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Familiaris consortio

Familiaris consortio
Portada Familiaris Consortio. Original, Marycha80, CC BY-SA 3.0 📄

Familiaris Consortio es una exhortación apostólica post-sinodal escrita por el Papa Juan Pablo II, publicada el 22 de noviembre de 1981. Este documento aborda el papel de la familia cristiana en el mundo moderno, ofreciendo una guía integral sobre la vocación y misión del matrimonio y la familia. Surge como resultado del Sínodo de los Obispos de 1980, que se centró en los desafíos y las esperanzas de la familia. El documento subraya la importancia de la familia como la primera célula de la sociedad y de la Iglesia, destacando sus cuatro tareas fundamentales: formar una comunidad de personas, servir a la vida, participar en el desarrollo de la sociedad y participar en la vida y misión de la Iglesia. También aborda situaciones matrimoniales difíciles e irregulares, reafirmando la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio y la moralidad conyugal.

Tabla de contenido

Origen y Contexto de Familiaris Consortio

La exhortación apostólica Familiaris Consortio (en latín, «La comunidad familiar») fue promulgada por el Papa Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1981, tras la V Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrada en Roma del 26 de septiembre al 25 de octubre de 19801,2. Este Sínodo tuvo como tema «Los deberes de la familia cristiana en el mundo de hoy»1,3. El documento se presenta como una continuación natural de los sínodos precedentes y de la enseñanza del Concilio Vaticano II, especialmente la constitución pastoral Gaudium et Spes, que ya había abordado la dignidad del matrimonio y la familia4.

El Papa Juan Pablo II, al asumir su ministerio apostólico, consideró la familia como «el primer y principal camino de la Iglesia»5. Reconoció que la familia moderna se enfrentaba a profundos y rápidos cambios sociales y culturales, lo que generaba incertidumbre y desafíos para muchas parejas6. Por ello, la Iglesia, consciente del valor inestimable del matrimonio y la familia, buscó ofrecer su ayuda y orientación a quienes vivían fielmente estos valores, a quienes buscaban la verdad y a quienes se veían impedidos de vivir libremente su vida familiar6.

El Sínodo de 1980 no solo discutió y estudió el problema de la familia, sino que también lo «sufrió» en cierto sentido, debido a la tensión entre el ideal divino de la familia y las diversas dificultades y conflictos humanos7. Los Padres sinodales presentaron al Papa una serie de propuestas, pidiéndole que fuera el portavoz de la Iglesia ante la humanidad y que proporcionara indicaciones para un renovado esfuerzo pastoral en este sector fundamental2. Familiaris Consortio es, en esencia, la respuesta del Papa a esta petición, constituyendo lo que él mismo denominó el «abc» de la pastoral familiar, un documento que debe ser leído y estudiado asiduamente7.

La Familia como Camino de la Iglesia

Familiaris Consortio destaca la importancia decisiva y primordial de la familia para la humanidad y la Iglesia5. El documento subraya que la familia es la «primera y principal vía de la Iglesia» y que la conciencia de su valor central para la evangelización debe impregnar toda la estructura de la pastoral diocesana5. En este sentido, la familia es vista como la primera comunidad llamada a anunciar el Evangelio a la persona humana durante su crecimiento y a guiarla hacia la madurez humana y cristiana a través de una educación y catequesis progresivas2.

El Papa Juan Pablo II enfatizó que, en muchas ocasiones, cuando la Iglesia no ha podido realizar su labor de evangelización de manera habitual, han sido las familias las que han preservado y transmitido la fe a las nuevas generaciones5. Esta función de la familia como primera educadora de sus miembros expresa la verdadera vocación y misión de los padres cristianos, cuya responsabilidad primordial incluye la formación humana y religiosa de sus hijos5.

Los Cuatro Cometidos de la Familia Cristiana

El documento articula cuatro tareas generales para la familia cristiana en el mundo moderno8:

1. Formar una Comunidad de Personas

La familia es, ante todo, una comunidad de amor y vida9. Se basa en el matrimonio, que es una alianza de amor conyugal entre un hombre y una mujer, un amor que es total, fiel e indisoluble10. Este amor conyugal es una participación única en el misterio de la vida y del amor de Dios mismo4. El documento enfatiza que el amor conyugal implica una totalidad, en la que entran todos los elementos de la persona: el cuerpo, el instinto, el sentimiento, la afectividad, la aspiración del espíritu y de la voluntad10. Este amor busca una unidad profundamente personal, que va más allá de la unión en una sola carne para formar un solo corazón y una sola alma10.

2. Servir a la Vida

La familia está llamada a ser un santuario de la vida. Esto implica la transmisión de la vida humana a través de la procreación y la educación de los hijos4,9. Familiaris Consortio reafirma la enseñanza de la Iglesia sobre la regulación de la natalidad, tal como se expone en el Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes) y en la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI4,11. El amor conyugal debe ser «plenamente humano, exclusivo y abierto a la nueva vida»4.

El documento destaca la conexión inseparable, querida por Dios, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreativo12. Subraya que cualquier acción que, antes, durante o después del acto conyugal, se proponga hacer imposible la procreación, es intrínsecamente inmoral12. En contraste, el recurso a los períodos de infertilidad, respetando la conexión inseparable de los significados unitivo y procreativo, es una forma legítima de regular la natalidad, ya que respeta la naturaleza de la persona y del acto conyugal12. El documento también insta a los teólogos a profundizar en las bases bíblicas, éticas y personalistas de esta doctrina para hacerla más accesible3,11.

3. Participar en el Desarrollo de la Sociedad

La familia es la célula básica de la sociedad y posee un valor social y público que debe ser reconocido, protegido y promovido5,13,14. Familiaris Consortio insiste en los derechos de la familia, presentándose como una «Carta Magna» para ellos5. Se alienta a los proyectos que buscan que todas las instituciones con responsabilidades legislativas o gubernamentales respeten, ayuden y promuevan a la familia como un bien básico y necesario para la sociedad en su conjunto5. El futuro de la humanidad, en efecto, pasa por la familia5,8.

4. Participar en la Vida y Misión de la Iglesia

La familia cristiana tiene una misión eclesial propia, siendo una «Iglesia doméstica»15. Está llamada a compartir la experiencia de la peregrinación terrenal hacia la plena revelación del Reino de Dios15. Esto implica una participación activa en la vida de la parroquia y de la diócesis, así como en la evangelización y el servicio9. Los padres, al transmitir la fe a sus hijos, cumplen una función profética16.

Desafíos y Situaciones Irregulares

Familiaris Consortio también aborda las «sombras» que oscurecen la vida familiar en el mundo contemporáneo6. Entre ellas se encuentran la degradación de valores fundamentales, una concepción errónea de la libertad, el aumento de divorcios, el aborto, la esterilización y la mentalidad anticonceptiva6. El documento reconoce que la cultura actual a menudo distorsiona el verdadero significado de la sexualidad humana al separarla de su referencia esencial a la persona12.

El documento dedica una parte importante a la pastoral familiar en casos difíciles y situaciones irregulares desde el punto de vista religioso y a menudo civil17. Estas situaciones, que incluyen las uniones de hecho, son motivo de preocupación para los pastores debido a sus graves consecuencias religiosas, morales y sociales18. Los pastores y la comunidad eclesial deben esforzarse por conocer estas situaciones y sus causas reales, caso por caso, para ofrecer una palabra de verdad, bondad, comprensión y esperanza15,18.

Impacto y Legado

Familiaris Consortio ha sido un documento fundamental para la pastoral familiar de la Iglesia Católica, marcando un hito crucial en la identificación de las responsabilidades de las familias y en las acciones necesarias para ayudarlas a cumplir su papel irremplazable13,14. Veinte años después de su publicación, el Papa Juan Pablo II agradeció los abundantes frutos que había producido para la Iglesia y la sociedad, señalando una creciente conciencia de la vocación y misión de la familia13,14.

El documento dio un vigoroso incentivo a la renovación del apostolado familiar, ofreciendo a los obispos una herramienta valiosa para ayudar a las familias a cumplir su misión5. También impulsó la creación de organismos como el Pontificio Consejo para la Familia, establecido en 1982, para promover y ayudar a la pastoral familiar a todos los niveles19,16.

En resumen, Familiaris Consortio no es solo una reafirmación de la doctrina católica sobre el matrimonio y la familia, sino una guía pastoral que exhorta a toda la Iglesia a acompañar a las familias en su camino, ofreciéndoles apoyo, formación y esperanza para que puedan vivir plenamente su vocación al amor y al servicio de la vida, la sociedad y la Iglesia15,9.

Citas

  1. Papa Juan Pablo II. Al Tribunal de la Sacra Rota Romana (28 de enero de 1982) - Discurso, § 2 (1982). 2

  2. El Sínodo de 1980 en continuidad con los Sínodos precedentes, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 2 (1981). 2 3

  3. Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 28 de noviembre de 1984, § 2 (1984). 2

  4. Parte tres el papel de la familia cristiana - II - Sirviendo a la vida - 1. La transmisión de la vida - La enseñanza y la norma de la Iglesia, siempre antigua y siempre nueva, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 29 (1981). 2 3 4 5

  5. Papa Juan Pablo II. Discurso a la Comisión Episcopal Latinoamericana para la Familia (12 de diciembre de 1996) - Discurso (1996). 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  6. Introducción - La Iglesia al servicio de la familia, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 1 (1981). 2 3 4

  7. Papa Juan Pablo II. A los Párrocos y al Clero de Roma (17 de febrero de 1983) - Discurso, § 2 (1983). 2

  8. Conclusión, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 86 (1981). 2

  9. Parte cuatro pastoral familiar: Etapas, estructuras, agentes y situaciones - I - Etapas de la pastoral familiar - Pastoral después del matrimonio, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 69 (1981). 2 3 4

  10. Kevin Raedy. Matrimonio, Gracia Sacramental y Anticoncepción, § 10. 2 3

  11. Parte tres el papel de la familia cristiana - II - Sirviendo a la vida - 1. La transmisión de la vida - Para que el designio de Dios se cumpla cada vez más plenamente, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 31 (1981). 2

  12. Parte tres el papel de la familia cristiana - II - Sirviendo a la vida - 1. La transmisión de la vida - En una visión integral de la persona humana y de su vocación, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 32 (1981). 2 3 4

  13. Papa Juan Pablo II. Mensaje al Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, S.Em. Card. Camillo Ruini (15 de octubre de 2001), § 3 (2001). 2 3

  14. Papa Juan Pablo II. Mensaje al Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, S.Em. Card. Camillo Ruini (15 de octubre de 2001) - Discurso, § 3 (2001). 2 3

  15. Parte cuatro pastoral familiar: Etapas, estructuras, agentes y situaciones - I - Etapas de la pastoral familiar - La Iglesia acompaña a la familia cristiana en su camino por la vida, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 65 (1981). 2 3 4

  16. Parte cuatro pastoral familiar: Etapas, estructuras, agentes y situaciones - III - Agentes de la pastoral familiar - Obispos y sacerdotes, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 73 (1981). 2

  17. Parte cuatro pastoral familiar: Etapas, estructuras, agentes y situaciones - IV - Pastoral familiar en casos difíciles - Acción pastoral en ciertas situaciones irregulares, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 79 (1981).

  18. Parte cuatro pastoral familiar: Etapas, estructuras, agentes y situaciones - IV - Pastoral familiar en casos difíciles - B) uniones de hecho libres, Papa Juan Pablo II. Familiaris Consortio, § 81 (1981). 2

  19. Papa Juan Pablo II. A los participantes en la Asamblea Plenaria del Sacro Colegio Cardenalicio (23 de noviembre de 1982) - Discurso, § 3 (1982).