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Egipto bíblico y la Iglesia

Egipto ocupa un lugar significativo tanto en las narrativas bíblicas como en la historia de la Iglesia Católica, sirviendo como un telón de fondo crucial para eventos formativos y un centro temprano para la expansión del cristianismo. Desde la esclavitud del pueblo de Israel y su milagroso Éxodo, hasta el refugio de la Sagrada Familia y el establecimiento de una de las sedes patriarcales más antiguas, la influencia de Egipto es profunda. Este artículo explora el papel multifacético de Egipto en la Biblia, su interpretación teológica por los Padres de la Iglesia, y el florecimiento del cristianismo en la región, que dio origen a la venerable Iglesia de Alejandría y a la tradición copta.

Tabla de contenido

Egipto en el Antiguo Testamento

La relación de Israel con Egipto en el Antiguo Testamento es compleja y fundamental para la identidad del pueblo elegido.

La Esclavitud y el Éxodo

La narrativa más prominente es la de los israelitas viviendo como extranjeros y esclavos en Egipto, un período que culmina con su liberación milagrosa bajo Moisés. Esta experiencia de opresión y eventual salvación es un tema recurrente en la Escritura, recordando a Israel su propia historia para fomentar la compasión hacia los forasteros1. Pasajes como Éxodo 22:21, 23:9, Levítico 19:33-34 y Deuteronomio 24:21-22 instan a tratar al extranjero con amor y justicia, basándose en la memoria de haber sido ellos mismos extranjeros en la tierra de Egipto1.

Profecías de Juicio y Restauración

Los profetas del Antiguo Testamento a menudo se refirieron a Egipto, tanto para pronunciar juicios como para prever una futura restauración. Ezequiel, por ejemplo, profetizó la desolación de Egipto, la dispersión de sus habitantes entre las naciones y la ruptura del poder del Faraón2,3. Se predijo que Egipto sería una desolación durante cuarenta años, con sus ciudades devastadas y su pueblo disperso, aunque también se mencionó una eventual reunión y restauración, convirtiéndose en un «reino humilde»3. Jeremías también anunció la derrota de Egipto por Nabucodonosor de Babilonia, destacando la futilidad de sus muchos medicamentos y la vergüenza de su caída4.

Sin embargo, el profeta Isaías ofrece una visión de esperanza y reconciliación. Predice un día en que cinco ciudades de Egipto hablarán el idioma de Canaán y jurarán lealtad al Señor de los ejércitos, y habrá un altar al Señor en el centro de la tierra de Egipto5. Este pasaje sugiere que el Señor se dará a conocer a los egipcios, quienes lo adorarán con sacrificios y harán votos5. Isaías incluso describe una futura bendición trilateral donde Israel, Egipto y Asiria serán una bendición en medio de la tierra, con el Señor bendiciendo a Egipto como «mi pueblo»5.

Interpretación Patrística de Egipto

Los Padres de la Iglesia a menudo interpretaron Egipto no solo como una entidad geográfica, sino también como un símbolo espiritual.

Egipto como Símbolo del Mundo

San Agustín, en sus «Exposiciones sobre los Salmos», explica que Egipto, al significar «aflicción» o «opresor», es frecuentemente utilizado como un emblema de este mundo6. Desde esta perspectiva, la salida de Israel de Egipto se convierte en una figura de la retirada espiritual de los creyentes de las ataduras del mundo para convertirse en ciudadanos de la Jerusalén celestial6. La liberación de Egipto por ayuda divina prefigura cómo ningún hombre puede apartarse de este mundo sin la gracia de la misericordia divina6. San Pablo, en 1 Corintios 10:1-6, refuerza esta idea al comparar el paso de los israelitas por el mar y su bautismo con Moisés con los sacramentos cristianos, indicando que estos eventos fueron «nuestros ejemplos»6.

La Sabiduría de Egipto y la Verdad Cristiana

Orígenes de Alejandría, en su obra De Principiis, aborda la idea de que los profecías sobre Egipto no deben entenderse solo en un sentido carnal, sino también espiritualmente, sugiriendo la existencia de «egipcios espirituales»7,8. En su «Carta a Gregorio», Orígenes utiliza la historia del «despojo de los egipcios» por los israelitas como una analogía para los cristianos que toman el conocimiento útil del mundo (la sabiduría egipcia) y lo usan para el servicio de Dios9. Sin embargo, advierte contra aquellos que, basándose en el aprendizaje griego, dan origen a ideas heréticas, comparándolos con Ader el edomita, quien después de huir de la sabiduría de Dios y mezclarse con Egipto, regresó para causar división en el pueblo de Dios9. Orígenes también ve el descenso de los santos padres a Egipto como parte de la providencia divina para la iluminación e instrucción de la raza humana10.

Egipto en el Nuevo Testamento y la Iglesia Primitiva

Egipto también desempeña un papel crucial en los evangelios y en los primeros siglos del cristianismo.

El Refugio de la Sagrada Familia

El Nuevo Testamento relata que la Sagrada Familia —Jesús, María y José— encontró refugio en Egipto para escapar de la persecución de Herodes11. Este evento es de gran importancia teológica, ya que conecta a Jesús con la historia de Israel y su experiencia en Egipto, cumpliendo profecías y mostrando la providencia divina. El Papa Juan Pablo II, durante su peregrinación a Egipto en el año 2000, destacó que la Sagrada Familia encontró refugio en el país, un lugar donde la fe cristiana llegó en tiempos apostólicos11.

El Establecimiento de la Iglesia de Alejandría

Según la tradición constante tanto de Oriente como de Occidente, la Iglesia de Alejandría fue fundada por San Marcos Evangelista, discípulo de Pedro y Pablo12,11. Esta iglesia se convirtió en un centro vital para la difusión del cristianismo en todo Egipto, formando el núcleo del poderoso Patriarcado de Alejandría12. En su período más floreciente, su jurisdicción abarcaba aproximadamente 108 obispos y seis provincias12.

Los primeros siglos vieron un crecimiento significativo del cristianismo en Egipto. Aunque la evidencia directa es escasa antes de Clemente de Alejandría (c. 150-220 d.C.), se infiere la existencia temprana de comunidades cristianas a partir de la circulación de evangelios apócrifos como el «Evangelio según los Hebreos» y el «Evangelio según los Egipcios»13. La actividad de las escuelas gnósticas en el siglo II, fundadas por figuras como Basilides, Valentín y Carpócrates, también atestigua la existencia de una Iglesia establecida, ya que estas escuelas heréticas presuponen una «Gran Iglesia» ortodoxa en la región13.

La jerarquía eclesiástica egipcia se desarrolló rápidamente. En el año 202 d.C., durante la persecución de Septimio Severo, los cristianos eran llevados a Alejandría para ser juzgados desde todo Egipto y la Tebaida, lo que indica una amplia difusión de la fe13,14. Para el año 320 d.C., el Patriarca Alejandro pudo reunir a casi cien obispos de Egipto, Libia y la Pentápolis para oponerse a Arrio, lo que demuestra una jerarquía plenamente organizada y una cristianización masiva de Egipto durante el siglo III13.

Persecuciones y Martirio

La Iglesia de Egipto, aunque inicialmente más libre de persecuciones oficiales que otras sedes, experimentó períodos de intensa persecución. La persecución de Severo (200-211 d.C.) fue particularmente dura, obligando a Clemente de Alejandría a abandonar el país y llevando a Orígenes a asumir el liderazgo de la escuela catequética de Alejandría, mientras su padre, Leonidas, se convertía en mártir14. Durante las persecuciones de Decio y Valeriano, muchas iglesias en Egipto y la Tebaida fueron devastadas, y los cristianos a menudo deseaban el martirio15.

La Iglesia Copta

La Iglesia de Alejandría evolucionó para convertirse en la actual Iglesia Copta Ortodoxa, una de las comunidades cristianas más antiguas y grandes de Oriente Medio16.

Desarrollo y Desafíos

Hasta el Concilio de Nicea en 325 d.C., el Patriarca de Alejandría ocupaba el segundo lugar después del Obispo de Roma en precedencia12. Sin embargo, el Concilio de Constantinopla (381 d.C.) y el Concilio de Calcedonia (452 d.C.) otorgaron al Patriarca de Constantinopla la primacía sobre Alejandría, una decisión que no fue reconocida por Roma ni por Alejandría durante muchos años12.

Después de la invasión árabe en 642 d.C., la Iglesia Copta Ortodoxa aceptó pasivamente el nuevo gobierno, pero los coptos disminuyeron lentamente en número y se convirtieron en una minoría en Egipto entre los siglos IX y XIII16. El árabe reemplazó al copto como idioma oficial en el siglo VIII, aunque el copto siguió hablándose en algunas regiones hasta el siglo XVI16. El dominio islámico se caracterizó por largos períodos de persecución, pero también por épocas de relativa libertad en las que la Iglesia floreció y produjo obras teológicas y espirituales destacadas en árabe16.

La Iglesia Copta en la Actualidad

En la era moderna, la Iglesia Copta ha experimentado varias reformas que han fomentado el diálogo con la modernidad y una postura menos negativa hacia el Islam, al tiempo que han fortalecido su vida interna a través del desarrollo del monasticismo, la expansión de las estructuras eclesiásticas y la fundación de estudios teológicos16. Hoy en día, la Iglesia Copta sigue siendo la comunidad cristiana más grande de Oriente Medio y mantiene una presencia significativa en Egipto, a pesar de un reciente aumento en la emigración16. El Papa Juan Pablo II también se reunió con el Patriarca Shenouda III, jefe de la Iglesia Copta Ortodoxa, durante su visita a Egipto, destacando la importancia del progreso ecuménico11.

Conclusión

Egipto, la tierra de los faraones y las pirámides, es mucho más que un telón de fondo histórico en la fe católica. Es el lugar donde Israel fue forjado a través de la opresión y la liberación, un refugio para la Sagrada Familia y la cuna de una de las iglesias apostólicas más antiguas. Las profecías bíblicas de juicio y restauración, las interpretaciones patrísticas de Egipto como símbolo del mundo y la vitalidad de la Iglesia de Alejandría, que se convirtió en la Iglesia Copta, subrayan la profunda y duradera conexión de esta nación con la historia de la salvación y el desarrollo del cristianismo. La presencia continua de la Iglesia Copta en Egipto es un testimonio de la resiliencia de la fe en una tierra con una herencia espiritual tan rica y compleja.

Citas

  1. Capítulo dos - Un extraño en el camino - El contexto, Papa Francisco. Fratelli Tutti, § 61 (2020). 2

  2. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Ezequiel 30.

  3. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Ezequiel 29. 2

  4. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Jeremías 46.

  5. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, § Isaías 19. 2 3

  6. Agustín de Hipona. Exposiciones sobre los Salmos - Salmo 114, § 4 (418). 2 3 4

  7. Orígenes de Alejandría. De Principiis, §Libro IV. Traducido del latín de Rufino. 22 (215).

  8. Orígenes de Alejandría. De Principiis, §Libro IV. Traducido del griego. 22 (215).

  9. B2. Este procedimiento se tipifica por la historia del despojo de los Egipcios, Orígenes de Alejandría. Carta de Orígenes a Gregorio, § 2 (235). 2

  10. Orígenes de Alejandría. De Principiis, §Libro IV. Del latín. 24 (215).

  11. Peregrinación a Egipto: Papa Juan Pablo II, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 1 de marzo de 2000, § 4 (2000). 2 3 4

  12. La Iglesia de Alejandría, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Iglesia de Alejandría. 2 3 4 5

  13. Egipto, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Egipto. 2 3 4

  14. Persecuciones Coptas, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Persecuciones Coptas. 2

  15. Eusebio Sofronio Jerónimo (Jerónimo de Estridón o San Jerónimo). La vida de Pablo el Primer Ermitaño, § 2 (374).

  16. Iglesia Ortodoxa Copta, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, § Iglesia Ortodoxa Copta (2015). 2 3 4 5 6