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Gnosticismo

Gnosticismo
Trazo SVG de una imagen de la Piedra o Gema de Abraxas de The Gnostics and their remains de Charles W. King, 1887. Las letras son «ΙΑΩ» o «Iao» y «ΣΕΜΕΣ ΕΙΛΑΜ», «Sol Eterno». Dominio Público.

El Gnosticismo es un término colectivo que abarca una variedad de sectas sincréticas que florecieron desde antes de la era cristiana hasta el siglo V. Se caracteriza por la creencia en la salvación a través del conocimiento (gnosis), una comprensión cuasi-intuitiva de los misterios del universo y de fórmulas mágicas. Estas sectas sostenían que la materia es una degradación del espíritu y que el universo es una depravación de la Deidad. Su objetivo final era superar la tosquedad de la materia y regresar al Espíritu-Padre, un retorno que, según ellos, era iniciado y facilitado por la aparición de un Salvador enviado por Dios. A diferencia del judaísmo y el cristianismo, que enfatizan la obediencia a la voluntad divina a través de la fe y las obras, el gnosticismo consideraba que el conocimiento era el medio principal para alcanzar la salvación, constituyendo a sus poseedores en una clase superior de seres.

Tabla de contenido

Origen y desarrollo

Los orígenes del gnosticismo son complejos y han sido objeto de considerable debate y estudio. Aunque en el pasado se consideraba principalmente una corrupción del cristianismo, las investigaciones actuales sugieren que los primeros vestigios de los sistemas gnósticos pueden detectarse siglos antes de la era cristiana1. Se ha propuesto un origen oriental, con conexiones con religiones de la India, Siria, Fenicia y el mazdeísmo posterior. Algunos estudiosos también han señalado la influencia de la filosofía platónica griega y los misterios griegos, incluso describiéndolo como una «helenización aguda del cristianismo»1.

Sin embargo, en las últimas décadas, la tendencia académica se ha inclinado hacia la demostración de los orígenes orientales pre-cristianos del gnosticismo. Se ha encontrado una conexión entre la gnosis y la religión babilónica sincretista que surgió después de la conquista de Ciro. Aunque el maniqueísmo a veces se clasifica como una forma de gnosticismo, es más preciso verlo como un desarrollo paralelo, ya que el maniqueísmo se basa en el dualismo, mientras que el gnosticismo, como un panteísmo idealista, concibe la materia como una degradación gradual de la divinidad1.

El gnosticismo se extendió rápidamente y se adaptó a las formas de pensamiento cristianas al entrar en contacto con el cristianismo. Tomó prestada su terminología, reconoció a Jesús como Salvador, simuló sus sacramentos y se presentó como una revelación esotérica de Cristo y los Apóstoles. Produjo una gran cantidad de evangelios, hechos y apocalipsis apócrifos para respaldar sus afirmaciones. A medida que el cristianismo crecía, el gnosticismo se propagó, afirmando ser la única forma verdadera de cristianismo, exclusiva para los «dotados y los elegidos»1.

Doctrinas principales

Debido a la gran diversidad de teorías gnósticas, no existe un núcleo doctrinal estable que las agrupe a todas. Sin embargo, se pueden identificar algunas ideas principales que son recurrentes en la mayoría de las escuelas1.

Cosmogonia y la naturaleza de la materia

Una de las ideas centrales del gnosticismo es el pesimismo filosófico y religioso, que considera la existencia presente como inherentemente maligna. Los gnósticos creían que la materia era una degeneración del espíritu y que el universo entero era una depravación de la Deidad1. En muchos sistemas gnósticos, el mundo no es la creación directa del Dios verdadero y más elevado, sino de un Demiurgo. Este Demiurgo, a menudo identificado con el Dios del Antiguo Testamento, es considerado un ser inferior o incluso maligno, producto de una pasión desordenada dentro del reino divino, el pleroma2,3.

Por ejemplo, los valentinianos, un grupo gnóstico prominente, concebían un reino divino de plenitud (pleroma) que contenía treinta seres llamados eones, dispuestos en parejas masculinas y femeninas que emanaban del Primer Padre. La caída de Sophia (Sabiduría), el eón más joven, debido a un deseo desordenado de conocer la naturaleza incomprensible del Padre, resultó en la generación de una sustancia sin forma llamada Achamoth. La pasión de Achamoth y su exilio del pleroma dieron origen a las sustancias materiales, y su arrepentimiento formó al Demiurgo2.

Salvación por el conocimiento (gnosis)

La característica más distintiva del gnosticismo es su énfasis en la salvación a través del conocimiento (gnosis). Este conocimiento no es meramente intelectual, sino una comprensión cuasi-intuitiva de los misterios del universo y de fórmulas mágicas1. Los gnósticos se consideraban «personas que sabían», y este conocimiento los elevaba a una clase superior de seres con un estatus presente y futuro esencialmente diferente al de aquellos que no poseían dicha gnosis1.

En el esquema valentiniano, existen tres tipos de seres humanos: los materiales, destinados a la corrupción; los «anímicos» (psíquicos), identificados con los cristianos ordinarios, capaces de ascender a un espacio intermedio; y los «espirituales» (neumáticos), que contienen un elemento divino destinado a ser despertado por el conocimiento de su verdadero origen y fin, y que finalmente sería restaurado al pleroma2.

El Salvador

La aparición de un Salvador enviado por Dios era fundamental en la doctrina gnóstica para inaugurar y facilitar el regreso al Espíritu-Padre. La concepción gnóstica del Salvador era más sobrehumana que la del judaísmo popular, presentándolo como una manifestación inmediata de la Deidad, un Rey-Luz, un Eón o una emanación del Dios bueno1.

Escuelas y figuras prominentes

El gnosticismo no tenía una autoridad central para la doctrina o la disciplina, sino que era una gran conglomeración de sectas. Se pueden distinguir varias escuelas principales: siria o semítica, helenística o alejandrina, dualista y antinomiana1.

Escuela Siria o Semítica

Esta escuela representa la fase más antigua del gnosticismo, siendo Asia Occidental la cuna del movimiento. Figuras como Dositeo, Simón Mago, Menandro, Cerinto, Cerdo, Saturnino, Justino, los Bardesanitas, Seviranos, Ebionitas, Encratitas, Ofitas, Naasenos, los gnósticos de los «Hechos de Tomás», los Setianos, los Peratae y los Cainitas pertenecen a esta escuela1.

Escuela Helenística o Alejandrina

Esta escuela muestra una mayor influencia griega, aunque el origen egipcio también es notable, especialmente en la literatura trismegística1.

Otras sectas

Otras sectas incluyen a los Carpocratianos (en Alejandría, Roma, Cefalonia), los Basilidianos (en gran parte de Egipto), los Ofitas (en Bitinia y Galacia), los Cainitas (en África) y los Marcosianos (en la Galia)6.

Refutación del Gnosticismo por la Iglesia Católica

Desde sus inicios, el gnosticismo encontró una fuerte oposición de la Iglesia Católica1,4.

Alusiones en el Nuevo Testamento

Las últimas palabras de San Pablo en su Primera Epístola a Timoteo suelen interpretarse como una referencia al gnosticismo, describiéndolo como «novedades profanas de palabras y oposiciones del conocimiento falsamente llamado [antitheseis tes pseudonomou gnoseos — las antítesis de la llamada Gnosis] que algunos, profesándolas, se han extraviado de la fe»1. El uso de términos como pleroma, eón de este mundo, y arcón del poder del aire en Efesios y Colosenses, probablemente fue sugerido por el abuso de estos términos por parte de los gnósticos1.

Padres de la Iglesia

Los primeros Padres de la Iglesia dedicaron sus energías a erradicar el gnosticismo, ya que su crecimiento era tan pernicioso que parecía amenazar con sofocar el cristianismo por completo1.

La Iglesia desarrolló la idea de un plan de salvación unitario que abarca tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, y un depósito de fe confiado por Cristo a los Apóstoles, necesario para la salvación y accesible al escrutinio público. Esto llevó a la elaboración del canon de la Escritura, sirviendo como antídoto contra la falsa gnosis y su enfoque divisivo de la Biblia4.

El gnosticismo en la actualidad

Aunque el gnosticismo como movimiento organizado decayó en el siglo V, su espíritu y ciertas ideas han resurgido en diversas formas a lo largo de la historia. El Papa Juan Pablo II advirtió sobre el «retorno de antiguas ideas gnósticas bajo el disfraz de la llamada Nueva Era», describiéndolo como una nueva forma de practicar el gnosticismo que distorsiona la Palabra de Dios y la reemplaza con palabras puramente humanas10.

En la teología contemporánea, algunos enfoques cristológicos han sido caracterizados como teniendo tendencias gnósticas. Por ejemplo, teorías que sugieren mediaciones de salvación alternativas al misterio del Verbo encarnado y su Iglesia, o que separan la actividad salvífica del Verbo de su humanidad, reflejan una comprensión problemática de la unión hipostática y de la verdad revelada de que el Verbo encarnado es el único y universal mediador de salvación11.

El gnosticismo, con su énfasis en un conocimiento esotérico y su devaluación de la materia, ha sido consistentemente rechazado por la Iglesia Católica por ser fundamentalmente ajeno al espíritu cristiano, que valora la fe, las obras, la encarnación de Cristo y la realidad de la creación como buena1,3.

Citas

  1. Gnosticismo, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Gnosticismo. 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22

  2. Khaled Anatolios. Fe, Razón e Encarnación en Ireneo de Lyon, § 3. 2 3 4 5

  3. Recapitulación de los diversos argumentos aducidos contra la impiedad gnóstica en todos sus aspectos. Los herejes, agitados por todo soplo de doctrina, son combatidos por la enseñanza uniforme de la iglesia, que permanece así siempre, y es consistente consigo misma, Ireneo de Lyon. Contra las Herejías - Libro III, §Capítulo 24. 2 (189). 2

  4. Gnosis y gnosticismo, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Gnosis y Gnosticismo (2015). 2 3 4 5

  5. La verdad no se encuentra en ningún otro lugar sino en la iglesia católica, único depositario de la doctrina apostólica. Las herejías son de formación reciente, y no pueden rastrear su origen hasta los apóstoles, Ireneo de Lyon. Contra las Herejías - Libro III, §Capítulo 4. 3 (189). 2

  6. John Henry Newman. Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, § 231. 2 3 4

  7. Ireneo de Lyon. Fragmentos de los Escritos Perdidos de Ireneo, § 51 (180).

  8. Recapitulación de los diversos argumentos aducidos contra la impiedad gnóstica en todos sus aspectos. Los herejes, agitados por todo soplo de doctrina, son combatidos por la enseñanza uniforme de la iglesia, que permanece así siempre, y es consistente consigo misma, Ireneo de Lyon. Contra las Herejías - Libro III, §Capítulo 24. 1 (189).

  9. Los herejes no siguen ni la escritura ni la tradición, Ireneo de Lyon. Contra las Herejías - Libro III, §Capítulo 2. 2 (189).

  10. B1. ¿Qué tipo de reflexión? - 1.4. La Nueva Era y la fe católica, Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Jesucristo, portador del agua de la vida: Una reflexión cristiana sobre la 'Nueva Era', § 1 (2003).

  11. Daria Spezzano. «Cuando Israel salió de Egipto»: Aquino sobre los Dones del Juicio y el Purgatorio, § 6.