Influencias demoniacas
Las influencias demoniacas constituyen, según la enseñanza de la Iglesia Católica, una realidad sobrenatural que actúa contra la voluntad de Dios y del ser humano. Este artículo examina la doctrina bíblica y patrística sobre los ángeles caídos, describe las distintas formas en que se manifiesta su acción (tentación, opresión, supersticiones), y explica la respuesta eclesial mediante la oración, los sacramentos y el exorcismo, ofreciendo también orientaciones prácticas para los fieles.
Tabla de contenido
Doctrina bíblica y patrística sobre los demonios
Caída de los ángeles
La Caída de los ángeles se explica como el rechazo libre e irrevocable de Dios por parte de Satanás y los demás demonios, que fueron creados buenos pero escogieron el mal. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que «Satanás y los demás demonios, sobre los que habla la Sagrada Escritura y la Tradición, fueron ángeles creados buenos, pero se transformaron en malos porque con una libre y irrevocable elección rechazaron a Dios y su Reino»1. La misma doctrina se refleja en el Catecismo (n.º 414) que describe a los demonios como «ángeles caídos que han rehusado servir a Dios y su plan»2. La Iglesia también cita a San Pedro y San Juan, quienes recuerdan que «Dios no escatimó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno» (2 Pt 2, 4)3.
Naturaleza y propósito de los demonios
Los demonios son seres espirituales que buscan asociar al hombre a su rebelión contra Dios2. En la tradición patrística, su principal intención es impedir la salvación humana tentándola al pecado (San Agustín) y crear una «anti‑realidad» contraria a la Providencia divina4. El documento De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam los describe como «el padre de la mentira» (Jn 8, 44) y como «el adversario del hombre» (1 Pet 5, 8)5. Su actividad se manifiesta en la tentación, la opresión y la difusión de supersticiones.
Manifestaciones de la influencia demoniaca
Tentación y pecado
La tentación es la primera forma en que el demonio actúa sobre el ser humano. Según San Tomás de Aquino, la raíz de la caída de los ángeles es el orgullo, que se refleja en la tentación de elevarse por encima de la condición creada6. La Instrucción para Religiosos de Tomás de Aquino aconseja que «el diablo huye de quien es humilde y se desprecia a sí mismo» y que la vigilancia y la oración son esenciales para resistir la tentación7.
Opresión y posesión
La posesión demoniaca es la forma más grave de influencia, donde el demonio ejerce dominio sobre la persona. El Catecismo (n.º 1673) define el exorcismo como la oración pública para proteger contra el poder del Maligno y señala que Jesús realizó exorcismos, de los cuales la Iglesia recibió el ministerio8. La Iglesia Ucraniana explica que la exorcismo es el rito especial que «libera al poseído mediante la gracia divina»9. La Conferencia de Obispos de EE. UU. distingue entre exorcismos menores (en el bautismo y la iniciación) y mayores, reservados al sacerdote con permiso del obispo10.
Supersticiones y prácticas prohibidas
El tercer tipo de influencia se da cuando los fieles recurren a prácticas ocultas o adivinatorias, creyendo que pueden obtener poder sobre el futuro. El Catecismo prohíbe todas las formas de adivinación porque «ocultan el deseo de poder sobre el tiempo y la historia, y contravienen el temor respetuoso que debemos a Dios»11. Estas prácticas son consideradas «formas de superstición» que la Iglesia condena firmemente.
Respuesta de la Iglesia
Oración y sacramentos
La oración es la primera línea de defensa contra el maligno. La Iglesia invita a los fieles a rezar la Oración del Padre Nuestro, cuya última petición «líbranos del mal» se refiere al «maligno» personal12. Además, la gracia del Bautismo incluye una exorcismo menor que protege al recién bautizado de influencias demoníacas8. El Sacramento de la Penitencia también fortalece al creyente para resistir al diablo, como señala la Carta a los Ordinarios que recuerda la intercesión de la Virgen María y los santos en la lucha espiritual13.
Exorcismo (menor y mayor)
El exorcismo menor se celebra durante el rito de iniciación cristiana y el bautismo, empleando oraciones específicas del Rito de Iniciación Cristiana de Adultos y del Apéndice de Exorcismos10. El exorcismo mayor es una liturgia solemne que solo puede ser realizada por un sacerdote con autorización del obispo, según el canon 1172 del Código de Derecho Canónico13. El rito se basa en la autoridad que Jesús confirió a sus discípulos y que la Iglesia ha heredado10.
Vigilancia y discernimiento
San Pablo exhorta a los cristianos a «ser sobrios y vigilantes» porque «el adversario del diablo acecha como león rugiente»14. El Papa Francisco, en Gaudete et exsultate, insiste en que el diablo no es un mito sino una realidad que «envenena con odio, desolación y vicio», y llama a la vigilancia constante15,16. La Iglesia, por su parte, advierte que cualquier sospecha de posesión debe ser evaluada con prudencia para evitar errores de discernimiento6.
Pastores y santos frente a la influencia demoniaca
San Juan Crisóstomo y la enseñanza patrística
San Juan Crisóstomo declaró que «aunque no nos place hablar del diablo, la enseñanza que este tema permite es de gran utilidad»6, subrayando la necesidad de una doctrina clara sin caer en el terror.
San Agustín y la lucha contra la falsedad
San Agustín describió al diablo como «celoso de la nueva criatura» que intenta hacerla rebelarse contra su Creador6.
San José, terror de los demonios
Según la tradición, San José, por su perfecta humildad y obediencia, se convirtió en «terror de los demonios», pues su vida ejemplar impide que el maligno encuentre terreno fértil para sus ataques4.
Consejos para los fieles
Cultivar la humildad: El diablo huye de quien se reconoce pobre y dependiente de Dios7.
Orar diariamente: Incluir la petición de ser liberados del maligno en el Padrenuestro y rezar a la Virgen María y a los santos como protectores13.
Participar de los sacramentos: El Bautismo y la Penitencia otorgan gracia que fortalece contra la tentación y la opresión8.
Evitar supersticiones: No recurrir a la adivinación ni a prácticas ocultas, pues son puertas abiertas al maligno11.
Buscar ayuda eclesial: En casos de sospecha de opresión o posesión, acudir al sacerdote designado y seguir los procedimientos canónicos para el exorcismo mayor10.
Mantener la vigilancia: Estar alerta a las «trampas del diablo» y fortalecer la fe con la Palabra de Dios y la vida sacramental14.
En síntesis, la Iglesia reconoce la existencia real de influencias demoniacas, pero también ofrece una respuesta integral basada en la fe, la oración, los sacramentos y la autoridad pastoral, invitando a los fieles a vivir con discernimiento y confianza en la victoria de Cristo sobre el maligno.
Citas
Parte primera - La profesión de fe. Capítulo primero - Creo en Dios Padre. La caída, Promulgado por el Papa Benedicto XVI. Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, § 74 (2005). ↩
Sección dos I. Los credos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 414. ↩ ↩2
Parte primera - La fe de la Iglesia - III. Creemos en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra, y en nuestro Salvador Jesucristo, y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida - A. El Creador y su creación - 3. La humanidad—la corona de la creación - 1) la caída de los ángeles, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 142 (2016). ↩
Anónimo. Opúsculo 5: San José, Terror de los Demonios y Protector de la Santa Iglesia, § 5. ↩ ↩2
Proemio, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 5. ↩
Doctrina general, Congregación para la Doctrina de la Fe. Fe Cristiana y Demonología (1975). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Sección segunda Los siete sacramentos de la Iglesia, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1673. ↩ ↩2 ↩3
Parte segunda - La oración de la Iglesia - II. La oración de la comunidad eclesial - D. Oraciones ocasionales especiales, bendiciones y consagraciones - 3. Exorcismo, Sínodo de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. Catecismo de la Iglesia Católica Ucraniana: Cristo – Nuestra Pascua, § 522 (2016). ↩
Preguntas sobre el exorcismo - ¿Existen diferentes tipos de exorcismos? , Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Exorcismo (2023). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Sección segunda Los Diez Mandamientos, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2116. ↩ ↩2
Sección segunda La oración del Señor, Catecismo de la Iglesia Católica, § 2864. ↩
Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los Ordinarios sobre las normas sobre el Exorcismo (1985). ↩ ↩2 ↩3
Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Exorcismis et Supplicationibus Quibusdam (Exorcismos y Otras Súplicas), § 10. ↩ ↩2
Capítulo cinco - Combate y vigilancia - Más que un mito, Papa Francisco. Gaudete et exsultate, § 160 (2018). ↩
Capítulo cinco - Combate y vigilancia - Más que un mito, Papa Francisco. Gaudete et exsultate, § 161 (2018). ↩
