Errores sobre la negación de los motivos de credibilidad
Los motivos de credibilidad son las pruebas externas de la Revelación divina, como los milagros, las profecías y la santidad de la Iglesia, que justifican racionalmente el acto de fe según la doctrina católica. La negación de estos motivos conlleva graves errores teológicos, como el fideísmo, el racionalismo o el empirismo radical, que distorsionan la relación entre fe y razón. Este artículo examina su definición, importancia y las principales equivocaciones históricas y modernas, ofreciendo respuestas desde la apologética católica y el Magisterio.
Tabla de contenido
Definición y naturaleza de los motivos de credibilidad
Los motivos de credibilidad, también conocidos como motiva credibilitatis, son signos objetivos y externos que Dios ha proporcionado para acreditar la veracidad de su Revelación. No se trata de pruebas demostrativas absolutas, sino de argumentos de conveniencia moral que hacen razonable el asentimiento de fe.1
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, estos motivos incluyen:
los milagros de Cristo y de los santos, las profecías, el crecimiento y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y estabilidad «son los signos más seguros de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos»; son «motivos de credibilidad» (motiva credibilitatis), que muestran que el asentimiento de la fe «de ningún modo es un impulso ciego de la mente».1
Estos elementos no sustituyen la gracia interna del Espíritu Santo, sino que la complementan, permitiendo que la fe sea un acto conforme a la razón humana.
Clasificación de los motivos de credibilidad
Se distinguen tradicionalmente en:
Motivos intrínsecos: La coherencia interna de la Revelación y su elevación sobre la razón natural.
Motivos extrínsecos: Hechos históricos verificables, como los milagros de Jesús (resurrección), el cumplimiento de profecías mesiánicas y las notas de la Iglesia (unidad, santidad, catholicidad y apostolicidad).2
La apologética católica, como ciencia que defiende los fundamentos de la fe, se centra en estos motivos para demostrar la credibilidad de la religión revelada.2
Importancia en la doctrina católica
La fe católica rechaza tanto el racionalismo, que pretende reducir la Revelación a la mera razón, como el fideísmo, que la considera irracional. Los motivos de credibilidad equilibran ambos extremos, mostrando que «la sumisión de nuestra fe sea conforme a la razón».1
El Concilio Vaticano I (en Dei Filius) enfatiza que Dios ha unido «pruebas externas de su Revelación» a los auxilios internos del Espíritu Santo, haciendo que la fe no sea un salto en la oscuridad.1 Esta enseñanza es fundamental para la evangelización y el diálogo interreligioso, ya que invita al incrédulo a examinar racionalmente las credenciales del cristianismo.
Principales errores en la negación de los motivos de credibilidad
La negación de estos motivos ha generado errores teológicos condenados por la Iglesia. Estos errores surgen al absolutizar un aspecto de la verdad (razón o fe) e ignorar su armonía.
El fideísmo: la fe ciega
El fideísmo afirma que la fe es puramente sobrenatural y voluntarista, sin necesidad de motivos racionales. Niega que los milagros o la historia de la Iglesia aporten credibilidad, considerando cualquier argumento racional como superfluo o perjudicial.3
Este error, condenado por el Vaticano I, reduce la fe a un «impulso ciego de la mente» y contradice la tradición patrística, donde San Agustín exhortaba: «Crede ut intelligas» (cree para entender), pero también reconocía motivos históricos.3 Ejemplos históricos incluyen a Tertuliano («credo quia absurdum») mal interpretado, o pensadores modernos como Kierkegaard, cuya «fe de salto» influyó en corrientes protestantes.
El racionalismo y el deísmo: la razón autosuficiente
El racionalismo niega los motivos extrínsecos al afirmar que la razón humana basta para conocer a Dios y la moral, rechazando milagros y profecías como «irracionales». El deísmo, común en la Ilustración, acepta un Dios creador pero niega la Revelación histórica.2
La Iglesia responde que tales posturas ignoran la finitud humana y la necesidad de la gracia reveladora. Fides et Ratio de Juan Pablo II critica esta «crisis de la razón» que se cierra a lo sobrenatural.4
El empirismo positivista y el cientificismo
El empirismo positivista, heredero de Comte y el positivismo lógico, limita el conocimiento a lo verificable científicamente, negando milagros por «no falsables». Considera los motivos de credibilidad como «supersticiones» pre-científicas.5
Este error ignora que la ciencia estudia lo natural, no lo sobrenatural, y que los milagros son hechos históricos examinables (ej. curaciones en Lourdes, investigadas médicamente). La apologética moderna usa análisis estadísticos y testimonios para refutarlo.2
El modernismo: inmanentismo subjetivo
El modernismo, condenado por Pío X en Pascendi Dominici Gregis (1907), reduce la fe a un sentimiento subjetivo, negando los motivos objetivos. Ve la Revelación como evolución de la conciencia humana, no como acto divino histórico.2
Sus ecos persisten en teologías liberales que relativizan los milagros o la apostolicidad de la Iglesia.
Otros errores contemporáneos
Agnosticismo: Afirma imposible conocer a Dios, ignorando los motivos filosóficos (cosmológico, moral) y factuales.5
Ateísmo materialista: Niega toda trascendencia, rechazando la inteligibilidad del universo como señal de Dios.5
Relativismo religioso: Considera todas las religiones equivalentes, sin credenciales únicas para el catolicismo.2
Respuestas de la apologética católica
La apologética católica sistematiza la defensa de los motivos, distinguiéndose de la mera controversia por su enfoque científico e impersonal.2 Argumentos clave:
Resurrección de Cristo: Hecho histórico corroborado por testimonios múltiples y transformación de apóstoles.2
Notas de la Iglesia: Unidad, santidad, catholicidad y apostolicidad solo en la Iglesia católica.2
Milagros eucarísticos y marianos: Investigados por comisiones eclesiásticas y científicas.
Autores como Santo Tomás de Aquino (Summa Contra Gentiles) y contemporáneos (K. Rahner en aspectos, pero fieles al Magisterio) integran fe y razón.4
| Error | Consecuencia teológica | Respuesta católica |
|---|---|---|
| Fideísmo | Fe irracional | Motivos como milagros (CCC 156)1 |
| Racionalismo | Negación de lo sobrenatural | Armonía fe-razón (Fides et Ratio)4 |
| Empirismo | Reducción a ciencia | Milagros históricos verificables2 |
| Modernismo | Subjetivismo | Magisterio infalible2 |
Enseñanza del Magisterio sobre los motivos
El Magisterio ha reafirmado consistentemente estos motivos:
Concilio Vaticano I (Dei Filius): Pruebas externas obligan moralmente al asentimiento.1
Catecismo (nn. 156-159): Lista explícita de motivos.1
Benedicto XVI (Audiencia 2013): La fe es «respuesta a la iniciativa de Dios» con escucha de la Escritura.6
Juan Pablo II en Fides et Ratio insiste: la búsqueda de verdad implica respuesta posible, no vana.4,7
Conclusión
Negar los motivos de credibilidad lleva a errores que desequilibran la fe católica, pero la Iglesia ofrece una apologética robusta para vindicarlos. Examinarlos fortalece la convicción personal y el testimonio público, invitando a todos a reconocer en la Iglesia católica la plenitud de la Revelación. Como afirma la tradición, «la Iglesia misma, por su propagación admirable, santidad, fecundidad en obras buenas, unidad católica y estabilidad invicta, es un motivo perenne de credibilidad y signo irrefragable de su misión divina».3
Citas
Sección I «Yo creo» - «Creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 156 (1992). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Apologética, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Apologética (1913). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11
Fe, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Fe (1913). ↩ ↩2 ↩3
Fides et ratio, Papa Juan Pablo II. Fides et Ratio (1998). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Benoît Henri Merkelbach, O.P., Reginald Beaudouin, O.P., etc. Reseñas de libros (Nova et Vetera, Vol. 23, No. 2), § 11 (2025). ↩ ↩2 ↩3
Audiencia general del 23 de enero de 2013: «Yo creo en Dios», Papa Benedicto XVI. Audiencia general del 23 de enero de 2013: «Yo creo en Dios» (2013). ↩
Capítulo III - Intellego ut credam - Las diferentes caras de la verdad humana, Papa Juan Pablo II. Fides et Ratio, § 29 (1998). ↩
