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Fiesta de la Asunción

Fiesta de la Asunción
Altar Mayor para Santa María Gloriosa dei Frari en Venecia. Dominio Público.

La Fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María es una de las solemnidades más importantes del calendario litúrgico católico, celebrada anualmente el 15 de agosto. Esta festividad conmemora el dogma de fe que sostiene que la Virgen María, al finalizar el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este evento no solo resalta la singular dignidad de María como Madre de Dios, sino que también ofrece a los fieles una promesa de la glorificación futura de sus propios cuerpos, siendo María el primer fruto de la redención de Cristo en su plenitud.

Tabla de contenido

Significado Teológico y Dogma

La Asunción de María es un dogma de fe divinamente revelado, proclamado por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950, en la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus1. Este dogma establece que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, habiendo completado el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial1.

Este privilegio mariano está intrínsecamente ligado a su Maternidad Divina y a su Inmaculada Concepción2,3. Como Madre de Dios, María estuvo íntimamente unida a su Hijo divino, compartiendo su destino en la salvación4. La Asunción es vista como la culminación de los privilegios y gracias que Dios le concedió, manifestando una perfecta armonía en su vida2.

La Asunción de María tiene múltiples significados teológicos:

La Asunción de María, en cuerpo y alma, implica que el cielo es parte de la creación y tiene una extensión que abarca al menos dos cuerpos humanos: el de Cristo y el de María9. Esto significa que la comunión de los santos y el cuerpo de Cristo ya están anclados en la gloria de Dios, no solo en la cabeza (Cristo Resucitado) sino también en uno de los elegidos que confía completamente en los méritos de Cristo9.

Orígenes y Desarrollo Histórico de la Celebración

La creencia en la Asunción corporal de María ha sido una constante en la fe católica, tanto en Oriente como en Occidente10. Aunque no se conoce con certeza el día, año o manera de la muerte de María, la tradición apostólica ha sido la fuente de conocimiento de este misterio10.

Primeras Evidencias y Liturgia

Las primeras referencias literarias a la Asunción se encuentran en obras apócrifas de los siglos IV y V, como el tratado griego De Obitu S. Dominae y el libro De Transitu Virginis10. Sin embargo, la liturgia de la Iglesia no surge de estos escritos, sino que más bien la fe católica da origen a las prácticas del culto sagrado11. Los Padres y Doctores de la Iglesia, en sus homilías, hablaban de esta doctrina como algo ya conocido y aceptado por los fieles, ofreciendo explicaciones más profundas de su significado11.

En el siglo V, la devoción mariana experimentó un notable crecimiento tras el Concilio de Éfeso (431 d.C.), que confirmó el título de María como Theotókos (Madre de Dios)12. A partir de entonces, la celebración del «día de María Theotókos» adquirió particular importancia, celebrándose el 15 de agosto en Jerusalén, y más tarde evolucionando a la fiesta de la Dormición o Asunción12.

La liturgia romana, con su sobriedad, ya indicaba este privilegio, mientras que otros libros litúrgicos antiguos, como el sacramentario galicano y la liturgia bizantina, lo presentaban de manera más clara y completa13. La liturgia bizantina, por ejemplo, conecta la Asunción corporal de la Virgen María con su dignidad de Madre de Dios y su maternidad virginal, afirmando que Dios la mantuvo virgen en el parto y su cuerpo incorrupto en el sepulcro, glorificándolo al trasladarlo13.

Establecimiento de la Fiesta

La fiesta de la Dormición de María el 15 de agosto ya estaba establecida en tiempos del Papa Sergio I (680-701) como una de las cuatro principales fiestas marianas en Roma, junto con la Natividad, la Anunciación y la Purificación14,15. El Emperador Mauricio (582-602) decretó que la koimēsis de María (entendida como ser llevada en cuerpo y alma al trono de Dios) se celebrara el 15 de agosto en todo el imperio bizantino14.

El Papa San León IV (845-855) ordenó que la fiesta de la Asunción se observara de manera aún más solemne, con una vigilia el día anterior y oraciones hasta el día de la octava15. La Iglesia de Milán, sin embargo, no adoptó la octava hasta el día de hoy10.

La fecha del 15 de agosto se consolidó, aunque en algunas regiones, como Galia, se celebraba en enero en el siglo VI10. La Catholic Encyclopedia sugiere que la fiesta es más probablemente el aniversario de la dedicación de alguna iglesia que el aniversario real de la muerte de María10.

La Asunción en la Escritura y la Tradición

Aunque la Asunción no se describe explícitamente en la Sagrada Escritura, la Iglesia la entiende como una consecuencia lógica de la Maternidad Divina de María y su Inmaculada Concepción. Teólogos y predicadores han utilizado pasajes bíblicos para explicar esta creencia16,4.

Entre los textos más citados se encuentran:

La Asunción de María es la realización anticipada de la promesa de Cristo: «Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» (Jn 14:3)22. María es la garantía del cumplimiento de esta promesa y un «signo de esperanza cierta y de consuelo» para nosotros22.

La Asunción y la Escatología

La Asunción de la Santísima Virgen María tiene profundas implicaciones escatológicas. Al ser asunta en cuerpo y alma al cielo, María es la primera criatura en disfrutar de la vida eterna en su plenitud, después de Cristo7. Ella es un modelo y una anticipación de lo que la Iglesia entera espera al final de los tiempos6,4.

En María, la Iglesia contempla su propio destino final: la glorificación de los cuerpos y la unión perfecta con Dios5. Su Asunción es un «prenda del nuevo cielo y la nueva tierra»4. La Iglesia, en su peregrinación terrenal, ya tiene un ancla en la gloria de Dios a través de María, quien, como miembro de la comunión de los santos, ya ha alcanzado la perfección escatológica9.

La promulgación del dogma el 1 de noviembre, Fiesta de Todos los Santos, subraya esta conexión, ya que María, siendo la primera y más importante de la comunión de los santos, pertenece inherentemente a ella23. Su Asunción es un signo de que la Iglesia, el cuerpo de Cristo, ya está anclada en la gloria de Dios, no solo en la cabeza, sino también en uno de sus miembros9.

Devoción y Celebración

La Fiesta de la Asunción es una solemnidad de precepto en la Iglesia Católica, lo que significa que los fieles están obligados a participar en la Misa10. La devoción a María Asunta se expresa en la liturgia, la oración y las tradiciones populares.

Los Padres de la Iglesia y los grandes Doctores, en sus homilías, no solo hablaban de la doctrina de la Asunción como algo conocido, sino que también explicaban su significado y naturaleza, destacando que esta fiesta no solo muestra que el cuerpo de la Santísima Virgen María permaneció incorrupto, sino que obtuvo un triunfo sobre la muerte, su glorificación celestial a ejemplo de su Hijo unigénito, Jesucristo11.

La liturgia de la Asunción, especialmente después de la promulgación del dogma, ha enfatizado los temas de la victoria sobre la muerte a través de Cristo y la glorificación de María como el Arca de la Nueva Alianza18. Los textos bíblicos de las lecturas de la Misa, como Apocalipsis 11:19 y 12:1-6a, 10ab, 1 Corintios 15:54b-57 y Lucas 11:27-28, reflejan estos énfasis18,21,19,24.

La Asunción de María es una celebración de la gracia de Dios y un recordatorio de la esperanza cristiana en la resurrección de los cuerpos y la vida eterna. María, en su gloria, sigue intercediendo por la Iglesia y por todos sus hijos23,25.

Citas

  1. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 44 (1950). 2

  2. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 3 (1950). 2

  3. David Braine. La Virgen María en la fe cristiana: El desarrollo de la enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María en la perspectiva moderna, § 50.

  4. Roch Kereszty, O. Cist. Hacia la renovación de la Mariología, § 14. 2 3 4

  5. Parte segunda: Orientaciones para la armonización de la piedad popular con la liturgia - Capítulo cuarto: El año litúrgico y la piedad popular - Tiempo ordinario - Asunción de la Santísima Virgen María, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la piedad popular y la liturgia: Principios y orientaciones, § 180 (2001). 2 3 4 5 6

  6. Kevin Raedy. Munificentissimus Deus y la unidad de cuerpo y alma, § 10. 2 3

  7. María es la primera criatura en gozar de la vida eterna, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 9 de julio de 1997, § 5 (1997). 2

  8. Maria assumpta: Anticipación realizada del fin de la Iglesia, Reinhard Hütter. La Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo: Fe, Dogma y Escatología, § 14.

  9. Reinhard Hütter. La Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo: Fe, Dogma y Escatología, § 18. 2 3 4

  10. La fiesta de la asunción, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Fiesta de la Asunción. 2 3 4 5 6 7

  11. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 20 (1950). 2 3

  12. María siempre ha sido especialmente venerada, Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 15 de octubre de 1997, § 5 (1997). 2

  13. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 18 (1950). 2

  14. David Braine. La Virgen María en la fe cristiana: El desarrollo de la enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María en la perspectiva moderna, § 46. 2

  15. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 19 (1950). 2

  16. Munificentissimus Deus, Papa Pío XII. Munificentissimus Deus, § 26 (1950). 2 3 4

  17. La Santa Biblia, sin definir. La Santa Biblia, §Sal 132:6-7, 9-10, 13-14 (1993).

  18. Kevin Raedy. Munificentissimus Deus y la unidad de cuerpo y alma, § 12. 2 3 4 5 6

  19. La Santa Biblia, sin definir. La Santa Biblia, §Ap 11:19a; 12:1-6a, 10ab (1993). 2

  20. David Braine. La Virgen María en la fe cristiana: El desarrollo de la enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María en la perspectiva moderna, § 48.

  21. La Santa Biblia, sin definir. La Santa Biblia, § 1 Cor 15:54b-57 (1993). 2

  22. Papa Juan Pablo II. Peregrinación a Lourdes: Santa Misa en la pradera del Santuario de Lourdes (15 de agosto de 2004), § 6 (2004). 2

  23. Reinhard Hütter. La Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo: Fe, Dogma y Escatología, § 17. 2

  24. La Santa Biblia, sin definir. La Santa Biblia, §Lc 11:27-28 (1993).

  25. Thomas Joseph White, O.P. La Virgen María y la Iglesia: La ejemplaridad mariana de la fe eclesial, § 29.