Evangelio según San Juan

El Evangelio según San Juan es el cuarto de los evangelios canónicos y se distingue notablemente de los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) por su estilo, contenido y énfasis teológico. Es una narración de la vida de Jesús desde su bautismo hasta su resurrección y sus apariciones a los discípulos. Tradicionalmente atribuido al apóstol Juan, este evangelio busca confirmar la fe en Jesús como el Cristo y el Hijo de Dios, presentando discursos y diálogos de Jesús que resaltan su majestad divina y su amor. A lo largo de la historia, ha sido reconocido como una fuente fundamental y históricamente creíble para el conocimiento de la vida de Jesucristo, siendo un testimonio sublime de la fe en el Hijo de Dios y una fuente inagotable de celo amoroso.
Tabla de contenido
Contenido y Estructura
El Evangelio de San Juan se organiza en cuatro secciones principales:
El prólogo (Juan 1:1-18)1 introduce la doctrina de la encarnación del Verbo Eterno, sirviendo como un resumen conciso de todo el evangelio1,2,3. Aquí se establece que el Verbo estaba con Dios y era Dios, y que todas las cosas fueron hechas por Él2,3,4,5,6. Este Verbo, que es vida y luz para la humanidad, vino al mundo, pero el mundo no lo reconoció7,8,4.
La primera parte (Juan 1:19-12:50)1 relata la vida pública de Jesús desde su bautismo hasta la víspera de su Pasión1. En esta sección, Juan el Bautista testifica sobre Jesús como el Cordero de Dios2,3. Jesús realiza milagros y pronuncia discursos que revelan su identidad divina, como cuando se declara «el camino, la verdad y la vida» (Juan 14:6)9,10. También se destaca que quien cree en Jesús, cree en Aquel que lo envió, y quien ve a Jesús, ve al Padre (Juan 12:44-45)11.
La segunda parte (Juan 13-21:23)1 narra la historia de la Pasión y Resurrección del Salvador1. Incluye la Última Cena, los discursos de despedida de Jesús a sus discípulos (Juan 14-17)9,12,13, su arresto, juicio, crucifixión y resurrección1. En estos discursos, Jesús promete el envío del Paráclito, el Espíritu Santo, quien enseñará y recordará todo lo que Él ha dicho9,12. Jesús también ora por la unidad de sus discípulos, «para que sean uno, así como nosotros somos uno» (Juan 17:11)13.
Un epílogo breve (Juan 21:23-25)1 hace referencia a la gran cantidad de palabras y obras del Salvador que no están registradas en el evangelio1.
El evangelista muestra un cuidado especial en determinar la cronología exacta de los eventos1.
Peculiaridades Distintivas y Teología
El Evangelio de Juan se distingue por varias características que lo hacen único entre los evangelios canónicos.
Énfasis Teológico
A diferencia de los sinópticos, Juan se centra menos en los milagros como pruebas de la divinidad de Jesús y más en sus discursos y coloquios para profundizar en la comprensión de su majestad y amor divino1. El evangelista es conocido como el «teólogo» de los evangelistas debido a su interés teológico en la narración y en el registro de los discursos de Jesús1. Ideas como «la Luz del Mundo,» «la Verdad,» «la Vida,» y «la Resurrección» son temas recurrentes que estructuran su evangelio1.
La Persona del Redentor
La narrativa de Juan se centra en la persona del Redentor en un grado mucho mayor que en los sinópticos1. Desde sus primeras frases, Juan dirige la mirada hacia la eternidad, al Verbo Divino en el seno del Padre1,2,3. El evangelio subraya constantemente la dignidad y gloria del Verbo Eterno que se dignó a habitar entre los hombres para que, al recibir la revelación de su Majestad Divina, también pudiéramos participar de la plenitud de su gracia y verdad1.
Nombres y Títulos de Jesús
Jesús es presentado con títulos que resaltan su divinidad y su relación con el Padre:
El Verbo (Logos): «En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios» (Juan 1:1)2,3. Este concepto subraya la preexistencia y divinidad de Jesús4,6.
La Luz del Mundo: Jesús se identifica como la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo (Juan 1:9, 12:46)11,2,3,8.
El Camino, la Verdad y la Vida: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí» (Juan 14:6)9,10.
El Pan de Vida: Jesús declara ser el pan vivo que descendió del cielo (Juan 6:41-51)10.
La Resurrección y la Vida: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá» (Juan 11:25)10.
El Espíritu Santo (El Paráclito)
Juan dedica una atención significativa al papel del Espíritu Santo, a quien Jesús llama el «Abogado» o «Paráclito»9,12. El Espíritu de la verdad guiará a los discípulos a toda la verdad, no hablará por su propia cuenta, sino que declarará lo que oiga y les anunciará las cosas que han de venir (Juan 16:13)12. Esta actividad interna del Paráclito permite a los discípulos dar testimonio de Jesús al mundo14.
Autoría
La tradición constante y universal de la Iglesia, que se remonta al siglo II, ha reconocido a Juan el Apóstol como el autor del Cuarto Evangelio15,16. Esta atribución se basa en:
Testimonios externos: Los Padres de la Iglesia, escritores eclesiásticos e incluso herejes de los primeros siglos, citan y aluden al Evangelio de Juan, conectando su origen con los discípulos y sucesores de los apóstoles1,15,16. Ignacio de Antioquía, el Fragmento Muratoriano, Teófilo de Antioquía y Papías de Hierápolis son algunos de los testigos tempranos1.
Evidencia interna: El evangelio mismo proporciona indicios sobre su autor. El autor es un judío palestino con un conocimiento preciso de la geografía y las costumbres de Palestina. Tuvo contacto personal con Jesús y perteneció a su círculo íntimo1. El evangelio concluye con un testimonio que afirma: «Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y las escribió; y sabemos que su testimonio es verdadero» (Juan 21:24)1.
Relación con las Epístolas de Juan: Existe una fuerte conexión entre el Evangelio de Juan y las tres Epístolas de Juan en cuanto a estilo, lenguaje y enseñanza teológica, lo que sugiere una autoría común1,17.
A pesar de las objeciones críticas que surgieron a partir del siglo XVIII, la Iglesia Católica ha reafirmado la autoría apostólica de Juan, condenando las visiones contrarias1,15,16,17.
Circunstancias de la Composición
Fecha y Lugar
Aunque no hay información histórica totalmente precisa sobre la fecha de composición, la opinión general sitúa el evangelio en la última década del siglo I, específicamente alrededor del año 96 d.C. o los años siguientes1. Esto se deduce de varios factores:
Fue escrito después de los evangelios sinópticos1.
Las referencias a «los judíos» (Juan 11:18; 18:1; 19:41) sugieren que la destrucción de Jerusalén y el fin del pueblo como nación ya habían ocurrido1.
El versículo Juan 21:23 implica que Juan estaba ya muy avanzado en años1.
La herejía que negaba la divinidad de Cristo, a la que Juan dedica especial atención, comenzó a difundirse a finales del siglo I1.
El «Prólogo Monarquiano» al Cuarto Evangelio, escrito alrededor del año 200, indica que Juan lo escribió en la provincia de Asia después de componer el Apocalipsis en la isla de Patmos, lo que sitúa la fecha después del exilio de Juan bajo Domiciano (c. 95 d.C.)1.
El lugar de composición fue la provincia de Asia, siendo Éfeso el lugar más preciso según la tradición1.
Propósito e Importancia
El propósito del evangelista al componer el evangelio se expresa en Juan 20:31: «Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre»1. Juan buscaba confirmar la fe de los discípulos en el carácter mesiánico y la divinidad de Cristo, protegiéndolos de las enseñanzas heréticas que pudieran comprometer la pureza de su fe1. Su evangelio complementa las narraciones de los evangelistas anteriores, llenando vacíos y aclarando ciertos incidentes para evitar malas interpretaciones1.
El Evangelio de Juan es un testimonio fundamental de la fe de la Iglesia en el Hijo de Dios, una guía luminosa para su doctrina y una fuente inagotable de celo amoroso hacia su Maestro1.
Veracidad Histórica
La autenticidad histórica del Cuarto Evangelio ha sido objeto de debate, especialmente fuera de la Iglesia Católica, desde el siglo XVIII1. Sin embargo, la Iglesia ha defendido su genuinidad histórica1,18.
Argumentos a favor de la Genuinidad Histórica
Carácter de la narrativa: Los eventos se describen con la precisión de un testigo ocular, mencionando detalles subsidiarios mínimos, lo que sugiere que el autor buscaba registrar la verdad histórica estricta1.
Verificación de la tradición cristiana: El veredicto de toda la historia cristiana ha aceptado el Cuarto Evangelio como una de las fuentes principales y históricamente creíbles para el conocimiento de la vida de Jesucristo1.
Condena de las objeciones: Las objeciones contra la genuinidad del Cuarto Evangelio han sido condenadas por decretos eclesiásticos, como el Decreto «Lamentabili» (1907) y el Decreto de la Comisión Bíblica (1907)1,15,16,18.
Objeciones y Respuestas Católicas
Críticos como David Friedrich Strauss y Ferdinand Christian Baur negaron la autenticidad del evangelio, argumentando que Juan no pretendía escribir una historia, sino vestir sus ideas religiosas y especulaciones teológicas con un ropaje simbólico1. Algunos exegetas, aunque católicos, concedían una historicidad limitada, viendo en muchas porciones solo adornos simbólicos1.
La respuesta católica, sin embargo, sostiene que las dificultades derivadas de la comparación con los otros evangelios pueden resolverse razonablemente, teniendo en cuenta la diversidad de tiempo, propósito y audiencia para la que el autor escribió17. La Comisión Bíblica ha declarado que no se puede afirmar que los hechos narrados en el Cuarto Evangelio sean total o parcialmente inventados como alegorías o símbolos doctrinales, ni que los discursos del Señor no sean propiamente sus palabras, sino composiciones teológicas del escritor puestas en boca del Señor18. La narración de Juan es considerada un documento propiamente histórico18.
Conclusión
El Evangelio según San Juan es una obra maestra teológica y un pilar fundamental de la fe cristiana. Su profundo conocimiento de la divinidad de Cristo, su énfasis en el amor y la unidad, y su presentación del Espíritu Santo como el Paráclito, lo convierten en una fuente inagotable de inspiración y enseñanza para la Iglesia. La tradición católica ha sostenido firmemente su autoría apostólica y su veracidad histórica, reconociéndolo como un testimonio esencial para comprender la persona y misión de Jesucristo, el Verbo encarnado que es el camino, la verdad y la vida.
Citas
Evangelio de San Juan, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Evangelio de San Juan. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21 ↩22 ↩23 ↩24 ↩25 ↩26 ↩27 ↩28 ↩29 ↩30 ↩31 ↩32 ↩33 ↩34 ↩35 ↩36 ↩37 ↩38 ↩39 ↩40 ↩41
La Santa Biblia, undefined. La Santa Biblia, §Juan 1:1-18 (1993). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 1. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Capítulo 1.— Se intenta distinguir de las Escrituras los oficios de la sabiduría y del conocimiento. Que al principio de Juan algunas cosas que se dicen pertenecen a la sabiduría, otras al conocimiento. Algunas cosas solo se conocen con la ayuda de la fe. Cómo vemos la fe que hay en nosotros. En la misma narración de Juan, algunas cosas se conocen por el sentido del cuerpo, otras solo por la razón de la mente, Agustín de Hipona. Sobre la Trinidad - Libro 13, §Capítulo 1. 2 (415). ↩ ↩2 ↩3
Sobre la palabra - ¿La palabra implica una relación con las criaturas? , Tomás de Aquino. Cuestiones Disputadas sobre la Verdad, §P. 4, A. 5 (1256). ↩
Artículo 2 - La verdad, Tomás de Aquino. El Credo de los Apóstoles (1273). ↩ ↩2
Eduardo Echeverria. Ad Padre O’Collins, § 25. ↩
Papa Juan Pablo II. Jornada Mundial de la Juventud: ceremonia de bienvenida (San Pedro, 15 de agosto de 2000) - Discurso (2000). ↩ ↩2
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 14. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Evangelium, Sagrada Congregación para el Culto Divino. Ordo Unctionis Infirmorum Eorumque Pastoralis Curae (Cuidado Pastoral de los Enfermos: Ritos de Unción y Viático), § 76. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 12. ↩ ↩2
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 16. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
La Nueva Versión Estándar Revisada, Edición Católica (NRSV-CE). La Santa Biblia, §Juan 17. ↩ ↩2
Resumen, William M. Wright IV. Escritura Inspirada como Vehículo Sacramental de Presencia Divina en el Evangelio de Juan y Dei Verbum, § 17. ↩
El autor y la verdad histórica del cuarto evangelio - Respuesta de la comisión bíblica, 29 de mayo de 1907, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 3398 (1854). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
De quarto evangelio, sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto evangelio - Resp.: Afirmativa, Pontificia Comisión Bíblica. De quarto evangelio, Sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto Evangelio, §Dubium I (1907). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
De quarto evangelio, sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto evangelio - Resp.: Afirmativa a ambas partes, Pontificia Comisión Bíblica. De quarto evangelio, Sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto Evangelio, §Dubium II (1907). ↩ ↩2 ↩3
De quarto evangelio, sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto evangelio - Resp.: Negativa, Pontificia Comisión Bíblica. De quarto evangelio, Sobre la autoría y la verdad histórica del cuarto Evangelio, §Dubium III (1907). ↩ ↩2 ↩3 ↩4