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Don de lenguas

El don de lenguas (también llamado glosolalia) es una gracia del Espíritu Santo que, según la tradición católica, permite al fiel pronunciar palabras o lenguas que no provienen de su propio conocimiento humano. Este carisma, mencionado en el Nuevo Testamento, ha sido objeto de reflexión teológica, regulación pastoral y discernimiento a lo largo de la historia de la Iglesia. El artículo explora sus bases bíblicas, su desarrollo histórico, la enseñanza magisterial, los criterios de discernimiento y su lugar dentro del conjunto de los carismas cristianos.

Tabla de contenido

Definición y naturaleza del don

Concepto básico

El don de lenguas se describe como una manifestación sobrenatural del Espíritu que otorga al creyente la capacidad de hablar en una lengua desconocida o en un «nuevo lenguaje» espiritual (glosolalia). La Enciclopedia Católica señala que, aunque a veces se interpreta como una lengua extranjera, también puede entenderse como una expresión interna del Espíritu que «no es necesariamente una lengua extranjera»1.

Clasificaciones patrísticas y teológicas

Los Padres de la Iglesia, según la Enciclopedia Católica, consideraban que el don podía manifestarse de tres formas:

Hilario de Poitiers afirma que la «kinds of tongues» (varios tipos de lenguas) incluyen tanto la habla en idiomas humanos como la expresión de la vida espiritual2.

Orígenes bíblicos

Pentecostés y la primera aparición

En los Hechos de los Apóstoles, el Espíritu desciende sobre los discípulos y «hablaron en otras lenguas» (Hechos 2:4). Este evento se considera la fundación histórica del don y sirve de modelo para su comprensión posterior.

Instrucciones paulinas

San Pablo regula el uso del don en la comunidad cristiana. En 1 Corintios 12‑14 explica que los dones deben servir al edificio del cuerpo y que la interpretación es necesaria para que la glosolalia sea provechosa (1 Cor 14:28‑29). La Enciclopedia Católica destaca que «la interpretación es el trabajo… de la propia persona o de otro1.

Desarrollo histórico

Patristicismo y Edad Media

Los primeros padres, como San Basilio el Grande, ya subrayaban que los carismas, incluido el don de lenguas, son para el beneficio de todos, no para la exaltación personal3.

Reforma y Contrarreforma

Durante la Reforma protestante surgieron controversias sobre la validez de la glosolalia. La Iglesia Católica, a través de documentos como la Carta Iuvenescit Ecclesia (2016), reafirmó que todos los carismas deben estar sujetos a la autoridad eclesial y a la caridad como criterio esencial3.

Movimiento carismático (siglo XX)

El movimiento carismático, surgido en la década de 1960, revitalizó la práctica del don de lenguas dentro de la Iglesia. El Magisterio, sin rechazar la experiencia, ha insistido en discernimiento y obediencia a los pastores (LG 12)4.

Enseñanza magisterial

Catecismo de la Iglesia Católica

El Catecismo afirma que los carismas, incluido el don de lenguas, son «gracias del Espíritu que tienen utilidad para la comunidad» y deben usarse «en conformidad con la caridad5,6.

Documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe

La Carta Iuvenescit Ecclesia establece criterios de discernimiento:

Además, el documento subraya que la autoridad jerárquica tiene la responsabilidad de juzgar la autenticidad de los carismas, sin «extinguir el Espíritu, pero probando todo y reteniendo lo bueno»4.

Papas recientes

San Juan Pablo II, en Christifideles Laici (24), describe los carismas como «variedad de formas que sirven al bien común y a la edificación de la Iglesia»8. El Papa Francisco, en su exhortación Gaudete et Exsultate, recuerda que el discernimiento del Espíritu es indispensable para reconocer la autenticidad de los fenómenos carismáticos9.

Discernimiento y regulación pastoral

Criterios de discernimiento

Los criterios mencionados por la Congregación incluyen:

  1. Carácter de santidad – el don debe conducir a mayor caridad7.

  2. Eficacia evangelizadora – debe impulsar la misión de la Iglesia7.

  3. Fidelidad a la doctrina – no debe contradecir la fe católica7.

Procedimientos actuales

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (2024) ha publicado normas que orientan a los obispos en la evaluación de supuestos fenómenos sobrenaturales, enfatizando la oración y la consulta con expertos espirituales9.

Interpretación y práctica litúrgica

Necesidad de interpretación

Según la Enciclopedia Católica, la interpretación es indispensable: «cuando la interpretación no se da, el que habla en lenguas debe guardar silencio1.

Uso en la liturgia

El don de lenguas no está destinado a sustituir la liturgia oficial; su expresión debe respetar el orden litúrgico y la autoridad del celebrante. La Iglesia permite su manifestación en contextos de oración privada o en comunidades carismáticas bajo supervisión pastoral.

Relación con otros carismas

Complementariedad

San Pablo describe una armonía entre los diversos dones (sabiduría, conocimiento, fe, sanación, milagros, profecía, discernimiento, lenguas e interpretación)8. La Carta Iuvenescit Ecclesia afirma que no existe oposición entre los carismas; todos contribuyen al «edificio del cuerpo10.

Prioridad de la caridad

Tanto el Catecismo como los documentos papales recalcan que sin caridad, cualquier don, incluido el de lenguas, carece de valor5,6.

Perspectiva teológica contemporánea

Enfoque pastoral

Los teólogos actuales destacan que el don de lenguas, cuando se vive en auténtica comunión con la Iglesia, fortalece la vida de oración y el testimonio evangelizador.

Debate y claridad doctrinal

Aunque algunos grupos proponen una interpretación exclusivamente sobrenatural, la Iglesia mantiene una postura equilibrada: reconoce la posibilidad real del don, pero insiste en discernimiento, interpretación y obediencia a la autoridad eclesial3.

Conclusión

El don de lenguas constituye una manifestación del Espíritu Santo que, bajo la guía de la Iglesia, puede enriquecer la vida de fe y la misión evangelizadora. Su valor depende de la caridad, la interpretación adecuada y la obediencia a la autoridad eclesial. Así, el carisma sigue siendo una gracia viva que, bien discernida, contribuye al crecimiento espiritual de la comunidad cristiana.

Citas

  1. Carismata, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Carismata. 2 3

  2. Hilario de Poitiers. Sobre la Trinidad - Libro VIII, § 30 (359).

  3. I. Los carismas según el Nuevo Testamento - Gracia y carisma, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta Iuvenescit Ecclesia a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y la misión de la Iglesia, § 5 (2016). 2 3

  4. Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 24 de junio de 1992, § 5 (1992). 2

  5. Sección dos I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 800. 2

  6. Sección uno La vocación del hombre: la vida en el Espíritu, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2003. 2

  7. IV. La relación entre los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y misión de la Iglesia. - Criterios para discernir los dones carismáticos, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta Iuvenescit Ecclesia a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y la misión de la Iglesia, § 18 (2016). 2 3 4

  8. Capítulo II - La participación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia como comunión - Carismas, Papa Juan Pablo II. Christifideles Laici, § 24 (1988). 2

  9. Introducción, Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales, § 9 (2024). 2

  10. I. Los carismas según el Nuevo Testamento - La variedad de los carismas, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta Iuvenescit Ecclesia a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la relación entre los dones jerárquicos y carismáticos en la vida y la misión de la Iglesia, § 7 (2016).