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Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo

La petición «Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo» es la tercera del Padre Nuestro y constituye el corazón de la oración cristiana: une la dimensión celestial con la terrenal, convoca la obediencia al plan divino y orienta la vida del creyente hacia la plena realización del propósito de Dios. El artículo explora su contexto litúrgico, su desarrollo histórico‑teológico, la interpretación de los Padres de la Iglesia y del Magisterio, y su aplicación práctica en la vida de los fieles.

Tabla de contenido

Contexto litúrgico

Lugar del Padre Nuestro en la celebración eclesial

El Padre Nuestro ocupa un lugar central en la liturgia de la Eucaristía y en la Liturgia de las Horas. En la Misa, el sacerdote invita a la comunidad a rezar la oración después del ofertorio y antes de la fracción del pan1. Asimismo, la oración se recita solemnemente tres veces al día: en la Misa, en Laudes y en Vísperas2.

Función de la tercera petición

La tercera petición, fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra, extiende la petición del Reino a la realización del plan salvador de Dios en la vida cotidiana, pidiendo que la voluntad divina, ya cumplida en la gloria celestial, sea también eficaz en la realidad humana3.

Significado teológico

Unión de la voluntad humana con la divina

El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que en esta petición se pide unir la propia voluntad a la del Hijo, para participar del plan de salvación del mundo4. La voluntad de Dios, según la tradición, es la que «todos los hombres sean salvos» (1 Tim 2,4) y la oración implora que esa salvación se manifieste plenamente en la tierra3.

Obediencia y libertad auténtica

El Catecismo del Concilio de Trento explica que la petición implica pedir la fuerza para obedecer los mandamientos y servir a Dios con holiness y justice, reconociendo que la verdadera libertad se encuentra en la obediencia al amor divino5. San Agustín subraya que la voluntad de Dios se cumple cuando los ángeles obedecen en el cielo y los hombres lo hagan en la tierra, señalando la necesidad de una concordia entre espíritu y carne6,7.

Dimensión escatológica

El sentido escatológico se refleja en la expectativa de que la reino de Dios y su voluntad se materialicen plenamente al final de los tiempos. La oración mira al futuro «cuando el mal haya sido vencido y la justicia reinstaurada», pero exige que los valores del Reino se practiquen ya en el presente8.

Desarrollo histórico

Origen patrístico

San Cipriano interpretó la frase como una petición para que la tierra imite a los ángeles, es decir, que la humanidad haga la voluntad de Dios como lo hacen los santos en el cielo9. San Aquinas añadió que la humildad permite reconocer que la verdadera sabiduría es la voluntad de Dios, no la propia, y que la oración es una súplica para que la voluntad divina se haga en nosotros10.

Formulación del Concilio de Trento

El Concilio de Trento (1566) formuló la petición con claridad doctrinal, enfatizando que «la voluntad de Dios» comprende todo lo que Él ha mandado o prohibido, y que la oración es una petición de conformidad con ese mandato universal5.

Evolución litúrgica

Desde la Edad Media, la oración se incorporó al rito bautismal y a la Liturgia de las Horas, consolidándose como oración esencial de la vida cristiana (Catecismo, 2776)11. El General Instruction of the Roman Missal (2003) detalla su posición dentro del rito eucarístico, subrayando su carácter comunitario y su ampliación mediante la embolismo1.

Interpretación de los Padres de la Iglesia

San Agustín

San Cipriano

Destacó que la oración no es solo para los fieles, sino que implora que toda la humanidad alcance la obediencia divina, reflejando la universalidad del deseo de salvación9.

San Agustín sobre los enemigos

En sus sermones, Agustín amplía la petición a la conversión de los enemigos, pidiendo que incluso los que se oponen a la Iglesia lleguen a hacer la voluntad de Dios, lo que revela la dimensión misionera de la oración12.

Magisterio contemporáneo

Catecismo de la Iglesia Católica

Reafirma que la petición une la voluntad del creyente a la del Hijo, y que la obediencia a la voluntad divina es esencial para la vida cristiana4.

Papa Juan Pablo II

En su carta a los sacerdotes (1999), el Santo Padre señala que la petición «Your will be done» se realiza en el contexto de la Eucaristía, donde la voluntad de Dios se cumple plenamente en la ofrenda del sacrificio de Cristo13.

Papa Francisco

En la audiencia de 2021, el Pontífice recuerda que la oración del Padre Nuestro es una pregunta que coloca la voluntad de Dios por encima de los deseos humanos, invitando a confiar en el plan divino14.

Papa Benedicto XVI

En su audiencia de 2012, enfatiza que la oración es una expresión comunitaria que nos une al «nosotros» de la Iglesia, reforzando la dimensión colectiva de la petición15.

Aplicación práctica en la vida del creyente

Discernimiento de la voluntad de Dios

El Compendio del Catecismo indica que la oración ayuda a discernir la voluntad de Dios (Rom 12,2) y a recibir la fortaleza necesaria para cumplirla (Heb 10,36)3.

Ética y moral cristiana

La petición orienta la conducta moral: al imitar la obediencia de los ángeles, los fieles deben vivir conforme a los mandamientos y a la ley del amor, evitando el pecado y promoviendo la justicia social16.

Vida sacramental

En la Misa, la petición se enlaza con la fracción del pan y la comunión, recordando que el «pan cotidiano» es el Cuerpo de Cristo que alimenta la voluntad divina en los creyentes17.

Oración personal y comunitaria

La oración del Padre Nuestro, y en particular esta petición, se utiliza en la Liturgia de las Horas, en la catequesis y en la vida familiar, como medio para formar la voluntad del individuo a la del Padre celestial18.

Influencia en la espiritualidad y la ética social

Caridad y justicia

Al pedir que la voluntad de Dios se haga en la tierra, la oración impulsa a los cristianos a trabajar por la paz, la reconciliación y la solidaridad, siguiendo el ejemplo de los ángeles que no ofenden al Padre19.

Ecumenismo y diálogo interreligioso

La universalidad de la petición invita al diálogo con los no creyentes, pues la voluntad de Dios incluye la salvación de todos los hombres, fomentando una actitud de amor y respeto hacia los demás12.

Formación catequética

El Catecismo del Concilio de Trento y el Catecismo de la Iglesia Católica recomiendan que la enseñanza de esta petición sea parte esencial del catecismo, para que los fieles comprendan su profundidad y la apliquen en su vida diaria5,4.

Conclusión

Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo resume la aspiración cristiana de coincidir con la voluntad divina, reflejando la unidad entre el cielo y la tierra, entre los ángeles y los hombres. Su rica tradición patrística, su sólida base doctrinal y su presencia constante en la liturgia hacen de esta petición una guía esencial para la vida de fe, la moral cristiana y la misión evangelizadora de la Iglesia.

Citas

  1. Capítulo II. La estructura de la Misa, sus elementos y sus partes - III. Las partes individuales de la Misa - C. La Liturgia Eucarística - El Padrenuestro, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 81 (2003). 2

  2. Capítulo III. Las diversas partes de la Liturgia de las Horas - XI. Las intercesiones, el Padrenuestro y la oración conclusiva - B. El Padrenuestro, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 195 (1971).

  3. Parte IV - La oración cristiana. Capítulo III - La vida de oración. La oración cristiana, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 591 (2005). 2 3

  4. Sección II. El Padrenuestro, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2860. 2 3

  5. El Padrenuestro - La tercera petición: «hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo» - «hágase» - Pedimos poder cumplir lo que Dios desea de nosotros, Papa Pío V. Catecismo del Concilio de Trento, §El Padrenuestro - La Tercera Petición: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo» (1566). 2 3

  6. Acerca de la segunda parte del Sermón de la Montaña (Mateo 6-7), Agustín de Hipona. Sobre el Sermón de la Montaña, Libro II, §Capítulo 6. 21 (393). 2

  7. Sobre el Padrenuestro en Mateo 6:9, etc. A los competentes, Agustín de Hipona. Sermones sobre lecciones escogidas del Nuevo Testamento - Sermón 6, § 8 (426). 2

  8. B3. La nueva alianza en Jesucristo como don final de Dios y sus implicaciones morales - 3.1. La venida del Reino de Dios y sus implicaciones morales - 3.1.1. El Reino de Dios: Tema principal de la predicación de Jesús en los sinópticos - B. La dimensión presente y futura del Reino de Dios, Comisión Bíblica Pontificia. Biblia y Moral: Raíces bíblicas de la conducta cristiana, § 43 (2008).

  9. Parte III - La vida de la Iglesia - II. La persona en Cristo como nueva creación - F. Ascesis que ilumina - 1. Obediencia a la voluntad de Dios (la ley de Dios como llamada a la verdadera libertad), Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 825 (2016). 2

  10. Petición 3 - La voluntad de Dios, Tomás de Aquino. Explicación del Padrenuestro (1273).

  11. Sección II. El Padrenuestro, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2776.

  12. Juan Crisóstomo. Homilías sobre Primera a Timoteo, §Homilía 6. 1 Timoteo 2: Ver. 1-4 (402). 2

  13. Papa Juan Pablo II. Carta a los Sacerdotes, 1999, § 5 (1999).

  14. Catequesis sobre la oración: 35. La certeza de ser escuchados, Papa Francisco. Audiencia General del 26 de mayo de 2021 - Catequesis sobre la oración: 35. La certeza de ser escuchados (2021).

  15. Audiencia General del 3 de octubre de 2012, Papa Benedicto XVI. Audiencia General del 3 de octubre de 2012 (2012).

  16. Francisco de Sales. Tratado del amor de Dios - Libro VIII, § 6.

  17. El Orden de la Misa - El Rito de la Comunión - Oración, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción inglesa según la Tercera Edición Típica), §El Orden de la Misa (2011).

  18. Capítulo III. Las diversas partes de la Liturgia de las Horas - XI. Las intercesiones, el Padrenuestro y la oración conclusiva - B. El Padrenuestro, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La Instrucción General sobre la Liturgia de las Horas, § 194 (1971).

  19. Juan Crisóstomo. Homilía 19 sobre Mateo, § 7 (392).