Hakuna
Hakuna es un movimiento eclesial de espiritualidad juvenil nacido en España y extendido internacionalmente, centrado en la adoración eucarística, la formación cristiana y la vida comunitaria. Su identidad se expresa en la consigna «vivir remando mar adentro», acompañando a los jóvenes para descubrir que la amistad con Cristo transforma toda la existencia1.
Tabla de contenido
Orígenes y fundación
Hakuna surgió en el año 2012 en torno a un grupo de jóvenes acompañados por el sacerdote español José Pedro Manglano, especialmente tras la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid (2011).
La necesidad pastoral de ofrecer espacios de oración, evangelización y comunidad para universitarios y jóvenes adultos llevó a estructurar diversos grupos de vida cristiana, que con el tiempo se consolidaron en un movimiento estable dentro de la Iglesia.
El nombre «Hakuna» —tomado popularmente del suajili hakuna matata, «no hay problema» o «vive confiado”— se resignifica en clave cristiana: confiar radicalmente en la Providencia, abandonarse a Dios y vivir la fe con alegría.
Espiritualidad y carismas
La espiritualidad de Hakuna se articula en torno a varios ejes:
1. Cristo Eucaristía
La adoración eucarística es el corazón del movimiento. Las «Horas Santas» son momentos centrales de encuentro, silencio, canto, predicación y entrega interior2.
2. Vida comunitaria
Los jóvenes se organizan en grupos llamados «Hogares», espacios semanales de oración, formación, acompañamiento mutuo y discernimiento. Cada hogar se orienta a la santidad cotidiana y a la responsabilidad apostólica.
3. Formación doctrinal
Hakuna busca ofrecer una formación fiel al Magisterio, combinando lectura bíblica, antropología cristiana, moral, doctrina social y teología espiritual. En su propuesta predomina el deseo de mostrar la belleza de la fe y su encarnación concreta en la vida diaria3.
4. Apostolado y misión
El movimiento fomenta las obras de misericordia, las misiones urbanas, el acompañamiento a los más pobres y los proyectos sociales. Entiende la misión como irradiación espontánea de una vida transformada por Cristo4.
Música y evangelización
Hakuna es especialmente conocido por su dimensión musical, desarrollada a través de Hakuna Group Music, un conjunto de jóvenes músicos que elaboran cantos de adoración y evangelización.
Sus canciones —como Invocamos, Sencillamente, Huracán, Más o Salvador— buscan conducir al oyente a una oración directa, confiada y profundamente cristocéntrica.
La música se entiende como un medio para llevar al alma al trato íntimo con Dios y a la alegría de saberse amado por Cristo5.
Estructura y expansión
Desde España, Hakuna se ha extendido a numerosos países de Europa y América. Miles de jóvenes participan en:
- Hogares (pequeños grupos de vida cristiana),
- Horas Santas,
- conciertos y vigilias,
- misiones y voluntariados,
- retiros y peregrinaciones,
- proyectos sociales,
- iniciativas universitarias y evangelizadoras.
Su crecimiento se caracteriza por un fuerte dinamismo misionero, creatividad pastoral y fidelidad plena a la Iglesia y a los sacramentos.
Relación con la Iglesia
Hakuna se define a sí mismo como un movimiento «de la Iglesia y para la Iglesia». Su vida sacramental, la centralidad de la Eucaristía, la docilidad a los pastores y la adhesión al Magisterio son rasgos recurrentes en su identidad.
Además, la dirección espiritual y la formación doctrinal buscan educar la conciencia de los jóvenes según la enseñanza moral de la Iglesia y la llamada universal a la santidad6.
Influencia cultural
A lo largo de su crecimiento, Hakuna ha logrado:
- renovar la participación juvenil en la adoración eucarística,
- impulsar comunidades de amistad cristiana profundas,
- promover una cultura de misión, alegría y entrega,
- evangelizar a través de la música y del arte,
- acercar a muchos jóvenes a los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía.
Su estilo —vivo, alegre, profundamente católico— ha permitido que miles de jóvenes encuentren un camino concreto para vivir la fe en medio del mundo.
Citas
Christus Vivit, 20: Cristo «vive y quiere que lo vivamos»; misión juvenil centrada en Cristo. ↩
Sacramentum Caritatis, 66: la adoración eucarística conduce a una profunda comunión con Cristo. ↩
Fides et Ratio, 1: la Iglesia fomenta la formación que une fe y razón en el camino de la verdad. ↩
Evangelii Nuntiandi, 21: la evangelización brota de una vida transformada por Cristo. ↩
Sacrosanctum Concilium, 112: la música sagrada eleva el espíritu a Dios. ↩
Lumen Gentium, 40: llamada universal a la santidad en todos los estados de vida. ↩