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Cruz

Exorcismo mayor

Exorcismo mayor
Una pintura de Goya, del Padre General, San Francisco de Borja, S.J. realizando los últimos ritos. Dominio Público.

El exorcismo mayor es el rito solemne y oficial de la Iglesia Católica destinado a expulsar demonios que se han apoderado de una persona, lugar u objeto. Se diferencia del exorcismo menor por la autoridad requerida, la complejidad de sus oraciones y la necesidad de supervisión episcopal. Este artículo explica su definición teológica, sus bases bíblicas e históricas, la normativa canónica que lo regula, los requisitos del sacerdote exorcista, el procedimiento litúrgico paso a paso y los retos pastorales contemporáneos.

Tabla de contenido

Definición y naturaleza del exorcismo mayor

Concepto teológico

El exorcismo mayor es una acción de expulsión de espíritus malignos realizada en nombre de Dios y de Jesucristo, mediante la autoridad que Cristo confirió a la Iglesia. No se trata de un acto mágico, sino de un sacramento de carácter sacramental que manifiesta la victoria de la gracia sobre el poder del maligno1.

Diferencia con el exorcismo menor

El exorcismo menor, que se emplea en la preparación bautismal o en oraciones cotidianas, puede ser celebrado por cualquier ministro autorizado en el rito del bautismo o por laicos bajo la guía del sacerdote. En cambio, el exorcismo mayor solo puede ser realizado por un sacerdote con permiso expreso del obispo y sigue una liturgia específica del Ritual Romano2.

Fundamento bíblico e histórico

Orígenes en el Nuevo Testamento

Los Evangelios muestran a Jesús expulsando demonios con autoridad propia (por ejemplo, Mateo 8, 16; Marcos 1, 25‑26) y confiere a sus discípulos el mismo poder (Marcos 16, 17). Esta autoridad se extiende a la Iglesia, que continúa ejerciendo el exorcismo como signo de la realeza de Cristo sobre el mal2.

Desarrollo en la Iglesia primitiva

Los Padres de la Iglesia, como San Juan Crisóstomo y San Jerónimo, describieron rituales que combinaban la adjuración al demonio, el signo de la cruz y la bendición de agua y aceite. Estos antecedentes patristicos se reflejan en el rito actual, que mantiene la continuidad con la tradición apostólica3.

Normativa eclesial

Derecho canónico

El cánon 1172 del Código de Derecho Canónico establece que solo el obispo o un sacerdote con su autorización pueden celebrar el exorcismo mayor, garantizando la integridad doctrinal y la protección del fiel4.

Reglamento de exorcismos (1970) y documentos litúrgicos

El Reglamento de Exorcismos promulgado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1970, junto con el Ritual Romano, contiene las oraciones, fórmulas y gestos oficiales. Estas fuentes describen la estructura del rito, la exsuflación del demonio y las formulas deprecativas e imperativas que el exorcista debe pronunciar5,6.

Requisitos del exorcista y autoridad episcopal

Cualificaciones del sacerdote exorcista

El sacerdote designado debe poseer piedad, conocimiento teológico, prudencia y vida íntegra. Además, debe haber recibido una formación específica en demonología y estar bajo la supervisión del obispo local7.

Proceso de autorización episcopal

El obispo evalúa cada caso, verifica la ausencia de causas médicas y otorga una licencia expresa al sacerdote. Esta autorización se basa en la necesidad de evitar errores de diagnóstico y proteger al fiel de posibles abusos4,7.

Preparación y procedimiento del exorcismo mayor

Preparación espiritual del exorcista y del paciente

Antes de iniciar, el exorcista reza una oración de preparación invocando a Dios y al Espíritu Santo, y el paciente debe recibir confesión y, si procede, una bautismo o renovación de la fe5.

Oraciones y fórmulas oficiales

El rito incluye una formula deprecativa que suplica a Dios por la liberación del poseído, seguida de una formula imperativa que ordena al demonio salir en el nombre de Jesucristo5,8.

Gestos sacramentales: signo de la cruz, exsuflación, agua bendita, aceite y sal

Se emplean el signo de la cruz, la exsuflación (soplo del exorcista sobre la frente del paciente) y la aspersión de agua bendita, aceite bendito y sal bendita. Estos símbolos actúan como manifestaciones visibles de la autoridad divina y refuerzan la fe del fiel6,9.

Desarrollo del rito paso a paso

  1. Invocación inicial: el exorcista pide la protección divina y declara su intención.

  2. Lectura de Escritura: se citan pasajes como Mateo 28, 18‑20 y Hechos 16, 18 para subrayar la autoridad de Cristo.

  3. Pronunciamiento de la fórmula deprecativa.

  4. Exsuflación y señal del cruz sobre el paciente.

  5. Pronunciamiento de la fórmula imperativa.

  6. Bendición final con agua bendita y exhortación al paciente a vivir en oración y sacramentos.

Conclusión del rito y seguimiento pastoral

Al terminar, el exorcista proclama la liberación y bendice al paciente, recomendándole una vida de participación sacramental, confesión frecuente y oración diaria para evitar recaídas5.

Otros tipos de exorcismo

Exorcismo menor

Se realiza en la preparación bautismal o mediante oraciones breves del apéndice del Ritual. No requiere autorización episcopal y puede ser practicado por el ministro del bautismo o por laicos bajo dirección pastoral2.

Exorcismo bautismal

Es una exorcización simbólica que acompaña al catecumen antes del sacramento del bautismo, renunciando a los «poderes del maligno» y anticipando la gracia regeneradora del bautismo3.

Situación actual y retos pastorales

Casos de abuso y medidas de seguridad

En años recientes se han detectado abusos de exorcismo por personas sin autorización. La Iglesia ha reforzado los protocolos de supervisión episcopal, la formación obligatoria y la colaboración con profesionales de la salud para distinguir entre posesión y enfermedad psicológica2.

Orientación para los fieles

Quienes sospechen de una posible posesión deben acudir a su diócesis, solicitar la intervención de un exorcista autorizado y, simultáneamente, recibir apoyo psicológico cuando sea necesario. La Iglesia ofrece recursos pastorales y acompañamiento espiritual para acompañar al fiel durante todo el proceso2.

Conclusión

El exorcismo mayor constituye una manifestación concreta del poder de Cristo sobre el mal, preservada por la Iglesia a lo largo de los siglos mediante una normativa rigurosa y una liturgia profunda. Su correcta aplicación requiere autoridad episcopal, formación especializada y una vida de fe tanto del exorcista como del fiel, garantizando que la victoria del Evangelio se haga presente en la vida de los que buscan la liberación del dominio demoníaco.

Citas

  1. Sección dos los siete sacramentos de la Iglesia, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1673.

  2. Preguntas sobre el exorcismo - ¿Existen diferentes tipos de exorcismos? , Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Exorcismo (2023). 2 3 4 5

  3. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 10. 2

  4. Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los Ordinarios sobre las normas relativas al Exorcismo (1985). 2

  5. Caput I ritus exorcismi maioris, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 17. 2 3 4

  6. Exsufflatio, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 34. 2

  7. III, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 11. 2

  8. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 66.

  9. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 36.