Himno Sanctus
El Sanctus es el himno litúrgico que forma parte del Prefacio de la Misa y que los fieles cantan o recitan al unísono con el sacerdote. Su texto, de origen bíblico, proclama la santidad de Dios y la gloria que llena los cielos y la tierra, y concluye con el aclamado «Bendito el que viene en nombre del Señor». Este artículo recoge su origen histórico, su desarrollo en los distintos ritos, la estructura y el significado teológico del himno, así como las normas actuales que regulan su celebración.
Tabla de contenido
Origen y desarrollo histórico
Primeras evidencias patrísticas
Los primeros testimonios del Sanctus aparecen en la literatura patrística. San Clemente de Roma (c. 104) menciona que la iglesia cantaba las palabras del profeta Isaías 6, 3 – «Santo, santo, santo el Señor de los ejércitos» – como oración comunitaria1. Posteriormente Origen (c. 254) también alude a su uso litúrgico, señalando la incorporación de la frase «porque el cielo y la tierra están llenos de su gloria» como una adaptación cristiana del texto bíblico1.
Evolución en la liturgia occidental
A lo largo de los siglos el Sanctus se consolidó como la última parte del Prefacio en la Misa romana. En el Rito romano medieval ya se cantaba antes de la consagración, y la práctica se extendió a los ritos galicano, mozárabe y ambrosiano, manteniendo una estructura esencialmente idéntica1. En la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se reafirmó su posición como «canto o oración que se une al sacerdote al final del Prefacio»2.
Texto litúrgico
Versión latina oficial
El Missal Romano (tercera edición típica) recoge el texto latino que se emplea en la mayor parte del mundo católico:
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
Hosanna in excelsis.*3
Los términos Sanctus y Dominus Deus Sabaoth provienen del hebreo y del griego, respectivamente, y expresan la adoración de los ángeles (cf. Isaías 6, 3) y la majestad del Señor de los ejércitos.
Traducción al español
En la traducción oficial al castellano del Missal se mantiene la estructura y el sentido del original:
Los cielos y la tierra están llenos de tu gloria.
¡Hosanna en lo alto!
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
¡Hosanna en lo alto!
Los términos en negrita resaltan los momentos de mayor énfasis litúrgico, mientras que las italics se reservan para las expresiones latinas que se cantan sin traducción.
Significado teológico
Declaración de la santidad divina
El Sanctus reproduce el canto de los ángeles que, según la tradición bíblica, proclamaron la santidad de Dios en la visión del profeta Isaías. La triple repetición de Santo subraya la perfección y la plenitud de la santidad divina, una doctrina central del cristianismo que reconoce a Dios como completamente santo.
Profecía mesiánica y aclamo pascual
La segunda parte, «Bendito el que viene en nombre del Señor», es una citación del Evangelio (Mateo 21, 9) que celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En la Misa, este acento pascual conecta la liturgia eucarística con la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, recordando a los fieles que el mismo Jesús es el Cordero que se entrega por la salvación del mundo.
Uso litúrgico actual
Momento de la celebración
Según la Instrucción General del Misal (n.º 148), el sacerdote, tras terminar el Prefacio, invita a la comunidad a cantar o decir el Sanctus en voz alta, acompañando la oración con gestos de reverencia y, en la Misa solemne, con la señal de la campana tres veces2.
Variantes rituais
Aunque la forma romana es la más extendida, existen variantes locales. El Rito mozárabe incluye la frase «Osanna filio David» y una serie de aclamaciones adicionales (Agyos, agyos, agyos Kyrie o Theos), mientras que el Rito galicano y el ambrosiano presentan pequeñas diferencias léxicas pero conservan la esencia del texto1.
Interpretación musical
El Sanctus ha inspirado una vasta tradición musical que va desde los cantos gregorianos hasta composiciones barrocas y contemporáneas. La música busca reflejar la grandeza celestial del texto, empleando escalas mayores y coros que imitan el «canto de los ángeles». En la práctica litúrgica actual, la canción congregacional se prefiere en las misas ordinarias, mientras que en celebraciones solemnes se emplean coros y órganos para realzar la solemnidad.
Influencia cultural y devocional
El Sanctus trasciende la liturgia y se encuentra presente en himnos parroquiales, oraciones marianas y cantos de procesión. Su repetición en la vida cotidiana de los fieles refuerza la conciencia de la santidad de Dios y la participación en la alabanza celestial, convirtiéndose en un elemento formativo de la espiritualidad católica.
Conclusión
El himno Sanctus constituye una pieza fundamental de la liturgia católica, cuyo origen patrístico, desarrollo histórico y riqueza teológica lo convierten en una expresión viva de la adoración cristiana. Su texto, arraigado en la Escritura y la tradición, invita a la comunidad a unirse al coro de los ángeles para proclamar la gloria de Dios y la venida del Mesías, manteniendo viva la conexión entre la fe y la alabanza universal.
Citas
Sanctus, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Sanctus. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Capítulo IV las diferentes formas de celebrar la misa - I. Misa con asamblea - A. Misa sin diácono - La liturgia de la eucaristía, Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Instrucción General del Misal Romano, § 148 (2003). ↩ ↩2
El orden de la misa - La plegaria eucarística - Plegaria, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. El Misal Romano (Traducción al inglés según la Tercera Edición Típica), §El Orden de la Misa (2011). ↩
