El bautismo de Jesús

El bautismo de Jesús en el río Jordán marca el inicio de su ministerio público y constituye el primer acto visible de su misión redentora. En los relatos evangélicos el Hijo de Dios se entrega voluntariamente al agua, recibe la manifestación del Espíritu Santo en forma de paloma y escucha la voz del Padre que lo proclama Hijo amado. Este acontecimiento reúne la profecía del Antiguo Testamento, la revelación de la Trinidad y la apertura del nuevo pacto, y sigue siendo el modelo fundamental para el sacramento del bautismo en la vida de la Iglesia.
Tabla de contenido
Contexto histórico y bíblico
El ambiente del Jordán
El río Jordán, situado entre Galilea y la región de Judea, era tradicionalmente asociado a ritos de purificación y a la expectativa de la venida del Mesías. En la época de Jesús, el Jordán servía como punto de encuentro para los peregrinos y como escenario de los actos proféticos que anunciaban la renovación del pacto con Dios1.
San Juan Bautista y la profecía
San Juan Bautista anunciaba un llamado al arrepentimiento y preparaba el camino del Señor, cumpliendo la profecía de Isaías: «He aquí, va delante de mí el que aclamará el camino del Señor»2. Juan se presentaba como el precursor que, con su bautismo de agua, señalaría al «más poderoso que él» (Jesús) que bautizaría con el Espíritu Santo y fuego2. Así, el bautismo de Jesús confirma la continuidad entre la promesa del Antiguo Testamento y su cumplimiento en el Nuevo Testamento.
El relato evangélico
Mateo
En Mateo 3, Jesús se acerca a Juan y, pese a la objeción del profeta, insiste en ser bautizado «para cumplir toda justicia»3. Al salir del agua, los cielos se abren, el Espíritu Santo desciende como paloma y una voz celestial declara: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo buenaventuranza»3.
Marcos
Marcos ofrece una versión breve pero potente: Jesús es bautizado, el Espíritu desciende en forma de paloma y la voz del Padre lo proclama «Hijo mío, en quien me complazco»2. La concisión del relato subraya la autoridad divina del evento.
Lucas
Lucas añade que el Espíritu Santo «descendió en forma de paloma» y que la voz del cielo lo identifica como «Hijo del Cordero»1, resaltando la dimensión sacrificial del Mesías.
Juan
Aunque el Evangelio de Juan no narra el bautismo, el testimonio de Juan el Bautista enfatiza que el Espíritu descendió sobre Jesús y permaneció sobre él, confirmando su identidad como Hijo de Dios4. Esta ausencia aparente refuerza la idea de que el bautismo, aunque no necesario para la santidad de Cristo, es una acción deliberada de obediencia.
Significado teológico
Identificación con la humanidad
El bautismo muestra la plena identificación de Cristo con la condición humana. Aunque sin pecado, Jesús comparte la experiencia del agua que simboliza la muerte y la nueva vida, modelando la entrega que se pide a todos los fieles5.
Cumplimiento de la ley de purificación
Al ser bautizado, Jesús cumple la ley del Antiguo Testamento que exigía la purificación mediante el agua, convirtiéndose en el «primer obispo» que inaugura la tradición de la renovación espiritual5.
Presencia del Espíritu Santo
El descenso del Espíritu en forma de paloma es la theophany que revela la Trinidad: el Padre habla, el Hijo es señalado y el Espíritu se hace visible6. Santo Tomás de Aquino y el Papa Benedicto XVI subrayan que este momento muestra la misteriosa unión trinitaria que se despliega a lo largo de la historia de salvación7.
Nuevo pacto
El bautismo de Jesús inaugura el nuevo pacto entre Dios y la humanidad. La voz del Padre declara que el Hijo es el «Cordero que quita el pecado del mundo», anticipando la redención que se consumará en la cruz4. El Catecismo señala que este sacramento es «el primer y básico sacramento de la Iglesia, el sacramento de nueva vida en Cristo»8.
Celebración litúrgica
Bautismo del Señor
La Iglesia celebra el Bautismo del Señor el 1 de enero (o el domingo siguiente, según la normativa local). La liturgia incluye la lectura de los relatos evangélicos, la bendición del agua y la proclamación de la fe, recordando que el bautismo es la puerta de entrada a la vida cristiana5.
Ritos y símbolos
Agua bendita: símbolo de vida y purificación.
Paloma: representa al Espíritu Santo.
Voz del cielo: se proclama mediante la lectura del texto bíblico.
Imposición de manos y bendición de los fieles rememoran la continuidad del ministerio de Cristo.
Tradición y reflexión
Arte y música
El tema ha inspirado obras de Caravaggio, Piero della Francesca y Gustav Klimt, que representan la escena con la paloma y la luz divina. En la música sacra, composiciones de Johann Sebastian Bach y Arvo Pärt resaltan la solemnidad del evento.
Reflexión pastoral
El bautismo de Jesús es un llamado a la humildad y al compromiso con la misión del Reino. La catequesis subraya que el sacramento no solo limpia del pecado, sino que abre la puerta a la vida en comunidad y al don del Espíritu Santo5. Los pastores invitan a los fieles a imitar a Cristo, aceptando el agua como signo de renovación y obediencia al llamado divino.
Conclusión
El bautismo de Jesús constituye el punto de partida del plan de salvación, revelando la Trinidad, cumpliendo la ley de purificación y estableciendo el nuevo pacto. A través de los relatos evangélicos, la liturgia, el arte y la reflexión pastoral, este acontecimiento sigue guiando a la Iglesia y a los creyentes hacia una vida de fe, obediencia y entrega total al Señor.
Citas
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Lucas 3. ↩ ↩2
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Marcos 1. ↩ ↩2 ↩3
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Mateo 3. ↩ ↩2
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 1. ↩ ↩2
Sección segunda I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 535. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Parte primera - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en nuestro Salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, el Señor, dador de vida - B. «Dios se hizo hombre para que los hombres llegaran a ser Dios»139 - 1. La encarnación del Hijo de Dios - C. Teofanía, Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana. Catecismo de la Iglesia católica ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 197 (2016). ↩
R. Jared Staudt. Realidad y Signo: Tomás de Aquino y la exégesis cristológica del Papa Benedicto XVI, § 28. ↩
Papa Juan Pablo II. 12 de enero de 1997, Fiesta del Bautismo del Señor, § 3 (1997). ↩
