Dogma de la infalibilidad papal

La infalibilidad papal es el dogma que la Iglesia Católica reconoce como una gracia divina conferida al pontífice para que, cuando ejerza su autoridad suprema como Pastor y Doctor de todos los cristianos, pueda definir de manera irrevocable una doctrina de fe o moral que deba ser aceptada por toda la Iglesia. Este artículo analiza su definición formal, su desarrollo histórico, las condiciones que la activan, su alcance y límites, y las discusiones teológicas que ha suscitado.
Tabla de contenido
Definición oficial
Texto del Concilio Vaticano I
El Concilio Vaticano I, en la constitución dogmática Pastor aeternus, declara:
«Romanum Pontificem, cum ex Cathedra loquitur, id est, cum omnium Christianorum Pastoris et Doctoris munere fungens, pro suprema sua Apostolica auctoritate doctrinam de fide vel moribus ab universa Ecclesia tenendam definit, per assistentiam divinam, ipsi in beato Petro promissam, ea infallibilitate pollere…»1
Esta fórmula establece que la infalibilidad se ejerce ex cathedra (desde la silla de Pedro) y que sus definiciones son irreformables de su propio carácter (ex sese) y no por consenso eclesial.
Naturaleza del carisma
La enciclopedia Católica señala que la infalibilidad no es una cualidad personal del papa, sino una asistencia divina que le permite proclamar la fe de la Iglesia sin error cuando se cumplen las condiciones específicas2. No se trata de impecabilidad ni de inspiración directa, sino del mismo carisma de verdad que posee la Iglesia entera3.
Desarrollo histórico
Antecedentes y definición en el Concilio Vaticano I
Antes del Concilio, algunos teólogos y periodistas defendían la idea de que cada palabra del pontífice era una «oráculo de verdad divina»4. El Concilio, sin embargo, delimitó el alcance del dogma para evitar excesos y para responder al galicanismo, que exigía el consentimiento de los obispos para la infalibilidad papal5. La redacción final, guiada por el relatorio de Vincent Ferrer Gasser, evitó términos ambiguos como «personal», «separado» y «absoluto»6.
Evolución posterior
El magisterio de la Iglesia, reforzado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha precisado que la infalibilidad también se manifiesta en el magisterio colegiado de los obispos en comunión con el papa, y que el carácter infalible se extiende a definiciones dogmáticas y a la condena definitiva de herejías7. El Concilio Vaticano II, en Lumen Gentium § 25, reiteró que el papa posee este don «en virtud de su cargo» y que el magisterio ordinario, aunque guiado por el Espíritu Santo, no es infalible en sí mismo7.
Condiciones del magisterio infalible
Sujeto, objeto y acto
Según la exposición de Gasser y la reformulación vaticana, se requieren tres requisitos esenciales8:
Sujeto: el papa actúa como supremo pastor y maestro de toda la Iglesia.
Objeto: la doctrina debe concernir a fe o moral (el depósito de la fe).
Acto: el papa debe proclamar la enseñanza mediante un acto definitivo que exprese la intención de vincular a toda la Iglesia.
Estas condiciones fueron confirmadas por los diálogos ecuménicos, que subrayan que la infalibilidad está limitada por su sujeto, acto y objeto3.
Forma de la declaración
Para que la enseñanza sea infalible, el pontífice debe:
Hablar en su capacidad pública y oficial como cabeza de la Iglesia universal.
Manifestar claramente la intención de definir la doctrina de forma final e irrevocable.
Dirigirse a toda la Iglesia, o al menos a la totalidad de los fieles mediante una promulgación universal2.
Alcance y límites
Exclusividad del ex cathedra
La infalibilidad se limita a los pronunciamientos ex cathedra; el papa puede enseñar sin error en su magisterio ordinario, pero esas enseñanzas no poseen carácter infalible9. La Iglesia reconoce que el papa, fuera de ese contexto, puede errar en materias de fe o moral, aunque su autenticidad magisterial goza de gran autoridad y requiere asentimiento religioso por parte de los fieles10.
Objeto primario y secundario
El dogma sólo cubre doctrinas directamente contenidas en el depósito de la fe (objeto primario). No permite la proclamación de nuevas revelaciones ni de doctrinas ajenas a la fe cristiana. El objeto secundario, que incluye materias necesarias para preservar el depósito, también está bajo la infalibilidad, pero siempre en relación con la fe ya revelada11.
Ejemplos históricos
Hasta la fecha, la Iglesia ha reconocido dos definiciones papales como infalibles: la Inmaculada Concepción (Pío IX, 1854) y la Asunción de María (Pío XII, 1950)9. Ambas cumplieron los requisitos de ex cathedra y fueron promulgadas universalmente.
Relación con el magisterio ordinario y colegiado
El magisterio ordinario del papa, así como el de los obispos, está asistido por el Espíritu Santo, pero no es infalible; sin embargo, los fieles deben ofrecer asentimiento religioso a esas enseñanzas7. El magisterio colegiado (obispo + papa) posee infalibilidad cuando actúa de forma conjunta y definitiva, como en los concilios ecuménicos7.
Interpretaciones y controversias
«Infalibilidad deslizante»
Algunos teólogos advierten el riesgo de una «creeping infallibilization», es decir, considerar infalibles casi todas las declaraciones papales, lo que diluye el sentido preciso del dogma9. Otros, en cambio, lo limitan excesivamente, reduciéndolo a apenas dos casos históricos, lo que también vulnera la intención conciliarista9.
Clarificaciones contemporáneas
Documentos de la CDF y de diálogos ecuménicos han enfatizado que la infalibilidad no es una cualidad personal del pontífice, sino una asistencia divina que opera bajo condiciones estrictas, evitando así malentendidos sobre una supuesta omnipotencia papal3.
Conclusión
El dogma de la infalibilidad papal constituye una garantía divina para la preservación de la fe y la moral cristianas. Definido formalmente en Pastor aeternus y refinado por la enseñanza magisterial posterior, su ejercicio está estrictamente circunscrito a los pronunciamientos ex cathedra que cumplen los requisitos de sujeto, objeto y acto. Su correcta comprensión evita tanto la exageración como la subvaloración del carisma papal, manteniendo la unidad doctrinal de la Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo.
Citas
Pastor Aeternus - Caput IV de romani pontificis infallibili magisterio, Concilio Vaticano I. Pastor Aeternus, §CAPUT IV (1870). ↩
Infalibilidad, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, § Infalibilidad. ↩ ↩2
Cuestiones teológicas fundamentales - 2.3. Definiciones del Vaticano I sobre la primacía de jurisdicción y la infalibilidad papal - 2.3.2. Una hermenéutica de los dogmas - B. Infalibilidad - Aclaraciones de las expresiones e intenciones, El Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El Obispo de Roma, § 2.70 (2024). ↩ ↩2 ↩3
Evan S. Koop. Sede de la Sabiduría: Matthias Scheeben sobre la Analogía Teológica entre la Inmaculada Concepción y la Infalibilidad Papal, § 23. ↩
Vaticano I, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Vaticano I (2015). ↩
Evan S. Koop. Sede de la Sabiduría: Matthias Scheeben sobre la Analogía Teológica entre la Inmaculada Concepción y la Infalibilidad Papal, § 24. ↩
B3. La infalibilidad del magisterio de la Iglesia, Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. En Defensa de la Doctrina Católica sobre la Iglesia contra Ciertos Errores del Presente Día, § 3 (1973). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
John P. Joy. Cuestiones Disputadas sobre la Infalibilidad Papal, § 4. ↩
Cuestión I: Sobre la extensión y límites de la infalibilidad papal, John P. Joy. Cuestiones Disputadas sobre la Infalibilidad Papal, § 2. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
John P. Joy. Cuestiones Disputadas sobre la Infalibilidad Papal, § 11. ↩
John P. Joy. Cuestiones Disputadas sobre la Infalibilidad Papal, § 21. ↩
