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Historia de la Iglesia en el siglo XIX

El siglo XIX constituye una época de profunda transformación para la Iglesia Católica. Tras la Revolución Francesa y la caída de los regímenes monárquicos, la Iglesia se enfrentó a la expansión del secularismo, al surgimiento de corrientes liberal‑católicas y a la necesidad de definir con claridad su autoridad frente a los nuevos estados modernos. Este periodo estuvo marcado por la defensa del ultramontanismo, la convocatoria y desarrollo del Primer Concilio Vaticano, la promulgación de doctrinas fundamentales como la Inmaculada Concepción y la infalibilidad papal, y una intensa actividad misionera que expandió la presencia católica más allá de Europa.1,2

Tabla de contenido

Contexto histórico y desafíos iniciales

La herencia de la Revolución Francesa

La Revolución Francesa (1789‑1799) destruyó la estrecha alianza entre el trono y el altar, confiscó bienes eclesiásticos y estableció la Constitución Civil del Clero, que obligó a los sacerdotes a jurar lealtad al Estado y a ser elegidos por voto popular3. Este proceso introdujo el secularismo como rasgo estructural de la política europea, persiguiendo una «transvaloración de los valores» que relegaba a la Iglesia a un papel secundario en la vida pública4.

Respuesta ultramontana

Frente a la amenaza del liberalismo y del galicanismo, surgió el movimiento ultramontano, que defendía la centralidad del papado como garantía de la libertad e independencia eclesial2,5. Los obispos de la época vieron en una papalidad reforzada una protección contra la injerencia estatal y una fuerza de unidad para la Iglesia2.

La Iglesia y el Estado en el siglo XIX

El Concordato de 1801

El Concordato firmado entre el Papa Pío VII y Napoleón en 1801 restableció la jerarquía católica en Francia, pero mantuvo la secularización de muchos bienes eclesiásticos y la presencia de los «artículos orgánicos» que limitaban la autonomía de la Iglesia6.

Galicanismo y febronismo

En varios países, especialmente en Francia y Alemania, surgieron corrientes conciliaristas como el galicanismo y el febronianismo, que buscaban la autonomía de las iglesias nacionales frente a Roma7. El Concilio Vaticano I respondió a estas tendencias definiendo la primacía y la jurisdicción universal del Papa8.

El Primer Concilio Vaticano (1869‑1870)

Antecedentes y objetivos

Después de la Revolución y las guerras napoleónicas, la Iglesia se encontraba en una situación precaria ante los regímenes seculares que reclamaban control sobre los asuntos eclesiásticos9. El Concilio buscó, entre otros temas, reafirmar la autoridad papal y responder al modernismo que cuestionaba la revelación divina5.

Pastor Aeternus y la infalibilidad papal

El documento Pastor Aeternus (1870) definió la infalibilidad del Papa cuando habla ex cathedra sobre fe y moral, estableciendo que tal enseñanza es irrefutable por sí misma y no depende del consenso del Pueblo de Dios8,10. Aunque el Concilio no pudo abordar de forma completa la relación con los obispos, la definición buscó proteger la unidad eclesial frente a los intentos de los Estados de subordinarla8.

Dei Filius y la relación fe‑razón

El otro documento principal, Dei Filius, aclaró la compatibilidad entre fe y razón, condenando el racionalismo y el naturalismo como amenazas al depósito de la fe11.

El pontificado de Pío IX (1846‑1878)

Consolidación doctrinal

Pío IX proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción (1854), reforzando la autoridad papal y la capacidad de definir doctrinas de fe12,13.

El Syllabus de errores

En 1864, el Papa emitió el Syllabus de errores, condenando 80 proposiciones que defendían la tolerancia religiosa y el liberalismo, reflejando la oposición de la Iglesia al secularismo y al liberalismo de la época5.

Convocatoria del Concilio Vaticano I

Pío IX convocó el Primer Concilio Vaticano en 1869, buscando dar una respuesta estructural a los desafíos políticos y doctrinales del siglo XIX12,13.

El papado de León XIII (1878‑1903)

Encíclicas contra el liberalismo

León XIII, heredero de la lucha contra el liberalismo, emitió encíclicas como Libertas (1881) y Humanum Genus (1884) que defendían la libertad religiosa y denunciaban la masonería como amenaza a la fe5.

Desarrollo de la doctrina social

En la encíclica Rerum Novarum (1891) se sentaron las bases de la doctrina social católica, respondiendo a los problemas de la industrialización y la justicia social5.

Expansión misionera y crecimiento fuera de Europa

Nuevos centros y aumento de fieles

Durante el siglo XIX, la Iglesia experimentó un notable crecimiento en países no europeos, lo que convirtió al catolicismo en una fuerza religiosa global1.

La «sociedad perfecta»

Para evitar la interferencia estatal, la Iglesia adoptó la doctrina de la sociedad perfecta, afirmando su autonomía y soberanía en materia eclesial, paralela a la soberanía del Estado en asuntos temporales9.

Respuestas teológicas y el sensus fidei

Desarrollo del sensus fidei

Teólogos como Möhler, Perrone y Newman resaltaron el papel del sensus fidei del Pueblo de Dios en la preservación de la verdad, una idea que influyó en la definición del Concilio sobre la infalibilidad papal14,10.

La Escuela Romana y el Concilio

La Escuela Romana (Perrone, Franzelin, etc.) aportó la base teológica que sustentó las definiciones conciliares sobre la autoridad papal y la relación entre fe y razón15,16.

Consecuencias y legado del siglo XIX

En conjunto, el siglo XIX fue una época de crisis y renovación, en la que la Iglesia Católica, bajo la guía de sus pontífices y teólogos, logró responder a los retos de la modernidad sin perder su identidad ni su misión evangelizadora.

Citas

  1. Historia eclesiástica, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Historia Eclesiástica. 2

  2. Cuestiones teológicas fundamentales - 2.3. Definiciones del Vaticano I sobre la primacía de jurisdicción y la infalibilidad papal - 2.3.1. Un enfoque hermenéutico al Vaticano I - A. El contexto histórico del concilio, El Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El Obispo de Roma, § 2.60 (2024). 2 3

  3. Biografía, Dicasterio para las Causas de los Santos. Jean-Baptiste Souzy e 63 compagni: Biografia (1 ottobre 1995) (1995).

  4. Bruce D. Marshall. La Iglesia, el Mundo Moderno y el Espíritu del Vaticano II, § 8.

  5. Bruce D. Marshall. La Iglesia, el Mundo Moderno y el Espíritu del Vaticano II, § 9. 2 3 4 5

  6. El Concordato Francés de 1801, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §El Concordato Francés de 1801.

  7. B2. De la Reforma al siglo XVIII, Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Sinodalidad y Primacía en el Segundo Milenio y Hoy, § 2.3 (2023).

  8. B3. Desarrollos del siglo XIX, Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Sinodalidad y Primacía en el Segundo Milenio y Hoy, § 3.5 (2023). 2 3

  9. B3. Desarrollos del siglo XIX, Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Sinodalidad y Primacía en el Segundo Milenio y Hoy, § 3.1 (2023). 2

  10. Capítulo 1: El sensus fidei en la escritura y la tradición - 2. El desarrollo de la idea, y su lugar en la historia de la Iglesia - D) Siglo XIX, Comisión Teológica Internacional. Sensus fidei en la vida de la Iglesia, § 40 (2014). 2

  11. El papel de la «escuela romana» en la preparación del concilio, Patrick Gorevan. Dei Filius en Contexto, § 15.

  12. Papa #255: Bto. Pío IX, Magisterium AI. Breve historia de los papas de la Iglesia Católica, §Papa 255: Bto. Pío IX (2024). 2

  13. Papa Pío IX, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Papa Pío IX. 2

  14. Capítulo 1: El sensus fidei en la escritura y la tradición - 2. El desarrollo de la idea, y su lugar en la historia de la Iglesia - D) Siglo XIX, Comisión Teológica Internacional. Sensus fidei en la vida de la Iglesia, § 34 (2014).

  15. C. Michael Shea. Ressourcement en la Era de Migne: Los teólogos jesuitas del Collegio Romano y la forma del pensamiento católico moderno, § 15.

  16. C. Michael Shea. Ressourcement en la Era de Migne: Los teólogos jesuitas del Collegio Romano y la forma del pensamiento católico moderno, § 32.