Domingo de Letare (Laetare)
El Domingo de Letare, también llamado Laetare, es la cuarta y media de la Cuaresma, marcada por una pausa de alegría dentro del tiempo penitencial. Su nombre proviene del latín laetare («regocíjate») que abre el Introit de la Misa: Laetare Jerusalem. En este día la Iglesia permite el uso de vestiduras de tono rosado, flores y, en algunos lugares, instrumentos musicales, símbolos que anuncian la cercanía de la Pascua y la luz de la Resurrección que se avecina1. El artículo explora su origen histórico, su posición en el calendario litúrgico, sus características ceremoniales, su riqueza simbólica y su desarrollo en la tradición papal y en la práctica universal de la Iglesia.
Tabla de contenido
Origen histórico y significado del nombre
Etimología y origen litúrgico
El término Laetare se extrae de las palabras iniciales del Introit de la Misa, «Laetare Jerusalem», que invitan a la alegría del pueblo de Israel (cf. Isaías 66:10‑11). Desde los primeros siglos, la celebración se situó como la «Domingo medio» de la Cuaresma, marcando la mitad del camino de penitencia y preparando al fiel para la Pascua1. En la tradición medieval, la celebración se vinculó a la «Domingo de la Madre» por la referencia a la epístola que habla de los hijos de Dios, y a la «Domingo de los Cinco Panes» por el milagro de la multiplicación de los panes en el Evangelio1.
Posición en el tiempo litúrgico
Lugar dentro de la Cuaresma
La Cuaresma consta de 40 días de ayuno y oración, comenzando el Miércoles de Ceniza y culminando en la Semana Santa. El Domingo de Letare se celebra en la cuarta semana, justo después del Jueves de la mitad de Cuaresma, que históricamente se consideró el día medio de la temporada penitencial1. Esta ubicación le confiere el carácter de «Domingo de la mitad» (mid‑Lent), sirviendo como un punto de refresco espiritual para los fieles que continúan su peregrinación hacia la Pascua1.
Características litúrgicas
Cambios en la vestimenta y decoración
En la mayor parte del tiempo de Cuaresma, el altar se mantiene sin flores y los sacerdotes visten de púrpura. En Laetare, sin embargo, la Iglesia permite el uso de vestiduras rosadas (en lugar del púrpura) y la presencia de flores en el altar, simbolizando la alegría que anticipa la Resurrección1,2. El deán y el subdeán pueden portar dalmáticos en vez de los habituales chasubles plegados, resaltando la diferencia litúrgica con los demás domingos de Cuaresma1.
Permiso para instrumentos y flores
El Circular Letter I.C. 25 de la Congregación para el Culto Divino confirma que, en Laetare, se permite el empleo de instrumentos musicales y la decoración del altar con flores, excepciones a la norma general de la Cuaresma que restringe ambos elementos2. El Misal Romano también señala que, aunque normalmente no se decoran los altares ni se usan instrumentos, Laetare constituye una excepción clara3.
Lecturas y tema central
El Prefacio de la Misa de Laetare enfatiza la luz del bautismo y la resurrección, citando la segunda lectura: «Despiértate, tú que duermes, levántate de los muertos, y Cristo te iluminará”4. Esta temática se complementa con la antífona de la Comunión que recuerda al ciego de Juan 9, subrayando la iluminación espiritual que se recibe en la Eucaristía4. El Gospel típicamente relata el milagro de los cinco panes, reforzando la idea de la abundancia y la providencia divina que se anticipa en la Pascua1.
Simbolismo y teología
Luz, bautismo y resurrección
El Homiletic Directory de 2014 describe cómo Laetare está «sufundida de luz», reflejando la luz del bautismo que lleva al fiel de la oscuridad a la fe y que se intensifica con cada celebración eucarística4. La iluminación iniciada en el bautismo se vuelve más plena al recibir la Eucaristía, como ilustra la referencia al ciego que recupera la vista y cree en Dios4. Esta progresión litúrgica simboliza la pasión que conduce a la luz de la Resurrección.
Relación con la alegría y la esperanza
Los papas Juan Pablo II, en diversas homilías, resaltaron que Laetare es una celebración de la alegría que nace de la esperanza del Reino y del perdón misericordioso del Padre (parábola del hijo pródigo)5,6. La «Golden Rose», bendecida en este día, también simboliza la gracia y la alegría que la Iglesia ofrece a los soberanos católicos, reforzando el carácter festivo de la jornada1.
Costumbres y devociones populares
El «Rosa» y la «Golden Rose»
En la tradición romana, el Rosa dorada (Golden Rose) se bendice en Laetare y se entrega a monarcas católicos como signo de honor y de la luz de la fe que irradia desde la Santa Sede1. Esta práctica se conoce también como «Dominicade Rosa».
La «Domingo de la Madre» y otras denominaciones
Además de Laetare, el día ha sido llamado Refreshment Sunday, Mid‑Lent, Mothering Sunday y Domingo de los Cinco Panes, cada uno reflejando distintas facetas de su significado litúrgico y pastoral1. En algunas regiones de Inglaterra persiste la denominación Mothering Sunday, aludiendo a la costumbre antigua de ofrecer ofrendas en la catedral o «iglesia madre» del obispo1.
La celebración en la Iglesia universal
Normas del Misal Romano
El Misal Romano (Tercera Edición típica) establece que, aunque la decoración con flores y el uso de instrumentos están prohibidos durante la Cuaresma, Laetare constituye una excepción que permite ambas prácticas, así como el uso de vestiduras rosadas3.
Comentario de documentos eclesiásticos recientes
El Homiletic Directory de 2014 (Sección II, punto 73) subraya la asociación entre el misterio pascual, el bautismo y la luz, indicando que Laetare «sufunde luz» y que la vestimenta más clara y los flores son signos visibles de la esperanza cristiana que se avanza hacia la Pascua4. El Documento homilético italiano de 2015 repite esta descripción, resaltando la iluminación iniciada en el bautismo y reforzada por la Eucaristía7.
Laetare en la tradición papal
Homilías de Juan Pablo II
En sus homilías de 1995, 1999, 2001, 2004 y 1979, el Papa Juan Pablo II destacó la alegría del día, vinculándola con la pasión del pueblo de Israel al entrar en la Tierra Prometida y con la promesa de la Resurrección para los cristianos5,6,8,9,10. Asimismo, señaló que el parábola del hijo pródigo encarna la misericordia del Padre que transforma al pecador en una nueva creación, fuente de la alegría litúrgica de Laetare6.
Conclusión
El Domingo de Letare (Laetare) constituye una pausa luminosa dentro de la Cuaresma, donde la Iglesia, a través de cambios litúrgicos, símbolos y lecturas, anuncia la cercanía de la Pascua y la luz de la Resurrección. Su historia, sus costumbres y su desarrollo en la enseñanza papal reflejan la profunda esperanza cristiana que invita a los fieles a regocijarse, aun en medio del ayuno, mientras se encaminan hacia la gloria de la victoria de Cristo.
Citas
Domingo Laetare, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Domingo Laetare. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Tiempo de Cuaresma - Detalles particulares sobre los días de Cuaresma, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Paschale Solemnitatis - Carta circular sobre la preparación y celebración de las fiestas pascuales, § I. C. 25 (1988). ↩ ↩2
Cuaresma, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción inglesa según la Tercera Edición Típica), §Cuaresma (2011). ↩ ↩2
Parte segunda ars praedicandi - II. Los domingos de Cuaresma - C. Los domingos tercero, cuarto y quinto de Cuaresma, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio Homilético (29 de junio de 2014), § 73 (2014). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Papa Juan Pablo II. 14 de marzo de 1999: Visita a la Parroquia de San Matías Apóstol - Homilía (1999). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. 25 de marzo de 2001: Visita pastoral a la Parroquia romana de Santo Domingo de Guzmán - Homilía (2001). ↩ ↩2 ↩3
Parte seconda - Ars praedicandi - II. Le domeniche di quaresima - C. La III, IV e V domenica di quaresima, Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio Homilético (29 de junio de 2014), § 73 (2015). ↩
Papa Juan Pablo II. 26 de marzo de 1995: Visita pastoral a la Parroquia de «Santa María del Rosario» en Roma - Homilía (1995). ↩
Papa Juan Pablo II. 20 de marzo de 2004: Misa con las comunidades de las Parroquias romanas de: San Maximiliano Kolbe, San Patricio, Santa María Mediadora y Santa Margarita María Alacoque - Homilía (2004). ↩
Papa Juan Pablo II. 25 de marzo de 1979: Visita a la parroquia de «Santa Croce in Gerusalemme» en Roma, § 1 (1979). ↩