Hospitales católicos
Los hospitales católicos son instituciones de salud fundadas y operadas bajo los principios de la enseñanza social y moral de la Iglesia Católica. A lo largo de la historia, la Iglesia ha establecido una vasta red de centros de atención médica, motivada por el mandato evangélico de Jesús de curar a los enfermos y servir a los necesitados. Estos hospitales se distinguen por su compromiso con la dignidad humana, la santidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la atención preferencial por los pobres y vulnerables, y la integración de la atención espiritual y pastoral en el cuidado de la salud. Su identidad católica exige que todas sus prácticas estén en plena conformidad con la doctrina moral de la Iglesia, incluso en un entorno social y legal pluralista.
Tabla de contenido
Orígenes y Desarrollo Histórico
La preocupación de la Iglesia por los enfermos se remonta a los primeros siglos del cristianismo, siguiendo el ejemplo de Cristo, a quien la tradición denomina el «Divino Médico»1,2. Jesús no solo predicó el Reino de Dios, sino que también realizó numerosos milagros de curación, sanando toda clase de enfermedades y dolencias2. Esta misión de sanación se confió a sus discípulos, quienes fueron enviados a proclamar el Evangelio y curar a los enfermos1.
Desde la antigüedad pagana, ya existían algunas instituciones para el cuidado de los enfermos, como el «Broin Bearg» en Irlanda (300 a.C.) o los establecimientos del rey budista Ashoka en India (252 a.C.)3. Sin embargo, fue bajo la influencia del cristianismo donde el concepto de hospital se desarrolló plenamente, pasando de ser un lugar de acogida para extraños a una institución dedicada específicamente al cuidado de los enfermos3.
En el Imperio Romano, los xenodochia (casas de huéspedes) cristianos ofrecían refugio a los pobres, ancianos y enfermos. Papas como Vigilio (537-555) y Pelagio II (578-590) transformaron sus residencias en refugios, y Esteban II (752-757) restauró y fundó varios xenodochia3. En Francia, se establecieron hospitales desde el siglo VI por reyes y reinas piadosos, como el fundado por Clodoveo I y su esposa en Lyon, o el Hôtel-Dieu de París, cuya primera mención data del 8293.
Durante la Edad Media, Carlomagno decretó que se restauraran los hospitales y que cada catedral y monasterio tuviera uno3. Órdenes religiosas y hermandades laicas, como la Hermandad del Espíritu Santo fundada por Guido en Montpellier en el siglo XII, se dedicaron al cuidado de los enfermos, estableciendo una vasta red de hospitales en Europa bajo la protección de papas como Inocencio III4,5. En América, los hospitales católicos también tuvieron un desarrollo significativo; en Canadá, el Hôtel-Dieu de Quebec fue fundado en 1639 y el de Montreal en 16443.
Identidad y Principios Fundamentales
La identidad de una institución de salud católica se basa en el corazón de lo que es la Iglesia, cuya ley suprema es el amor1. Estos hospitales son testigos poderosos de la caridad del Buen Samaritano, ya que al cuidar a los enfermos, cumplen la voluntad del Señor y contribuyen a la realización del Reino de Dios1.
Los principios normativos que guían el ministerio católico de la salud incluyen2:
Promoción y defensa de la dignidad humana: Este es el fundamento de la preocupación por respetar la sacralidad de cada vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural2. El derecho a la vida implica el derecho a los medios para su desarrollo adecuado, como una atención médica apropiada2.
Mandato bíblico de cuidar a los pobres: La atención católica a la salud debe expresarse en acciones concretas en todos los niveles, asegurando que el sistema de atención médica proporcione una atención adecuada a los pobres, los no asegurados y los subasegurados2,6.
Contribución al bien común: El bien común se logra cuando las condiciones económicas, políticas y sociales garantizan la protección de los derechos fundamentales de todos los individuos y les permiten alcanzar sus propósitos y metas comunes2.
Administración responsable de los recursos: Un sistema de salud justo busca tanto promover la equidad en la atención como la buena salud de toda la comunidad, en diálogo con todos los niveles de la sociedad y respetando los principios morales2.
Conformidad con la enseñanza moral de la Iglesia: Los hospitales católicos deben tener políticas que estén en completa conformidad con la enseñanza moral de la Iglesia7. Esto significa que no pueden proporcionar ni permitir procedimientos médicos que la autoridad de la Iglesia juzgue moralmente incorrectos2.
La atención ofrecida en los hospitales católicos no se limita al tratamiento de enfermedades físicas, sino que abarca las dimensiones física, psicológica, social y espiritual de la persona humana8. La atención pastoral es una parte integral de esta misión, proporcionando apoyo espiritual, escucha y asistencia para reconocer y responder a la voluntad de Dios, especialmente en momentos de enfermedad o ante la muerte8.
Desafíos y Colaboración
Los hospitales católicos enfrentan desafíos significativos en un entorno social y económico cambiante7. A pesar de esto, la Iglesia reafirma su compromiso con el ministerio de la salud y la identidad distintiva de sus servicios2. Es crucial que la identidad católica de estas instituciones se mantenga firme, asegurando su fidelidad a Cristo y a las enseñanzas del Magisterio9.
En un contexto pluralista, los servicios de salud católicos pueden recibir solicitudes de procedimientos médicos contrarios a la moral de la Iglesia2. En tales casos, los hospitales católicos no ofenden los derechos de la conciencia individual al negarse a proporcionar o permitir procedimientos médicos que son juzgados moralmente incorrectos por la autoridad docente de la Iglesia2.
La colaboración institucional con otros sistemas hospitalarios es un área delicada. Si bien las colaboraciones pueden ser oportunidades importantes para que la atención médica católica extienda su misión, no es moralmente permisible cuando implica derivaciones para personas que solicitan la eutanasia10. La aprobación oficial de la esterilización directa o su ejecución de acuerdo con las regulaciones hospitalarias también está absolutamente prohibida en los hospitales católicos, ya que es intrínsecamente mala y contraria a la misión de la institución11.
Un ejemplo reciente de la importancia de esta conformidad es el caso de la Congregación de los Hermanos de la Caridad en Bélgica. Cuando sus hospitales psiquiátricos abrieron la posibilidad de la eutanasia para pacientes psiquiátricos no terminales, la Congregación para la Doctrina de la Fe declaró que ya no podían ser considerados instituciones católicas, debido a su falta de voluntad para aceptar la doctrina católica sobre la eutanasia12.
La Iglesia, a través de sus instituciones de salud, busca colaborar eficazmente con las instituciones de salud públicas, unidas por el deseo común de servir a la persona humana, especialmente a los más débiles y a aquellos sin seguro social1,13. Esta colaboración debe basarse en el respeto a los ideales y la misión de las instituciones católicas13.
Conclusión
Los hospitales católicos son una expresión viva de la caridad cristiana, arraigados en la misión sanadora de Jesús y el amor incondicional de la Iglesia por los que sufren1,2. Su compromiso con la dignidad de cada persona, la santidad de la vida y la atención a los más vulnerables, guiado por la enseñanza moral del Magisterio, les confiere una identidad única y una responsabilidad fundamental en la sociedad14,2. A pesar de los desafíos contemporáneos, la misión de estos hospitales de llevar luz sobrenatural, sanación y esperanza a hombres y mujeres en cada etapa de su peregrinaje terrenal permanece inalterable7.
Citas
Papa Juan Pablo II. A los participantes en la 17.ª Conferencia Internacional organizada por el Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud (7 de noviembre de 2002) - Discurso (2002). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Primera Parte La Responsabilidad Social de los Servicios Católicos de Atención Sanitaria - Introducción, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios Católicos de Atención Sanitaria (2016). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14
Hospitales, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Hospitales. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6
Papa Pío XII. Discurso de Su Santidad Pío XII a un Grupo de Cirujanos de los Estados Unidos, Sala del Consistorio (jueves, 24 de mayo de 1956) - Discurso (1956). ↩
Caridad y obras de caridad, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Caridad y obras de caridad. ↩
Primera Parte La Responsabilidad Social de los Servicios Católicos de Atención Sanitaria - Directivas, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios Católicos de Atención Sanitaria, § 3 (2016). ↩
Papa Juan Pablo II. A los Obispos de las Provincias de Portland en Oregón, Seattle y Anchorage (EE. UU.) con ocasión de su visita «ad Limina» (24 de junio de 2004) - Discurso, § 5 (2004). ↩ ↩2 ↩3
Segunda Parte La Responsabilidad Pastoral y Espiritual de la Atención Sanitaria Católica - Introducción, Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios Católicos de Atención Sanitaria, § 9 (2016). ↩ ↩2
A los Obispos de Canadá (Ontario) con ocasión de su visita ad Limina, Papa Juan Pablo II. A los Obispos de Canadá (Ontario) con ocasión de su visita ad Limina (19 de noviembre de 1993), § 6 (1993). ↩
V. La enseñanza del magisterio, Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta Samaritanus bonus sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida (14 de julio de 2020), § V.9 (2020). ↩
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Respuestas a preguntas relativas a la esterilización en los hospitales católicos – Quaecumque sterilizatio, § 3 (1975). ↩
Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta al Superior General de la Congregación de los Hermanos de la Caridad, sobre el acompañamiento de pacientes en hospitales psiquiátricos de la rama belga de la Congregación (30 de marzo de 2020) (2020). ↩
Papa Juan Pablo II. A los miembros del Consejo Regional del Lacio (Roma) (31 de enero de 1998) - Discurso, § 4 (1998). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los miembros de los Administradores de los Covenant Health Systems de los Estados Unidos (18 de octubre de 1997) - Discurso (1997). ↩