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El periodo de los Jueces

El periodo de los Jueces
escaneo de página de w: de: Zwolle-Bibel Zwolse Bijbel, Zwolle, 1464-1476, Biblioteca Universitaria de Utrecht; la página muestra texto del comienzo del libro de los Jueces; la inicial P muestra a Sansón cargando las puertas de la ciudad (Jueces 16:3). Dominio Público.

El periodo de los Jueces constituye la fase intermedia de la historia de Israel entre la conquista de Canaán bajo Josué y el establecimiento de la monarquía. Durante aproximadamente cuatro siglos, el pueblo vivió sin rey, bajo la guía de líderes carismáticos que Dios levantó para librar a la nación de la opresión extranjera y para llamar a su arrepentimiento. Este tiempo se caracteriza por un ciclo recurrente de pecado, castigo, clamor y liberación, que revela la fragilidad humana y la constante misericordia divina, preparando el camino para la futura institución del reino bajo Saúl y David1.

Tabla de contenido

Contexto histórico y bíblico

Cronología aproximada

Según la tradición patrística y los cálculos de los primeros cristianos, el lapso de los Jueces se extiende desde la muerte de Josué hasta la unción de Saúl como primer rey, unos cuatrocientos sesenta y tres años2. La lista de los jueces, recogida en el Libro de Jueces y complementada por fuentes patrísticas, muestra una sucesión de mandatos que varían en duración, desde tres años (Abimelec) hasta cuarenta años (Debora, Gedeón)3,3.

Personajes y jueces más destacados

Características del sistema de jueces

Gobierno no monárquico

En ausencia de monarquía, Israel reconocía la dominación exclusiva de Yahveh, y la autoridad humana se ejercía mediante jueces carismáticos que actuaban como instrumentos de la justicia divina6. Cada juez era llamado por Dios para liberar al pueblo de sus enemigos y para recordar la fidelidad al pacto (Jueces 2:16‑19)1.

Ciclo de pecado, castigo y liberación

El relato bíblico muestra un patrón repetitivo:

  1. Desviación del pueblo hacia dioses falsos (Baal, Astarté)1.

  2. Castigo divino mediante invasiones y opresión (ej. reyes de Canaan, madianitas)1.

  3. Clamor del pueblo y levantamiento de un juez por parte de Dios1.

  4. Liberación y periodo de paz que dura varios años, seguido nuevamente del retroceso espiritual1.

Este esquema cíclico refleja la visión teológica de la historia de la salvación como un movimiento de gracia que transforma el mal en bien, aunque la humanidad persista en su debilidad7.

Significado teológico y moral

Lección sobre la fragilidad humana

Los Jueces ilustran la tendencia al pecado del ser humano y la necesidad constante de la gracia divina. La incapacidad del pueblo para permanecer fiel a la Alianza, a pesar de los repetidos milagros, subraya la dependencia de Israel en la misericordia de Dios y anticipa la necesidad de un Salvador que cumpla la redención de forma definitiva8.

Preparación para la monarquía

El periodo de los Jueces sirve como preámbulo a la monarquía, mostrando la insuficiencia de un liderazgo meramente carismático para garantizar la justicia y la paz duraderas. La petición del pueblo por un rey (1 Samuel 8) surge de la frustración ante la inestabilidad de los jueces, pero la Iglesia enseña que la verdadera autoridad del rey debe ser derivada de Dios y orientada al bien común (defensor de los débiles)6.

Relevancia en la enseñanza católica

En el Catecismo

El Catecismo reconoce que la historia de Israel, incluida la era de los Jueces, muestra la continuidad de la acción salvadora de Dios, que no solo libera del yugo físico sino también del pecado (CCC 431)9. Asimismo, la figura de los jueces prefigura el papel de Cristo como Juez y Salvador, quien cumple la promesa de redención para todos los pueblos (CCC 64)10.

En la liturgia y la espiritualidad

Los nombres de los jueces aparecen en la Liturgia de los Santos y en lecturas dominicales, recordando a los fieles la necesidad de la oración y del arrepentimiento ante la tentación de la idolatría. La figura de Débora, por ejemplo, es citada como modelo de liderazgo femenino y de fidelidad al llamado del Espíritu Santo.

Conclusión

El periodo de los Jueces es una etapa crucial que muestra la dependencia del pueblo de Israel de la gracia divina frente a su propia debilidad. A través de un ciclo de pecado, castigo y liberación, Dios levanta a líderes temporales que, aunque insuficientes para instaurar una paz permanente, preparan el terreno para la llegada del rey ungido y, en última instancia, para la venida del Mesías. Este capítulo histórico sigue siendo una fuente de enseñanza moral y espiritual para la Iglesia, recordándonos que la verdadera justicia proviene del Señor y se manifiesta en la vida de los fieles que, como los jueces, responden al clamor del pueblo con fe y obediencia.

Citas

  1. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Jueces 2. 2 3 4 5 6

  2. Libro I - Capítulo 21. Las instituciones y leyes judías de mucha mayor antigüedad que la filosofía de los griegos, Clemente de Alejandría. Los Stromata, §Capítulo 21 (205). 2 3

  3. Capítulo 24. Cronología desde Adán, Teófilo de Antioquía. Teófilo a Autólico, §Libro III, Capítulo 24 (168). 2

  4. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Jueces 4. 2

  5. La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Jueces 3.

  6. A. El dominio de Dios, Pontificio Consejo Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 377 (2004). 2

  7. Capitolo quarto - L’essere umano nella storia - Le libere iniziative di dio - Un andamento ciclico, Comisión Bíblica Pontificia. «¿Qué es el hombre?» (Sal 8, 5). Un itinerario de antropología bíblica, § 335 (2019).

  8. II. - Temas fundamentales en las escrituras judías y su recepción en la fe en Cristo - B. Temas fundamentales compartidos - 8. Reproches y condenas divinas: A) en el Antiguo Testamento, Comisión Bíblica Pontificia. El Pueblo Judío y Sus Escrituras Sagradas en la Biblia Cristiana (24 de mayo de 2001), § 52 (2001).

  9. Sección segunda I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 431.

  10. Sección primera «creo» - «creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 64.