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El error de la imposibilidad de conocer a Dios por la razón

La doctrina católica afirma con claridad que la razón natural humana permite conocer la existencia de Dios con certeza a partir de las criaturas, rechazando así el error de quienes sostienen su imposibilidad absoluta. Este artículo examina las raíces de esta posición errónea, conocida como fideísmo, su condena por la Iglesia, los fundamentos teológicos que respaldan el conocimiento racional de Dios y los límites necesarios de la razón, que complementa la fe revelada sin contradecirla.

Tabla de contenido

Introducción

El debate sobre la capacidad de la razón para conocer a Dios ha sido central en la teología católica desde los Padres de la Iglesia hasta el Magisterio contemporáneo. La tesis de la imposibilidad de conocer a Dios por la razón implica que solo la fe ciega, sin mediación racional, accede al Creador, negando la armonía entre fe y razón proclamada por la Iglesia. Esta postura, opuesta al tomismo y al realismo filosófico cristiano, fue condenada explícitamente en concilios como el Vaticano I y en encíclicas como Fides et ratio de san Juan Pablo II.1 El error no solo subestima la dignidad del intelecto humano, creado a imagen de Dios, sino que separa lo que Dios ha unido: el orden natural del conocimiento y el sobrenatural de la Revelación.2

Enseñanza magisterial de la Iglesia Católica

La Iglesia ha definido con autoridad la posibilidad de conocer a Dios mediante la razón natural, estableciendo esta verdad como dogma de fe.

Concilio Vaticano I y la Dei Filius

El Concilio Vaticano I (1869-1870), en su constitución dogmática Dei Filius, rechazó el fideísmo al afirmar: «El santísima Madre Iglesia sostiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por el luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas».2 Esta declaración responde directamente al racionalismo moderno y al agnosticismo, subrayando que la razón, iluminada por Dios, llega a la existencia del Creador sin necesidad de Revelación, aunque esta última sea indispensable para verdades más profundas como la Trinidad.3

El Concilio distingue dos órdenes de conocimiento: el natural, accesible a todos los hombres de buena voluntad, y el revelado, que perfecciona al primero sin anularlo.4 Así, se condena la idea de que la razón sea incapaz de percibir a Dios, equiparándola a un error grave contra la fe.1

Catecismo de la Iglesia Católica

El Catecismo de la Iglesia Católica (1992) sintetiza esta enseñanza en sus primeros números. En el parágrafo 36, se reitera que «Dios, el primer principio y último fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza a partir del mundo creado por el luz natural de la razón humana».2 El número 47 añade que esta certeza proviene de las obras de Dios, accesibles mediante la razón.3 Finalmente, el 50 aclara que, aunque la razón alcanza a Dios, existe un orden superior de conocimiento por Revelación, libremente dado por Dios en Cristo.4

Estos textos magisteriales, fieles a la tradición, insisten en la unidad de la verdad: fe y razón no se oponen, sino que se ayudan mutuamente.5

Raíces históricas y filosóficas del error

El error de la imposibilidad de conocer a Dios por la razón tiene precedentes antiguos, pero se agudiza en la modernidad.

Orígenes patrísticos y escolásticos

Aunque santos como Agustín de Hipona reconocen límites en la razón humana —obscurecida por el pecado original—, nunca niegan su capacidad básica. En De utilitate credendi, Agustín argumenta que la fe prepara la mente para la razón, pero no la suplanta: muchos necesitan creer primero para purificarse y razonar después.6 Similarmente, en los Soliloquios, enfatiza fe, esperanza y caridad como requisitos para que la razón vea a Dios.7

Tomás de Aquino, en la Suma contra los gentiles, distingue el conocimiento intuitivo de Dios (propio de Él) del discursivo humano, pero afirma que la razón demuestra la existencia y unidad de Dios a partir de efectos sensibles.8,9 En la Suma teológica (I, q. 12, a. 12), precisa que conocemos a Dios por analogía, no por esencia, pero sí su existencia.10

Fideísmo moderno y racionalismo opuesto

En la modernidad, el fideísmo —representado por pensadores como Tertuliano o, más tarde, por corrientes quietistas— postula que la razón corrompe la fe pura. El Concilio Vaticano I lo condena junto al racionalismo, que pretende reducir la fe a razón sola.1 Encíclicas como Divini illius Magistri de Pío XI (1929) afirman la mutua ayuda entre fe y razón: la primera libera a la segunda de errores.5

En el siglo XX, Fides et ratio (1998) critica el agnosticismo contemporáneo, que duda de la razón para verdades metafísicas, y exalta el tomismo como vía segura.11

Argumentos teológicos en favor del conocimiento racional

La tradición católica ofrece pruebas sólidas de que la razón conoce a Dios.

Las vías tomistas y la teología natural

Tomás de Aquino propone cinco vías para demostrar a Dios: movimiento, causalidad eficiente, contingencia, grados de perfección y orden del universo. Estas no son meras hipótesis, sino argumentos deductivos desde lo observable.12 En Suma teológica II-II, q. 2, a. 4, explica por qué incluso lo demostrable por razón debe creerse: acelera el conocimiento, lo universaliza y lo certifica frente a errores filosóficos.12

La razón capta a Dios como causa primera, ser necesario y inteligencia suprema, aunque no su esencia íntima.13,10

Contribuciones de otros Doctores de la Iglesia

San Juan Pablo II, en su audiencia del 27 de marzo de 1985, reafirma que la razón, ascendiendo de las criaturas, conoce a Dios con certeza, conforme a Rm 1,20.14 Pío XI destaca cómo la Iglesia fomenta las ciencias, pues provienen de Dios y a Él conducen.5

Límites de la razón y complementariedad con la fe

Reconocer la posibilidad no implica omnipotencia racional. La razón humana, dependiente de los sentidos y afectada por el pecado, no abarca la sustancia divina.13,10 Aquino aclara: conocemos quod sit (que existe), no quid sit (qué es).10

Aquí entra la fe: propone verdades supra-racionales (Trinidad, Encarnación) y purifica la razón.4 El error fideísta ignora esta sinergia, mientras el racionalismo la invierte.1 Como dice Agustín, la autoridad escritural guía donde la razón fatiga.15

Consecuencias prácticas del error

Sostener la imposibilidad racional de Dios lleva a:

La Iglesia, por el contrario, promueve una razón humilde pero confiada, evangélica en su raíz.

Conclusión

El error de la imposibilidad de conocer a Dios por la razón contradice la Revelación y la tradición católica, que exaltan la capacidad natural del intelecto para hallar al Creador en la creación. Fe y razón, como dos alas, elevan al alma hacia la verdad plena.1 Invita a cultivar ambas virtudes para una vida cristiana íntegra, fiel al Magisterio y abierta al misterio divino.

Citas

  1. Capítulo V - Las intervenciones del magisterio en cuestiones filosóficas - El discernimiento del magisterio como diakonia de la verdad, Papa Juan Pablo II. Fides et Ratio, § 53 (1998). 2 3 4 5

  2. Sección uno «yo creo» - «nosotros creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 36 (1992). 2 3

  3. Sección uno «yo creo» - «nosotros creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 47 (1992). 2

  4. Sección uno «yo creo» - «nosotros creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 50 (1992). 2 3

  5. Papa Pío XI. Divini Illius Magistri, § 56 (1929). 2 3

  6. De utilitate credendi, San Agustín de Hipona. Sobre el provecho de creer, § 24 (392).

  7. San Agustín de Hipona. Soliloquios, Libro I, § 12 (NaN).

  8. Libro I: De Dios tal como es en sí mismo - Capítulo 57 - Que el conocimiento de Dios no es un conocimiento razonado, Tomás de Aquino. Summa Contra Gentiles, §Libro I. Cap. 57 (1265).

  9. Libro I: De Dios tal como es en sí mismo - Capítulo 11 - Rechazo de la opinión antes mencionada y solución de las razones antes señaladas, Tomás de Aquino. Summa Contra Gentiles, §Libro I. Cap. 11 (1265).

  10. Primera parte - Cómo se conoce a Dios por nosotros - ¿Puede Dios ser conocido en esta vida por razón natural? , Tomás de Aquino. Summa Theologiae, § I, Q. 12, A. 12 (1274). 2 3 4

  11. Capítulo V - Las intervenciones del magisterio en cuestiones filosóficas - El interés de la Iglesia en la filosofía, Papa Juan Pablo II. Fides et Ratio, § 58 (1998). 2

  12. Segunda parte de la segunda parte - Del acto de fe - ¿Es necesario creer aquellas cosas que pueden ser probadas por la razón natural? , Tomás de Aquino. Summa Theologiae, § II‑II, Q. 2, A. 4, co. (1274). 2

  13. John Haldane. ¿Qué tiene la metafísica que ver con la sabiduría? , § 12 (2022). 2

  14. Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 27 de marzo de 1985 (1985).

  15. El conocimiento de Dios que debe obtenerse de la Escritura. El plan y los misterios principales del esquema divino de la redención, San Agustín de Hipona. De la Moral de la Iglesia Católica, §Capítulo 7, 11 (388).

  16. Intuición, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, § Intuición (1913).