tierra en Tu reino; porque Tuyo es la gloria y el poder por siempre a través de Jesucristo.»8,9.
El texto es claro en que solo los bautizados pueden comer o beber de la Eucaristía (Acción de Gracias), citando la advertencia del Señor: «No deis lo santo a los perros»1,8,9.
Oración después de la Comunión
Después de haber sido llenados, se ofrece una acción de gracias más larga, en la que se menciona el «alimento y bebida espiritual y vida eterna» que Dios dio a través de Jesús, Su Siervo10,1.
Esta oración concluye con exclamaciones arcaicas que reflejan la inminente expectativa de la Segunda Venida de Cristo1:
«¡Venga la gracia, y que pase este mundo! ¡Hosanna al Dios (Hijo) de David! Si alguno es santo, que se acerque; si alguno no lo es, que se arrepienta. Maran atha. Amén.»10.
Se permite a los profetas hacer la Acción de Gracias «tanto como deseen,» lo que sugiere una libertad para improvisar la oración eucarística en las asambleas, un signo de su fecha temprana1,10,9.
Tercera Parte: Instituciones Eclesiales y Escatología (Capítulos 11–16)
La parte final aborda la disciplina de la comunidad, el ministerio, y la escatología.
El Ministerio Itinerante y Local
La Didaché refleja una etapa temprana de la organización de la Iglesia, caracterizada por un doble ministerio1:
Ministerio Itinerante (Apóstoles y Profetas):
Apóstoles: Deben ser recibidos como el Señor, pero solo pueden quedarse uno o dos días. Si se quedan tres, es un falso profeta. Al partir, no deben llevar nada más que pan. Si pide dinero, es un falso profeta1.
Profetas: Son figuras carismáticas a quienes se les permite improvisar la acción de gracias eucarística1,10. Se considera un pecado imperdonable juzgarlos cuando hablan en el Espíritu, pero deben ser evaluados por su moral; si buscan ganancia, deben ser rechazados1. Los profetas son considerados los Sumos Sacerdotes de la comunidad, y se les deben dar las primicias. Si no hay profeta, las primicias deben darse a los pobres1.
Ministerio Local (Obispos y Diáconos):
La Didaché instruye a la comunidad a ordenar para sí mismos obispos y diáconos, que sean dignos del Señor, de temperamento apacible, honestos y no codiciosos9.
Estos ministros locales son importantes porque también realizan las funciones de profetas y maestros para la comunidad9.
El texto menciona obispos y diáconos, pero no presbíteros. Los obispos son claramente presbíteros-obispos, reflejando una estructura similar a la que se encuentra en los escritos de San Pablo (Filipenses 1:1) y San Clemente1. Esta simple estructura eclesiástica, previa al establecimiento del «obispo monárquico» (como se ve en San Ignacio de Antioquía, c. 107-117), es un fuerte indicio de la antigüedad de la Didaché1.
El Día del Señor
El capítulo 14 establece que la asamblea debe reunirse en el Día del Señor (domingo) para «partir el pan y dar gracias,» pero solo después de haber confesado las transgresiones, para que el Sacrificio sea puro9. Esto se relaciona con la profecía de Malaquías sobre la «oblación limpia»9,1.
Escatología
El documento concluye con una exhortación a la vigilancia y la preparación para la segunda venida de Cristo, advirtiendo sobre las señales del fin, como la aparición del «engañador del mundo» (el Anticristo)1.
Importancia Teológica y Litúrgica
La Didaché es invaluable para la comprensión de la vida de la Iglesia primitiva.
Primitiva Liturgia Eucarística
Las oraciones eucarísticas de los capítulos 9 y 10 son notables porque, a diferencia de las anáforas posteriores, no contienen el relato de la Institución de la Eucaristía, es decir, las palabras de Jesús en la Última Cena («Esto es mi Cuerpo…»). Esto ha llevado a debates académicos:
Algunos estudiosos sugieren que estas oraciones podrían referirse a una liturgia diaria primitiva que precedía a la comunión del pan consagrado reservado, similar a la posterior Liturgia de los Presantificados en el rito bizantino11. En este contexto, la comunidad se reuniría diariamente para una comida comunal donde se consumiría el pan consagrado el domingo, acompañado de una nueva bendición sobre el cáliz11.
Las oraciones expresan una profunda reverencia y el efecto de la Eucaristía para la Vida eterna, aunque no hay una mención explícita de la Presencia Real en el sentido dogmático posterior1,10. El énfasis está en el agradecimiento por la «vida y conocimiento» y el «alimento y bebida espiritual y vida eterna» dados a través de Jesús, el Siervo de Dios8,10.
La Iglesia como Sacrificio Limpio
La instrucción de reunirse en el Día del Señor, confesar las faltas y «partir el pan y dar gracias» para que el «Sacrificio sea limpio»9,1 subraya la comprensión temprana de la Eucaristía como el cumplimiento de la profecía de Malaquías (Mal 1:11, 14) sobre una oblación pura ofrecida en todo lugar9,1.
La Trinidad y el Bautismo
La fórmula bautismal trinitaria («en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo») es un testimonio de la fe trinitaria y la práctica bautismal de la Iglesia ya en el siglo I6.
La Didaché, por su antigüedad y contenido, sigue siendo una fuente esencial para el estudio de la patrística, la historia del derecho canónico y la liturgia de la Iglesia Católica.
Citas
La Didaché, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Didaché. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32
Didaché (doctrina de los doce apóstoles), Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Didaché (Doctrina de los Doce Apóstoles) (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Constituciones Apostólicas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Constituciones Apostólicas. ↩ ↩2
Capítulo 1. Los dos caminos; el primer mandamiento, Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 1 (100). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo 4. Diversos preceptos, Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 4 (100). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo 7. Acerca del bautismo, Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 7 (100). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Capítulo 8. Acerca del ayuno y la oración (la oración del Señor), Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 8 (100). ↩ ↩2 ↩3
Capítulo 9. La acción de gracias (eucaristía), Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 9 (100). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Ansgar Santogrossi, O.S.B. Anáforas sin Narrativa de la Institución: Consideraciones Históricas y Dogmáticas, § 22. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Capítulo 10. Oración después de la comunión, Anónimo. Didaché (La Enseñanza del Señor por medio de los Doce Apóstoles a las Naciones), §Capítulo 10 (100). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Ansgar Santogrossi, O.S.B. Anáforas sin Narrativa de la Institución: Consideraciones Históricas y Dogmáticas, § 23. ↩ ↩2