Jesuitas
La Compañía de Jesús, conocida comúnmente como los Jesuitas, es una orden religiosa de clérigos regulares fundada por San Ignacio de Loyola en el siglo XVI. Desde sus inicios, la Compañía se ha distinguido por su dedicación a la defensa y propagación de la fe católica, su estrecho vínculo de obediencia al Papa, y su notable impacto en la educación, las misiones y el apostolado intelectual en todo el mundo. Su carisma se centra en la búsqueda de la mayor gloria de Dios (Ad Maiorem Dei Gloriam) y el servicio a las almas, adaptándose a las necesidades de cada época sin perder la fidelidad a sus principios fundacionales.
Tabla de contenido
Orígenes y Fundación
La Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola, quien, tras una profunda conversión espiritual, reunió a un grupo de compañeros en París1. El 15 de agosto de 1534, Ignacio, junto con Pedro Fabro, Francisco Javier, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás Bobadilla, Simón Rodrigues, Claudio Le Jay, Juan Codure y Pascasio Brouet, hicieron votos de pobreza y castidad en Montmartre, añadiendo el compromiso de ir a Tierra Santa1. Cuando esta peregrinación resultó impracticable, decidieron ofrecer sus servicios al Papa Pablo III1.
Después de un período de deliberación en Roma, donde enfrentaron oposición y calumnias, el grupo acordó una forma de vida para avanzar en la perfección evangélica y ayudar a otros1. La primera fórmula de su Instituto fue aprobada verbalmente por el Papa Pablo III el 3 de septiembre de 1539 y formalmente el 27 de septiembre de 1540, mediante la bula «Regimini militantis ecclesiae»1,2. El nombre original, «La Compañía de Jesús», reflejaba su liderazgo divino y su espíritu de «soldados» de Cristo1. El término «Jesuita», inicialmente usado de forma despectiva en el siglo XV para quienes usaban el nombre de Jesús con demasiada frecuencia, fue aplicado a la orden en reproche entre 1544 y 1552, aunque con el tiempo fue aceptado en un sentido positivo por sus miembros y amigos1.
Carisma y Espiritualidad Ignaciana
El carisma de la Compañía de Jesús se basa en la espiritualidad de su fundador, San Ignacio de Loyola, y se expresa de manera concreta en los Ejercicios Espirituales y las Constituciones de la orden3. La espiritualidad ignaciana se caracteriza por una profunda búsqueda de la voluntad de Dios y una obediencia «sin reservas» al Papa, entendida como un servicio a la Iglesia4,5.
Los Ejercicios Espirituales
Los Ejercicios Espirituales son un método de discernimiento y crecimiento espiritual que invita a la «contemplación interior del Señor para amarlo y seguirlo más plenamente»6,7. En ellos, se propone una meditación profunda sobre la vida de Cristo, llevando al ejercitante a un diálogo «de corazón a corazón» con el Señor7,8. Este proceso busca una transformación personal que culmine en la «Contemplación para alcanzar amor», donde se ofrece a Dios la memoria, el entendimiento y la voluntad8. Los Ejercicios son considerados no solo la fuente de la espiritualidad jesuita y la base de sus Constituciones, sino también un don del Espíritu Santo para toda la Iglesia, siendo un medio valioso para el crecimiento espiritual y la iniciación a la oración en un mundo secularizado6,9.
Obediencia al Papa
Una característica distintiva de los Jesuitas es su voto de obediencia directa al Sucesor de Pedro4,5. Esta «fidelidad particular» es vista como un distintivo de la orden y es crucial en la misión de transmitir el mensaje de salvación del Evangelio de manera íntegra en un mundo con múltiples voces discordantes5. Esta obediencia no es pasiva, sino que impulsa a los Jesuitas a estar en las «fronteras» geográficas y culturales, evangelizando donde el Papa considere que es para la mayor gloria de Dios y el beneficio de las almas6.
La Búsqueda del «Deus Semper Maior»
El corazón de la espiritualidad jesuita implica tener la «misma mente que Cristo»: pensar, amar, ver y caminar como Él, con los sentimientos de su Corazón10. Esto significa estar dispuesto a «vaciarse de sí mismo», ya que el centro de la Compañía es Cristo y su Iglesia10. La idea del Deus semper maior (Dios siempre más grande) impulsa a los Jesuitas a tener un «pensamiento incompleto, un pensamiento abierto», siempre mirando hacia el horizonte de la mayor gloria de Dios, que continuamente sorprende10. Esta «santa y hermosa inquietud» es fundamental para la identidad jesuita11,10.
Actividades y Apostolados
La Compañía de Jesús ha sido un actor clave en la vida de la Iglesia durante más de cuatro siglos, destacándose en diversos campos del apostolado, las misiones, la ciencia, la educación y la pastoral12,13.
Educación
La Compañía de Jesús fue la primera orden religiosa que estableció la educación como un apostolado central en sus Constituciones1. La formación cultural y teológica de los jóvenes fue una preocupación primordial para San Ignacio, lo que llevó a la fundación de numerosos colegios que alcanzaron fama internacional por su alto nivel científico y un programa de estudios que sirvió de modelo para otras instituciones4. Las instituciones educativas jesuitas se esfuerzan por ofrecer una enseñanza altamente cualificada, preparando a los estudiantes para sus futuras profesiones y, al mismo tiempo, profundizando en el conocimiento del mensaje cristiano14. Su objetivo es formar a individuos de «auténtico prestigio por su doctrina, preparados para desempeñar las funciones más importantes en la sociedad y testigos de la fe en el mundo»14. Las universidades jesuitas están llamadas a ser «Centros académicos católicos» que participan en la misión evangelizadora de la Iglesia, garantizando y promoviendo la «reflexión razonada y sistemática sobre la fe» y el diálogo con las instituciones culturales de la época15,16.
Misiones
Desde sus inicios, las labores misioneras de los Jesuitas entre los pueblos paganos de la India, Japón, China, Canadá, América Central y del Sur fueron tan importantes como su actividad en países cristianos1. San Ignacio inicialmente pensó en la conversión de los musulmanes1. Los primeros Jesuitas fueron enviados a tierras paganas o a países católicos, y solo a petición especial del Papa a países protestantes, como Alemania, cuna de la Reforma1.
Contrarreforma
Los Jesuitas desempeñaron un papel fundamental en la Contrarreforma, siendo los principales instrumentos para la reconquista de el sur y el oeste de Alemania y Austria para la Iglesia, así como para la preservación de la fe católica en Francia y otros países1.
Otros Ministerios
El ministerio de la Compañía es amplio e incluye1:
Predicación y enseñanza del catecismo, especialmente a niños.
Administración de los sacramentos, en particular la penitencia y la Eucaristía.
Conducción de misiones parroquiales siguiendo la línea de los Ejercicios Espirituales.
Dirección de retiros en casas de retiro, seminarios o conventos.
Cuidado de parroquias o iglesias colegiales.
Organización de confraternidades piadosas, sodalidades, uniones de oración y asociaciones de la Buena Muerte.
Escritura de libros, folletos y artículos periódicos.
En todas estas funciones, los Jesuitas siguen el Rito Romano y se rigen por reglas cuidadosamente elaboradas por las congregaciones generales o por los generales de la orden1.
Desafíos Contemporáneos
En la actualidad, la Compañía de Jesús sigue siendo un pilar importante para la Iglesia, enfrentando los desafíos del mundo moderno con el mismo espíritu de su fundador5. Los nuevos «pueblos» que no conocen al Señor o no lo reconocen como Salvador están hoy distantes no tanto geográficamente, sino culturalmente6. Los Jesuitas están llamados a estar en estas «fronteras» culturales, donde se encuentran la fe y la razón, la fe y la ciencia moderna, la fe y el compromiso con la justicia6.
La Iglesia necesita urgentemente personas con una fe profunda, una cultura sólida y una genuina sensibilidad humana y social, que dediquen sus vidas a testificar y ayudar a comprender la armonía entre la fe y la razón, el espíritu evangélico y la sed de justicia y paz6. Por ello, la Compañía debe perseverar en la formación de sus miembros en conocimiento y virtud, sin conformarse con la mediocridad, para poder confrontar y dialogar con los diversos contextos sociales y culturales del mundo actual6.
Conclusión
La Compañía de Jesús se mantiene fiel a su carisma fundacional de «defensa y propagación de la fe»6. A lo largo de la historia, ha dado innumerables frutos en el apostolado, las misiones, la ciencia, la educación y la pastoral, y ha producido numerosos santos y beatos que han testimoniado su fidelidad a Cristo12,17,13. La continuidad de las enseñanzas de los Sucesores de Pedro muestra la gran atención y estima que tienen por los Jesuitas y su deseo de contar siempre con su valiosa contribución a la vida de la Iglesia y a la evangelización del mundo5.
Citas
La Compañía de Jesús, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §La Compañía de Jesús. ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8 ↩9 ↩10 ↩11 ↩12 ↩13 ↩14
Papa Juan Pablo II. Inauguración de la exposición ignaciana en la Biblioteca Apostólica Vaticana (23 de octubre de 1990) - Discurso (1990). ↩
Papa Francisco. Encuentro con la Comunidad Académica de la Pontificia Universidad Gregoriana (5 de noviembre de 2024) (2024). ↩
El Dicasterio para las Causas de los Santos. Ignazio di Loyola (1491-1556) - Biografía (1622). ↩ ↩2 ↩3
Papa Benedicto XVI. Carta al Padre Peter-Hans Kolvenbach con ocasión de la 35ª Congregación General de la Compañía de Jesús (10 de enero de 2008) (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5
A los Padres de la Congregación General de la Compañía de Jesús, Papa Benedicto XVI. A los Padres de la Congregación General de la Compañía de Jesús (21 de febrero de 2008) (2008). ↩ ↩2 ↩3 ↩4 ↩5 ↩6 ↩7 ↩8
Capítulo cuatro - Resonancias en la Compañía de Jesús, Papa Francisco. Dilexit nos (24 de octubre de 2024) - Encíclica, § 144 (2024). ↩ ↩2
Capítulo cuatro - Resonancias en la Compañía de Jesús, Papa Francisco. Dilexit nos (24 de octubre de 2024) - Encíclica, § 145 (2024). ↩ ↩2
Papa Pío XI. Quadragesimo Anno, § 143 (1931). ↩
Papa Francisco. 3 de enero de 2014: Santa Misa en la Iglesia del Gesù, § 3 de enero de 2014: Santa Misa en la Iglesia del Gesù (2014). ↩ ↩2 ↩3 ↩4
Papa Francisco. A los participantes en los Capítulos Generales de: las Hermanas Misioneras Dominicas de San Sixto, las Hermanas de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, las Hermanas de la Presentación de María Santísima en el Templo, y la Sociedad de las Divinas Vocaciones (Padres Vocacionistas) (12 de agosto de 2024) (2024). ↩
Papa Juan Pablo II. 6 de octubre de 1985: Beatificación de tres Siervos de Dios: Diego Luis de San Vitores Alonso, José María Rubio y Peralta y Francisco Gárate Araguren - Homilía (1985). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. José María Rubio y Peralta (1864-1929) - Homilía de beatificación, § 2 (2003). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los Rectores de las Universidades de la Compañía de Jesús, 9 de noviembre de 1985 - Discurso, § 6 (1985). ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. A los Rectores de las Universidades de la Compañía de Jesús, 9 de noviembre de 1985 - Discurso, § 2 (1985). ↩
Papa Juan Pablo II. A la Comunidad de la Pontificia Universidad Gregoriana (6 de abril de 2001) - Discurso, § 3 (2001). ↩
Papa Juan Pablo II. 22 de abril de 1991: Celebración por el Año Ignaciano - Homilía (1991). ↩