Evangelio según San Marcos

El Evangelio según San Marcos es el más breve de los cuatro evangelios canónicos y se caracteriza por su estilo conciso y dinámico, presentando a Jesús como el Cristo y el Hijo de Dios. Tradicionalmente asociado con la predicación de San Pedro en Roma, este evangelio enfatiza la autoridad de Jesús sobre el mal y la enfermedad, así como la centralidad del Reino de Dios en su ministerio. A lo largo de sus dieciséis capítulos, Marcos explora la identidad oculta de Jesús, la incomprensión de sus discípulos y la necesidad de seguirle humildemente, incluso a través del sufrimiento.
Tabla de contenido
Autoría y Contexto
La tradición cristiana vincula el Evangelio de Marcos con la predicación de San Pedro en Roma1. Orígenes de Alejandría, un Padre de la Iglesia del siglo III, afirmó por tradición que Marcos escribió su evangelio según las instrucciones de Pedro, a quien Pedro mismo se refirió como «mi hijo» en su Epístola General (1 Pedro 5:13)2. Esta conexión sugiere que el evangelio fue compuesto para una audiencia que incluía a gentiles, especialmente en un contexto romano, lo que se ve reflejado en sus numerosos latinismos3. La proclamación de Jesús como «Cristo» y «Hijo de Dios» al inicio del evangelio no solo establece la fe cristiana, sino que también desafía directamente las pretensiones divinas de los emperadores romanos de la época, como Calígula, quien desde el año 40 d.C. se presentaba a sí mismo como un dios3.
Juan Crisóstomo, otro influyente Padre de la Iglesia, también menciona que Marcos escribió su evangelio en Egipto a petición de los discípulos, y lo describe como un evangelio conciso, que se suma a lo que ya había sido expuesto por Mateo4,5.
Características Literarias y Teológicas
El Evangelio de Marcos se distingue por varias características clave:
Estilo Narrativo
Marcos emplea un estilo narrativo rápido y directo, a menudo utilizando la palabra griega «euthys» (inmediatamente) para dar una sensación de urgencia y acción continua6. La narración de Marcos es fundamentalmente sobre la ceguera y la vista, y cómo la realidad de la ceguera humana nos obliga a reconocer el poder de Jesús para otorgar la vista a los ciegos7.
Cristología
Desde el primer versículo, Jesús es presentado como el «Cristo» y el «Hijo de Dios»6,1. Marcos desarrolla una rica cristología, mostrando a Jesús como superior a Juan el Bautista, el que, siendo sin pecado, se somete al bautismo de arrepentimiento junto con los pecadores, el Mesías lleno del Espíritu y el Siervo del Señor1. La pregunta central del evangelio no es «¿Qué enseñó Jesús?», sino «¿Quién es Jesús?»7. Marcos responde a esta pregunta en su título, pero dedica todo el evangelio a mostrar cuán problemática resultó esta respuesta para aquellos a quienes se les propuso7.
El Reino de Dios
Las primeras palabras de Jesús en el Evangelio de Marcos proclaman la llegada del Reino, o reinado, de Dios (Marcos 1:15)6,1. Este es el tema central de la predicación de Jesús en los evangelios sinópticos, y muchas de sus parábolas ilustran las características del reino1. El advenimiento del reino se manifiesta objetivamente a través de las acciones de Dios por medio de Jesús, y para que el reino se extienda plenamente a todas las personas, Israel debe convertirse mediante la recepción del ministerio de Jesús8.
Milagros y Autoridad
Marcos presenta los milagros de Jesús como victorias sobre el poder del mal que trae enfermedad y dolor a los hombres y mujeres1. Estos hechos poderosos confirman su mensaje y demuestran la realidad de la victoria de Dios1. La autoridad de la enseñanza de Jesús se confirma por sus curaciones y exorcismos, donde las palabras y los gestos expresan en sinergia el advenimiento del reino de Dios8. Los actos de liberación incluyen una enseñanza, particularmente con respecto al leproso y al paralítico, revelando la superación de la impureza y la posibilidad de la remisión de los pecados8.
Estructura del Evangelio
El Evangelio de Marcos se puede dividir en varias secciones principales que delinean el ministerio de Jesús:
Preparación para el Ministerio (Marcos 1:1-13)
El evangelio comienza con la predicación de Juan el Bautista, quien prepara el camino para el Señor, cumpliendo las profecías de Isaías6,9. Juan proclama un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados6. Jesús es bautizado por Juan en el Jordán, momento en que los cielos se abren, el Espíritu Santo desciende sobre Él como una paloma, y una voz del cielo lo declara Su Hijo amado6. Inmediatamente después, el Espíritu lo lleva al desierto, donde es tentado por Satanás durante cuarenta días6.
Ministerio en Galilea (Marcos 1:14-7:23)
Tras el arresto de Juan, Jesús comienza a proclamar el evangelio de Dios en Galilea, diciendo: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio»6. En esta sección, Jesús llama a sus primeros discípulos, Simón, Andrés, Santiago y Juan, a quienes promete hacer «pescadores de hombres»6. Su ministerio incluye la enseñanza con autoridad en las sinagogas, la expulsión de espíritus inmundos, la curación de enfermos como la suegra de Simón, y la sanación de un leproso6. Marcos destaca que Jesús enseña con una autoridad que asombra a la gente, a diferencia de los escribas6. La proclamación del reino se desarrolla a través de una «economía» de palabras y acciones de Jesús8.
Viajes Fuera de Galilea y Creciente Incomprensión (Marcos 7:24-10:52)
En esta parte, Jesús extiende su ministerio a regiones gentiles, como Tiro, Sidón y la Decápolis7. Se narran milagros como la curación de la hija de la mujer sirofenicia y la sanación del sordomudo7. Sin embargo, la incomprensión de los discípulos sobre la identidad y misión de Jesús se hace más evidente7. Jesús predice su pasión, muerte y resurrección en tres ocasiones, pero los discípulos luchan por comprender el significado de su sufrimiento10. La historia del ciego Bartimeo, que recupera la vista, se inserta en este contexto de ceguera y visión, sirviendo como un símbolo de la necesidad de reconocer a Jesús y seguirle7.
Camino a Jerusalén y Pasión (Marcos 11:1-15:47)
Jesús entra triunfalmente en Jerusalén, pero su ministerio se dirige hacia la confrontación con las autoridades judías6. En esta sección, Jesús enseña en el Templo, purifica el Templo expulsando a los mercaderes, y se enfrenta a los escribas y fariseos con parábolas y enseñanzas sobre el Reino de Dios6. La Última Cena, la traición de Judas, la negación de Pedro, el juicio ante el Sanedrín y Pilato, la crucifixión y la muerte de Jesús son narradas con un enfoque en su sufrimiento y su cumplimiento de las Escrituras6. El grito de Jesús en la cruz, «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», aunque denota agonía, se interpreta en el contexto de la tradición judía como una expresión de expectativa de vindicación divina, refiriéndose al Salmo 2210.
Resurrección (Marcos 16:1-8)
El evangelio concluye con el descubrimiento del sepulcro vacío por María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé6. Un joven vestido de blanco les anuncia que Jesús ha resucitado y que irá delante de ellos a Galilea6. Sin embargo, las mujeres huyen del sepulcro, llenas de temblor y asombro, y no dicen nada a nadie, porque tenían miedo6. Este final original de Marcos enfatiza la incomprensión de los discípulos y la condición fundamental requerida para ver a Jesús resucitado: seguirle humildemente por el camino que ha trazado para nosotros, sin tratar su resurrección como una vindicación final o un lugar de descanso7.
Simbolismo y Significado Teológico
Marcos utiliza un lenguaje rico en simbolismo. Por ejemplo, el mar de Galilea y el Gran Mar, la calma de la tempestad, la Decápolis, el endemoniado de Gerasa y la mujer sirofenicia, los cerdos y su destrucción, la muerte de Juan el Bautista, la alimentación de las multitudes y la curación del sordomudo, todos tienen un significado más amplio dentro de la narrativa7. Para Marcos, el cruce de Jesús del Mar de Galilea simboliza la eliminación de la frontera entre judíos y gentiles; su calma de una tormenta representa la recreación del mundo; y su expulsión de una legión de demonios en la Decápolis significa la eliminación de la impureza de los gentiles7. Cada acción de Jesús es tanto una intervención en una situación particular como una intervención decisiva en la historia del mundo en su conjunto, precisamente porque Él es el Hijo de Dios7.
Conclusión
El Evangelio según San Marcos, aunque el más breve, ofrece una poderosa y concisa presentación de Jesús como el Hijo de Dios que proclama y establece el Reino de Dios a través de sus palabras y obras. Su énfasis en la autoridad de Jesús, la incomprensión de los discípulos y la llamada a seguirle en el camino del sufrimiento y la resurrección, lo convierte en una obra fundamental para comprender la fe cristiana. La tradición de su origen en la predicación de Pedro en Roma subraya su relevancia temprana para una audiencia tanto judía como gentil, desafiando las concepciones mundanas de poder y divinidad con la verdad del Evangelio.
Citas
Parte cuatro - Lectura del Nuevo Testamento, Conferencias Episcopales Católicas de Inglaterra y Gales, y de Escocia. El Don de la Escritura, § 45 (2005). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Fragmento del Libro I - Comentario sobre el fragmento del Libro I de Mateo, Orígenes de Alejandría. Comentario sobre Mateo, §Comentario sobre el fragmento del Libro I de Mateo (250). ↩
David Braine. La Virgen María en la Fe Cristiana: El Desarrollo de la Enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María en la Perspectiva Moderna, § 15. ↩ ↩2
La santa biblia, indefinido. La Santa Biblia, §Marcos (1993). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17
B3. Ceguera y vista en Marcos - 3. Ceguera y vista en Marcos, Christopher V. Mirus. El Timeo de Platón como símbolo de la cultura griega en Marcos 10:46–52: Una interpretación contextual, §Communio: Revista Católica Internacional, vol. 51, nº 2 (Verano 2024) (2024). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11
Emmanuel Durand, O.P. Comprendiendo la Revelación según un Modo Sacramental, § 9. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Libro VI - 14. Comparación de las declaraciones de los cuatro evangelistas respecto a Juan el Bautista, las profecías sobre él, sus discursos a la multitud y a los fariseos, etc., Orígenes de Alejandría. Comentario sobre el Evangelio de Juan, § 14 (230). ↩
Thomas Joseph White, OP. El Grito de Jesús en la Cruz y Su Visión Beatífica, § 13. ↩ ↩2