El regreso a Nazaret

El regreso a Nazaret marca el momento en que la Sagrada Familia, tras su huida a Egipto y la visita al Templo de Jerusalén, vuelve a establecerse en la humilde aldea galilea donde Jesús pasará la mayor parte de su infancia y adolescencia. Este episodio, aunque brevemente relatado en los Evangelios, constituye la base de la vida oculta de Jesús, un periodo de obediencia, formación familiar y crecimiento en sabiduría que prepara su misión pública. El artículo explora el contexto histórico‑bíblico, la vida cotidiana en Nazaret, la percepción de la comunidad y el significado teológico de este regreso.
Tabla de contenido
Contexto histórico y bíblico
El retorno después de Egipto
Tras la huida a Egipto para proteger al Niño de la persecución de Herodes, José y María regresan a su tierra natal. La Escritura indica que la familia se estableció nuevamente en Nazaret, «el pueblo donde había sido criado»1.
La visita al Templo y la vuelta a Nazaret
A los doce años, Jesús acompaña a sus padres al Templo; allí sorprende a los doctores con su comprensión, y tras tres días de búsqueda, la familia lo encuentra y regresa a Nazaret1. Al llegar, el niño muestra su obediencia a los padres y «crecía en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres»1.
La vida oculta en Nazaret
El entorno familiar
Los Padres de la Iglesia describen la vida en Nazaret como una familia santa donde José, carpintero, instruye a su hijo en el oficio y protege a la Sagrada Familia2. María, «llena de gracia», vivió una intimidad profunda con su Hijo, cuidando su desarrollo espiritual y humano3.
La obediencia y el crecimiento en sabiduría
Jesús permaneció «obediente a ellos» durante treinta años, participando en las costumbres cotidianas: trabajo manual, oración, asistencia a la sinagoga y peregrinaciones al Templo4. En este periodo, el Niño «creció en sabiduría, edad y gracia» bajo la mirada amorosa de sus padres5. La vida oculta no implica inactividad, sino la preparación interior que permite la posterior anunciación del Reino de Dios6.
La actividad pública y la percepción de la comunidad
La lectura en la sinagoga
Al iniciar su ministerio, Jesús regresa a Nazaret y, como era costumbre, lee en la sinagoga del sábado, proclamando que la profecía de Isaías se cumple en él7.
El rechazo de los vecinos
Sin embargo, los habitantes de su propia aldea lo reconocen como «el hijo del carpintero» y, lejos de admirarlo, le niegan autoridad, diciendo que «no puede hacer nada aquí»8. Esta resistencia subraya la dificultad de aceptar al Mesías en su propio entorno.
Significado teológico del regreso
Modelo de santidad familiar
El regreso a Nazaret muestra que la encarnación no se produce en la grandiosidad pública, sino en la humildad del hogar. La familia de Nazaret constituye un «escuela del Evangelio», donde el amor, la obediencia y la labor cotidiana son signos de la vida cristiana9.
Relevancia para la vida cristiana contemporánea
La experiencia nazarena invita a los fieles a valorar la vida familiar, el trabajo honesto y la formación espiritual como pilares del discipulado. La Iglesia llama a imitar la obediencia de Jesús y a reconocer que Dios actúa también en los lugares más modestos4.
Conclusión
El regreso a Nazaret no es solo un desplazamiento geográfico, sino una etapa formativa esencial que revela la dignidad de la vida cotidiana y la centralidad de la familia en el plan de salvación. Desde la obediencia a los padres hasta el crecimiento en sabiduría, Jesús muestra que la santidad se construye paso a paso, preparando al mundo para la proclamación del Evangelio.
Citas
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Lucas 2. ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 4 de febrero de 1987 (1987). ↩
La 'vida oculta' de María es ejemplo para las madres, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 29 de enero de 1997, § 1 (1997). ↩
La familia - 1. Nazaret, Papa Francisco. Audiencia General del 17 de diciembre de 2014: La familia - 1. Nazaret (2014). ↩ ↩2
Capítulo dos - Jesús, siempre joven - La juventud de Jesús, Papa Francisco. Christus vivit, § 24 (2019). ↩
II. Un rostro para contemplar - El testimonio de los evangelios, Papa Juan Pablo II. Novo Millennio Ineunte, § 18 (2001). ↩
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Lucas 4. ↩
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Marcos 6. ↩
Papa Francisco. Patris Corde (2020). ↩
