Judit (liberación de los asirios)
Judit es una heroína del Antiguo Testamento cuya historia, recogida en el libro deuterocanónico que lleva su nombre, relata la liberación del pueblo de Israel de la amenaza asiria mediante la valentía y la fe de una viuda judía. El relato destaca la intervención divina a través de una mujer frágil pero poderosa, prefigurando el papel de la Virgen María en la historia de la salvación. El libro de Judit forma parte del canon católico, es leído en la liturgia y ha inspirado innumerables obras de arte, música y reflexión espiritual a lo largo de los siglos.
Tabla de contenido
Contexto histórico y canónico
El libro de Judit en el canon católico
El libro de Judit pertenece a los deuterocanónicos, es decir, a los escritos cuya autoridad fue confirmada por la Iglesia a lo largo de los concilios ecuménicos, especialmente el Concilio de Trento (1546)1. Estos siete libros (Tobit, Judit, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc) fueron aceptados como parte íntegra de la Sagrada Escritura, pese a no estar presentes en el canon hebreo2. La Congregación para la Doctrina de la Fe y la Enciclopedia Católica reiteran que la inclusión de Judit se basa en la tradición litúrgica y patrística, y no fue objeto de controversia significativa en la época de Trento3,4.
Formación del canon y reconocimiento eclesial
Los primeros cristianos utilizaron la versión griega de la Biblia (Septuaginta), que incluía los libros deuterocanónicos. La Iglesia, observando el uso constante en la liturgia y la enseñanza de los Padres de la Iglesia, declaró su canonicidad como parte del canon de 73 libros (46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo)5. El Concilio de Trento afirmó que quien negara la autoridad de estos libros incurriría en anathema1.
Trama del libro de Judit
Resumen narrativo
El relato se sitúa en la ciudad de Betulia, sitiada por el general asirio Holofernes. La población, desesperada, contempla la rendición, pero Judit, viuda de Manasés, se ofrece para salvar a su pueblo. Con la ayuda de su sierva Eurídice, Judit se infiltra en el campamento enemigo, cautiva a Holofernes con su belleza y, aprovechando su embriaguez, le corta la cabeza con su propia espada6. La noticia de la muerte del general provoca la huida del ejército asirio y la liberación de Betulia.
Significado teológico
El texto subraya que la victoria no proviene de la fuerza humana, sino de la intervención divina que actúa a través de la fe y la pureza de Judit. El Cantico de Judit proclama que «el Señor todopoderoso ha vencido a los asirios por la mano de una mujer» (Jdt 15,5‑6)7, resaltando la preferencia de Dios por los débiles y humildes.
Dimensión litúrgica y patrística
Uso en la liturgia católica
Desde los primeros siglos, el libro de Judit se leía en la Liturgia de las Horas y en Misas festivas. Los Padres de la Iglesia, como Clemente de Roma, Orígenes y Tertuliano, citaban pasajes de Judit como Escritura inspirada6. La Catecismo de la Iglesia Católica reconoce a los personajes del Antiguo Testamento, incluida Judit, como santos venerados en la tradición litúrgica8.
Prefiguración de la Virgen María
El Papa Juan Pablo II señaló que Judit es arquetipo de la mujer que coopera en la redención, prefigurando a María, cuya Magnificat refleja la misma exaltación de los humildes y la derrota de los poderosos7. Esta conexión ha inspirado numerosos himnos y representaciones artísticas que equiparan a Judit con la Madre de Dios, resaltando su papel como modelo de fidelidad y valentía.
Influencia en el arte y la cultura
A lo largo de la historia, la figura de Judit ha sido representada en pinturas renacentistas, esculturas barrocas y música sacra. Obras como la «Judith y Holofernes» de Caravaggio y la «Judit» de Artemisia Gentileschi ponen de relieve la dramatización del momento decisivo, mientras que composiciones corales medievales celebran su victoria.
Relevancia contemporánea
Enseñanza moral
Judit es citada como modelo de coraje cristiano, especialmente para las mujeres que enfrentan situaciones de opresión. Su historia invita a confiar en la gracia divina y a actuar con integridad frente a la injusticia.
Aplicación pastoral
En la catequesis contemporánea, el relato de Judit se emplea para explicar la doctrina de la intercesión y la participación de los laicos en la obra de salvación, recordando que cada fiel, sin importar su condición, puede ser instrumento de la voluntad de Dios.
Conclusión
El libro de Judit ocupa un lugar singular dentro del canon católico, combinando historia, teología y espiritualidad. Su relato de liberación de los asirios no solo celebra la intervención divina a través de una mujer valiente, sino que también anticipa la cooperación de la Virgen María en la obra redentora de Cristo. La continua presencia de Judit en la liturgia, el arte y la vida pastoral confirma su vigencia como modelo de fe y valentía para la Iglesia actual.
Citas
El Concilio de Trento - La Cuarta Sesión - Decreto sobre las escrituras canónicas, Documento del Concilio. Concilio de Trento, §La Cuarta Sesión (1563). ↩ ↩2
Tercera parte - Leyendo el Antiguo Testamento tus palabras se convirtieron en mi gozo y la delicia de mi corazón. (Jeremías 15:16), Conferencias Episcopales Católicas de Inglaterra y Gales, y de Escocia. El Don de la Escritura, § 26 (2005). ↩
Canon del Antiguo Testamento, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Canon del Antiguo Testamento. ↩
Concilio de Trento 1545-1563 - Ecuménico XIX (contra novatores siglo XVI) - Sesión IV (8 de abril de 1546) se aceptan los libros sagrados y las tradiciones de los apóstoles, Heinrich Joseph Dominicus Denzinger. Las Fuentes del Dogma Católico (Enchiridion Symbolorum), § 1502 (1854). ↩
I. - Las Sagradas Escrituras del pueblo judío son parte fundamental de la Biblia cristiana - E. La extensión del canon de la Escritura - 3. Formación del canon cristiano, Pontificia Comisión Bíblica. El Pueblo Judío y Sus Sagradas Escrituras en la Biblia Cristiana (24 de mayo de 2001), § 18 (2001). ↩
Libro de Judit, The Encyclopedia Press. Enciclopedia Católica, §Libro de Judit. ↩ ↩2
Papa Juan Pablo II. Audiencia General del 29 de agosto de 2001, § 4 (2001). ↩ ↩2
Sección primera «creo» - «creemos», Catecismo de la Iglesia Católica, § 61. ↩
