Exégesis bíblica

La exégesis bíblica es la rama de la teología que se dedica a investigar y expresar el verdadero sentido de la Sagrada Escritura. No se limita a un método científico particular, sino que integra diversas aproximaciones para comprender los textos bíblicos en sus contextos lingüísticos, literarios, socioculturales, religiosos e históricos. La exégesis católica se distingue por su arraigo en la Tradición viva de la Iglesia, buscando la fidelidad a la revelación divina y aplicando los textos a la experiencia de fe actual.
Tabla de contenido
El Propósito de la Exégesis Bíblica
La exégesis bíblica tiene como objetivo principal desentrañar el significado de la Sagrada Escritura1. No se ocupa directamente de cuestiones como qué libros forman parte del Canon bíblico, la autenticidad de su texto o la inspiración divina, ya que estas son áreas de estudio de otras disciplinas teológicas. Sin embargo, los resultados de la exégesis se ven constantemente influenciados por las enseñanzas de la Iglesia sobre el Canon, la crítica textual y la doctrina de la inspiración1.
Los textos sagrados poseen una cierta oscuridad religiosa, y su comprensión profunda requiere de una guía, que la Iglesia, como depositaria de la Palabra de Dios, proporciona1. El exegeta busca el sentido que Dios quiso comunicar a través de los autores humanos, considerando tanto el contexto original de los textos como su significado para la fe de hoy2,3.
Métodos y Enfoques en la Exégesis Católica
La exégesis católica no se adhiere a un único método científico, sino que reconoce que los textos bíblicos son obras de autores humanos que utilizaron sus propias capacidades expresivas y los medios disponibles en su tiempo y contexto social2. Por lo tanto, emplea libremente métodos y enfoques científicos que permiten una mejor comprensión del significado de los textos en sus contextos lingüísticos, literarios, socioculturales, religiosos e históricos2.
El Método Histórico-Crítico
Uno de los métodos fundamentales en la exégesis católica es el histórico-crítico2. Este método es indispensable para entender la historicidad de la revelación bíblica, ya que los dos testamentos expresan en palabras humanas, marcadas por su tiempo, la revelación histórica de Dios y su plan de salvación2. Los exegetas deben considerar la ocasión en que el apóstol habló, y a quién y por qué escribió, para no perder el verdadero significado del autor4.
El método histórico-crítico implica:
Establecer el texto original y realizar una traducción que refleje sus diversos sentidos5.
Ubicar el texto en sus contextos originales de vida: geográfico, político, social, religioso e histórico5.
Identificar las formas literarias utilizadas, como la escritura histórica, textos proféticos, poéticos u otras formas de expresión literaria, ya que la verdad se presenta y expresa de manera diferente en cada una3.
Analizar las fuentes orales o escritas que pueden subyacer al texto final y cualquier trabajo redaccional posterior5.
Estudiar los recursos literarios y la estructura general, intentando identificar las intenciones retóricas del texto5.
Aunque el método histórico-crítico es crucial, no se le debe otorgar una validez exclusiva2. La exégesis no debe quedarse solo en la determinación de fuentes o la explicación de procedimientos literarios, sino que debe avanzar hacia la comprensión del texto como Palabra de Dios para hoy2.
Otros Métodos y Enfoques
Además del método histórico-crítico, la exégesis católica incorpora otros métodos y enfoques que contribuyen a una interpretación más completa:
Análisis literario: Permite comprender las características internas del texto, su estructura y sus recursos estilísticos2.
Estudio de las fuentes: Ayuda a identificar los materiales preexistentes que el autor sagrado pudo haber utilizado2.
Atención a la personalidad del autor: Considera las circunstancias y la perspectiva del escritor humano para captar mejor su mensaje2.
Características de la Exégesis Católica
La exégesis católica se distingue por varias características esenciales que la enmarcan dentro de la fe y la Tradición de la Iglesia.
La Tradición Viva de la Iglesia
Una característica distintiva de la exégesis católica es su deliberada inserción en la Tradición viva de la Iglesia2. La Iglesia es la custodia e intérprete oficial de la Biblia, y su enseñanza sobre las Sagradas Escrituras y su verdadero sentido debe ser la guía suprema del exegeta1. Esto implica que la interpretación debe estar en continuidad con el patrón dinámico de interpretación presente en la propia Biblia y que continúa en la vida de la Iglesia2.
El exegeta católico se acerca al texto bíblico con una «precomprensión» que une la cultura científica moderna con la tradición religiosa de Israel y la comunidad cristiana primitiva2. Sin embargo, se debe ser consciente del riesgo de atribuir a los textos bíblicos un significado que no contienen, sino que es producto de un desarrollo posterior dentro de la tradición2,6.
Criterios Teológicos de Interpretación
Para lograr una interpretación verdaderamente teológica de la Escritura, el Concilio Vaticano II, en la constitución dogmática Dei Verbum, establece tres criterios fundamentales que deben ser considerados con no menos atención que los métodos históricos y literarios3,7:
La unidad de toda la Escritura: La Biblia testifica la verdad completa de la salvación solo en su totalidad pluriforme3. Cada parte de la Escritura debe interpretarse a la luz del todo, dando prioridad a los Evangelios8.
La Tradición viva de toda la Iglesia: La exégesis debe leer e interpretar los textos bíblicos en el amplio marco de la fe y la vida del pueblo de Dios, sostenido a lo largo de los siglos por la acción del Espíritu Santo3. El sentido de la Sagrada Escritura no puede encontrarse íntegro fuera de la Iglesia4.
La analogía de la fe: Implica interpretar la Escritura en armonía con el conjunto de las verdades de la fe3.
Solo cuando se respetan tanto los niveles metodológicos histórico-críticos como los teológicos, se puede hablar de una exégesis teológica digna de la Biblia3,4.
El Sentido Literal y Espiritual
La exégesis católica busca tanto el sentido literal como el sentido espiritual o pleno (sensus plenior) de la Escritura3. El sentido literal es la verdad que el texto realmente transmite, considerando el significado de las palabras, la conexión de las ideas y el paralelismo de los pasajes1.
Los Padres de la Iglesia, como Orígenes y Agustín, reconocieron la existencia de múltiples sentidos en la Escritura, incluyendo el literal y el alegórico1,9. San Agustín, por ejemplo, en De Doctrina Christiana, subraya la importancia de las reglas de interpretación para desentrañar el sentido oculto de los pasajes oscuros, y también la necesidad del conocimiento de lenguas y cosas para comprender las expresiones figurativas10,11. Él también enfatiza que incluso acciones aparentemente ordinarias pueden tener un significado figurativo12.
El sentido espiritual permite una comprensión más profunda de cómo los textos bíblicos, especialmente los del Antiguo Testamento, se cumplen y adquieren su pleno significado en el misterio de Cristo2. La exégesis debe explicar los significados cristológico, canónico y eclesial de los textos bíblicos2.
La Relación entre Exégesis y Teología
Existe una relación intrínseca entre la exégesis y la teología. Aunque la tarea principal del exegeta es determinar el significado de los textos bíblicos en su contexto propio, esto allana el camino para la reflexión teológica posterior2. La exégesis es una disciplina que involucra tanto la historia como la teología13.
La exégesis es fe que busca la comprensión, y esta acción teológica requiere la asistencia de la investigación histórica14,13. Si la exégesis católica ha de nutrir a la Iglesia, debe preocuparse tanto por la teología como por la historia, y viceversa. La historia aclara el significado del texto en su contexto histórico, mientras que la teología lo interpreta a la luz de la fe de la Iglesia13.
Sin una comprensión del contexto histórico, ciertos textos podrían ser malinterpretados, como las referencias a «los judíos» en el Evangelio de Juan o el clamor del pueblo en el Evangelio de Mateo, que, leídos sin su trasfondo histórico, podrían fomentar sentimientos antijudíos15,14. Por otro lado, un enfoque puramente histórico de las narrativas de la infancia de Jesús podría perderse la riqueza teológica que presentan a Jesús como la culminación de la historia de su pueblo14.
En resumen, la exégesis católica busca una síntesis entre el estudio histórico-crítico y la interpretación teológica, reconociendo la doble dimensión humana y divina de la Biblia2,4.
Historia de la Exégesis Cristiana
La historia de la exégesis cristiana se puede dividir en varios períodos clave1:
Período Patrístico (hasta el 604 d.C.)
Los primeros escritores cristianos, incluidos los Padres Griegos y Latinos, admitieron tanto el sentido literal como el alegórico de la Escritura1.
Padres Griegos: Las escuelas catequéticas y teológicas de Alejandría y Antioquía fueron prominentes. La escuela de Alejandría, con figuras como Clemente de Alejandría y Orígenes, favoreció la interpretación alegórica1. Orígenes, en particular, advirtió sobre los peligros de leer la Escritura según «la letra desnuda» y no su sentido espiritual9.
Padres Latinos: Figuras como Tertuliano, San Cipriano, San Hilario, San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín, también reconocieron un doble sentido en la Escritura. San Jerónimo, conocido por su trabajo en la Vulgata, se esforzó por hacer que los lectores latinos conocieran lo que se encontraba en el hebreo original16. San Agustín, con su obra De Doctrina Christiana, sentó las bases para la interpretación bíblica, destacando la necesidad de reglas para comprender los pasajes oscuros10.
Período Medieval (hasta el Concilio de Trento)
Durante este tiempo, la exégesis se desarrolló con figuras como Pedro Lombardo, quien introdujo divisiones y distinciones escolásticas, y Santo Tomás de Aquino1. Hubo un renovado énfasis en el sentido literal, influenciado por la interpretación judía, con figuras como Andrés de San Víctor y Nicolás de Lira9,17.
Período Post-Tridentino (después del Concilio de Trento)
Tras el Concilio de Trento, la exégesis católica se dividió en tres etapas:
Edad de Oro (1546-1660): Más de 350 escritores católicos se dedicaron al estudio bíblico, con la aparición de la edición Clementina revisada de la Vulgata y las Biblias Políglotas1.
Período de Transición (1660-1800): Se cultivaron más los estudios históricos, con figuras como Richard Simon, considerado el padre de la introducción histórico-crítica1.
Época Reciente (desde el siglo XIX en adelante): Este período ha visto un desarrollo continuo de métodos científicos y una mayor integración de la exégesis con la teología sistemática2.
Conclusión
La exégesis bíblica católica es un esfuerzo constante y dinámico para comprender la Palabra de Dios en su plenitud. Al integrar rigurosos métodos científicos con la luz de la Tradición de la Iglesia y los criterios teológicos, busca no solo desentrañar el significado original de los textos, sino también hacer que el mensaje bíblico resuene y nutra la fe de los creyentes en el mundo actual2. Este enfoque dual asegura que la interpretación sea fiel tanto al carácter humano como divino de la Escritura, permitiendo que la Palabra de Dios sea una fuente de vida, fe, esperanza y amor para toda la humanidad2.
Citas
Exégesis bíblica, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Exégesis Bíblica. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
III. Características de la interpretación católica, Pontificia Comisión Bíblica. La interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14 ↩15 ↩16 ↩17 ↩18 ↩19 ↩20 ↩21
Capítulo 2: Permanecer en la comunión de la Iglesia - 1. El estudio de la Escritura como alma de la teología, Comisión Teológica Internacional. La Teología Hoy: Perspectivas, Principios y Criterios, § 22 (2011). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
James B. Prothro. Historia, Ilocución y Exégesis Teológica: Leyendo la Carta de Pablo a Filemón, § 2. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Exégesis, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Exégesis (2015). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Richard B. Hays. Simposio de libro: El Futuro de la Erudición Bíblica Católica: Una Conversación Constructiva, § 27. ↩
William M. Wright IV. Tradiciones Pregospélicas e Interpretación Postcrítica en el Jesús de Nazaret de Benedicto XVI: Volumen 2, § 2. ↩
La semilla que debe morir para dar fruto, Nicholas E. Lombardo, O.P. Una Voz Como el Sonido de Muchas Aguas: Inspiración, Intención Autoral y Exégesis Teológica, § 38. ↩
Mark Reasoner. Dei Verbum y el drama del siglo XX del sentido literal de la Escritura, § 2. ↩ ↩2 ↩3
Prefacio: Enseñar reglas para la interpretación de la Escritura no es una tarea superflua, Agustín de Hipona. Sobre la Doctrina Cristiana, §Prefacio (426). ↩ ↩2
Libro II - Capítulo 16.— el conocimiento tanto del lenguaje como de las cosas es útil para la comprensión de las expresiones figuradas, Agustín de Hipona. Sobre la Doctrina Cristiana, §Libro II. Capítulo 16 (426). ↩
Agustín de Hipona. Sobre la Mentira, § 26 (395). ↩
La relación entre la teología y las teologías de la Biblia, Richard B. Hays. Simposio de libro: El Futuro de la Erudición Bíblica Católica: Una Conversación Constructiva, § 31. ↩ ↩2 ↩3
Richard B. Hays. Simposio de libro: El Futuro de la Erudición Bíblica Católica: Una Conversación Constructiva, § 30. ↩ ↩2 ↩3
El papel de la historia y la teología en la exégesis, Richard B. Hays. Simposio de libro: El Futuro de la Erudición Bíblica Católica: Una Conversación Constructiva, § 29. ↩
Agustín de Hipona. Carta 75 de Jerónimo a Agustín, §Capítulo 6. 20 (404). ↩
Mark Reasoner. Dei Verbum y el drama del siglo XX del sentido literal de la Escritura, § 7. ↩