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Errores sobre la libertad de enseñanza

La doctrina católica sobre la libertad de enseñanza ha sido objeto de numerosas intervenciones del Magisterio para delimitar sus contornos frente a concepciones erróneas que promueven una autonomía absoluta, contraria a la verdad revelada y al bien común. Este artículo examina las principales condenas históricas de tales errores, desde las críticas al filósofo James Frohschammer en el siglo XIX hasta las encíclicas de León XIII y Pío XI, destacando la distinción entre una libertad legítima, subordinada a la fe y la razón, y las desviaciones que fomentan el error y socavan la formación integral de las personas, especialmente en la educación católica.1,2,3,4

Tabla de contenido

Antecedentes históricos

La noción de libertad de enseñanza surge en el contexto de tensiones entre la fe católica y el racionalismo moderno, particularmente durante el siglo XIX, cuando corrientes filosóficas pretendían emancipar el saber humano de toda autoridad externa, incluida la revelación divina. El Magisterio de la Iglesia, consciente de que la verdad es única y que el error pervierte las mentes, intervino repetidamente para rechazar interpretaciones libertarias que equiparaban libertad con licencia para difundir doctrinas contrarias a la fe.5

En un ambiente de «gran restlessness e iniquity» —como describió Pío IX—, se observaba cómo incluso católicos introducían una «cierta libertad de enseñanza y escritura hitherto unheard of en la Iglesia», profesando opiniones «new and altogether reprehensible».1 Esta problemática no era meramente teórica: afectaba la formación de sacerdotes, laicos y la sociedad, amenazando la integridad de la fe.

La condena contra James Frohschammer (1862)

Uno de los primeros casos paradigmáticos fue el del sacerdote y filósofo alemán James Frohschammer, profesor en la Academia de Múnich. En su epístola Gravissimas inter (11 de diciembre de 1862), Pío IX censuró sus obras —Introductio in Philosophiam (1858), De Libertate scientiae (1861) y Athenaeum (1862)— por defender una falsa libertad de la ciencia que negaba la sumisión de la filosofía a la autoridad eclesiástica.1,3

Frohschammer distinguía entre el filósofo individual, que podía someterse a una autoridad autoelegida, y la filosofía en sí, a la que negaba toda obligación de acatar la doctrina revelada. Esta posición fue calificada como «utterly reprobate and intolerable license of philosophy», ya que ignoraba que la filosofía auténtica debe armonizarse con la teología, servidora de la revelación.3

«Atribuye a la filosofía esa libertad que debe llamarse no la libertad de la ciencia, sino una reprobable e intolerable licencia de la filosofía».3

La Congregación para la Censura de Libros examinó sus textos y concluyó que su doctrina estaba «far from Catholic truth», ordenando su retractación.1

La enseñanza de León XIII en Libertas (1888)

En su encíclica Libertas praestantissimum (20 de junio de 1888), León XIII abordó directamente la libertad de enseñanza como un error moderno. Rechazó la idea de que el Estado o los individuos pudieran enseñar «whatever it pleases», pues esto pervertiría las mentes y contradiría el deber de banir el error.

El Papa argumentó que solo la verdad debe impregnar las mentes, ya que en ella reside el bien, el fin y la perfección de la naturaleza inteligente. Permitir la difusión indiscriminada de falsedades equivaldría a un fracaso del deber educativo, especialmente dada la influencia de los maestros sobre sus alumnos.5

«La libertad de la que hablamos es greatly opposed to reason, and tends absolutely to pervert men’s minds, in as much as it claims for itself the right of teaching whatever it pleases».5

León XIII subrayó que esta falsa libertad no es un derecho estatal, sino una usurpación que ignora la primacía de la verdad objetiva.

Doctrina de Pío XI en Divini Illius Magistri (1929)

Pío XI desarrolló estas ideas en la encíclica Divini Illius Magistri (31 de diciembre de 1929), dedicada a la educación cristiana. Distinguió una justa libertad en lo científico y didáctico, inviolable norma que debe respetarse, de la libertad absoluta, inexistente en la enseñanza.4,6

Los profesores no tienen un derecho propio absoluto, sino delegado, y todo niño cristiano posee un derecho estricto a una instrucción conforme a la doctrina de la Iglesia, «pillar and ground of truth». Perturbar la fe del alumno es un grave abuso de confianza.4

«Quien perturba la fe del alumno de cualquier modo, le causa grave daño, en cuanto abusa de la confianza que los niños depositan en sus maestros».4

Además, la Iglesia, como sociedad perfecta, goza de independencia para decidir qué medios educativos ayudan o perjudican su fin, incluyendo toda forma de instrucción humana.6

En Studiorum Ducem (1923), Pío XI promovió los estudios tomistas con libertad emulativa, pero sin obtrectación, exigiendo que la filosofía y teología se ajusten a la «rationem, doctrinam et principia» del Angélico Doctor.7

Otras intervenciones magisteriales clave

Humani generis de Pío XII (1950)

Pío XII advirtió en Humani generis (12 de agosto de 1950) que, aunque los pontífices conceden libertad a teólogos en materias disputadas, la historia muestra que muchas cuestiones pasan de libres a indiscutibles, rechazando así una libertad perpetua e ilimitada.2

Enseñanzas de Pío X

En E Supremi (1903), Pío X enfatizó la instrucción religiosa como vía principal para restaurar el reinado de Dios en las almas, contraponiéndola a la ignorancia que fomenta la incredulidad.8

Documentos del siglo XX y XXI

Juan Pablo II, en discursos como el de 1981 a juristas italianos, defendió la libertad de enseñanza fundada en la dignidad humana, permitiendo a padres e instituciones crear centros educativos sin discriminación.9 Sin embargo, siempre subordinada a la autodeterminación auténtica y la imagen divina en el hombre.10,11

La Congregación para la Educación Católica, en documentos como Male and Female He Created Them (2019), abogó por una libertad pedagógica que forme en la visión cristiana del hombre, colaborando en materiales educativos sólidos.12

La verdadera libertad de enseñanza en la doctrina católica

La Iglesia no niega la libertad intelectual, sino que la ordena hacia la verdad. En la educación católica, esta se ejerce en armonía con la fe:

Esta visión se refleja en las escuelas católicas, donde la dimensión religiosa impregna todo, fomentando diálogo en pluralismo cultural.13,14

AspectoFalsa libertadVerdadera libertad católica
FundamentoAutonomía absoluta, rechazo de autoridadSumisión a verdad revelada y razón
EfectoDifusión de error, perversión de mentesFormación integral, bien común
Ejemplos magisterialesFrohschammer, racionalismoDivini Illius Magistri, tomismo

Relevancia en la educación contemporánea

Hoy, en contextos de secularización, estos errores resurgen en ideologías que imponen visiones parciales sobre género, moral o antropología. La Iglesia llama a una educación de la libertad, educando en su recto uso mediante ideales nobles.11 Las escuelas católicas deben innovar materiales pedagógicos fieles a la tradición.12

Conclusión

Los errores sobre la libertad de enseñanza radican en confundir libertad con arbitrariedad, ignorando que la verdad es condición de toda auténtica emancipación humana. El Magisterio, desde Pío IX hasta documentos recientes, propone una libertad ordenada que protege la fe y forma personas íntegras. En un mundo de pluralismo, esta doctrina invita a renovar la educación católica como faro de verdad.

Citas

  1. La falsa libertad de la ciencia (contra James Fröhschammer) – De la epístola, «gravissimas inter», al arzobispo de Múnich‑Freising, 11 de dic., 1862, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las fuentes del dogma católico (Enchiridion Symbolorum), § 2849 (1854). 2 3 4

  2. Algunas falsas opiniones que amenazan con socavar los fundamentos de la doctrina católica – De la encíclica, «Humani generis», 12 de ago., 1950, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las fuentes del dogma católico (Enchiridion Symbolorum), § 3884 (1854). 2

  3. La falsa libertad de la ciencia (contra James Fröhschammer) – De la epístola, «gravissimas inter», al arzobispo de Múnich‑Freising, 11 de dic., 1862, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las fuentes del dogma católico (Enchiridion Symbolorum), § 2858 (1854). 2 3 4

  4. Pío XI. Divini Illius Magistri, § 57 (1929). 2 3 4

  5. Encíclica del papa León XIII sobre la naturaleza de la libertad humana, León XIII. Libertas, § 24 (1888). 2 3

  6. Pío XI. Divini Illius Magistri, § 18 (1929). 2 3

  7. Pío XI. Studiorum Ducem (1923). 2

  8. Pío X. E Supremi, § 12 (1903).

  9. Juan Pablo II. A los participantes en la 32.ª Conferencia Nacional de la Unión de Juristas Católicos Italianos (7 de diciembre de 1981) – Discurso (1981). 2

  10. Juan Pablo II. Encuentro con el mundo de la cultura en la Universidad Católica Larrañaga de Montevideo (7 de mayo de 1988) – Discurso, § 3 (1988).

  11. Juan Pablo II. A los académicos de la Universidad de Padua (12 de septiembre de 1982) – Discurso (1982). 2

  12. Proponiendo – Formando formadores, Congregación para la Educación Católica. Hombre y mujer los creó: Hacia un camino de diálogo sobre la cuestión de la teoría de género en la educación, § 51 (2019). 2

  13. Conclusión, Congregación para la Educación Católica. La dimensión religiosa de la educación en una escuela católica: Directrices para la reflexión y la renovación, § 115 (1988).

  14. Introducción, Congregación para la Educación Católica. La identidad de la escuela católica para una cultura del diálogo, § 5 (2022).