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Iglesia greco-católica húngara

Iglesia greco-católica húngara
La Catedral Greco-Católica de Hajdúdorog, Hungría, desde el frente. Original, Jojojoe, CC BY-SA 3.0 📄

La Iglesia greco‑católica húngara es una Iglesia sui iuris del rito bizantino que forma parte de la familia de las Iglesias católicas orientales. Con sede en la diócesis de Hajdúdorog, reúne a aproximadamente 271 000 fieles que, a lo largo de los siglos, han preservado una tradición litúrgica bizantina mientras se integran en la vida cultural y lingüística húngara. Su historia está marcada por los procesos de unión con Roma, la lucha por el reconocimiento del húngaro como lengua litúrgica y la revitalización de su identidad oriental tras el periodo comunista1.

Tabla de contenido

Historia

Primeras uniones y origen

Durante la Reforma protestante, gran parte de la nobleza magiar adoptó el calvinismo, mientras la Contrarreforma buscó reconducirla al catolicismo romano y, simultáneamente, promover la unión de los ortodoxos con la Santa Sede. Así se produjeron una serie de uniones que dieron origen a las actuales Iglesias greco‑católicas de la región: la unión de Križevci (1611), la de Užgorod (1646) y la de Alba Julia (1698)1. Estas alianzas permitieron la creación de comunidades que conservaban el rito bizantino pero estaban en plena comunión con el Papa.

Creación de la dióspora de Hajdúdorog

El crecimiento de la población magiar‑hablante greco‑católica llevó a la fundación de la diócesis de Hajdúdorog en 1912 mediante la bula Christifideles graeci. El objetivo era atender a los fieles que ya no comprendían el eslavo eclesiástico y que deseaban celebrar la liturgia en su lengua materna, a pesar de la oposición de los eslavos y rumanos1. La nueva diócesis se constituyó con 162 parroquias, extraídas de las diócesis preexistentes de Mukačevo, Prešov, Făgăraș, Oradea, Gherla y la parroquia greco‑católica de Budapest1.

Liturgia y lengua

Primeras traducciones al húngaro

A finales del siglo XVIII surgieron las primeras traducciones húngaras de la Liturgia de San Juan Crisóstomo, la primera datada en 17931. Sin embargo, la Santa Sede mostró reticencia a aceptar el húngaro como lengua litúrgica, manteniendo la práctica de cantar al menos las palabras de la institución en griego antiguo1.

Reconocimiento oficial

La primera traducción oficial completa al húngaro apareció en 1882, seguida de posteriores versiones. En 1900, los greco‑católicos húngaros realizaron una peregrinación a Roma bajo el jubileo de León XIII, presentando una súplica para obtener el uso pleno del húngaro en la liturgia y la creación de su propia diócesis1. Roma finalmente erigió la diócesis, pero limitó el uso del húngaro a contextos extra‑litúrgicos y estableció un período de transición de tres años para pasar al griego, período que se prolongó indefinidamente a causa de la Primera Guerra Mundial1. Los libros de servicio impresos en 1920 contenían textos en húngaro y griego en páginas alternas1.

Desarrollo en el siglo XX

Extensión jurisdiccional

En 1980, el Papa Juan Pablo II amplió la jurisdicción del obispo de Hajdúdorog a todo el territorio húngaro, reconociendo la dispersión de los fieles greco‑católicos fuera de su zona tradicional1. Durante el periodo comunista, la Iglesia greco‑católica húngara sobrevivió, aunque estuvo fuertemente latinizada. Tras la caída del régimen, inició un proceso de redescubrimiento de su herencia oriental, impulsado por figuras como el obispo estudioso Imre Timkó (1920‑1988), tercer titular de Hajdúdorog1.

Situación actual

Organización y número de fieles

Según el Anuario Pontificio de 2013, la diócesis de Hajdúdorog cuenta con aproximadamente 271 000 fieles, distribuidos en 162 parroquias que forman parte de la provincia latina de Esztergom‑Budapest1. La comunidad mantiene una vida sacramental y pastoral activa, celebrando la Divina Liturgia en húngaro y griego según la normativa vigente.

Relaciones ecuménicas

En la Hungría contemporánea conviven, además de los greco‑católicos, pequeñas comunidades ortodoxas húngaras, serbias, rumanas y búlgaras. La Iglesia greco‑católica húngara colabora con sus hermanos ortodoxos en iniciativas de diálogo y cooperación pastoral, recordando la herencia compartida de los ritos bizantinos1.

Importancia cultural y espiritual

La Iglesia greco‑católica húngara representa un puente entre la tradición bizantina y la cultura magiar. Su historia de resistencia lingüística y litúrgica ilustra la capacidad de la Iglesia universal para integrar diversas lenguas y costumbres dentro de la unidad de fe. La revitalización de la liturgia en húngaro y la recuperación del patrimonio oriental fortalecen la identidad de los fieles y contribuyen al enriquecimiento del panorama religioso húngaro.

Citas

  1. Hungría, iglesias orientales en, Edward G. Farrugia. Diccionario Enciclopédico del Oriente Cristiano, §Hungría, Iglesias Orientales en (2015). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13