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Investidura sacerdotal

La investidura sacerdotal en la Iglesia Católica se refiere al rito litúrgico de la ordenación, mediante el cual un varón bautizado es configurado con Cristo Sacerdote, Cabeza y Pastor, y recibe la autoridad para actuar en Su nombre. Este sacramento, conocido como el Sacramento del Orden, confiere un carácter indeleble y capacita al ordenado para el ministerio eclesial, especialmente en la predicación del Evangelio, el pastoreo de los fieles y la celebración del culto divino, siendo la Eucaristía el acto principal del sacerdocio.

Tabla de contenido

El Sacramento del Orden y el Sacerdocio de Cristo

El sacerdocio católico se entiende como una participación en el único sacerdocio de Cristo1. Cristo transmitió su cualidad de Pastor de Almas a obispos y presbíteros a través del Sacramento del Orden, capacitándolos para actuar en Su nombre y representar Su potestas capitis (poder de cabeza) en la Iglesia2. La presencia de un ministro ordenado es una condición esencial para la vida de la Iglesia2.

Los sacerdotes son ontológicamente configurados con Cristo Sacerdote, Cabeza y Pastor, lo que les permite ser considerados «alter Christus» (otro Cristo)3. Esta configuración les permite ser instrumentos de Cristo para Su Iglesia, actuando como representantes de Cristo, Cabeza de la Iglesia, en sus funciones de sacerdote, profeta y rey4.

El poder del Orden es una cualidad permanente que, por sí misma, no es activa, sino que necesita recibir de Cristo el poder que la actualiza cada vez que se ejerce, aplicándola para producir su efecto1. Los sacerdotes, en virtud del poder del Orden, son como un instrumento afinado en la mano del artista, listos para ser usados por la divina potencia1.

Los Grados del Sacramento del Orden

El Sacramento del Orden se confiere en tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado. Cada grado confiere una participación específica en el ministerio de Cristo.

El Presbiterado

Los presbíteros, aunque no poseen el grado supremo del oficio pontifical y dependen de los obispos en el ejercicio de su propio poder, están asociados a ellos por su dignidad sacerdotal5. En virtud del Sacramento del Orden, a imagen de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, son consagrados para predicar el Evangelio, pastorear a los fieles y celebrar el culto divino como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento5,6.

La ordenación sacerdotal confiere un carácter especial mediante la unción del Espíritu Santo, configurando al presbítero con Cristo Sacerdote de tal manera que puede actuar in persona Christi Capitis (en la persona de Cristo Cabeza)7. Es el mismo Cristo Jesús quien está presente en el servicio eclesial del ministro ordenado, y el ministro representa verdaderamente la persona sagrada de Cristo8.

La facultad principal del sacerdote es ofrecer el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía9. Cristo mismo, en la Última Cena, dio a los Apóstoles el poder y el deber de renovar este evento y hacerlo presente en cada época histórica3. Además de la consagración eucarística, los sacerdotes también tienen el poder de perdonar o retener los pecados1.

El Diaconado

El diaconado es el primer grado del Sacramento del Orden. Los diáconos son ordenados para el ministerio de la liturgia, la palabra y la caridad10. En el rito de ordenación diaconal, se les confiere el don del Espíritu Santo para su ministerio mediante la imposición de manos del obispo y la oración de ordenación10. La entrega del libro de los Evangelios simboliza su función de proclamar el Evangelio en las celebraciones litúrgicas y de predicar la fe de la Iglesia con la palabra y la obra10.

Históricamente, el diaconado permanente experimentó cambios, llegando a ser una etapa transitoria hacia el sacerdocio en muchas épocas11. Sin embargo, el Concilio Vaticano II lo restauró como un grado permanente dentro de la jerarquía eclesiástica.

El Episcopado

El obispo es la plenitud del Sacramento del Orden12. A través de la ordenación episcopal, se le confiere la autoridad para enseñar, santificar y gobernar la Iglesia13. El obispo es como la imagen viva de Dios Padre (typos tou Patros)13. La imposición de manos de todos los obispos presentes es un elemento clave en la consagración de un obispo14.

Rito de la Ordenación Sacerdotal

El rito de la ordenación sacerdotal ha evolucionado a lo largo del tiempo, pero la imposición de manos y la oración han sido siempre elementos esenciales desde los tiempos apostólicos15.

Requisitos para la Ordenación

Para ser ordenado válidamente, el candidato debe ser un varón bautizado16,17. Además, se requieren ciertas cualidades y el cumplimiento de prerrequisitos específicos:

El obispo propio del candidato es quien debe ordenarlo, o con cartas dimisorias legítimas25.

Elementos del Rito de Ordenación Presbiteral

El rito de ordenación sacerdotal en el Pontifical Romano actual incluye varios momentos significativos15,10:

  1. Presentación y elección de los candidatos: Al inicio de la Misa solemne, los candidatos son presentados al obispo. El archidiácono testifica la idoneidad de los candidatos, representando el testimonio de aptitud dado antiguamente por el clero y el pueblo. El obispo pregunta a la congregación si hay alguna objeción15.

  2. Homilía y amonestación: El obispo instruye y amonesta a los candidatos sobre los deberes de su nuevo oficio15.

  3. Letanía de los Santos: El obispo y los candidatos se postran mientras se canta o recita la Letanía de los Santos, implorando la gracia de Dios para los candidatos15,10.

  4. Imposición de manos: Este es el rito esencial. El obispo impone ambas manos en silencio sobre la cabeza de cada candidato. Luego, todos los sacerdotes presentes también imponen sus manos, significando la cooptación en el presbiterio15,10.

  5. Plegaria de Ordenación (Plegaria consecratoria): Mientras el obispo y los sacerdotes mantienen sus manos extendidas, el obispo solo recita la plegaria de ordenación. Para la ordenación presbiteral, las palabras esenciales son: «Te pedimos, Padre omnipotente, que confieras a estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado; renueva en sus entrañas el Espíritu de santidad; obtengan de ti, Dios, el cargo de segundo mérito, e insinúen con el ejemplo de su conversación la censura de las costumbres»10.

  6. Investidura de las vestiduras sacerdotales: Inmediatamente después de la Plegaria de Ordenación, los ordenados son revestidos con la estola presbiteral y la casulla, manifestando exteriormente su ministerio litúrgico10,26.

  7. Unción de las manos: El obispo unge con el santo crisma las palmas de las manos de cada ordenado, significando la participación peculiar de los presbíteros en el sacerdocio de Cristo27,28,26.

  8. Entrega del pan y el vino: El obispo entrega a cada presbítero ordenado el pan sobre la patena y el cáliz con vino y agua, indicando su función de presidir la celebración de la Eucaristía27,28,26.

  9. Beso de la paz: Finalmente, el obispo da el beso de la paz a los ordenados, y los presbíteros presentes también saludan a los recién ordenados con un beso, significando la aceptación de sus nuevos cooperadores en su ministerio y la comunión en el sacerdocio27,26.

  10. Concelebración eucarística: Los recién ordenados ejercen su ministerio por primera vez concelebrando la Eucaristía con el obispo y los demás miembros del presbiterio26.

Efectos del Sacramento del Orden

El Sacramento del Orden confiere al recipiente una gracia especial del Espíritu Santo, configurándolo con Cristo de manera que pueda servir como Su instrumento para la Iglesia4. Este sacramento imprime un carácter espiritual indeleble, lo que significa que no puede ser repetido ni retirado1,3. Este carácter no separa al sacerdote de la humanidad, sino que lo sitúa en medio de ella para su servicio3.

Los efectos incluyen la capacidad de actuar en la persona de Cristo Cabeza7,8, y de ser «administradores de los misterios de Dios» (1 Cor 4, 1)3. A través de la ordenación, los sacerdotes son testigos de Cristo en el servicio de la Palabra y los sacramentos3.

Conclusión

La investidura sacerdotal es un pilar fundamental en la estructura y vida de la Iglesia Católica. A través del Sacramento del Orden, los ministros son capacitados para hacer presente a Cristo en la comunidad, especialmente en la celebración de la Eucaristía. Este don divino, conferido mediante un rito solemne y con requisitos específicos, asegura la continuidad del ministerio apostólico y la santificación del Pueblo de Dios.

Citas

  1. Charles Journet. El misterio de la sacramentalidad: Cristo, la Iglesia y los siete sacramentos, § 39. 2 3 4 5

  2. Parte I: El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ordenado - Alzad vuestros ojos (Juan 4, 35), Congregación para el Clero. Instrucción: El Presbítero, Pastor y Guía de la Comunidad Parroquial, § I. 1. 2 (2002). 2

  3. Papa Juan Pablo II. Mensaje a los participantes en el 4º Encuentro Internacional de Sacerdotes celebrado en Tierra Santa (19 de junio de 1999), § 3 (1999). 2 3 4 5 6

  4. VII. Los efectos del sacramento del Orden sagrado, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1581 (1992). 2

  5. III. Los tres grados del sacramento del Orden sagrado, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1564 (1992). 2

  6. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 9.

  7. III. Los tres grados del sacramento del Orden sagrado, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1563 (1992). 2

  8. II. El sacramento del Orden sagrado en la economía de la salvación, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1548 (1992). 2

  9. Jose Isidro Belleza. Renovación sacerdotal, avivamiento eucarístico: El lugar de la liturgia del Corpus Christi en la teología sacramental de Aquino, § 4.

  10. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 156. 2 3 4 5 6 7 8

  11. Capítulo III - La desaparición del diaconado permanente - I. Los cambios en el ministerio diaconal, Comisión Teológica Internacional. De la Diaconía de Cristo a la Diaconía de los Apóstoles, §Cap. III - I (2022).

  12. Thomas Michelet, O.P. Diaconisas y el Diaconado, § 4.

  13. II. El sacramento del Orden sagrado en la economía de la salvación, Catecismo de la Iglesia Católica, § 1549 (1992). 2

  14. Capítulo III - Los otros sacramentos y los sacramentales, Concilio Vaticano II. Sacrosanctum Concilium, § 76 (1963).

  15. Orden Sagrado, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Orden Sagrado. 2 3 4 5 6

  16. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1024 (1983).

  17. Sacerdocio, The Encyclopedia Press. Catholic Encyclopedia, §Sacerdocio.

  18. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1031 (1983). 2

  19. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1029 (1983).

  20. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1025 (1983).

  21. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1026 (1983).

  22. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1037 (1983).

  23. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1050 (1983).

  24. Capítulo II. Quienes deben ser ordenados, Código de Derecho Canónico, § 1034 (1983).

  25. Capítulo I. La celebración y el ministro de la ordenación, Código de Derecho Canónico, § 1015 (1983).

  26. IV De iis, quae sunt paranda, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 68. 2 3 4 5

  27. Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 203. 2 3

  28. Unctio Manuum et Traditio Panis et Vini, Sagrada Congregación para el Culto Divino. De Ordinatione Episcopi, Presbyterorum et Diaconorum (La ordenación de Obispos, Presbíteros y Diáconos), § 180. 2