Don de interpretar lenguas
El don de interpretar lenguas es una charisma del Espíritu Santo que complementa el don de hablar en lenguas, permitiendo que el mensaje sobrenatural sea comprendido y edifique a la comunidad cristiana. Fundamentado en la enseñanza de San Pablo (1 Corintios 14) y desarrollado por la tradición patrística y magisterial, este don tiene como finalidad principal la edificación del Pueblo de Dios, y se sitúa bajo la autoridad de la Iglesia para garantizar que se ejerza con discernimiento y caridad1. A lo largo de la historia ha sido objeto de reflexión teológica, normativa e pastoral, y sigue desempeñando un papel relevante en la vida de la Iglesia, especialmente dentro del movimiento carismático contemporáneo.
Tabla de contenido
Fundamento bíblico
Pasajes del Nuevo Testamento
San Pablo describe la necesidad del don de interpretación en la primera carta a los Corintios. Señala que «el que habla en lenguas edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la iglesia; por eso, el que habla en lenguas debe ser interpretado, para que la iglesia sea edificada»2. Asimismo, el apóstol indica que, si no hay interpretación, el que habla debe guardar silencio (cf. 1 Cor 14:27‑28)2.
Significado histórico
En el día de Pentecostés los apóstoles hablaron en lenguas que eran comprensibles para los oyentes de distintas naciones, cumpliendo la promesa de «hablaréis nuevas lenguas» (Marcos 16:17)3. La interpretación permitió que el mensaje fuera recibido por todos los presentes, confirmando que el don no era meramente un espectáculo, sino una señal para la edificación del pueblo creyente3.
Desarrollo histórico y patrístico
Los Padres de la Iglesia
El sentido más común entre los Padres es que el hablar en lenguas consistía en hablar en lenguas extranjeras, basándose en la promesa de Marcos y su cumplimiento en Pentecostés3. Sin embargo, reconocieron que el don podía manifestarse también como una lengua espiritual interna, destinada a la oración personal más que a la comunicación externa3.
San Agustín y Santo Tomás de Aquino
Aunque algunos patrísticos como Agustín y Tomás no profundizaron en la distinción, la teología tomista clasifica la interpretación como una de las «gracias gratis dadas» (gratia gratis data), necesaria para que el don de lenguas cumpla su función edificante dentro del cuerpo eclesial3.
Doctrina de la Iglesia
Catecismo de la Iglesia Católica
El Catecismo afirma que los carismas, incluido el don de interpretación, deben ser recibidos con gratitud y orientados al bien común, siempre bajo la guía del amor (caridad) como medida suprema de todo don1. Además, el Catecismo subraya que los carismas «están al servicio de la caridad que edifica la Iglesia»4 y que su discernimiento corresponde a los pastores eclesiales5.
Carta Iuvenescit Ecclesia (2016)
El documento del CDIF destaca que, a diferencia del don de profecía, el don de lenguas posee utilidad personal y, por tanto, requiere la interpretación para que sea provechoso para la comunidad. Reitera la necesidad de que todo carisma sea «para el bien de todos» y que la caridad sea el criterio esencial de su uso6.
Otros documentos magisteriales
En Christifideles Laici (1988) se enumera el don de interpretación entre los diversos carismas del Espíritu, subrayando su contribución al crecimiento del Cuerpo de Cristo7. El Papa Juan Pablo II, en su discurso a los obispos franceses (1982), recordó la regla de San Pablo: «A cada uno la manifestación del Espíritu es dada en vista del bien común» (1 Cor 12, 7)8.
El don de interpretación
Definición y propósito
El don de interpretar lenguas consiste en hacer comprensible el mensaje que el Espíritu comunica en una lengua sobrenatural, transformando una expresión privada en una proclamación pública que fortalezca la fe de los fieles. Sin interpretación, el don de lenguas «habla al aire» y no cumple su objetivo de edificación2.
Jerarquía de los carismas
San Pablo coloca la profecía por encima del don de lenguas, salvo que éste sea interpretado, pues la profecía edifica a la comunidad de manera directa2. Esta jerarquía subraya la importancia de la interpretación para que el don de lenguas sea útil al Pueblo de Dios.
Práctica litúrgica y patrística
En los actos de la Iglesia primitiva, la interpretación acompañaba el discurso en lenguas para que todos los presentes pudieran recibir la palabra de Dios (Hechos 2, 11‑12). Los abusos en Corinto, donde el don se degeneró en «gabinete sin sentido», fueron corregidos por Pablo, quien exigió orden y claridad (cf. 1 Cor 14:37‑38)9.
Uso contemporáneo y regulación
Renovación carismática
El movimiento carismático reconoce el don de interpretación como esencial para la validez de los encuentros de lenguas. Sin embargo, la Iglesia insiste en que cualquier manifestación debe estar sujeta al discernimiento pastoral y a la autoridad eclesial para evitar desviaciones (CCC 801)5.
Normas eclesiales actuales
Los documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Diccionario de la Liturgia enfatizan que los carismas deben ejercerse de manera ordenada y con respeto a la liturgia, evitando prácticas que alteren la fe o el culto oficial10. La interpretación, como parte del carisma, está incluida en esta regulación.
Relación con otros carismas
El don de interpretación se vincula estrechamente con otros carismas verbales como la profecía y la palabra de sabiduría, formando un conjunto que favorece la comunicación del Espíritu dentro de la comunidad (cf. 1 Cor 12:7‑10)7. Su presencia realza la eficacia de los dones de curación y milagros, pues una correcta comprensión del mensaje espiritual potencia la fe del creyente.
Perspectiva teológica
Clasificación tomista
Santo Tomás, en su Summa Theologiae (I‑II, Q. cxi, a. 4), sitúa la interpretación entre los dones de expresión del Espíritu, junto a la palabra de sabiduría y conocimiento, destacando su carácter gratuito y orientado al bien común3.
Significado sacramental
Aunque el don de interpretación no es un sacramento, se entiende como una gracia santificante que acompaña a los sacramentos, especialmente al Sacramento de la Confirmación, donde el Espíritu fortalece al fiel para ejercer carismas al servicio de la Iglesia11.
Consideraciones pastorales
Discernimiento y autoridad
Todo ejercicio del don debe ser discernido por los pastores, garantizando que se mantenga dentro del marco de la doctrina y la caridad. La falta de interpretación puede generar confusión y escándalo, como ocurrió en la comunidad corintia, por lo que la Iglesia llama a la prudencia y al acompañamiento episcopal9.
Formación y acompañamiento
Los movimientos carismáticos son alentados a recibir formación doctrinal y a establecer procedimientos de supervisión para asegurar que la interpretación sea auténtica y edificante, evitando el riesgo de «babilonizar» la liturgia o de crear divisiones internas10.
Bibliografía bíblica y teológica
1 Corintios 12‑14 (texto bíblico)2
Catecismo de la Iglesia Católica (CCC 800, 2003, 801)1,4,5
Carta Iuvenescit Ecclesia (2016)6
Catholic Encyclopedia, Charismata3
Catholic Encyclopedia, Gift of Tongues9
Christifideles Laici (1988)7
Discursos papales (Juan Pablo II, 1982)8
Citas
Sección dos I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 800. ↩ ↩2 ↩3
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, § 1 Corintios 14. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Carismas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Carismas. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Sección uno la vocación del hombre la vida en el espíritu, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2003. ↩ ↩2
Sección dos I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 801. ↩ ↩2 ↩3
I. Los carismas según el Nuevo Testamento - Gracia y carisma, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta Iuvenescit Ecclesia a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y la misión de la Iglesia, § 5 (2016). ↩ ↩2
Capítulo II - La participación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia como comunión - Carismas, Papa Juan Pablo II. Christifideles Laici, § 24 (1988). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. A los Obispos franceses de la Región Midi con motivo de su visita ad Limina (16 de diciembre de 1982) - Discurso, § 8 (1982). ↩ ↩2
Don de lenguas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Don de lenguas. ↩ ↩2 ↩3
I. Aspectos doctrinales - 5. El «carisma de curación» en el contexto actual, Congregación para la Doctrina de la Fe. Instrucción sobre las oraciones para la curación, § 2000 (2000). ↩ ↩2
Sección dos los siete sacramentos de la Iglesia, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1287. ↩