Encarnación
La Encarnación es el misterio central del cristianismo que afirma que el Hijo eterno de Dios, el Verbo, tomó una naturaleza humana sin perder su divinidad, convirtiéndose en Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre para la salvación de la humanidad. Este dogma, formulado y defendido por los concilios ecuménicos de Nicea (325) y Calcedonia (451), constituye la base de la fe católica, de la sacramentalidad y de la teología de la divinización.
Tabla de contenido
Definición y significado teológico
La unión hipostática
La Encarnación se describe como la unión hipostática: «en la única Persona del Hijo, las dos naturalezas, divina y humana, están unidas sin confusión, sin cambio, indivisiblemente y sin separación»1. La doctrina sostiene que Jesús posee una única hypostasis (persona) con dos ousiai (naturalezas) que conservan sus propiedades propias2.
Terminología clave
Verbo (Logos): la segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Incarnatio (latín) / σάρξ (griego): «hacerse carne».
Hypostatic Union (latín unio hypostatica): la unión real y sustancial de la naturaleza divina y humana en la Persona de Cristo1.
Fundamento bíblico
El relato de la Encarnación se fundamenta en la Escritura: «Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros» (Jn 1,14)3. San Pablo también destaca la plena humanidad de Cristo: «en la forma de Dios… tomó forma de siervo» (Fil 2,6‑7)3. La Palabra se encarna «para que todo lo creado sea reconciliado con Dios»4.
Desarrollo histórico‑conciliar
Concilio de Nicea (325)
El Credo Niceno declara que el Hijo es «generado, no creado, consustancial con el Padre» y que «para nosotros y para nuestra salvación descendió y se hizo carne»5. Esta definición refuta el arrianismo y establece la divinidad del Verbo antes de la Encarnación.
Concilio de Calcedonia (451)
Calcedonia clarifica la doble naturaleza de Cristo: «uno mismo Hijo, perfecto en divinidad y perfecto en humanidad, sin confusión ni división»6. El documento enfatiza que la naturaleza humana es «como la nuestra, salvo el pecado»6, y que la unión no implica mezcla ni alteración de las naturalezas7.
Definiciones patrísticas
San Gregorio Magno explica que la Encarnación «no implica pérdida de la divinidad, sino que el Verbo tomó lo que no era»8. San Juan Casiano subraya que la unión es «indivisible, sin disminución de la sustancia divina»9.
Importancia sacramental
Cristo como Ur‑Sacramento
El Incarnado Verbo es el «sacramento primario» (Ur‑Sacramento) que hace presente a Dios en la historia de la salvación10. Cada sacramento de la Iglesia se deriva de la Encarnación, pues «los sacramentos son el centro del cristianismo; su pérdida equivale a la pérdida de la Encarnación»10.
Eucaristía y divinización
En la Eucaristía, los fieles participan del «don de la vida divina» que se originó en la Encarnación, compartiendo la naturaleza divina (2 Pt 1,4)11. El Catecismo señala que «por la Encarnación, el Hijo de Dios hizo posible que los hombres se conviertan en partícipes de la naturaleza divina»12.
Efectos de la Encarnación
Redención y mediación
Jesús, como mediador único, reconcilia a la humanidad con Dios: «en Él, el Hijo de Dios, está unido a cada hombre sin excepción»4. Su vida, muerte y resurrección abren la puerta a la salvación y a la vida eterna.
Divinización (theosis)
La Encarnación permite la divinización: «el hombre participa de la vida divina» (cf. 2 Pt 1,4)13. San Agustín afirma que «el Creador se hizo hombre para que el hombre sea receptor de Dios»13.
Controversias y herejías refutadas
Monofisismo: negaba la verdadera humanidad de Cristo. Calcedonia la condenó, afirmando la doble naturaleza sin mezcla7.
Nestorianismo: separaba las naturalezas en dos personas distintas. Los concilios defendieron la unidad hipostática14.
Arianismo: negaba la divinidad del Verbo; Nicea la refutó declarando al Hijo consustancial al Padre5.
Catecismo y documentos magisteriales
CCC 467 define la Encarnación como «la unión maravillosa de la naturaleza divina y humana en la única Persona del Verbo»15.
Compendio del Catecismo resume la enseñanza de Calcedonia sobre la doble naturaleza de Cristo16.
Dominus Iesus (2000) reitera la definición nicena‑calcedonia de la Encarnación como fundamento de la fe cristiana5.
Implicaciones pastorales y devocionales
Liturgia y credo
El Credo Niceno‑Constantinopolitano, recitado en la Misa, proclama la Encarnación: «descendió del cielo y se encarnó del Espíritu Santo y de la Virgen María»13.
Oración y vida cristiana
Los fieles son invitados a imitar a Cristo, «haciéndose semejantes a Él en su humildad y obediencia» (Fil 2,8) y a vivir la caridad que brota de la Encarnación.
Conclusión
La Encarnación es el corazón del cristianismo católico: revela que Dios, en su infinita amor, se hizo hombre para salvar a la humanidad, estableciendo la base de la fe, los sacramentos y la esperanza de la divinización. Su definición, protegida por los concilios de Nicea y Calcedonia, sigue siendo una piedra angular del magisterio y de la vida espiritual de la Iglesia.
Citas
Unión Hipostática, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Unión Hipostática. ↩ ↩2
Credo de Fe (especialmente sobre la Trinidad y la Encarnación) - «Exposición de Fe» contra los Priscilianistas, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 534 (1854). ↩
La Encarnación, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Encarnación. ↩ ↩2
Capítulo uno: La Iglesia y el diálogo interreligioso - Fundamentos del diálogo interreligioso - Jesucristo es el Redentor universal, Dicasterio para el Diálogo Interreligioso. Diálogo en Verdad y Caridad (2014), § 18 (2014). ↩ ↩2
II. El Logos encarnado y el Espíritu Santo en la obra de la Salvación, Congregación para la Doctrina de la Fe. Declaración «Dominus Iesus»: Sobre la Unicidad y Universalidad Salvífica de Jesucristo y de la Iglesia, § 10 (2000). ↩ ↩2 ↩3
Sección dos I. Los Credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 467. ↩ ↩2
Concilio de Calcedonia 451 - Ecuménico IV (contra los Monofisitas) - Definición de las dos Naturalezas de Cristo, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 303 (1854). ↩ ↩2
Libro XI - Carta 67, Gregorio Magno, Papa. Epístolas de San Gregorio Magno, §Libro XI, Carta 67 (590). ↩
Por el caso de Leporio establece el hecho de que un pecado abierto debe ser expiado por una confesión abierta; y también enseña con sus palabras cuál es la visión correcta a tener sobre la encarnación, Juan Casiano. Sobre la Encarnación, §Libro I. Capítulo 5 (429). ↩
B2. El carácter dialógico de la economía sacramental de la salvación - 2.1. El Dios trinitario: Fuente y fin de la economía sacramental - C) La encarnación: Centro, cumbre y clave de la economía sacramental, Comisión Teológica Internacional. La Reciprocidad entre la Fe y los Sacramentos en la Economía Sacramental, § 30 (2020). ↩ ↩2
B2. El carácter dialógico de la economía sacramental de la salvación - 2.1. El Dios trinitario: Fuente y fin de la economía sacramental - C) La encarnación: Centro, cumbre y clave de la economía sacramental, Comisión Teológica Internacional. La Reciprocidad entre la Fe y los Sacramentos en la Economía Sacramental, § 31 (2020). ↩
Parte uno - La profesión de Fe. Capítulo dos - Creo en Jesucristo, el único Hijo de Dios. La Caída, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 85 (2005). ↩
El Misterio de la Eucaristía en la Vida de la Iglesia - I. El don, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misterio de la Eucaristía en la Vida de la Iglesia, § 10 (2021). ↩ ↩2 ↩3
La Encarnación - El Error de Nestorio sobre la encarnación y su Refutación, Tomás de Aquino. Compendio de Teología (Compendium Theologiae), §Parte I - Capítulo 203 (1273). ↩
Sección dos I. Los Credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 483. ↩
Parte uno - La profesión de Fe. Capítulo dos - Creo en Jesucristo, el único Hijo de Dios. La Caída, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 88 (2005). ↩