Infertilidad

La infertilidad, un desafío doloroso para muchas parejas casadas, es abordada por la enseñanza católica con profunda compasión y una clara guía moral. Si bien la Iglesia reconoce el deseo natural de tener hijos como una expresión de la vocación al matrimonio, también subraya que un hijo es un don de Dios, no un derecho. Este artículo explorará la perspectiva católica sobre la infertilidad, las respuestas espirituales y médicas lícitas, y las vías de generosidad para las parejas que no pueden concebir biológicamente.
Tabla de contenido
La Perspectiva Católica sobre la Infertilidad
La infertilidad es reconocida como una prueba difícil para los cónyuges, que puede generar un sufrimiento considerable1,2,3. La comunidad de creyentes está llamada a iluminar y apoyar a quienes no pueden cumplir su legítima aspiración a la maternidad y la paternidad1. Sin embargo, la enseñanza católica enfatiza que la esterilidad física no es un mal absoluto4. El Evangelio muestra que, incluso sin la posibilidad de procreación biológica, la vida conyugal no pierde su valor1,4.
El deseo de un hijo es natural en los cónyuges, ya que expresa la vocación a la paternidad y la maternidad inscrita en el amor conyugal1. No obstante, el matrimonio no confiere a los cónyuges el derecho a tener un hijo, sino solo el derecho a realizar los actos naturales que están per se ordenados a la procreación1. Un verdadero y propio derecho a un hijo sería contrario a la dignidad y naturaleza del niño, pues un hijo es un don, «el don supremo» y el más gratuito del matrimonio, y es un testimonio vivo de la entrega mutua de sus padres1,5. Por esta razón, el niño tiene derecho a ser el fruto del acto específico del amor conyugal de sus padres y a ser respetado como persona desde el momento de su concepción1.
Respuestas Espirituales y Generosidad
Para las parejas que sufren de infertilidad, la Iglesia ofrece un camino de unión con la Cruz del Señor, que es la fuente de toda fecundidad espiritual4,2. Se les anima a encontrar en esta situación una oportunidad para participar de una manera particular en la Cruz de Cristo1.
Además de la unión espiritual, se alienta a las parejas a expresar su generosidad a través de otras formas de servicio a la vida humana. Entre estas, la adopción es una opción altamente recomendada y valorada1,4,6,7. La Iglesia promueve y facilita la adopción para que muchos niños sin padres puedan encontrar un hogar6. Los padres adoptivos demuestran una verdadera generosidad de espíritu al dar un hogar seguro y una familia a niños que de otro modo tendrían pocas esperanzas8. También pueden ofrecer «diversas formas de trabajo educativo y asistencia a otras familias y a niños pobres o discapacitados»1,4.
La oración es una respuesta fundamental a la infertilidad. La Sagrada Escritura y la Tradición enseñan que el nacimiento de un hijo es siempre un don de Dios, por el cual se debe orar con fervor, como se ve en los ejemplos de matrimonios bíblicos como Abraham y Sara, Jacob y Raquel, Elcaná y Ana, Zacarías e Isabel, Joaquín y Ana9.
La Intercesión de los Santos
En la tradición católica, se puede recurrir a la intercesión de los santos para pedir ayuda en la concepción y en la vida familiar.
San José es un intercesor especial para las parejas que desean tener un hijo10. Como padre adoptivo de Jesús y protector de la Sagrada Familia, se le considera un modelo de paternidad y un protector de la Iglesia11,12,13,14.
Santa Rita de Casia es conocida como la «Santa de los imposibles» debido a los muchos milagros atribuidos a su intercesión, y puede ser invocada en situaciones difíciles, incluida la infertilidad15.
San Gerardo Mayela es el patrón de las mujeres embarazadas, y su intercesión es buscada para embarazos seguros y partos felices16.
La Santísima Virgen María, la Madre de Dios, es también invocada como intercesora y protectora, y se confían a ella las oraciones, convencidos de que ascenderán al cielo y serán escuchadas17,18,19.
Intervenciones Médicas y Bioética
La Iglesia Católica alienta la investigación médica dirigida a prevenir las causas de la esterilidad y a remediarla, siempre que salvaguarde plenamente la dignidad de la procreación humana1,6,7,3,20. El objetivo es permitir que las parejas estériles puedan procrear respetando su dignidad personal y la del niño por nacer1.
Las técnicas médicas para tratar la infertilidad son moralmente permisibles si cumplen con tres principios fundamentales6,21:
El derecho a la vida y a la integridad física de todo ser humano desde la concepción hasta la muerte natural6,21.
La unidad del matrimonio, que implica el respeto recíproco del derecho dentro del matrimonio a ser padre o madre solo con el otro cónyuge6,21.
Los valores específicamente humanos de la sexualidad, que exigen que la procreación de una persona humana sea el fruto del acto conyugal específico del amor entre los cónyuges6,21.
Por lo tanto, las técnicas que actúan como ayuda al acto conyugal y a su fertilidad son permitidas6,5,21. Esto incluye procedimientos en los que la intervención médica busca asistir el acto conyugal para facilitar su realización o para permitirle alcanzar su objetivo una vez realizado normalmente6. También son lícitas las técnicas destinadas a eliminar los obstáculos a la fertilización natural6.
Técnicas Reproductivas Ilícitas
La Iglesia se opone firmemente a las técnicas de reproducción asistida que separan el acto sexual del acto de procreación o que implican la intromisión de un tercero en el acto conyugal22,5,23,24. Estas técnicas son consideradas moralmente inaceptables porque no respetan la dignidad de la persona humana y del matrimonio.
Fertilización Artificial Heteróloga
Las técnicas de fertilización artificial heteróloga son aquellas que utilizan gametos (óvulos o espermatozoides) de al menos un donante que no es uno de los cónyuges unidos en matrimonio6,5. Estas técnicas son rechazadas porque22:
Niegan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos por ellos y unidos por el matrimonio22.
Traicionan el derecho exclusivo de los cónyuges a ser madres y padres solo el uno a través del otro22.
Lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre que sean padres tanto biológica como legalmente5.
Fertilización Artificial Homóloga
Las técnicas de fertilización artificial homóloga son aquellas que utilizan los gametos de los dos cónyuges unidos en matrimonio, pero la concepción se produce fuera del acto conyugal, por ejemplo, mediante la fertilización in vitro (FIV)6,5. Aunque no involucran a un tercero donante, estas técnicas también son consideradas inaceptables por varias razones22,23,24:
Separan el acto sexual del acto de procreación22,5. El acto que causa la existencia de un hijo ya no es un acto en el que una persona se entrega a la otra, sino un acto en el que la vida y la identidad del embrión son confiadas «al poder de médicos y biólogos y establece el dominio de la tecnología sobre el origen y el destino de la persona humana»22,23. Esta relación de dominación es contraria a la dignidad y la igualdad que deben ser comunes a padres e hijos22,23.
La «fabricación» de embriones ha dado lugar a graves problemas éticos, como la congelación de embriones humanos y su consiguiente destrucción o dispersión7,22. La enorme cantidad de embriones humanos que se pierden o destruyen en estos procedimientos es una «verdadera 'matanza de inocentes' de nuestros tiempos»7.
La reducción embrionaria, es decir, la eliminación de algunos fetos cuando se producen múltiples concepciones a la vez, es gravemente ilícita y doblemente reprobable cuando es resultado de la procreación artificial25.
La oposición de la Iglesia a la fertilización in vitro, incluso cuando involucra solo a la pareja, es una afirmación positiva de la dignidad del matrimonio y del amor nupcial, que no debe ser reemplazado por la tecnología en el origen de una nueva vida22. La dignidad de concebir un hijo requiere necesariamente el acto sexual conyugal de un hombre y una mujer como la unión espiritual y corporal de personas en amor24.
Conclusión
La infertilidad es un camino de sufrimiento que la Iglesia Católica acompaña con compasión y esperanza. Si bien se alienta la investigación médica lícita para superar las causas de la esterilidad, se rechazan las técnicas que deshumanizan el proceso de procreación o que atentan contra la dignidad de la vida humana desde la concepción. La enseñanza católica invita a las parejas infértiles a encontrar fecundidad espiritual y generosidad a través de la oración, la unión con la Cruz de Cristo y el servicio a los demás, especialmente mediante la adopción, reafirmando que el amor conyugal es siempre una vocación al don de sí mismo, una posibilidad que ninguna condición física puede impedir26,7.
Citas
II. Intervenciones sobre la procreación humana - 8. El sufrimiento causado por la infertilidad en el matrimonio, Congregación para la Doctrina de la Fe. Instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación: Respuestas a algunas cuestiones de actualidad (1987). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Infertilidad, Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales. Apreciando la Vida, § 131 (2004). ↩ ↩2
Infertilidad, Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales. Apreciando la Vida, § 130 (2004). ↩ ↩2
Sección Segunda Los Diez Mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2379. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
B. La familia es el santuario de la vida, Consejo Pontificio Justicia y Paz. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, § 235 (2004). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7
Sobre la Instrucción Dignitatis Personae - Segunda Parte: Nuevos problemas relativos a la procreación - Técnicas para la asistencia a la fertilidad, Congregación para la Doctrina de la Fe. Sobre la Instrucción Dignitatis Personae, §Segunda Parte (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12
Pontificia Academia para la Vida. X Asamblea General - Comunicado Final sobre «La dignidad de la procreación humana y las tecnologías reproductivas. Aspectos antropológicos y éticos» (21 de febrero de 2004) (2004). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
Infertilidad, Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales. Apreciando la Vida, § 132 (2004). ↩
Parte Tercera - La Vida de la Iglesia - III. La Familia Cristiana como Nueva Creación (los mandamientos cuarto, quinto, sexto y noveno) - B. El matrimonio cristiano y la defensa de la dignidad del comienzo de la vida humana - 1. El problema de la fecundación artificial, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 874 (2016). ↩
Catequesis sobre San José - 6. San José, padre adoptivo de Jesús, Papa Francisco. Audiencia General del 5 de enero de 2022 - Catequesis sobre San José: 6. San José, padre adoptivo de Jesús (2022). ↩
Michael Seewald, David Bentley Hart, et al. Reseñas de Libros (Nova et Vetera, Vol. 18, N.º 4), § 42. ↩
Basil Cole, O.P. Año de San José, Padre Espiritual: Algunas Meditaciones, § 9. ↩
Boniface Hicks, O.S.B. San José y el Papel Indispensable de la Sagrada Familia, § 11. ↩
Artesanos - José, Macario de Unzha, Eligio, Magisterio IA. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Artesanos (2024). ↩
Santa Rita de Casia, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Santa Rita de Casia. ↩
Mujeres embarazadas - Gerardo Mayela, Magisterio IA. Santos Patronos en la Iglesia Católica, §Mujeres embarazadas (2024). ↩
Papa León XIII. Diuturnum, § 28 (1881). ↩
Oraciones y bendiciones, Papa León XIII. Dall’alto dell’Apostolico Seggio, § 19 (1890). ↩
Papa Francisco. VIII Jornada Mundial de los Pobres, 2024: La oración del pobre sube hasta Dios (cf. Sir 21,5), § 10 (2024). ↩
Sección Segunda Los Diez Mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2375. ↩
Segunda Parte: Nuevos problemas relativos a la procreación - Técnicas para la asistencia a la fertilidad, Congregación para la Doctrina de la Fe. Instrucción sobre algunas cuestiones de bioética, § 12 (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
B4. Cinco principios fundamentales - 4.º principio: «sí» al matrimonio y al amor conyugal, Congregación para la Doctrina de la Fe. El papel del Magisterio en la bioética, § 4 (2007). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10
Irene Alexander. ¿Se opone la inseminación artificial a la unidad del matrimonio? : Una nueva mirada a la cuestión de la adopción de embriones, § 10. ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Parte Tercera - La Vida de la Iglesia - III. La Familia Cristiana como Nueva Creación (los mandamientos cuarto, quinto, sexto y noveno) - B. El matrimonio cristiano y la defensa de la dignidad del comienzo de la vida humana - 1. El problema de la fecundación artificial, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 875 (2016). ↩ ↩2 ↩3
Papa Juan Pablo II. A los participantes en el Congreso Internacional promovido por el Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad La Sapienza de Roma (3 de abril de 2000) - Discurso, § 4 (2000). ↩
A los participantes en la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, Papa Benedicto XVI. A los participantes en la Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida (25 de febrero de 2012) (2012). ↩